jueves, 30 de mayo de 2013

Ratificada la Gran Mentira Legislativa


El Gobernador Alejandro García Padilla ha declarado en la tarde de hoy que aprobó con satisfacción la “reforma legislativa” que le sometieron ambas Cámaras.  Tenía la opción de devolverles el proyecto sin su firma para que completaran y rectificaran el trabajo a medias, menos de a medias, que realizaron, en literal incumplimiento de sus compromisos electorales, los suyos y los de los legisladores de su partido.

Así se escribe la historia, que nunca es la historia de la verdad absoluta, pero que cuando se tiene honestidad intelectual y política debe guardar relación lo comprometido con lo realizado.

Esta historia tiene tres momentos claramente registrados en la conciencia pública, y la de todos los partidos:  la campaña, el incumplimiento y luego el engaño.

En primer lugar, el momento de la campaña, y del programa del Partido Popular Democrático, en que se prometió una reforma legislativa consistente de cuatro puntos:  eliminar dobles pagos o sueldos --- carros o estipendios, dietas exageradas por trabajos en su mayor parte no realizados.  Eso era fácil, por escandaloso, y ya se hizo.

Se prometió celebrar una sola sesión legislativa, de 5 o 6 meses, que da y sobra para la legislación seria, al margen de los embelecos de proyectos sin pie ni cabeza que a diario producen nuestros solones.  A eso se han resistido los legisladores populares que prefieren deambular el año entero por los pasillos del Capitolio, bobeando y/o haciendo que hacen, o en la cafetería capitolina y restaurantes vecinos.

Como consecuencia de este cumplimiento, bajar en 30% el costo de la Asamblea Legislativa, que es más bien una agencia de empleos.

Finalmente, lo que hubiese sido la esencia importante de esa promesa de reforma, el “ciudadano legislador”, esto es, un ciudadano que ejerce sus dedicaciones en la comunidad de donde viene y que opta por servirle al País como legislador a tiempo parcial --- como fue en Puerto Rico desde 1941 a 1992 --- y que produjo la legislación  que transformó a Puerto Rico, cuando el liderato popular era un liderato serio.  El Senado ha tergiversado el concepto, y le llama al legislador a tiempo completo legislador ciudadano, para confundir al pueblo incauto, o que es tan bruto y olvidadizo como ellos creen que es.

Lo patético de toda esta traición al pueblo y al programa del PPD es que el Gobernador, que dijo que sometería un proyecto a esos fines antes del 2 de enero y que siguió insistiendo en que había que cumplir con la promesa electoral original, se entregó a la mentira de los legisladores, firmando y alabando su fechoría.  Este incumplimiento es grave y destruye la relación de representatividad entre pueblo y gobierno.  Es un insulto a la fe pública en la honestidad de los políticos, aún la de aquellos que el pueblo creía diferentes, porque se presentaron como diferentes.

martes, 28 de mayo de 2013

Un Cumplimiento, Medio Cumplimiento y un Incumplimiento Bochornoso


El saldo de ayer en la Asamblea Legislativa representa un debilitamiento político y moral del PPD y su gobernador con respecto a los compromisos contraídos en la pasada campaña electoral.  Plantea, prospectivamente, cuánto se le podrá creer a esos políticos cuando regresen al pueblo a buscar nuevos endosos.  ¿A cuenta de qué?  Veamos.

En ese balance hay un cumplimiento completo, el del Proyecto 488 sobre eliminación del discrimen con respecto a parejas de cualquier sexo u orientación sexual.  Esa victoria y ese cumplimiento se llama Luis Vega Ramos, y es justo así consignarlo.

Con respecto al Proyecto 238, de la autoría del senador Luis Nieves, la cobardía de los legisladores populares ante el chantaje electorero de los “divinos pastores” del oscurantismo, se redujo a la protección contra el discrimen contra homosexuales y lesbianas --- que son personas y ciudadanos como los legisladores --- a una sola cuestión, las relaciones y derechos laborales --- retirando del proyecto, por extorsión fundamentalista, toda una larga lista de situaciones donde el discrimen abunda, consagrando esos discrímenes, sub silentio , como buenos, legales, y morales.

Vergüenza le debe dar a esa mayoría popular por su oportunismo cínico.  No tanto así al PNP, porque ese partido no tiene las complicaciones mentales y morales del PPD, las que, por lo visto, va perdiendo a ritmo acelerado.

Con respecto a la apócrifa reforma legislativa, el incumplimiento es prácticamente total, con excepción de cesar los atracos manifiestos de carros y dietas. 

Esa reforma fue siempre, en un operativo dirigido desde el primer día por Eduardo Bhatia, un proceso legislativo de escondite detrás de los otros dos proyectos que atrajeron mayor atención porque el sexo vende más que la vergüenza.  Convoyado de esa manera, no recibió la atención pública de los otros proyectos, y lo aprobaron a lo sucusumuco.  Para ello tergiversaron el concepto de legislador ciudadano que lo que siempre ha significado un ciudadano que realiza las funciones normales como tal y que dedica un tiempo parcial, en una sola sesión legislativa, a servirle al País con su experiencia en el mundo real, en vez de a tiempo completo, mayormente perdido, en los pasillos del Capitolio y los restaurantes vecinos.

Para tal ofuscación, redefinieron el concepto de legislador ciudadano: ahora, para ellos, significa legislador a tiempo completo, que naturalmente es ciudadano.  La maniobra sofística es manifiesta.

“En el fondo del caño hay un negrito”, dacia el cuento de José Luis González.  El negrito en este caso se llama dinero, mucho dinero para cada legislador.  Lo demás es pura hipocresía.

lunes, 27 de mayo de 2013

El Demonio de las Exclusiones


En el mundo político, social y cultural, especialmente en un contexto democrático, las exclusiones --- por raza, género, condición social o preferencia sexual --- son éticamente abominables.  Corren contra el sedimento moral de la civilización humanista, racional e igualitaria que sostiene al constitucionalismo moderno.

En el mundo fiscal y contributivo las exclusiones sencillamente corroen la base moral de la responsabilidad del ciudadano para mantener al Estado y sus compromisos de servicios a toda la población a niveles competentes y decentes.

