miércoles, 16 de noviembre de 2016

Primarias: El Purgante Purificador para el PPD

De 1938 a 1964 el PPD no necesitaba primarias.  Luis Muñoz Marín era la primaria.  Su dedo índice era, a decir de muchos legisladores, su electorado.


En 1968, al insistir Muñoz en que su dedo índice seguía sustituyendo el juicio el electorado Popular, y frente a una situación nueva, de un gobernador competente que aspiraba a continuar su buen gobierno, Muñoz contestó con un brote caudillista latinoamericano, y prefirió la derrota del PPD a la primaria de Roberto Sánchez Vilella, aunque su buen gobierno le constaba a todo el pueblo.  Muñoz prefirió la derrota del PPD a la victoria de Sánchez y el partido, con tal de retener él, el caudillaje absoluto.  Así que Muñoz creó el PNP de Ferre y sus sucesores.


¿Respuesta hoy ante ese balance histórico?  La cosa más sencilla, legítima y salvadora para el PPD:  Que el Pueblo decida.  Primero en el Partido y luego de cara al País.


Esa es la respuesta sencilla e inevitable:  para producir un candidato de unidad, no la unidad perniciosa de los demagogos, sino la unidad sincera de la primaria honesta, frente al Partido primero, y luego frente al País.


Lo otro es la guerra intestina divisionista y debilitante, la perpetuación de la incompetencia y la corrupción PNP.


Queda el PPD advertido: o primaria de pueblo o la permanencia del mal conocido.

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