miércoles, 30 de octubre de 2013

Sin Líderes el Pueblo Perece


Sociológica y filosóficamente hablando, el líder en cualquier forma de gobierno es el que va al frente:  señala caminos, define ideales, educa sobre las oportunidades y resistencias al futuro que señala y proyecta, y ejercita las artes del lenguaje y la lógica al señalar caminos.

En ese sentido elemental de lo que es el liderato, Puerto Rico en estos momentos --- momentos largos, desde 1968 --- carece de liderato político y moral que trascienda el electoralismo miope que nos divide, nos confunde y nos paraliza, desde Fortaleza, la Legislatura, los partidos políticos y las instituciones educativas y culturales --- las oficiales --- disecadas e inertes, presas de la politiquería y la corrupción.

Acabo de ver y escuchar un discurso de Barack Obama en Massachusetts en el que confrontó la demagogia, la mezquindad y la corrupción moral e ideológica del partido oligárquico de los Estados Unidos frente al sistema de salud que definió, impulsó, logró aprobar y defiende con razón, elocuencia, voluntad y arrojo político. Eso es liderato.

El liderato requiere cultura política asentada en una educación sólida --- aparte e independiente de los grados académicos ---, un discurso político consistente, claro, con una lógica comunicable y persuasiva por la fuerza de sus principios y valores.  Todo menos la majadería de relaciones públicas cotidianas, en plan de campaña, a base de frases huecas y aisladas del conjunto problemático de la realidad.

El liderato supone lo que los romanos llamaban Gravitas, Dignitas y discurso lógico racional:  que comunique algo importante, real y permanente sobre el bien común de los receptores del mensaje.  Y requiere además voluntad, a riesgo de ser rechazado, pero representando siempre un horizonte posible y deseable.

El pueblo de Puerto Rico tiene sed de esas actitudes y capacidades. ¡Hace tanto tiempo que no las ve por ningún sitio!

martes, 29 de octubre de 2013

Las Vacas, los Ganaderos y las Elaboradoras: la Última Claudicación de Alejandro


Cuando el Gobernador habla o actúa, habla o actúa a nombre, en representación del País, del pueblo.  Para bien o para mal, o defiende o entrega con sus actuaciones los intereses básicos de ese pueblo.

En el caso del arreglo con las elaboradoras de leche --- Suiza Dairy y Fonalledas --- el Gobernador entregó el juego sin pelearlo.  La intromisión imperial de la Corte Federal en el caso --- detenida en el Circuito de Apelaciones de Boston --- debió haber sido combatida hasta el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, en defensa de los productores y consumidores de leche en Puerto Rico.  Pero no hay cría, no hay pantalones morales para proteger al pueblo al que tanto se le prometió.

Que se comprometa el Gobernador a usar el Fondo General --- principal garantía de la deuda pública --- para beneficiar a dos corporaciones extractoras del trabajo del pueblo, demuestra que la clientela real del Gobernador no es “la gente”, sino los grandes intereses, que hacen recordar a Luis Fortuño.  ¡Tanto nadar --- el pueblo --- para morir en la orilla!  Por debajo de esa jugada hay una esencial falta de respeto y desprecio a la inteligencia del pueblo.

¿Usted puede creer, amigo lector, que se use el dinero del pueblo, para financiar los servicios que el gobierno le debe para que --- al son de millones --- las elaboradoras de la leche reconstruyan sus plantas procesadoras?

Andamos de claudicación en claudicación.  Primero el aeropuerto.  Luego el plan de salud --- con el cual se creó un monopolio odioso de la Triple S y APS, a cual más colmillú de las dos, contrario al Obamacare nacional, donde se obliga por ley la competencia.  Ello quiere decir que la tesis republicana de allá es la que Alejandro ha realizado acá, una entrega supina al emporio privado y corrupto de la Triple S.

Ahora le tocó a la leche.  Mientras se reducen las pensiones de retiro a los maestros y otros empleados públicos --- en una legislación quizás inevitable --- se usa el dinero del pueblo pobre y mediano para comprar los ladridos de Suiza Dairy y Fonalledas, y se reclama como un gran triunfo.

