domingo, 20 de octubre de 2013

Cada Generación Carga con su Cruz


Para los años 50 del pasado siglo, para cencerro perturbador del plácido Dwight D. Eisenhower, ocupó el centro de la atención nacional en los Estados Unidos un demagogo destructivo de nombre Joseph McCarthy.  El Partido Republicano, aunque rechazaba sus métodos odiosos de destruir personas y reputaciones, no supo bregar con su cáncer corrosivo, y no fue hasta que Edgar R. Morrow, el reputado comentarista de la CBS decidió desenmascarar al fraude macartista, y el Obispo Católico Sheil de Chicago lo denunció desde el púlpito como genio malévolo, que el País y el Congreso entraron en cuenta de que tenían en su seno un demonio perverso.

Atendiendo al llamado de esos dos patriotas responsables, el Senado de los Estados Unidos repudió el veneno moral de McCarthy en el cuerpo político, lo censuró, y al poco tiempo murió a sabiendas del desprecio universal que había convocado sobre su persona.

Hoy la Nación y el Congreso --- y el mismo Partido Republicano Nacional --- se ven atacados desde adentro por un demagogo equivalente, Ted Cruz, senador por el Estado de Tejas, como el producto más siniestro y destructor del llamado Tea Party.  Está otra vez confirmado que cada generación carga con su cruz, Ted Cruz, Joseph McCarty redivivo.

Es irónico el proceso que produjo a este ambicioso locario de la extrema derecha.  Porque fue precisamente John McCain, candidato a Presidente en 2008, quien introdujo en el Partido Republicano a esta sabandija cuando reclutó como compañera a la presidencia a la Sarah Palin, fundadora, inspiradora --- en inmensa ignorancia --- del Tea Party y su nuevo ídolo Ted Cruz.  Como corresponde a la justicia poética, el senador John McCain es la figura que en el Partido Republicano ha enfrentado al demagogo de Texas, llamándole ridículo y tonto.

Cada generación carga con su Cruz --- y el Partido Republicano del 2013 tiene que decidir si va o no a llevar esa Cruz hasta el Calvario del 2014 (elecciones congresionales) y del 2016 (elecciones presidenciales).

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