El abandono --- errado a mi parecer --- del impuesto del 6.6 por ciento del valor de la mercancía importada, obedeció a la plaga de evasiones y fraudes que los importadores impusieron, por motivos egoístas y prácticas inmorales, robándole recursos necesarios al gobierno para servirle a la ciudadanía.  Se desistió de aquel sistema, erróneamente, para depender de un IVU más deficiente, improductivo y sujeto a fraudes y rackets equivalentes, y lleno también de exclusiones destructivas de la meta fiscal a que debe servir.  A la hora que escribo, la administración de Alejandro García Padilla anda bailando el baile del sambito entre el nuevo IVU a las transacciones de negocio a negocio o la imposición adicional de contribuciones a todo el mundo, individuos y empresas.  Las fuerzas vivas del comercio, la industria y las profesiones, se han levantado a coro:  “A mí no, que pague el otro”, en su defecto que se achique el gobierno, que se retiren más empleados del gobierno --- una página arrancada al libro de Luis Fortuño --- o sencillamente que le cobren a otro… no a los industriales, ni a los bancos, ni a los comercios, sencillamente a los otros.  Cuando el País necesita solidaridad, el egoísmo particular domina el espacio y el debate.

¿Dónde está el dinero de los banqueros y sus millonarios dueños?  ¿Dónde está el dinero personal de los industriales?  ¿Dónde el de los grandes comerciantes e importadores?  En Wall Street, o en los bancos.  No en la inversión en nuevas empresas.  Sus lágrimas de cocodrilo me enternecen.

Como en los años de Watergate y de Richard Nixon, de Gordon Liddy y sus compinches criminales, hay que preguntarse --- lo mismo que hay que preguntarse con relación al engaño de la reforma legislativa ---¿Dónde está el dinero?  O, como se dijo en Watergate, “follow the money”.

domingo, 26 de mayo de 2013

Media Reforma Sobre Derechos Humanos


En la democracia imperan dos elementos constitutivos de las decisiones del Estado para con los problemas y necesidades de los ciudadanos.  En primer lugar, el proceso de discusión y consenso que permita moverse hacia nuevas fronteras de concordia, más allá de la discordia.  Por el otro lado, y como culminación de ese proceso, esta el producto que los actores políticos acuerdan para remediar las deficiencias valorativas de la sociedad en un momento dado.  Veamos, con respecto a los proyectos aprobados anteayer por la Cámara de Representantes, cómo lucen esos dos elementos de la faena legislativa.

El proceso fue aparatoso, lastimoso, desmoralizador para todas las partes envueltas en el pugilato de poderes y de valores.  El fundamentalismo religioso quería desbancar todos los proyectos contra el discrimen, en base a un reclamo de ser los enviados de Dios para tal propósito a nombre de un primitivo culto procedente de una familia de Ur de los Caldeos, de por allá del Sur de Irak, hace cuatro mil años.  Los legisladores, que entraron a este debate como toros miura, terminaron como bueyes enyugados por la demagogia y el tajureo de votos prospectivos.  El Gobernador hizo un papelazo de súplica, y una flaca mayoría cameral le perdonó la vida.

El balance es una perfecta definición de cómo no debe actuar una Legislatura ni un Gobernador.  Pero, lo hecho, hecho está.  Vamos al balance de ganancias y pérdidas.

La democracia no es asunto de victorias completas, absolutas, perfectas.  En ella el proceso que conduce a soluciones puede ser y con frecuencia lo es, pantanoso, conflictivo, odioso para las almas sensitivas.  Pero aún así --- porque usualmente es inevitable que así sea --- puede producir soluciones necesarias, positivas, de avance incremental para los que necesitan importantes correcciones en la sociedad y la cultura.

Se ha dado un paso de avance, y los “divinos pastores” lo saben.  No hay marcha atrás para la equidad y la dignidad humana.  Pero quedan vastas áreas, dentro de la misma temática de derechos para los homosexuales y lesbianas, que la cobardía de los legisladores populares y del Gobernador decidió sacrificar ante el chantaje de los fundamentalistas de la ignorancia invencible.  Lo importante es que todo eso es agenda de futuro, y que no hay marcha atrás.

Dos principios, uno filosófico-político y el otro teológico, presiden la reforma, aunque trunca, que se ha aprobado.  El primero es bíblico --- asignación de lectura para los “divinos pastores” y uno que otro sacerdote católico ---:  “Dios no hace acepción de personas”, dice el Nuevo Testamento, por lo menos mi antigua copia, y el otro, democrático-constitucional, manda taxativamente a “la igual protección de las leyes”, punto.

jueves, 23 de mayo de 2013

La Rogativa del Gobernador se Muda a la Cámara


La democracia como experiencia cotidiana de lucha por el poder y como choque de múltiples intereses --- en su mayoría legítimos --- tiene dos componentes.  Por arriba, podríamos decir, el sistema contempla un compromiso irrenunciable de adelantar el Bien Común.  Por lo bajo, en la calle, en la cotidianeidad, la democracia es choque de intereses.  Estas dos dimensiones de la democracia chocan frecuentemente, si no cotidianamente, en camino a procurar construir un consenso aceptable a dirigentes y dirigidos, de tal manera que se realice en lo posible el Bien Común sin anular los intereses particulares.

En nuestra versión puertorriqueña de la democracia, el Gobernador representa el compromiso con todo el pueblo --- seguidores y adversarios --- para realizar ese Bien Común, lo que no necesariamente anula todos los intereses particulares.  Eso es lo que le da autoridad moral y poder político especial al gobernador.  Algunos gobernadores en nuestra historia, conscientes de su responsabilidad para con todo el pueblo, han usado ese poder para imponer disciplina y lealtad a los legisladores sobre los compromisos contraídos, mientras que otros --- el actual gobernador, por ejemplo --- adoptan la actitud y el método de la rogativa ante sus subalternos políticos para que, por favor, le hagan lucir bien sobre sus compromisos con el pueblo.  Eso hemos visto en el día de hoy en la comparecencia de Alejandro García Padilla ante el caucus popular de la Cámara para rogarle que no le hagan quedar mal. De la rogativa ante el Superintendente de la Policía pasó a la de Puerta de Tierra.  Pero los legisladores, como el clásico Shylock de El Mercader de Venecia, exigieron la libra de carne del usurero, y le obligaron a alterar --- desnaturalizar --- el proyecto 238 contra el discrimen contra los homosexuales y lesbianas en el trabajo, la vivienda pública, etc., mediante la restricción de los alcances del proyecto reparador estrictamente a la relación laboral.  Es decir, sobre todo lo demás en la vida de estos ciudadanos, el discrimen está bien, porque el Estado mirará para el otro lado, para complacer a los “divinos pastores”. 

