miércoles, 30 de enero de 2013

Frente a un Fracaso Patente, Alejandro Invita a la Ofuscación


La entrega pasiva, supina, del Aeropuerto Luis Muñoz Marín a una compañía mejicana, a base de argumentos fatulos --- que parecen más mentiras que políticas públicas --- no tiene defensa racional alguna.  Es una entrega sin el beneficio de un serio esfuerzo por revocar sus efectos destructivos para la economía, el desarrollo, el sentido de pueblo que defiende lo que tanto trabajo le ha costado.  Con ello ha asomado a la realidad política y social un patrón harto peligroso y demasiado evidente:  Alejandro se ha rodeado de un grupito de operadores políticos que no se diferencian de los guaynabitos de Luis Fortuño.  Después de todo, el guaynabismo no es un lugar geográfico sino un estado del alma.

Habiendo decidido el gobernador que va a entregarse sin lucha en el asunto del aeropuerto, necesitaba una operación ofuscatoria para cambiarle el tema a un pueblo enfurecido con su desatino.  ¿Qué mejor que caerle encima, con aparente convicción y furia moral, a los pilletes de Energía Eléctrica y Acueductos?  El pueblo ingenuamente aplaudirá el gesto, aunque los que hemos vivido  situaciones paralelas sabemos que es un gesto vacío, sin resultados ni consecuencias.  Se trata de desviar la atención del hoyo profundo que él mismo se cavó con sus claudicaciones sobre el Aeropuerto.  ¿Recuerdan mis lectores al PRIF?  Sila María Calderón nombró un Comité de Ciudadanos para investigar aquel robo multimillonario desvergonzado, y luego engavetó el informe.

¿Quién va a creer que el mismo abogado de Paseo Caribe --- hoy Secretario de Justicia --- va a encausar a los bribones de Energía Eléctrica y Acueductos?  ¡Olviden!  Pero se hará ruido y se entretendrá a los medios y al público.  Si no hubo valor para enfrentar la entrega del Aeropuerto, menos lo habrá para enjaular a los pilletes de alto copete en la luz y el agua.

Como si eso no fuera suficiente, el gobernador promete unos Juegos Panamericanos para el 2023.  ¡Cuan largo me lo fiáis!  Eso entretendrá a la vasta población deportiva del País.  ¿Baile, Botella y Baraja por diez años?  Mientras tanto, nuestro Aeropuerto producirá billones para otros, mientras nosotros observaremos como noveleros de la riqueza de otros, en lo que llegan los juegos salvadores.

Nada de eso es serio.  Ni la entrega del Aeropuerto, ni la furia moral de embuste contra la AEE y la AAA, ni los juegos especulativos del 2023.

¡No fue por eso, ni para eso que votamos!

martes, 29 de enero de 2013

Alejandro le da la Espalda al Coraje del Pueblo


Este pueblo manso, dócil, aguantón y consentidor --- por su idiosincrasia civilista llevada a extremos --- sacó de sus entrañas en las pasadas elecciones suficiente coraje como para echar a los mercaderes del templo: a Luis Fortuño y sus ladrones del tesoro público.  Pero nunca pensó que el efecto de su indignación culminara en un gobierno timorato, pusilánime, blandengue, comprometido no con  las rectificaciones por las que el pueblo votó, sino con la continuidad del fortuñismo obsceno que creyó rechazar.

El drama de capitulación del Aeropuerto Luis Muñoz Marín ilustra el carácter político del gobernador por el que yo voté y defendí en los medios cara a las elecciones.  El hombre no tiene discurso racional consistente, no articula políticas lógicas y realistas, y da la impresión de que está perpetuamente saludando, abrazando y complaciendo a todos.  No hay vértebra.  En vez de imitar el carácter firme de su abuelo, parece más bien una copia de su hermano mayor, de triste recordación en la Universidad.

Por todo ello pienso que el gobernador no entendió el coraje del pueblo, y piensa que puede practicar “politics as usual”, que significa que en vez de cumplirle al pueblo hay que valerse de la publicidad que convierta actuaciones toninas en grandes decisiones de Estado.

Todo lo anterior explica porque votó a favor de la eliminación del derecho a la fianza sin creer en ella, y porque votó con Fortuño contra el Estado Libre Asociado, al votar sí en su contra.  La política democrática y el pueblo de Puerto Rico merecen y exigen más respeto.

Entregar el Aeropuerto Luis Muñoz Marin diz que porque había que honrar el contrato entreguista de Fortuño con los mejicanos --- sin haber sido final y firme ese contrato --- es mentirle al pueblo. Alegar que el repudio al contrato anti-puertorriqueño con los mejicanos dañaba el clima de inversiones es realmente una pésima razón para la entrega.

Pretender que porque el Aeropuerto tenía una crisis de caja --- nada nuevo en ninguna de las instrumentalidades y agencias públicas --- acusa una pereza mental e incapacidad administrativa que representa una muy mala noticia para el País.  Se trata de tres falsedades en ristra, que apuntan a tres incapacidades para enfrentarse a los problemas que diagnosticó durante la campaña, a menos de un mes de gobierno.

Podría argumentarse que un mes no es suficiente para juzgar un gobierno que dura un cuatrienio.  El argumento tiene apariencia de verdad, pero sólo apariencia.  La historia de la ciencia demuestra que hay verdades que se prueban con un sólo experimento.  “Experimenta crucis”, se llama.  Para muestra, un botón, dice el pueblo. 

domingo, 27 de enero de 2013

Se Alquila: Por Incompetencia Cumulativa


El asunto de la entrega del aeropuerto Luis Muñoz Marín a una firma mejicana tiene tres tipos de implicaciones negativas para el pueblo de Puerto Rico como sociedad, como País.  Constituye un problema político-administrativo, que trata del cumplimiento de los contratos hechos con el pueblo, de defender el dominio público, administrarlo eficientemente y proteger la identificación de ese pueblo con los logros históricos que conforman su conciencia de pueblo y su fe democrática.

