Ni las
apariencias guardan. Se apropian
de la parte del IVU que toca a los municipios y se la reparten, con exclusión
absoluta de los legisladores de la minoría. Sepa el lector que ese impuesto lo pagamos todos --- PNP’s,
PPD’s, e independentistas de todas las variedades.
Si
existiera en Puerto Rico un Poder Judicial independiente, ese afrentamiento
partidista sería revocado, pero lo primero que hizo Luis Fortuño, sabiendo lo
que haría después, fue apoderarse del Tribunal Supremo, donde envío una serie
de tarugos para servirle indecorosamente.
“La igual aplicación de las leyes” como principio constitucional, invalidaría
ese atraco. Habrá quien alegue que
en el pasado se hacía lo mismo. En
tiempo de los gobernadores anteriores se observó el principio del “igualamiento
municipal” para todos los municipios.
La pereza mental y la deshonestidad intelectual lleva a muchos
comentaristas ignorantes a proclamar la equivalencia moral como escondite de la
cobardía.
Piense
el lector --- quince millones (15 millones) cuando en el Centro Médico las
bacterias campean por sus respetos por falta de aire acondicionado, los viejos
y los niños mueren una muerte lenta por falta de recursos, mientras
Jenniffer y Tomás se degustan con
la fechoría criminal que impunemente proclaman.
Mientras
tanto, Luis Fortuño en Fortaleza salivando, esperando que llegue la Resolución
Conjunta del robo legal de los dineros del pueblo para comprarle los votos a
ese mismo pueblo. ¡Yo no fui! ¡Eso fue la Legislatura! Repito la advertencia de San
Agustín: “Sin justicia, ¿qué son los reinos sino una gran banda
de ladrones? Pregúntele a Fortuño,
Jenniffer y Tomás.
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