Todo lo anterior indica que la rogativa del Gobernador ante sus legisladores fracasó, y que la claudicación continúa.

Para ese resultado tan flaco no había que esperar tanto tiempo.  Pero el funesto precedente está establecido.  En el futuro, cada vez que el Gobernador interese una legislación de justicia, que choque con la mentalidad pedestre de sus legisladores, que vaya al Capitolio a rogar como buen cristiano, a ver si sus solones se dignan escucharle.  Mal, funesto precedente.

miércoles, 22 de mayo de 2013

En la Cámara Mañana: SÍ al Proyecto 238, NO al Engaño de la “Reforma Legislativa”


La Cámara de Representantes se enfrenta mañana, dentro de unas horas, a dos decisiones que marcarán su definición política y moral ante el pueblo de Puerto Rico.  O abjura de sus compromisos programáticos contra discriminación por motivos de orientación sexual, o se alía al oscurantismo cavernario del fundamentalismo religioso, por un lado.  Por el otro, o le imprime su aprobación de sello de goma al proyecto engañoso que bajo el liderato negativo de Eduardo Bahtia convirtió una promesa solemne de reforma legislativa en un aguaje, en un simulacro de reforma que, excepto por la eliminación de las deshonestas dietas y los carros, deja las cosas como estaban, ahora con el imprimatur del Partido Popular, o lo rechaza y lo devuelve a sus autores.

Para aliviar el dolor de prescindir de los carros, el Senado establece pagos por millaje, a diferencia de todo el pueblo trabajador puertorriqueño que tiene que pagarse su transportación con sueldos anémicos comparados con los sueldos de jeques árabes de los legisladores.  Eso más los 73 mil dólares de sueldo básico, y 35% de ese sueldo que se pueden ganar en la calle.  ¡Cuantos profesionales puertorriqueños envidiarían esa jauja!

La Legislatura tampoco ha rebajado sustancialmente sus gastos totales, excepto por unos recortes simbólicos.

Se insiste, sin embargo, en las dos sesiones legislativas, contrario a lo prometido, y repudian la promesa del legislador a tiempo parcial en una sola sesión, que da y sobra para las necesidades del País.  Aquí es que ocurre la mayor tergiversación de lo prometido:  llaman legislador ciudadano a todos sus miembros.  Claro:  todos somos ciudadanos.  Pero la promesa al pueblo trataba del “ciudadano legislador”.  Es decir, un ciudadano que vive y se desempeña en cualquier función, oficina o profesión en su comunidad y que además, por el tiempo que sea necesario, por unos meses al año, rinde funciones de legislador.  Llamarle legislador ciudadano a uno que prácticamente vive todo el año en el Capitolio es un engaño, un sofisma, un incumplimiento.

La Cámara debe devolverle ese proyecto al Senado para que lo conforme al compromiso político y moral con el pueblo.

Claro, el problema es que el Gobernador encuentra maravillosa cuanta falsificación producen sus legisladores, y entonces se carece de estándares para medirlos.

Por ese camino vamos a una legislación estrafalaria cuando pudo haber sido fiel a lo contratado con el pueblo.  Pero para eso faltan criterios claros y firmes, faltan estándares y consistencia para aplicarlos.

Puede ser que sea mucho pedirle a la Cámara que apruebe su proyecto 238 y rechace a espuria “reforma legislativa”.  Sólo quiero dejar claras las opciones de la seriedad política, contra la marrullería que mata las esperanzas del pueblo.

lunes, 20 de mayo de 2013

La Democracia con Liderato y la Democracia Silvestre


Durante los primeros años de la exitosa revolución descolonizadora en Asia y África el liderato revolucionario de los países acuñó el concepto de “democracia dirigida”, para significar que la experiencia colonial no propiciaba la integración de aquellas sociedades en formas solidarias, pacíficas, de construcción de consensos nacionales que propiciaran la representación democrática y la unidad de propósitos para la reconstrucción social.

Ese concepto de “democracia dirigida” culminó en dictaduras personales o militares en países como Ghana, Pakistán e Indonesia.  Funcionó mejor en la Guinea de Sékou Touré y la India de Jahuarlahal Nehru, donde la voluntad democrática triunfó sobre la tentación tiránica.  En los casos más exitosos de desarrollo democrático, como los de Argelia y África del Sur bajo Nelson Mandela, la democracia real pegó y se distanció de los prototipos personalistas y tiránicos.  Todo este desarrollo lo documenté y publiqué en un artículo investigativo que en 1962 me publicó la revista The Review of Politics de la Universidad de Notre Dame titulado precisamente así:  The Political Ideology of Guided Democracy.

En el Puerto Rico de nuestros días estamos sufriendo por primera vez, desde 1940, la costosa experiencia de la antítesis de la “democracia dirigida”, que es democrática, libre, y pluralista, pero es dirigida, es decir lidereada desde la cúpula del partido y del gobierno.

Estamos apurando el fruto amargo y desorientador, desmoralizador por demás, de una democracia silvestre, a lo que salga, que contrasta radicalmente de la democracia con liderato en el centro, centro de partido y centro de gobierno.

En estos días de glosas evangélicas debo recordar una sentencia que leí como adolescente en el libro de Isaías, del Antiguo Testamento:  “Donde no hay visión, el pueblo perece”.  Esto es, donde no hay proyecto, donde no hay liderato visible y efectivo, el pueblo perece.  Eso estamos viviendo en estos días.