Como problema económico, Alejandro entrega el aeropuerto a intereses foráneos que sólo buscan lucro, con la excusa de que necesita dinero --- todos necesitamos dinero, menos los millonarios que saquean el poco que tenemos --- y se rehúsa a meterle el hombro a la crisis, por lo que adopta la solución de Fortuño: desmantelar el gobierno, y el pueblo a… a buen sitio.  Declararse vencido ante la primera oferta luminosa de dinero no parece ser lo que el pueblo entendió que estaba votando.  Esa es la dimensión política, especialmente cuando se le miente sobre la naturaleza del contrato.  Eso no era lo que esperábamos.

La entrega del Aeropuerto Luis Muñoz Marín a unos especuladores foráneos --- aconsejados y defendidos por cabilderos locales del PPD --- constituye un desfalco espiritual.

Ese aeropuerto es nuestra cara al mundo, y una estructura de lanzamiento de desarrollo de media docena de aeropuertos secundarios que pueden ser pivotes de desarrollo económico.  La venta del Aeropuerto Luis Muñoz Marin constituye una traición espiritual a su memoria.  Es como el abandono por Jorge Santini del Parque Luis Muñoz Marín.  ¿Hay método en esa doble locura?

Alejandro García Padilla reclamó durante la campaña que seguía los pasos de Luis Muñoz Marín al irse directo a “la gente”.  ¿A qué?  A saludar, apretar, besar, sonreír, pero ciertamente no a escuchar.  Si hubiese escuchado no estaría contradiciendo con la acción lo que prometió con las palabras, cuando les dijo que sí a todo el mundo sin sopesar la angustia verdadera del pueblo.  Por eso ahora no compaginan sus acciones con sus promesas.  En 1938-1940 Muñoz fue al pueblo a escuchar.  De allí sacó su programa en adelante.

No se trata meramente de acciones: se trata del fortuñismo galopante que sus explicaciones comportan:  Aeropuerto, Salud, Seguridad.  Y de Educación no hablemos, porque parece que no hay manera de saber.  Algún día se nos explicará.

En 1980 acuñé y ofrecí al PPD, que lo usó extensamente, un afiche sencillo, que decía “BREGA SIN ENTREGA”.  Su mensaje es más válido hoy que en 1980.  Porque en tan sólo un mes, Alejandro ha virado al revés ese mensaje y esa actitud política y moral --- ¡tenemos ya, en un mes, “ENTREGA SIN BREGA”!

miércoles, 23 de enero de 2013

Economía y Sociedad: Parte III – Soplan Vientos Fríos en la Reforma de Salud


Escribí anoche sobre mis preocupaciones con respecto a los compromisos contraídos con el pueblo sobre la reforma de salud, cuyos términos fueron harto sencillos y obvios, en contraste a las engañifas de “Pedro Fortuño y Luis Rosselló”.

Contra ese atraco, que consistió en transferirle billones de dólares a aseguradoras que sólo sirven al lucro, tronó el PPD en su campaña, proponiendo una rectificación correspondiente:  un sistema de acceso universal, a la europea, y un pagador único donde los billones que desgarran las compañías de seguro regresen al Estado para rendir servicios directos al pueblo.

La salud, junto a la seguridad, tratan sobre la vida --- el valor fundamental.  Lo importante, dice el vulgo,  es estar vivo.  Y en efecto, así es.  Pero no vivo como quiera, sino saludable, y en la seguridad de que puede obtener servicios médicos a la hora de la crisis --- porque tenga los médicos privados suficientes, o porque el Estado usa sus contribuciones para asegurarle acceso a los medios, médicos y farmacéuticos, para asegurarle un nivel decente de calidad de vida.

Así que salud es vida, y seguridad, frente a la muerte violenta.  También es compromiso del Estado para garantizarlas.

La campaña electoral exhibió una frondosa actividad prometedora de esa vida:  salud y seguridad.  Pero los primeros barruntos de gobierno sobre esos dos compromisos, tanto como con la Reforma Legislativa, preocupan ya al pueblo que votó por unas cosas, está viendo otras, o no ve nada parecido a su esperanza.

Pedro Fortuño --- y Luis Rosselló, da lo mismo --- le entregaron a las compañías de seguros los dineros del pueblo antes dedicados a los servicios de salud.  Aníbal Acevedo Vilá hizo lo mismo, después que Sila María Calderón vetó el proyecto de Servicios Universales de Salud aprobado por la Legislatura Popular.  Para Luis Rosselló --- o Pedro Fortuño, da lo mismo --- fue muy fácil llevar aquella debilidad a la entrega total.

Ahí estábamos hasta la semana pasada.  Ahí estamos ahora, y ahí parece que estaremos durante cuatro años que corren, porque como ocurrió con la Reforma Legislativa, el PPD se ha amantequillado con el lance duro de las reformas.

El estilo burdo del PNP --- Romero, Rosselló y Fortuño --- tenía una ventaja:  uno sabía por dónde venían, a lo que venían, de frente, “in your face” como dice el americano.  Contra eso se puede combatir, de frente también.  Lo que no se puede combatir es la gelatina, porque uno se embarra con ella y a fin de cuentas no tienes nada sólido que defender o combatir.  Se trata de la diferencia entre la audacia a lo matapuerco de los primeros y timidez paralizante de los otros.  Quizás se trata de que, a fin de cuentas, se deben a las mismas clientelas.

A la vista está: para el Departamento de Salud un emisario de la Triple S; para la Administración de Seguros de Salud, un emisario de COSVI; y para la política operacional de salud una Junta Reguladora sin poderes administrativos, otro club de discusión sin poderes de decisión.

