La decisión
dejó turulato al Partido Republicano, anti-inmigrantes, anti-latinos y anti-negros
que han sido ciudadanos por siglos. El candidato Romney se ha quedado sin habla, y está como
la cucaracha sorprendida por la luz, bailando el baile del sambito, sin sentido
ni dirección.
Esa decisión
en pro de la juventud inmigrante no ciudadana aún, ha sido acompañada por una protección
de las Becas Pell para la juventud estudiantil post-secundaria y los préstamos
federales que los republicanos querían aumentar en su tasa de interés. Se hicieron unos ajustes razonables ---
porque hay que cortar gastos --- pero se salvaron esas tablas de rescate a la
juventud de la clase media y pobre.
Compárese eso con lo que piensan los republicanos de allá y lo que hacen
los republicanos de acá, a propuestas de Luis Fortuño.
Los
republicanos de acá han declarado la guerra a la juventud: han violado la fórmula de asignación económica
de la Universidad, sacándola de participación en significativos renglones de
recaudos del Fondo General, le impusieron una penalidad de matrícula de $800 dólares
a cada estudiante, sin reparar en su condición económica, mientras se reparten
cientos de millones en un gasoducto fantasmagórico, que ahora se abandona
porque el pueblo lo rechazó, pero los cientos de millones gastados en esa fechoría
fortuñista se quedan en los bolsillos de la pandilla de depredadores que rodea
al gobernador. La mayor parte de esos contratos han quedado vigentes como una regalía
de Fortuño a sus cuates, mientras los despedidos se quedan despedidos.
Fortuño
personalmente y su señora se han lucrado inmoralmente de este tráfico de
intereses entre el gobierno, bancos y contratistas.
¿La juventud? ¡Que espere a que el juego
de la pirámide de Fortuño y sus amigotes inunde al País con empleos, con
oportunidades para los jóvenes y los desempleados! ¡”Such is life”! ¿Recuerdan?
No hay comentarios:
Publicar un comentario