Dígame el lector, cuando examina el cuadro de la salud, el de la educación, el de la seguridad pública, ¿ve proyecto alguno definido y comunicable?  Todo está en veremos.  La mitad del gobierno lo dirige el equipo siniestro y corrupto que dejó Luis Fortuño.  Y los crímenes que auspició han quedado por la casa.  No hay autoridad partidista, ni política, ni moral, porque el Gobernador alaba todo lo que ocurre aunque constituya un incumplimiento craso de sus compromisos con el pueblo.

La democracia democráticamente dirigida produce resultados afines a la expectativa del pueblo, la democracia silvestre es el desconcierto, la sobrevivencia del más audaz y más listo.

domingo, 19 de mayo de 2013

Lectura Asignada a los “Divinos Pastores”: El Sermón de la Montaña


Como viejo maestro, y especialmente ante casos de ignorancia  invencibles, suelo asignar lecturas relevantes a mis interlocutores.  Hoy le toca a la pléyades de falsos profetas que con sus posturas cavernícolas ante el asunto de los derechos humanos y la dignidad de toda persona han denigrado la esencia de la religión que dicen profesar: el Cristianismo.

Cristianismo deriva de Cristo.  Y Cristo fue un tal Jesús de Nasareth que se dice vino al mundo a predicar una doctrina de amor.  Todo el Cristianismo, si uno lo toma en serio, se reduce a ese Jesús como conducta basada en el amor, especialmente a los pobres y a los pecadores, según su nomenclatura religiosa. 

Los pastores --- que no obran para las ovejas sino para ellos mismos --- han hecho esta semana pasada cenizas de esa esencia del Evangelio.  Si Cristo los viera los echaría del templo como vulgares mercaderes, en una procesión camino al infierno, presidida por Wanda Rolex --- vanidad de vanidades --- y un tal Otoniel Font, heredero de su corrupto padre, que mudó su racket a Tejas.

Si esos dechados de ignorancia y busconearía de dólares se encontraran al Cristo de los Evangelios, este los fulminaría como impostores.  Porque presentarse ante el País y la Legislatura denostando a los que piensan y sienten y actúan conforme a su naturaleza, para negarle trabajo y la igual protección de las leyes, a nombre del Cristo que predicó y vivió la consigna de que “Dios es amor”, y que eso resume todos los mandamientos éticos de su prédica, representa un pensamiento cavernario.  Pero no se trata sólo de ignorancia, porque esos divinos pastores saben muy bien y pueden recitar los  Evangelios.  No se trata, por tanto de ignorancia en todos los casos.  Hay maldad, porque su odio hacia los homosexuales y lesbianas le produce audiencias cautivas en sus templos, audiencias que ellos exprimen hasta el último dólar que los pobres despavoridos le entregan.

Es una vergüenza que la Legislatura le haya extendido a estos seudo-pastores patente de corso para discriminar a la vez que les asigna dinero y servicios públicos, cosa que le niega a los ciudadanos cumplidores de la ley, incluyendo esta ley contra la satanización del homosexual y la lesbiana en su gran mayoría ms honestos y cumplidores de la ley que estos explotadores de la pobreza y la ignorancia.

La legislación pendiente sobre protección de este grupo frente al maltrato, la legalización de que parejas homosexuales o lesbianas puedan ejercer su derecho a adoptar niños, extendiendo su círculo de amor sincero, sano e íntegro, debe aprobarse sin demora.

¡La igualdad del ser humano es inviolable! Aténgase a eso la Legislatura y déjese de estar temblando porque los inversionistas de la ignorancia y la explotación le amarren cuatro matojos en el camino.

jueves, 16 de mayo de 2013

La Sofística Triunfante en el Senado


La discusión pública del Proyecto del Senado Número 238, de la autoría del senador Ramón Luis Nieves, y de la legislación de Reforma Legislativa ha exhibido “joyas” de argumentación que serían la envidia de los sofistas clásicamente desenmascarados por Sócrates hace 25 siglos.  Parece, sin embargo, que la lección no ha llegado a Puerta de Tierra.

Escojo dos instancias de argumentación sofística, la última expresada ayer en el hemiciclo del Senado por un miembro que escuché, pero que en beneficio de mi salud mental he olvidado el nombre.  Argumentó el solón mentao que las disposiciones de nuestra Constitución sobre los derechos --- humanos, civiles y políticos --- representan el pensamiento político-constitucional más avanzado del presente.  Elogió a Jaime Benítez como autor principal de esa joya jurídica que es nuestra Carta de Derechos, especialmente la afirmación tajante de que “la dignidad del ser humano es inviolable”, sobre lo cual discurrió casi líricamente, para aterrizar a fin de cuentas con un voto en contra del reconocimiento de esa dignidad al trabajador o trabajadora de orientación sexual diferente a la mayoría, porque, según su torcida lógica, había que identificar al o la reclamante como homosexual o lesbiana, o transexual, para poder afirmar su derecho.  Es decir, del hecho bruto del discrimen, este tarado concluye que hay que mantener incólume la violación de su dignidad igual, para que el closet se perpetúe.  ¡La gata de Tobita discurre mejor!

Por el otro lado, en una defensa desesperada del dinero como motivación principal de los legisladores populares que no quieren soltar sus desproporcionados ingresos y la segunda sesión legislativa, el Senador Aníbal José Torres, que parecía una esperanza liberal en ese Senado, sucumbió a la tentación del dios Mamón, prefiriendo --- como los PNP’s --- el dinero sobre el cumplimiento de los compromisos.

Como portavoz de sus compañeros, defiende el sueldo básico de 74 mil dólares --- el más alto de las dos Américas y el Caribe, y superior a todos los Estados de la Unión, más ricos todos que Puerto Rico, rechazando de paso el concepto --- prometido también --- del legislador a tiempo parcial, como legislador ciudadano.  Aún así se añaden ingresos privados hasta un 35% de su sueldo legislativo.  Esto es una corrupción como la del PNP:  el dinero los une, las palabras los separan.