Por eso dicen los franceses que “mientras más cambian las cosas, más siguen siendo la misma cosa”.

martes, 22 de enero de 2013

Economía y Sociedad: Parte II – Seguridad


Cuando hablamos de economía, que es el reino de los medios con los cuales se alcanzan o no los fines y se realizan los valores de la sociedad, no hablamos de prevención, sino de ejecución, de integración de factores objetivos, cuantitativos, existentes o no en el plano material de las empresas y los negocios.

Cuando por el contrario aludimos y proponemos o prometemos reformar o por lo menos remediar las grandes vicisitudes sociales, no estamos hablando de cantidades, sino de cualidades y calidades, de valores y sentimientos, de pasiones e intereses.  Entonces el discurso oficial y el diagnóstico que quiere ser punto de partida de una reforma social valorativa, ética y transformadora se abrazan a un concepto central de análisis y cambio: la prevención.

Me pregunto si todos los que utilizamos el concepto sabemos a ciencia cierta con lo que nos estamos comprometiendo.  Porque aquí no se trata de un sector intelectualmente aislable, separable del conjunto total de la vida humana en sociedad, sino de la sociedad entera en su pálpito y su problemática total.  Decir, un gobierno o un funcionario, que se va a dedicar a la prevención como estrategia de cambio, es suponer que la sociedad toda, entera, puede constituirse en problema objeto de reforma.

Pensemos hoy en la seguridad ciudadana.  Este gobierno heredó un desorden total en la ejecutoria de la Policía de Puerto Rico.  Cuatro Superintendentes y la misma anarquía social --- no sólo en la comunidad, sino en la conducta de los policías, desde su jefe máximo hasta el ultimo oficial de plantón.  Si se quiere resumir drásticamente esa condición, la situación es sencilla: los policías no son capaces de lidiar con los criminales ni con los ciudadanos.  Porque el policía tiene que ser un amigo, un maestro, un orientador del ciudadano, no un déspota, un abusador, un enemigo.  Porque en su caso la dichosa prevención no creó conciencia de derechos del ser humano y del ciudadano, porque en los últimos años fueron indoctrinados en “la mano dura” de Rosselló y Fortuño, así la practicaron en la Universidad y en el Capitolio.

Hoy día esa Policía anda en sindicatura federal, herencia del faraón de los embusteros, Luis Fortuño.  Las instrucciones para ello fluían de Fortaleza, de Marcos Rodríguez Pujadas, que pensaba, por propia confesión, con las patas.

El programa de prevención en la Policía es sencillamente un programa educativo, cívico, que en su conducta el policía pueda transmitir al ciudadano, que lo paga y lo autoriza.

Cuatro Superintendentes de la Policía en cuatro años para terminar en sindicatura.  La razón es sencilla:  la función principal de la Policía tiene que ser preventiva, pero para ello tiene que reeducarse sobre derechos, sobre formas de comunicación correctas con el público, sin descartar la dimensión en la que, frente al criminal agresivo, tiene que usar la fuerza, toda la que sea necesaria, para su propia defensa y la del ciudadano en peligro.

Lo anterior supone un vasto programa preventivo:  en la educación del policía, en su forma de lidiar con el delincuente, incluyendo al ciudadano que, sin ser violento, presenta rasgos de reto al orden y al oficial policíaco.  Ese debe ser el caso más infrecuente.  Lo importante es no convertir ese caso en norma, y usar el mollero en vez de la mollera.

¿Prevención?  Si, pero sépase que es más difícil que el macaneo, y nada tiene que ver con el abuso de la fuerza bruta.

lunes, 21 de enero de 2013

Economía y Sociedad: La Salud


La administración económica de un país supone el dominio del mapa de recursos, de técnica, y de inteligencia afinada de los factores de producción y su uso eficiente, tanto al nivel micro como al nivel del todo, del orbe macro de los grandes componentes de la organización económica. 

El fundador moderno de esa ciencia práctica lo fue el sociólogo alemán Max Weber, quien a principios del pasado siglo dejó estampado su rastro en una serie de libros seminales:  “Economía y Sociedad” y “La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo”.  Accedí al conocimiento de la obra de Weber a través de su principal traductor y explicador en lengua española, Don José Medina Echevarria, mi inolvidable mentor universitario en Río Piedras.

Lo que distingue la economía y la sociedad como objetos de estudio y de acción es su diferente  racionalidad o lógica de explicación y aplicación: teórica, lógica matemática en la economía, y práctica, como conocimiento de la acción en el caso de la sociedad.  De esa naturaleza dispar se desprende que la economía se enfoque como una disciplina intelectual, organizable y enseñable en forme lógica y abstracta, con altas posibilidades de proyección y predicción.  Cuando nos enfrentaos a los problemas de la sociedad como tal, asistimos al mundo de las acciones y pasiones, intereses e irracionalidades, que no se dejan organizar lógicamente para la definición y la predicción, para el control, que es lo que persigue la reforma o la terapia personal.

Adelanto esas reflexiones para explicarme con ellas la diferencia observable en las actitudes del nuevo gobierno sobre estos dos grandes renglones de problemas que aquejan al País, y por lo cual realizó un cambio político el pasado noviembre, o por lo menos eso fue lo que pensó el electorado.

No me queda duda de que el nuevo gobierno ha encarado los problemas financieros y de la economía con premura y conciencia clara de su complejidad, y que ha reclutado personal preparado y motivado para dirigir competente y honestamente ese macro sociológico que llamamos “la economía”.  Sin embargo, tengo la percepción y así muchos intelectuales más, que los problemas de “la sociedad”, salud, educación y seguridad --- tres dimensiones de nuestra vida que comprenden a toda la comunidad --- no han recibido un análisis previo comparable a la economía, siendo más complejos, más tercos en su patología, pensando quizás que se atiendan con sendos nombramientos.

Me ocupo hoy de la salud del pueblo, que de estos tres mundos sociales ha sido el más publicitado.  Existen con relación a él varias interrogantes que perturban la posibilidad de la complacencia.

