Esa
unidad, en silencio o en reclamo de dineros públicos para financiar sus
corporaciones y proyectos privados, se constituye en torno a la motivación
obsesiva del dinero. Sean los
bancos, las aseguradoras de todo tipo, los contratistas encapuchados, las
Alianzas Público Privadas --- financiamiento público, ganancias privadas ---
parece que son autistas (con perdón
de los auténticamente afligidos con esa condición), incapaces de defender y
legitimar sus tumbes de dinero público que Luis Fortuño les prodiga como si
fuera suyo.
¿Ha
escuchado algún lector alguna explicación o justificación de esa entrega del
dinero público a amigotes privados, de aquí o de afuera, con el detalle de
porqué los contribuyentes deben financiarlos para ellos ganar dinero y el
ciudadano comer cables?
Estos
pejes gordos no tienen que hablar, Fortuño habla por ellos, justificando la entrega.
Presidiendo
esa conducta solapada de gobernante y clientes de la casa hay un
principio: el de la solidaridad
del dinero, el lenguaje de la oligarquía --- los pocos ricos, desde Aristóteles
para acá.
Al otro
lado, en las antípodas de la división clasista, está el pueblo. El pueblo que trabaja, hace deportes, cría
una familia, cuida y financia su salud, empleado o desempleado, organizado en
uniones, asociaciones, partidos, o sencillamente solitario, aislado, empleado o
botado de su empleo por Fortuño y su claque, pero en todo caso desunido,
reguereteado, amenazado con el poder arrogante del gobierno, sin las destrezas
que una buena educación debió ofrecerle, y sin la salud que el gobierno le
debe, pero le escamotea.
Que
quede claro ese contraste entre el monolito de la riqueza privada pegada como
lapa a la gobernación de Fortuño, y el individuo aislado, sólo, sin conexiones
de poder con sus pares. Por eso
vemos que los estudiantes universitarios callan, y sus profesores mucho más; que
los sindicatos enmudecen, porque cuando miran para el lado o para el frente sólo
ven la macana y la pistola del policía, ya que aquellos que se supone los
represente y los defienda son parte de la corrupción que los amenaza con la cárcel
si protestan, manifiestan o molestan a sus morones
representantes legislativos analfabetas y moralmente torpes.
El público
democrático no es un monolito unitario --- pero la oligarquía sí. Llámese Cámara de Comercio, Asociación
de Industriales, Aseguradoras, Bancos, o MIDA, hablan el mismo lenguaje, tienen
los mismos valores, y cuando hablan de reforma lo que expresan es cómo quitarle
derechos a los trabajadores, para sentirse más seguros y felices en el poder
que detentan, sin el voto del pueblo.
Los
medios de comunicación los poseen y están al servicio de esa oligarquía. Son su propiedad privada. Algunos tratan de disimular esa
realidad, otros, como El Vocero, ha entrado descaradamente a la prostitución al
venderse a Fortuño.
El
pueblo, la masa democrática, es diversa, pluralista, conflictiva, múltiple, en
otras palabras un reguero de Dios padre, sin unidad de proyección hacia el ámbito
gubernamental. “A río revuelto, ganancia de pescadores”: de la oligarquía
guaynabita de Luis Fortuño.
Cuando
marchan --- cuando marchaban --- los grupos de la sociedad civil, decían: !”Obreros”,
o “estudiantes”, o “maestros”... unidos, jamás serán vencidos! Eso era ayer:
hoy marcha el silencio en las alas de la desesperanza.
Ante
esa realidad de disgregación social, algunos amigos bien intencionados, pero
que habitan en los cerros de Úbeda, optan por dividir y disgregar aún más las
fuerzas que, juntas, pueden desalojar a Fortuño de la cueva de Alí Babá.
Un
remedio queda, uno sólo: un voto
masivo de repudio a la miseria moral de Luis Fortuño el próximo 6 de
noviembre. Si esa guagua se nos
va, sólo nos espera el fondo del abismo.
El sociologo y profesor de la UPR(independentista y marxista) Jose Luis (Pinchi) Mendez comparte su vision sobre la prioridad inmediata que enfrentamos como nacion de cara al proceso electoral. Lo ha expresado muy simple y claramente al senalar que urge ''quitarnos al monstruo de encima'', en clara referencia al partido de la negacion puertorriquena y su agenda destructiva y de banquete total. Somos muchos los independentistas que tenemos claro lo que hay que hacer...
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