No siendo suficiente la violación de su promesa, el PPD legislativo --- Cámara  y Senado --- y para justificar las dos sesiones anuales, el portavoz PPD alude a la falacia --- falacia material, decimos en lógica --- de reclamar paridad de dignidad de poderes, de la Legislatura frente al Poder Ejecutivo.  ¡Pamplinas!  En el siglo 17 y 18, cuando se acuñó la separación de poderes, el propósito era despojar a los reyes absolutos de su absolutismo tiránico.  Por eso se decía en los tratados de teoría política, que el Poder Legislativo era el principal poder del Estado.  El tiempo, la evolución social, la multiplicación de las funciones del Estado --- dos guerras mundiales, la revolución tecnológica y la unificación interdependiente del planeta --- multiplicaron las funciones del Ejecutivo, mientras que el Legislativo retuvo sólo su modesta función de discutir y aprobar leyes.  Desde el Presidente Roosevelt en los Estados Unidos y Luis Muñoz Marín en Puerto Rico, el reclamo de igualdad de poderes del senador resulta patéticamente litúrgico, frente a un mundo complejo y transformado.

¡Confiesen la realidad:  el protagonismo fatuo y el dinero explican más que un sofisma anti-histórico, obsoleto!

martes, 14 de mayo de 2013

¿Quienes Deben Sufragar el Costo de los Servicios Públicos?


La respuesta a la pregunta de mi título de hoy es sencilla: todos los ciudadanos, menos los que nada tienen, y dependen del resto de la ciudadanía para sostenerse.  Descontádole a estos sus jaiberías, sus embustes y su sentido de derecho a la mano estirada, los realmente pobres son obligación de los que no lo somos, en distintos grados.

Bajo esas premisas, el asunto se reduce entonces a la pregunta, ¿quién debe pagar contribuciones, impuestos y arbitrios?  Todo el que tenga ingresos y reciba servicios del estado.  ¿Cuánto?  Conforme a mi ingreso, personal o corporativo, comercial o industrial.

Está planteado ante el País, la Legislatura y el Gobernador, ¿a quién exigirle que contribuya un poco más para el beneficio de todos?

Sabe el lector que mi criterio es que la manera más eficiente y suficiente es la de restaurar el impuesto en el origen, en los muelles, y los aeropuertos --- y en las primeras transacciones sobre lo producido en Puerto Rico, internamente.  Pero por una razón que no entiendo, porque no se ha explicado, el gobierno no quiere mirar hacia allá.  La historia nos dirá luego porqué.

Rechazado ese curso de acción, queda lo que ha propuesto el Gobernador:  un IVU extendido a transacciones de servicios, profesionales y comerciales, hasta ahora exentos, como si hubiera una diferencia de sustancia entre comprar una bolsa de hielo o comprar un celular o una computadora.  Recordando al Don Luis Muñoz Marín de 1940, “o pagan todos o no paga nadie”.  Los gritos de los hasta ahora exentos y desde ahora afectados como todo el resto del País no deben asustar a nadie:  son los privilegiados del sistema.  Y ya tienen sus portavoces legislativos.  Me temo que ya ha empezado a correr el dinero.  Los sobornadores profesionales andan sueltos, y a sus legisladores víctimas potenciales les digo:  “Remember Pearl Harbor” --- esto es, recuerden a Jorge de Castro Font y Héctor Martínez, Granados Navedo, y Misla Aldarondo, y las trampas legislativas multimillonarias de Ángel Cintrón como cabildero de la Telefónica, entre otros de un pasado reciente.

Insisto en que el Gobernador y la Legislatura deben regresar al 6.6 % o 7% anterior, pero si por alguna razón no quieren o no pueden, entonces que paguemos todos: abogados, contadores, comerciantes, gerentes, y… WalMart.  ¿WalMart?  Sí, WalMart, la explotadora, la tramposa, la rechazada por numerosos estados y naciones como la compañía más corrupta y explotadora de la Tierra.

lunes, 13 de mayo de 2013

Impuestos: Entre el 6.6 % Seguro y el 7% Si Funcionara


La propuesta del gobernador García Padilla de ampliar la cubierta del IVU a las profesiones y pequeños negocios, en ausencia de alternativas realistas, se justifica en términos de equidad: que todo el mundo que participa en el intercambio de bienes y servicios pague.

Que van a chillar todos, uno a uno, de tal manera que “a mí no, que pague el otro”, es asunto de elemental naturaleza humana.  Si ese fuera el criterio que se impone a lo largo y a lo ancho de la sociedad, entonces, ¿quién paga para sostener el gobierno? ¿La perrita de casa, la gata del otro, el canario o el gallo del más allá?

El gobierno tiene que rendir los servicios fundamentales a la sociedad.  Pero los pobres no pueden financiarlo, de tal manera que tienen que hacerlo las clases medias y pudientes, proporcionalmente.  Nunca es proporcional, pero ese debe ser el principio.  Todo esto es cierto, dije al principio, en ausencia de alternativas realistas.  El problema del gobernador es que esa alternativa realista existe.  Se llama el 6.6% en el origen, en los muelles y los aeropuertos.  Para más simetría, allí se debe cobrar el mismo 7% que se cobra en el problemático IVU, y esta vez sin excepciones, puerta franca del fraude tan conocido en el pasado. ¿Qué los importadores le van a pasar ese costo a los intermediarios y comerciantes, y estos a los consumidores?  ¡Claro!  Lo han hecho toda la vida, con o sin impuesto en el origen.  Pero la competencia entre ellos puede ablandar ese proceso implacable del motivo del lucro.  Esa transferencia de costos en el caso del IVU es segura, implacable e injusta, además de que el IVU, como estaba o con las complicaciones que se la añaden, es inadministrable, con una vigorosa economía clandestina sumándose a la jaibería de los comerciantes y consumidores zafios.

Recuerde el País, y recuerde el gobernador y la Legislatura, que la razón para el abandono del 6.6 por ciento no era su insuficiencia o dificultad para administrarlo.  Se trató sencillamente, además del fraude no confrontado de los importadores, de la politiquería rastrera de Primitivo Aponte, que para obstruir el gobierno de Aníbal Acevedo Vilá le hizo grave daño a Puerto Rico.  El País necesita y Primitivo Aponte merece el regreso del 6.6 por ciento en el origen, lo que además saca a Alejandro García Padilla del hoyo económico y político en que se ha colocado con la nueva versión, corregida y aumentada, del confuso, difuso y resbaladizo IVU.