En primer lugar, representa un dato positivo el hecho de que los profesionales más reputados con respecto a la salud pública, como lo son el doctor Ibarra, el doctor Ibrahim Pérez y el doctor Vázquez Quintana opinan al unísono que el lucro de las aseguradoras como intermediarios --- para decidir a quién se le ofrecen los servicios y los medicamentos y a quién no, según le parezca a los contables y burócratas de esas empresas --- le roba al sistema público una inmerecida cantidad de millones sencillamente como lucro y no como servicios.

En segundo lugar, cuando observo a un cabildero profesional como Roberto Prats, ligado económicamente a una de las más grandes aseguradoras --- la Triple M --- lidiando con el programa de salud, me desvelo, acompañado como está por Rafael Hernández Colón, de conocido e insaciable apetito económico.  No sabiendo cuáles fueron las relaciones económicas de la campaña de Alejandro con esas aseguradoras, la duda hipotética se me convierte en temor.

Complica el cuadro el hecho de que cuando un político serio y honesto como José Luis Dalmau propone un proyecto de “Servicio Universal de Salud”, sale --- sorpresivamente --- un periodista inteligente y honesto, Benjamin Torres Gotay, y lo ataca irresponsablemente, aduciendo “vínculos” del senador Dalmau con el negocio de seguros.  No dice cuáles vínculos, con quién y si se trata de seguros de salud.  Se sabe que el padre y un hermano del senador tienen negocios de seguros.  ¿De qué tipo?  ¿Qué relación tienen con el plan de salud universal del senador?  Hay Dalmaus independentistas, populares y estadistas.  ¿Se manchan y desacreditan los unos a los otros?  ¿Por genética?  El innuendo al aire, sin información seria y verificable, no le hace bien ni al periodista, ni al periodismo, ni al problema planteado, o maltratado.

Comprendo que la discusión sobre qué plan de reforma de salud le conviene al País está apenas comenzando.  Mi actitud por ahora es sencilla” “Show me!”  ¡Fichas a la mesa!, no sea que nos vendan gato por liebre, llamándole al tumbe de las aseguradoras de otra manera.

El Equipo Pesado de Jenniffer Sale Caro


El equipo pesado --- 4x4, con refuerzo --- que Jenniffer González ha estado amamantando en la Cámara por los últimos cuatro años, no sólo es pesado, sino que sale por el alto del alma en fondos públicos que están en crisis.

Entre unas cosas y otras, sinecura legislativa y bla bla radial, la Cucusa Hernández, por encima de su pensión judicial, se ha echado a la falda casi un millón de dólares.  ¿Desde cuándo se paga tan cara la mediocridad y el odio a los otros seres humanos --- como el Arzobispo de San Juan, Roberto González Torres y Rafael Cox Alomar --- porque sean adeptos a lo puertorriqueño o sean de color?  Porque no se trata de un patrono honesto que paga por un trabajo productivo, sino que es la corrupción pagándole a la corrupción en especie.

Ese es el caso de una de las señoronas abonadas de doña Jenniffer.  La otra es la Heidi Wys, la que primero hizo burlas de la raza de la Familia Obama, y luego ha infectado los medios sociales con sordideces pestilentes sobre Julio Víctor Serrano, líder de una causa de igualdad humana que todo el liderato político y social sano comparte.  Esa pestilencia moral --- es decir, inmoral --- procedente de la Cámara enferma a la ciudadanía.  Y digo de la Cámara y no del corral de doña Jenniffer porque es a la dignidad de la Cámara que afecta esta conducta torcida y vergonzante.

Este País tiene muchas necesidades apremiantes, desde materiales curativos en los hospitales hasta atención urgente a los enfermos, pobres y niños a través de todo Puerto Rico.  Que la Cámara de Representantes continúe premiando a estas dos busconas de lucro material y profesantes de odio racial y de género --- ¡miren quienes hablan! --- acusa una torpeza moral inexcusable.  Me alegra que el Presidente de la Cámara haya actuado en el primer caso --- el de la Wys ---, le falta el segundo --- el de la Cucusa --- que es un caso similar de odio aberrante y de costos inmerecidos.  Hay que empezar a proteger las instituciones del pueblo al que se representa y al cual deshonran.

domingo, 20 de enero de 2013

Alejandro: Tres Decisiones Correctas y Una Costosa


En el “boxscore” que cada ciudadano lleva sobre las acciones del gobernador, en el día de ayer, como todo ciudadano alerta, apunté en mi libreta tres aciertos y una falla.  Los aciertos:  restituir a la Universidad de Puerto Rico los fondos que Luis Fortuño le negó como parte de la autonomía fiscal que apoya la autonomía administrativa y educativa que creemos --- y queremos --- que la Universidad tenga; restituir a los estudiante la cuota de $800 dólares que arbitrariamente le impusieron el año pasado; y finalmente, la devolución a la Universidad de los terrenos agrícolas y sede experimental de Gurabo, una medida politiquera de Fortuño y el alcalde de ese pueblo, que pudo usar como demagogia partidista para ganar las elecciones.

No hay que explicar mucho el mérito evidente de esas propuestas del gobernador, que revocan y consignan tres abusos flagrantes de Luis Fortuño.

Sin embargo, no entiendo ni puedo justificar la decisión de retener a base de una supuesta confianza, al Superintendente Héctor Pesquera en la Policía.  No puedo creer que el gobernador pueda tener confianza en ese personaje --- un cuerpo extraño en nuestra Policía --- sin relación ni afectos con nuestra sociedad, tan extraño como Figueroa Sancha, de ingrata recordación, y claramente leal al FBI, al gobierno federal, y de mentalidad tan fascista como Figueroa Sancha.  ¡Un descuento para el gobernador!

