Los
conceptos que titulan estas líneas fueron acuñados a principios del siglo XVI
por el pensador florentino Nicolás Maquiavelo. Mas allá de la mala prensa que ha tenido su pensamiento, por
mor de falsificaciones superficiales de sus doctrinas, su vasta cultura histórica,
su perspicaz captación de los valores --- o falta de ellos --- operantes en la
Italia del Renacimiento, nos ha legado un cuerpo de doctrina política sólo
comparable con Aristóteles en la antigüedad clásica o con la ingente obra científica
de Max Weber en la Alemania de principios del siglo pasado.
“El Príncipe”
de Maquiavelo constituye la obra fundamental de ciencia política que dio inicio
a la época moderna, que en ese sentido cierra, para 1915-1920, con las obras
del alemán “La Política como Vocación”, y “Economía y Sociedad”.
¿A qué
aluden ambas obras, que pudiera ser relevante al vía crucis puertorriqueño de
nuestros días? Aluden a la
necesaria concepción de la política como una dialéctica cotidiana y necesaria
de medios y fines. Es precisamente
sobre esos dos términos --- medios y fines --- que ha ocurrido la mayor
tergiversación de su pensamiento.
La
ignorancia histórica y bibliográfica le atribuye a Maquiavelo haber postulado
la tesis de que “el fin justifica los medios”, entendiendo por ello que
cualquier medio es bueno y legitimo con tal de que consiga el bien
deseado. Nada más lejos de la
doctrina del historiador, diplomático y teórico político de Florencia, ya que
tal interpretación postularía la inmoralidad y el cinismo como principios políticos.
¿Cuál
es la verdadera doctrina de Maquiavelo sobre la acción y la decisión políticas? Sencillamente que en la acción,
personal o política, cada fin exige unos medios específicos para lograrse. Por lo que entonces puede afirmarse que
si uno quiere lograr un fin tal o cual debe conocer y querer los medios --- los
únicos medios --- para realizarlo.
Postular
y desear fines sin conciencia de las condiciones y acciones que harían posible
realizarlo sería fantasía, sueños o quimeras.
Maquiavelo
pensaba que “las condiciones de los tiempos”, la “necesidad”, y la “fortuna”, constituían
el marco objetivo contra el cual, o mediante el cual, se posibilitaba la acción
efectiva y exitosa.
Aplique
el lector esos dos principios --- el de la relación de medios y fines y el de
las tres condiciones objetivas en que siempre se da la acción --- a la presente
crisis económica puertorriqueña, a ver cómo se evalúan los enfoques y
propuestas para conjurarla.
¿Los
tiempos? No vivimos en los años
cincuenta, ni tan siquiera en los ochenta. ¿Necesidad? O reflotamos o nos hundimos bajo el peso de la
herencia siniestra de la irresponsabilidad, de los Romero, los Rosselló y los
Fortuños. ¿Fortuna? Eso mismo, Fortuño.
Conferencia del Prof. Elías Gutérrez
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Aquí el profesor nos explica que tenemos que concentrarnos en la producción porque hemos estado viviendo de los ahorros de la economía de los Estados Unidos.
La economía de PR dejó ser productiva durante la época de los setenta. La inflación de los años setenta, junto al aumento de los precios del petróleo, eliminaron las ventajas comparativas tradicionales de Puerto Rico. Luego la cosa se complicó más con los tratados de libre comercio de los Estados Unidos con otros países (por ejemplo NAFTA) con la globalización, el surgimiento de las naciones emergentes (donde el salario mínimo es de $2.00 la hora) y el desarrollo de la informática que ha intensificado la competencia a nivel global.
Estos fueron eventos externos que Puerto Rico no podía controlar y lo único que podía hacer era reaccionar a ellos.
La respuesta del PNP a la crisis de los años 70 fue traer los cupones y la respuesta de los populares fue traer las 936. Finalmente los dos partidos recurrieron a la deuda. La primera medida lo que hace es subir los salarios, (lo que hace a Puerto Rico menos competitivo) y la segunda y la tercera son insostenibles a largo plazo.
Ahora nos encontramos en el largo plazo sin sección 936, sin margen prestatario y con una fuerza laboral atrofiada y envejeciente.
La solución, nos dice el profesor, es volver a la producción e invertir $10,000 millones.
El gobierno no tiene $10,000 millones para invertir y los inversionistas no tienen incentivo para invertir en Puerto Rico porque los costos laborales son muy altos y el costo de la electricidad también. Si no se puede generar una ganancia, entonces de nada vale la exención contributiva.
Puerto Rico tienen que transformarse para ser competitivo y para que los inversionistas del exterior estén dispuestos a invertir los $10,000 anuales.
"El cambio en status sí puede ser un poderoso motivador para modificar la estructura que hoy asfixia la economía de Puerto Rico. Pero, es mi opinión, que sólo si se coloca como la meta suprema del país. Presentar cualquier cambio de status en la relación política de Puerto Rico con los EEUU como solución a nuestro subdesarrollo económico es un error, porque simplemente no es cierto. " Dice el Profesor Gutíerrez.
Si esto es cierto, el profesor dice que la estadidad no va a resolver el problema económico de Puerto Rico. No sólo no lo va a resolver, sino que el Congreso no lo va a aprobar.
Lo que sí va a crear las bases para la solución del problema económico y del problema del status es la incorporación.
Traer el IRS a Puerto Rico va a traer disciplina a la economía de Puerto Rico en adición de traer $1,000 millones en fondos federales que van destinados al crédito por concepto de trabajo. El earned income tax credit le sube los salarios a los empleados sin subírselos a los patronos.
La segunda consecuencia del IRS es aumentar la base contributiva.
La tercera consecuencia es limitar la expansión del gobierno y dejar de tomar prestado para proyectos que no tienen un valor presente neto positivo.
Cuarto, con la incorporación se elimina la guerra civil entre los dos partidos ya que está en el interés de todos adquirir más poder político para Puerto Rico a través de la estadidad.
Que el PNP no se comprometa con la incorporación lo que quiere decir es que no está comprometido ni con la solución del problema económico de Puerto Rico ni con la estadidad. El PNP está mintiendo descaradamente como lo hizo Aníbal Acevedo Vilá cuando dijo que no iba a poner el IVU y como Luis Fortuño cuando dijo que no iba a botar a nadie.
Y Pierluisi va por el mismo camino, porque si le funcionó a Aníbal y le funcionó a Fortuño, él cree que le va a funcionar a él también.
En final de cuentas, el resultado de esa falta de compromiso con la incorporación será que las variables económicas se ajustarán por la vía de la inmigración, la reducción en la producción y finalmente vendrá el impago y la sindicatura.