Con el Agua al Cuello


La Autoridad de Acueductos y Alcantarillados ha sido dirigida --- mal dirigida --- por los últimos 20 años al menos, con los pies y unos pies bastante sucios, de paso.  Bajo la dirección ejecutiva y o normativa de Jorge Rodríguez y José Ortiz --- dos penepés burdos fingiendo de populares, al principio, en las administraciones de Sila María Calderón y Aníbal Acevedo Vilá --- la corrupción a sus más altos niveles inundó todo el ámbito de la agencia.  Su dirigente más fresco, que al ganar Luis Fortuño declaró que ahora sí, que se habían alineado los planetas --- esto es, que el camino del robo legal estaba franco --- entregó esa agencia, botado como bolsa, como tuvo que serlo con un 30% de aprovechamiento del agua por la que todos pagamos, mientras 70% se pierde en salideros y robos comerciales y residenciales.  ¿Qué entregó Ortiz a Lazaro?  Un desastre administrativo, financiero y operacional.  Pero se fue loco de contento con sus bonos autoasignados de espaldas, moral y económicamente, al desastre que entrega porque sencillamente hubo que botarlo.

En la naturaleza, nubes sobre suelos, el agua baja.  En nuestra geografía de quebradas y ríos, el agua baja.  Donde único el agua sube es en la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados.  Y desfiles de Directores Ejecutivos y Juntas de Gobierno alcanzan niveles de procesión de Semana Santa.  Porque han dirigido la agencia para ellos mismos, y para la oligarquía industrial y comercial, y que el pueblo pague.  La han dirigido para los alcaldes irresponsables, y que el pueblo pague, hasta el punto de que el Gobernador no ha tenido más remedio que botar la Junta completa, sin preguntarle tan siquiera, porque como dice el viejo verso bíblico, “su copa esta rebosando”.

Puerto Rico carece en estos momentos de una clase administrativa de servicio público racional y honesta, competente y responsable, y hay que crearla, recrearla, a la altura ejemplarizante de Roberto Sánchez Vilella, Manuel A. Pérez, Juan Labadie Eurite, Rafael Urrutia, Rafael de J. Cordero, Antonio Luchetti, Antonio Cuevas Viret y docenas de otros, de 1941 a 1968.  Se pudo entonces, se puede ahora, falta para ello carácter, voluntad, dedicación exclusiva al Bien Común.  Pueblo hay para entender eso y respaldarlo. 

Alejandro García Padilla ha dado un buen ejemplo con la limpieza en la AAA.  Que no se quede ahí la cosa.

Una cosa hay que objetar en la composición de esa Junta: la presencia de los dirigentes de los alcaldes asociados y federados.  Ellos son parte sustancial del problema.  Van a pedir, a “jalar”, no a pensar en el pueblo como un todo.

jueves, 9 de mayo de 2013

Una Contralora que No Controla


Nuestra Constitución estableció la Oficina del Contralor de Puerto Rico como una defensa contra la corrupción.  Nuestro primer contralor, Don Rafael de J. Cordero honró y cimentó esa función con prestancia, rigurosidad y juego limpio también para los oficiales públicos objeto de su atención.  Estableció, con un sentido romano del honor y la justicia, un modelo a seguir por los Contralores que le sucedieron, sin mucho éxito.

Los peores casos en ese proceso de degradación profesional y moral de esa función --- gracias a su incapacidad para desvestirse de su lealtad partidista --- han sido los últimos dos contralores:  Manuel Díaz Saldaña como amanuense de Pedro Rosselló y la actual incumbente, Doña Yazmín Valdivieso, importada del estado de Florida para esos fines.  ¿ Y cuáles eran esos fines de Fortuño?  Darle largas a la corrupción de los oficiales de gobierno PNP.  Donde Díaz Saldaña practicaba el partidismo crudo en la selección de sus investigaciones, doña Yazmín es suave: se hace de la vista larga hasta que el pueblo ni se acuerda.  En el caso de Carlos López Nieves se trata de su función de Ombudsman en el 2008 y 2009 --- cinco años atrás: denuncia y absolución de hecho a nombre del olvido.

Vista en su función saneadora de la administración pública, a quien beneficia esa institución, además de al pueblo, es al gobernante de turno, al Gobernador y la Legislatura, porque si se cumple fiel y cabalmente la función controladora de la corrupción, ese flanco de posible impugnación política quedaría atendido a priori, de antemano, preventivamente.  Pero la miopía de los políticos es clarísima, prefieren que se encubra a los suyos a cualquier precio, inclusive el honor de la contralora o contralor y del propio gobierno.

Se pregunta el público por qué la señora Valdivieso no refirió a Justicia sus informes sobre Carlos López Nieves, y yo también.  Pero eso tiene un remedio fácil y directo: la Legislatura debe hacer eses referido a la mayor brevedad.  Ese es su derecho y su responsabilidad.  ¿Les interesa hacerlo?  Debe ser automático, pero en caso negativo, ¿por qué no?

martes, 7 de mayo de 2013

La Agenda Universitaria Parte 2

Analicé anteriormente la primera parte de la agenda universitaria que tiene ante sí la nueva Junta de Gobierno de esa institución.  Básicamente se trata de barrer escombros y limpiar el campus --- los once recintos --- de la basura acumulada en los cuatro años de Luis Fortuño y sus kamikazes de la corrupción, con la diferencia de que en el caso japonés los kamikazes eran los pilotos suicidas, y en este caso el kamikaze, el alcahuete era Luis Fortuño mismo.

Pues bien, enderezada la Torre, ¿qué hacer con ella, dentro de ella, en la totalidad de sus recintos?  Puesto que la respuesta a esa pregunta tiene que girar en torno a la Universidad como instrumento y recurso de la sociedad que la sostiene, la principal clave de entendimiento hacia el futuro es el pasado.  No el pasado remoto --- sino el pasado aun recordable, el de 1942 a 1970 --- los años de desarrollo y apogeo de la relevancia de la Universidad para la sociedad --- y el deterioro subsiguiente, por ausencia total de una filosofía educativa universitaria y la entrega a la politiquería vigente en todo el ámbito social y gubernamental, la verdadera violación a la autonomía universitaria.