Volviendo a la Universidad.  Nos encontramos allí con un patrón de costos de matrícula en alza y unos ingresos en baja.  Sabido es que un por ciento mayoritario de los estudiantes del sistema que son admitidos a la Universidad vienen de escuelas secundarias privadas, cuya capacidad familiar para pagar es muy superior a los que provienen de la escuela pública.  Las prioridades, por tanto, de la educación universitaria pública como servicio, están invertidas.  La única manera de corregir tal desigualdad es la de someter la matrícula universitaria a un “means test”, esto es --- dada la capacidad académica para cualificar --- que los más pudientes paguen más, y menos los menos pudientes.  En este caso un trato diferente por capacidad económica resulta un trato igualitario en cuanto a oportunidad.

Algún legislador atento debería radicar una medida que realice este principio.

viernes, 18 de enero de 2013

Todo Indica que Hay, Por Fin, un Secretario de Justicia


La experiencia desmoralizante habida con las actuaciones estrafalarias y politiqueras del saliente Secretario Guillermo Somoza en Justicia ha puesto al pueblo alerta y observador a evaluar temprano las actitudes y actuaciones de Luis Sánchez Betances en esa Secretaría.

Los primeros indicios son alentadores, reflejan profesionalismo y responsabilidad, especialmente con relación a delitos y crímenes cometidos por los aparentemente impunes funcionarios salientes del PNP.  Sobre eso me lamentaba anoche de que parece que cunde en el nuevo gobierno una actitud de amnistía para con los depredadores del tesoro público y para con los delincuentes en asuntos específicamente políticos, como si quisieran desde ahora congraciarse con todo el mundo con miras al 2016.  Lo cual demostraría que en este sistema el pueblo gana en las urnas y siempre pierde en la ejecutoria pública.

Luis Sánchez Betances ha marcado una diferencia, al anunciar que investiga los delitos y crímenes cometidos en el Departamento de la Familia, que ya le constan a todo el País, y especialmente en las primarias de Guaynabo, donde Héctor O’Neill ha pisoteado la democracia, el voto limpio y la elección honesta.

El alcalde O’Neill, que se siente todopoderoso o como cacique intocable, ha estado por todos los medios cacareando su prepotencia:  ¡El pueblo lo reeligió y no hay nada más que buscar!.  ¡Ya veremos!, parece decir el Secretario de Justicia.

El producto de la corrupción electoral del alcalde --- el representante Antonio Soto --- anda disfrutando en la Cámara el fruto de ese robo electoral, cuando el Presidente de la Cámara, señor Perelló, debió detener su juramento a ese escaño hasta que el Departamento de Justicia no certifique qué pasó en Guaynabo con las transferencias ilegales y los empleados de O’Neill como autores del fraude.

Lo mismo debe ocurrir con las empleadas asesoras de Jenniffer González, que exhibieron sus tirrias raciales contra Rafael Cox Alomar y Barak Obama, ofendiendo y denigrando la honorabilidad de la Cámara como cuerpo.

¿Qué  pasa?  ¿No hay babilla?  ¿No hay calzones para aguantar la correa ética?

Héctor O’Neill ha desfilado por todos los medios absolviéndose a sí mismo del fraude que la Comisión Estatal de Elecciones le imputó, con evidencia de sobra.

El Departamento de Justicia --- que ha dado prometedoras señales de vida y de profesionalismo --- tiene la palabra. 

jueves, 17 de enero de 2013

El PPD y el Pasado Reciente: ¿Amnistía o Reparación?


Me preocupan las expresiones de gran parte del liderato del PPD con respecto a los abusos, los crímenes, la depredación del tesoro público a manos de la operación de saqueo PNP.  Le oí decir a Carmen Yulín que no va a bregar con las barbaridades financieras del fanfarrón Jorge Santini.  Que el pasado es pasado.  Está equivocada, legal y moralmente.  El pasado no es pasado absoluto, tiene continuidad con el presente, es, a fin de cuentas, prólogo, si es que va a haber un futuro diferente, que fue por lo que el pueblo votó en San Juan y en Puerto Rico.

He oído también de parte de los nuevos miembros del Ejecutivo que los contratos firmados por la administración funesta y corrupta de Luis Fortuño, no serán reexaminados sino honrados.  Eso no fue lo que el pueblo creyó que estaba votando.  Los ejemplos más escandalosos de estos hechos consumados --- sin remedio de reparación, según directrices del nuevo gobierno --- lo constituyen la privatización, la entrega del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín a intereses extranjeros.  Al nivel de San Juan, la compra multimillonaria por Santini de las empresas Ramallo, representan un escándalo que debe corregirse.  La actitud de amnistía, que colinda con la impunidad, no cuadra con un gobierno de reconstrucción.

Un atraco al tesoro público comparable lo constituye la regalía millonaria politiquera que le hizo Luis Fortuño al pasquín periódico El Vocero, una hoja amarilla múltiple que desgracia al periodismo y desangra el tesoro público al prostituir la misión periodística vendiéndose cual prostituta al gobierno PNP.  ¿Cuánto tiempo le va a tomar al Secretario del Trabajo poner fin a ese ultraje?

Sé que hay intereses personales y políticos en el PPD que quieren capitalizar económicamente su traición al interés público y a la memoria de Don Luis Muñoz Marín.  Los Roberto Prats de la vida no tienen patria ni memoria histórica, ni se diferencian de los Fortuños de la vida.  Por el lado PNP el abandono criminal del Parque Luis Muñoz Marin completa la venganza barata contra su nombre icónico en nuestra historia.

Ya esta bien, para el PPD, de mirar para el otro lado, como si le molestara la luz o tuvieran empañada la vista moral.  Dos administraciones del PPD se hicieron de la vista larga ante las estafas de los personeros PNP del PRIF, tanto como de los crímenes de las aseguradoras de salud financiando ilegalmente a políticos:  ACODESE, ¿la recuerdan?  Esta es la tercera vez que el liderato PPD parece pensar que le conviene dejar quietos a los ladrones.  ¿Están acaso pensando en las próximas elecciones y no quieren molestar a nadie?  Se equivocan, porque están molestando al que cuenta, que es el pueblo.