Cualquier reformulación respetable e inteligente del programa académico universitario tiene que partir de un entendido claro sobre los componentes de ese programa, que a mi modo de ver son tres: en primer lugar, la educación general, liberal, con vistas a producir ciudadanos familiarizados con la naturaleza, la historia y las disciplinas de la acción, tales como la ética y la política como praxis de la convivencia.  En segundo lugar, la educación especializada, avanzada que incluye la investigación en todos los órdenes, teóricos, prácticos y productivos, que añaden al acervo del saber.  En tercer lugar, están las innovaciones y las aplicaciones útiles a la cultura del presente y del futuro.  En fin, la Universidad tiene que producir el ciudadano ilustrado, sobre la naturaleza, la historia y las artes a la altura de nuestro tiempo, tanto como al hombre y la mujer ilustrados sobre los principios de la política y la ética.  Finalmente, tiene que producir al técnico culto que genera innovaciones y puede aplicarlas, ya en la dimensión económica de la sociedad.

El currículo universitario debe ser analizable en términos de esos varios niveles o aspectos de la educación superior.  En tanto y en cuanto no disponga para eso, producirá egresados a medio cocinar, como es el caso de casi toda la generación política que hoy nos gobierna.

En síntesis, la nueva Junta de Gobierno tiene que producir un proyecto universitario desde el cual justificar la inversión que hace el pueblo en su --- en nuestra --- Universidad.  De que eso es posible no me queda duda, pues ya se demostró por la generación del 40 y el liderato universitario de Jaime Benítez, que si hay cabezas y voluntad, la reforma de la Universidad es posible.

La Agenda Universitaria

Desde los años setenta del pasado siglo la Universidad no había contado con una Junta de Síndicos que cumpliera con los dos propósitos básicos de su función: representar bien, profesional y cívicamente a la comunidad política que la estableció y la sostiene, por un lado, y por el otro dirigir normativamente la Universidad para que sus componentes internos --- administración, claustro y estudiantes --- puedan ejercer sus funciones propias de enseñar y aprender, investigar y contribuir con sus experiencias y perspectivas al desarrollo académico, docente y de irradiación cultural desde dentro de la Universidad hacia la totalidad de la polis que la creó y la sostiene.

Es ingente la tarea de esa Junta de Gobierno, desde la limpieza de la masiva corrupción que hereda hasta el diagnóstico y redefinición de la misión de la Universidad en los albores del Siglo XXI, a los ciento diez años de su fundación.

De todos los procesos de transformación que la generación del 40 impulsó y logró para Puerto Rico, que el sociólogo español Don Francisco Ayala llamó “la dilatación de una isla”, ninguno más decisivo y creador que el que se dio en la Universidad de 1942 a 1970, cuando los primitivos del PNP arrasaron --- como durante los últimos cuatro años --- la inteligencia universitaria en favor de la ignorancia audaz, desde Ismael Almodóvar hasta Miguel Muñoz.

Fui el autor principal de la Ley Universitaria de 1966, primero como reformista desde el claustro universitario y luego como senador del Estado Libre Asociado, con el respaldo, claro está, de otros reformistas como Severo Colberg, Aguedo Mojica y Don Arcilio Alvarado, asesorados por un comité de ilustres ciudadanos nombrados por Don Roberto Sánchez Vilella para colaborar con los universitarios en la formulación del nuevo estatuto, compuesto este comité por el obispo católico Ivan Illich, Don Rafael de J. Cordero, el Reverendo Jorge Nehemias Cintrón y el filósofo chileno Jorge Milla.

Aquella Ley de Reforma reafirmaba la autonomía universitaria de 1942, aumentando la autonomía de los recintos y limitando la Presidencia faraónica del Rector de entonces --- en cada recinto, pero especialmente del de Río Piedras --- limitando al nuevo Presidente creado por esa Ley a una función de coordinación e integración entre recintos y naturalmente invitando al ejercicio del liderato, que si lo hay amplía el poder positivamente, pero que si no lo hay, no puede hacerle mucho daño a la autonomía de los recintos.  Desgraciadamente, y a pesar del espíritu y del mandato de aquella Ley, todos los Presidentes han burlado sus disposiciones, interviniendo indebidamente los asuntos internos, normativos y administrativos de los recintos.

La nueva Junta tiene que familiarizarse con esa historia y con la tensión permanente entre el poder ejecutivo central y la autonomía académica y administrativa de los recintos autónomos.

Pero tiene que hacer mucho más, que explicaré luego en este espacio.

domingo, 5 de mayo de 2013

David y Benny: La Muerte Anda por el Guasio

Acabo de regresar de la funeraria, donde junto a un enorme número de amigos lamentamos la muerte de David Noriega.  Celebramos su vida, útil, limpia, y dedicada a su familia, a sus amigos y a su País --- además de su servicio al pueblo como político, y de su práctica honesta de la abogacía defendiendo a los trabajadores principalmente.

No puedo evitar, cuando repienso la vida de Benny Frankie Cerezo y de David, valerme de la imagen aleccionadora de un político y militar griego, de nombre Aristides, quien al concurrir al teatro, los demás asistentes le hacían un hueco en torno por no atreverse a mirarle de frente, porque su virtud cegaba.  En el vertedero moral en que se ha convertido nuestra vida pública, no es de extrañar que la partida de estos dos amigos haga sentirse más cómodos a los buscones y pillastres de nuestra vida pública, los inversionistas políticos, los avaros del dinero, los manipuladores de sus relaciones con el poder de turno.

Ya esta semana pasada hemos expresado nuestro sentido de pérdida, personal y cívica por la pérdida de Benny.  Debo ahora destacar el sentido de mi amistad y experiencia con la ejecutoria pública de David Noriega.  De la vida familiar, ni se diga: esposo, padre, hijo y abuelo fuera de serie.  Vamos a la dimensión cívica.  De hombres como él, Albert Camus extrajo el concepto de “testigo de la ciudad” cuidándola “bajo el signo de la razón”.  Por más que uno no lo quiera, la política partidista siempre separa, siempre divide, y siempre distancia aún a los mejores espíritus.  Mis dos amigos, hoy desaparecidos, violaron esa máxima, porque sus interlocutores eran todos.  Debatí con Benny y a veces con David, por diez años en el programa "Cara a Cara ante el País", y luego en radio con Benny hasta hace muy poco.  Trabajamos en ello en el espíritu de quien busca la verdad desde distintas perspectivas, no para derrotar al adversario sino para combatir el error.  Para David, los derechos civiles, los injustamente encarpetados, constituyeron sus metas, no el enriquecimiento personal y la avaricia, y menos con los recursos públicos.

Con Benny, con Noel Colón Martínez, con este servidor, Puerto Rico contó durante los últimos 50 años --- y algunos seguimos en el surco --- con un grupo de intelectuales públicos que no “pertenecimos” nunca a partido alguno.  Votamos por un partido, tal o cual, inclusive como dirigentes de alto nivel, pero “pertenecer” para que alguien piense por uno, jamás.  Esa actitud no estaba en nuestro DNA personal.

El caso de las carpetas que David desenredó al esclarecer aquella persecución irracional, fue posible porque el caso llegó a los tribunales.  Es una vergüenza que el informe de David, Ileana Colón Carlo y el Juez Hermida entre otros, descanse aún en las gavetas mohosas de cinco secretarios de justicia sin el beneficio --- para el País --- de un día en corte.  Los ladrones de Pedro Rosselló se salieron con la suya gracias al amapucho bipartidista en Justicia.  Cada uno deja, al irse de este mundo, la herencia de lo que lo ha definido en vida.  Yo prefiero la de David y la de Benny.

sábado, 4 de mayo de 2013

La Semana de la Universidad

En el día de ayer viernes, se ha completado el proceso de urgente limpieza del saqueo PNP de la Universidad de Puerto Rico que instituyó Luis Fortuño y consumaron todos los altos y medianos oficiales de la administración universitaria, empezando por la Junta de Síndicos y su ExPresidente Miguel Muñoz.  Se trata de poner coto a una epidemia de inmoralidades, incompetencias, vulgares politiquerías, y atornillamientos burdos.--- de arriaba abajo --- a todos los niveles de la dirección universitaria.  A algunos de esos funcionarios hubo que sacarlos con escoltas, ante la ira manifiesta y explicable de profesores, estudiantes y trabajadores de la institución, en actitud de linchamiento moral.

Los personeros cínicos del Partido Nuevo, desde Pedro Pierluisi hasta los fotutos legislativos --- ayer de Rosselló, luego de Fortuño y hoy de Pierluisi --- han tronado a coro contra la supuesta violación de la autonomía universitaria, mientras la pisotean, y de la cual no tienen ni la más mínima noción, ni intelectual, ni moral.

A los que no saben leer ni escribir les llamamos --- aunque con mucha simpatía --- analfabetos.  A los que no tienen sentido moral --- que no diferencian entre el bien y el mal --- le decimos torpes, con más lástima para los primeros que para los segundos.

Cuando los PNP’s hablan de autonomía universitaria no saben de lo que están hablando, ni histórica ni conceptualmente.  Pues en tiempos de los republicanos, y aún de los liberales de los años 20 y 30 del pasado siglo, no existía tal concepto operacional sobre la relación del gobierno y la Universidad.  El Presidente del Senado, presidía la Junta de Síndicos de la Universidad.  En sus primeros años de gobierno, el propio  Partido Popular pretendió que el Gobernador, entonces el ilustre Rexford Tugwell fuera a la vez rector de la Universidad.  La comunidad universitaria, toda, repudió aquella pretensión y el gobierno desistió de la idea.  Como resultado de aquella experiencia, el Partido Popular afirmó, en la Ley Universitaria de 1942, el principio de la autonomía universitaria --- autonomía académica y administrativa --- encarnado en la persona de Jaime Benítez, y cuando el Gobernador Muñoz Marín, quiso destituirlo por decreto en 1957, fue derrotado por las instituciones internas, autónomas, de la Universidad: el Consejo Superior de Enseñanza, los claustrales y los estudiantes.  El retiro de Muñoz de aquella pretensión confirmó la vigencia de aquella autonomía universitaria, hasta que llegó al poder Luis Fortuño y su tribu de caníbales partidistas.

Lo que ocurrió esta semana --- la barrida legal de la corruptela Universitaria --- representa el rescate de la autonomía universitaria, para el País, el claustro y los estudiantes, de manos de los antropófagos del PNP.

jueves, 2 de mayo de 2013

Enderezando la Torre

No me refiero, claro está, a la Torre Inclinada de Pisa.  Desde la última vez que la observé --- a pie, como un turista novelero cualquiera --- parecía destinada al suelo, pero desde entonces ha sido reforzada y se mantiene sólida, como monumento cultural y como imán turístico.

¿Y la Torre de Río Piedras, la de la Universidad de Puerto Rico?  Está ciertamente inclinada después de sufrir por cuatro largos años y medio los saqueadores que por fin, antes de ser botados como la miseria humana que son --- destructores de lo que le mandaron a proteger y honrar --- salieron como guineas a las que se les ha alborotado el nido o cortado los ganchos en que dormían plácidamente.  Un Presidente de la Junta de Síndicos --- tarugo servil de Pedro Rosselló y Luis Fortuño ---, un Presidente de la Universidad que nunca debió estar allí, por incompetente, por inculto, por vulgar politiquero, autor o protector de corruptos y buscones.
Salieron con licencias y acomodos Cadillac obsequio de la corrupta vieja Junta de Cínicos, el último desgarre de los depredadores.
Para iniciar el proceso de enderezar la Torre, el Gobernador ha nombrado una nueva Junta de Gobierno por mandato legislativo, solicitado por él, que parece hacerle honor al servicio público universitario, en preparación, en motivación y en dignidad profesional, con sobrados méritos que discutiré mañana.
Predeciblemente, el hato de frescos que detentaban esas posiciones, desde el ExPresidente Muñoz hacia abajo y sus soplapotes políticos del PNP, están hablando de violaciones a la autonomía universitaria, y supongo que se les cuarteará la lengua al deshonrar la Universidad impunemente por cuatro años y medio.
Pero, como dice el refranero popular, ¡no hay mal que dure cien años!