Es como para preguntarse, ¿por quién y para qué voto el pueblo en noviembre 6?  

martes, 15 de enero de 2013

De Sócrates y San Agustín al Liderato del PPD


El memorando viene de lejos, surcando siglos y civilizaciones, desde el siglo V antes de Cristo y el siglo V romano, por voz  --- o eco --- de Sócrates y San Agustín, de los cuales con mucho gusto me hago mensajero.

¿Y cuál es el mensaje?  Sencillo, lacónico y profundo:  que el ser humano debe, ante todo, conocerse a sí mismo, según Sócrates, y añade San Agustín diez siglos más tarde: porque “en el interior del hombre es que habita la verdad”.

En estos días en que el liderato legislativo del PPD vacila y da tumbos para decidir si cumple o no su compromiso solemne con el pueblo para reformar las malas mañas y gollerías de los legisladores de ambos partidos, yo acudo al sabio ateniense y al romano para decirle a esos legisladores --- a los de la mayoría popular, porque la minoría PNP es éticamente sorda --- que tienen que reexaminarse por dentro a ver si conociéndose descubren la verdad, sin escamoteos y ganserías numismáticas --- dinero, nada más --- y en base a esa introspección decidir qué clase de legisladores van a ser.  Eso le permitirá al pueblo decidir --- camino al 2016 --- a qué clase de políticos le va a creer la próxima vez.

Si el servicio público representa el ethos --- el carácter --- que obliga a figurar en las candidaturas, no puede ser que el dinero --- el dios de Luis Fortuño y sus rateros --- lleve a políticos que quieren ser tomados seriamente, personas “otherwise intelligent”, como dice el americano, a incurrir en el ridículo de teorías fatulas sobre el trabajo legislativo y su historia.  Eso está bien, allá adentro, calladitos, para conformar a los que le dieron el voto a los presidentes legislativos para que todo se quedara igual.  Pero no delante de la gente.

Que hagan el ejercicio socrático de conocerse a sí mismos, y allí encontrarán la verdad que le prometieron al pueblo, sin vacilaciones convenientes.  Porque si de algo estoy seguro es que el pueblo rechazó el fortuñismo por sus incumplimientos de lo prometido, y sus embustes.  Y el más grande embuste es el incumplimiento.

Cito a otro jurista, orador, y político romano:  “Los contratos de hacen para cumplirse”, dejó dicho Cicerón.  La más mínima vacilación en este asunto --- la reforma moral y financiera de la legislatura --- representaría la brecha fatídica por donde cabría cómodamente el nuevo electorado exigente de Puerto Rico, sintiéndose engañado una vez más.         

lunes, 14 de enero de 2013

Carmen Yulín Cruz Soto: La Aparecida


Hace 52 años, mientras disfrutaba de una beca post doctoral en la Rockefeller Foundation en la Escuela de Economía de Londres, conocí a un erudito canadiense especialista en la historia de los partidos políticos de Inglaterra durante los siglos 18, 19 y 20.  Sus investigaciones fueron vertidas en un grueso volumen --- The History of British Political Parties.

Su nombre era Robert McKenzie y trabamos una amistad personal y académica, que incluyó sus visitas, con otros compañeros, a mi residencia en la calle Kenton, próxima a la famosa Russell Square, junto a otros colegas, uno de los cuales traje a la Universidad de Puerto Rico, de nombre Asher Tropp.

Pues bien, la tesis central del libro de McKenzie era por demás sencilla:  los líderes políticos en las democracias anglosajonas se convertían en tales no por herencia, nombramiento o asalto al poder mediante la fuerza del dinero o la pretensión oligárquica, sino en virtud de que sencillamente “aparecían” en el escenario político y succionaban el aire por sobre todos los demás.  Es decir, el auténtico líder “aparece” y se queda con el escenario.  Sostengo que en el Puerto Rico que vivimos, sólo Carmen Yulín Cruz Soto llena las especificaciones del líder que no hereda, a quien no nombran, y quien no puede comprar u obligar a su reconocimiento, sino que mediante su carisma personal, su carácter, se impone, “aparece”, y deja sin aire a los líderes usuales y pedestres que, o compran, o suplican, o heredan su reclamo al poder político.

Frente a esos “aparecidos”, los líderes usuales y ordinarios parecen mecánicos, plomeros, hojalateros del poder, sin “ángel”, sin intuición moral magnética frente al pueblo que clama por guías.

Lo que observamos hoy, en la toma de posesión de la flamante alcaldesa de San Juan, es un caso patente de lo que mi amigo Robert McKenzie llamó al auténtico líder: el “aparecido”.

miércoles, 9 de enero de 2013

El Triste Espectáculo del PPD Legislativo


El drama que se escenifica ante el País, con los legisladores del PPD como pésimos actores en este teatro del absurdo, representa una instancia de lo que en la tragedia griega Aristóteles llamó una “reversión de intenciones”.  Es decir, lo que la lógica de la acción prometía se convierte en su contrario, y el compromiso solemne con el pueblo se convierte en gansería, gollería de dólares y centavos.

A mediados del siglo 18, cuando Juan Jacobo Rousseau escribió su tratado sobre “el contrato social” mediante el cual el pueblo entrega sus derechos del estado de naturaleza al estado civil, para que lo proteja, se hacía la pregunta de qué se haría en caso de que algunos individuos no quisieran entrar en el contrato social, esto es, en el compromiso cívico para que el estado los represente, y la respuesta de Rousseau no se hizo esperar:  puesto que el contrato social es lo que asegura las libertades cívicas de todos, a los que se nieguen a honrarlo “hay que obligarlos a ser libres”.

Nada más apto que esa doctrina del sabio francés para captar la naturaleza y las consecuencias políticas y morales que la rebelión de los jaibas legislativos populares le plantean al gobernador Alejandro García Padilla y al pueblo que votó por todos ellos confiando en su palabra empeñada.

La voluntad temeraria popular de incumplir su compromiso toma cada día que pasa formas más ridículas y risibles que las del día anterior.  Es lamentable que el Presidente prospectivo de la Cámara haya asumido el liderato de esa gansería porque en teoría constitucional la Cámara es el cuerpo más representativo del pueblo.  Todas las propuestas con que quieren socavar la reforma legislativa son falsas, históricamente falsas y moralmente tunantes.  Creíamos que eso había terminado con la pandilla de Foruño y compañía.

El legislador a tiempo parcial, ciudadano, produjo para el País de 1941 a 1992, la mejor legislación de su historia, con una sola sesión legislativa, y con sueldos de $450 al mes y diez dólares hasta veinticinco de dietas, dependiendo de la distancia.  El tumbe cotidiano que estos legisladores realizan --- únicos en la Federación Norteamericana --- no tiene precedentes en la historia de la gollería hipócrita y parasítica.  Muchos nombres de personas aparentemente serias se han manchado en este proceso.  Todavía están a tiempo.

Los legisladores populares que realizan esta trampa contra sus electores no sólo agreden al sentido ético del pueblo, sino que retan y amenazan al gobernador García Padilla con el descrédito moral “ab intitio”, a la soltada, porque quisieran verlo donde ellos habitan, en la catacumbas de la busconería que desprecia al pueblo.  Parecen pensar que el pueblo está para votar como se le dice, y que en adelante se calle la boca.

Confío, con el pueblo, que Alejandro le de un mentís a esa monstruosa mentira política y moral.  Si cede ahora, no habrá respeto para el resto del cuatrienio, y en consecuencia no habría el líder que el pueblo necesita y por el cual creyó votar.

No es para julio que el pueblo quiere esa reforma, que es legislativa, pero mucho más moral.  Y no es para la mitad de los legisladores, permitiéndole a ocho o diez legisladores de la maquinaria de los Presidentes para seguir con sus privilegios.  Si quieren trabajar y ganar a tiempo completo, que renuncien a ver si en la calle ganan más.

Las batallas que no se dan a tiempo echan a perder las guerras.  Una solución politiquera --- mitad y mitad --- resultaría mortal para el gobernador.  Y él representa, hoy por hoy, la única esperanza para esa reforma.

martes, 8 de enero de 2013

¿Alejandro el Grande, o el Pequeño?


Raras veces se da, al inicio de una administración de gobierno, la oportunidad para un líder --- si verdaderamente lo es --- de demostrar el metal de que está hecho.  O como decía Don José Ortega y Gasset, para transparentar su espina dorsal.  Tal oportunidad se la han ofrecido los líderes legislativos de Cámara y Senado, con sus gollerías y deslealtades a la promesa del PPD de limpiar la Legislatura, y a la voluntad expresada por ese pueblo de Puerto Rico para realizar esa limpieza.

Vengo observando y participando --- desde adentro y desde afuera --- en las conductas del PPD desde 1940, porque desde los 14 años, nacido y criado en una familia política, creo que puedo opinar sobre quien es quien y quien ha sido quien en este asunto de las promesas y los cumplimientos políticos.  Durante esos 72 años he madurado una experiencia sobre la responsabilidad política del liderato de los partidos, y a la altura del 2013 he combatido la tesis frívola, a que conduce la pereza mental, de que los dos partidos principales del País, PNP y PPD, sean equivalentes, o los mismos, como alegan los adversarios del PPD.  Esa es una tesis falsa, espuria, cómoda para quienes quieren legitimar la corrupción del PNP o validar partiditos sin pueblo, mediante los cuales unas buenas personas quieren abrir brechas para su propio protagonismo. 

A Alejandro le gusta evocar la relación de lealtad de Don Luis Muñoz Marín y la gente.  ¿Puede alguien imaginarse que Don Luis Muñoz Marín tolerara por un día siquiera el chantaje político de estos nuevos solones?

En todo ese trayecto histórico jamás había observado un espectáculo de suicidio moral y político, iniciando su gestión legislativa, como el que ha escenificado la mayoría popular de ambas Cámaras, al servicio patente de la gollería económica que juraron como candidatos erradicar de la Asamblea Legislativa.

Esa conducta representa una bofetada al pueblo, un regreso a la gula por el dinero de Luis Fortuño y doña Luz Eufemia, pero sobre todo una deslealtad a su líder y gobernador Alejandro García Padilla de parte de todos los candidatos populares y una estocada a la esperanza del pueblo por un Poder Legislativo decente.  ¿Dónde están hoy las diferencias de ese liderato popular con Rivera Schatz y Jenniffer González?

Alejandro García Padilla no debe, no puede, tolerar esa gollería.  Le va en ello su prestigio moral y político y su liderato.  Para poner orden en esa gula económica de sus legisladores tiene en sus manos tres recursos infalibles:  la Conferencia Legislativa, la Junta de Gobierno, y una Asamblea Extraordinaria del PPD.  “A ver si el gas pela”, como dice el jíbaro.

En este asunto no puede haber componendas, transacciones, acomodos razonables o irrazonables.  Ese engendro de jaibería que aprobó el caucus popular de la Cámara --- seguir con el saqueo de dinero hasta el mes de julio --- no tolera análisis, ni moral ni legal, es sencillamente el último desgarre de los mamalones.

Una isla en crisis económica y social grave no puede continuar despilfarrando millones en legisladores ineptos --- y aunque no lo fueran.  En el mundo entero, en los países libres y democráticos, no existe un caso igual de tumbe salarial legislativo.  ¿A cuenta de qué?  Por eso precisamente es que el pueblo repudió a los Fortuño, Rivera Schatz y Jenniffer González.

¿Va a permitir Alejandro García Padilla ese saqueo inmoral un día más?

Alejandro el Grande, el original, derrotó a sus enemigos  con las armas, a sangre y fuego, como decía Bismarck.  Este Alejandro los puede derrotar con la razón, con la ética de la promesa cumplida, con la voluntad agradecida del pueblo.  ¡Ahora … no en julio … ahora!  De lo contrario desacreditará desde ahora su liderato y su gestión gubernativa, y abrirá espacio cómodo a otras alternativas que ciertamente carecen de los escrúpulos morales que sabemos que él tiene.

Como decía en mi escrito anterior, algunas elecciones se pierden en las últimas semanas, y otras en las primeras.

lunes, 7 de enero de 2013

¿Cuándo y Cómo se Pierden unas Elecciones?


Algunas elecciones se pierden en las últimas dos semanas de un cuatrienio.  Eso le ocurrió a Rafael Hernández Colón en el 1980.  Valencia aparte, la percepción de que su campaña era manipulativa, dirigida a clientelas artificiales, y reducida la campaña a la glorificación del candidato, monopolizando así todos los recursos del partido --- dinero público y dinero privado --- y sin cohesión con otras importantes campañas, como la legislativa, la de los alcaldes y la del Comisionado Residente.  De haber ganado, habría ganado él.  Al perder, perdió él.

La campaña de reelección de Aníbal Acevedo Vilá en el 2008 culminó en derrota en las últimas semanas:  la acusación federal --- con todo lo falsa e infame que era ---, Paseo Caribe, y las ambigüedades del gobernador ante el, y la continua faena de destrucción y de saboteo de José Aponte del plan fiscal del gobernador, predicaron una derrota masiva.  A eso hay que añadir la ingenuidad de muchos populares que por zafarse del corrupto de Rosselló cayeron en la falda del farsante Fortuño.  Pero todo eso, en los últimos meses y semanas del cuatrienio.

La derrota más que merecida de Luis Fortuño se pintó segura y merecida desde la primera semana de actuaciones: la Ley 7, las falsas emergencias, “la Vía Verde o Tubo de la Muerte”, y el saqueo instantáneo que puso en efecto transfiriendo el capital público a sus amigotes.  Debe recordarse que todas estas barbaridades del falso monaguillo jaiba fueron respaldadas por Rafael Hernández Colón.

Para Fortuño, las primeras semanas determinaron su debacle de las últimas semanas.  Porque esa primera impresión se graba indeleblemente en la mente del pueblo y no hay agencia de publicidad que la borre.

Sirva lo anterior de marco histórico y factual para orientarnos, gobierno y pueblo, sobre los comienzos de la administración de Alejandro García Padilla.  Para ello, adelanto una expresión dramática del ensayista y crítico inglés Gilbert Murray, cuando afirmó que el Imperio Romano no cayó en el año 476, que es lo que afirma la historiografía tradicional, sino en el año 431 antes de Cristo, año en que comenzó la Guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta.  Ya para esa fecha, según Murray, la gloria que fue Atenas, la “escuela de Grecia”, se había agotado en lo que él llamo un “failure of nerve” --- una quiebra de la voluntad racional teórica y estética, para ser sustituida por la aventura imperialista.

Lección:  un error dramático, que destruya los cimientos de lo que en esencia es o se predica, conduce a la hecatombe.  Por eso, cuando se analizan los factores de una derrota política, hay que discernir cuándo verdaderamente ocurrió, si en las últimas semanas o en las primeras.  En Roma, ¿en el 476 después de Cristo o en el 431 antes de Cristo?

Quizás lo que llevo dicho resulta mucha teoría para un asunto muy sencillo.  La mayoría Popular de Senado y Cámara, en la primera semana del nuevo cuatrienio se ha pegado un tiro en los pies.  Sencillamente, hablando o callada, esa mayoría no quiere la “reforma legislativa” que se le prometió al pueblo y que es una de las razones básicas por las cuales fueron elegidos.

¿Por qué?  Por dinero.  Por lo mismo que los PNP’s no la querían.  Les cuesta mucho a ellos, mientras al pueblo le cuesta todo.  Me viene a la mente el dicho del Conde Keyserling mientras conversaba con labriegos españoles de Castilla: ¡Que cultos son estos analfabetos!  Vire el dicho al revés y aplíqueselo a los líderes populares de Cámara y Senado, mientras estrenen su nuevo poder y se definen ante el pueblo, que los observa anonadado: ¡Qué brutos son estos inteligentes!

Para escudarse contra el principio de legislador a tiempo parcial, como ciudadano, pretenden falazmente equiparar su función y esfuerzo a los de los jefes de Departamentos y agencias.  ¿Cómo se atreven?  ¿Es igual la tarea de un legislador semi-analfabeto --- y los hay en ambos partidos --- deambulando por los pasillos del capitolio, buscando en qué entretenerse, o dañando leyes y papel, a la de un Secretario de Hacienda, de Educación, o de Energía Eléctrica?  ¡Por Dios!  ¡Callen, callen, que me desesperan!, como decía  Kiko el del Chavo del Ocho.

La otra racionalización fatula que han ofrecido los líderes de la rebelión de los jaibas, consiste en decir que el legislador a tiempo parcial, el legislador ciudadano, es una puerta abierta a la corrupción, y que la experiencia con ese legislador ciudadano fue “un desastre”, como ha dicho Eduardo Bhatia, líder de la revuelta.

En primer lugar, existen leyes de más, y códigos de ética aplicables para conjurar la corrupción, que nunca fue notoria, y sólo se trae como parapeto para esconder la gula por el dinero fácil.  En segundo lugar, de 1941 a 1984 ese sistema produjo la mejor legislación que el País ha conocido.  Yo fui senador ciudadano, como lo fue el abuelo de Alejandro García Padilla, mi entrañable amigo.  Hablar de corrupción y desastre para aquel sistema es echar sombras retroactivas --- y falsas --- sobre por lo menos dos generaciones de escrupulosos servidores públicos.

Si este tipo de jaibería numismática y gelatinosa moral política dura una semana más ante la opinión pública, sellará harto temprano la suerte de Alejandro García Padilla y el PPD para el 2016.