Cada claudicación de Alejandro nos recuerda a George Orwell:  “La guerra es la paz.  El odio es el amor.  La mentira es la verdad”.  En los tiempos que vivimos, ¿qué va uno a saber?

lunes, 28 de octubre de 2013

La Leche: Productores, Elaboradores y Consumidores


El acuerdo anunciado por el Gobernador para entregarle 50 millones de dólares en lo que resta del año al emporio Fonalledas y a la multinacional peruana de Suiza Dairy representa una claudicación demagógica ante los grandes intereses y una entrega al intervencionismo federal en asuntos internos de los puertorriqueños.  Por algo el Circuito de Apelaciones de Boston paró en seco al juez Daniel Domínguez, porque intuye que esa es una dimensión enteramente doméstica, en la que la ficción del “interstate commerce” está traída por los pelos para lograr lo que en justicia no han podido lograr, y que ahora Alejandro García Padilla les regala temerosa y demagógicamente.

El precio de la leche y su división entre los componentes de la industria es un asunto de ganaderos productores, elaboradores y consumidores, no de las cortes federales ni de los depredadores más allá de la función elaboradora, que tiene derecho a la remuneración por sus servicios, no para diezmar a los productores ni imponerle precios onerosos a los consumidores.  Pero para que ello sea así se necesitaría un gobernador que pelee y luche por el pueblo, en vez de uno asustadizo que replica como clon a Luis Fortuño.

El acuerdo del Gobernador con los extorsionistas de Suiza Dairy y Tres Monjitas es patético:  50 millones del Fondo General para saciar la gula de estos colmillús.  Es decir, el maestro, el policía, el obrero manual, la secretaria --- toda la clase media baja y media --- pagaremos por el contrato con las elaboradoras multimillonarias.  Con defensas como esas el pueblo no necesita gobernador.  Con un margen prestatario en ruinas, con un Fondo General famélico, el Gobernador prefiere sacarle al trabajador, al empleado público, al pequeño comerciante la libra de carne del judío usurero:  Jaime Fonalledas y Suiza Dairy.  A ellos porque de ahí hacia arriba las contribuciones son voluntarias --- lo que los comercios, industrias y profesionales quieran pagar, después que soben hasta la nada sus planillas contributivas.

Ante ese cuadro, el pánico político del Gobernador lo lleva a claudicar ante los grandes intereses de la leche, a costa del pobre y el mediano, que no tiene prensa, y a veces ni inteligencia ni memoria.

El Gobernador demuestra cada día la verdad amarga que un día pronunció el libertador argentino José de San Martín, sobre los vinos de Mendoza: ¡Son flojos!

domingo, 27 de octubre de 2013

El Gobierno de Alejandro está Electrocutado


Alguna línea viva de alto voltaje ha tocado el gobernador que lo ha electrocutado y lo ha puesto a hablar --- tras el silencio --- por tres lados de la boca, aunque el lector piense que sólo tiene dos.  Otra manera de expresar la turbazón del pueblo es concluyendo que el gobernador no habla claro porque el Babel de Voces --- Cámara, Senado, AEE, los cabilderos y politicastros de dentro y fuera de la agencia --- no permiten una política clara: oraciones completas, con sujeto, predicado, verbos y los adjetivos y adverbios que fueran necesarios para que el pueblo sepa qué realmente piensa el gobernador, qué piensa el Presidente del Senado y el de la Cámara, y qué piensan los más que saben del asunto, la gerencia de la AEE.

Esta semana pasada se dio en pleno hemiciclo del Senado un espectáculo bochornoso y desmoralizante para el pueblo, a quien sólo le interesa una energía eléctrica a un precio más bajo y razonable.  El senador Cirilo Tirado expresó su parecer en el sentido de que se opone a la propuesta de Eduardo Bhatia para privatizar la producción y distribución --- parcialmente, en qué forma y grado no está claro --- de la energía eléctrica en Puerto Rico.  Eso bastó para que el presidente del Senado montara en ira santa contra el senador, incluyendo, según este, insultos e improperios personales fuera de tono y justificación.  No hay nada malo en la propuesta vaga y genérica de Bhatia, como no hay nada de malo en la objeción que a ella presenta el senador Tirado.  Esos asuntos y posturas son naturales y de esperarse en un foro parlamentario.  Lo que está fuera de lugar es la iracundia autoritaria para acallar la voz de un senador que tiene todo el derecho del mundo --- como el presidente del Senado --- a presentar ideas sobre un problema tan álgido, urgente y polémico como el de proveer energía eléctrica a un precio razonable al pueblo de Puerto Rico, que paga por la AEE y por el propio Senado.

¿De dónde saca el señor Bhatia la autoridad para degradar la función del senador electo, como él, por el pueblo, por la sencilla razón de que discrepa de sus propuestas energéticas?

En un sistema racional --- ejecutivo y parlamentario --- estas cuestiones se dirimen mediante discusión y consenso, cara a cara, y no por acciones faraónicas, dignas del viejo y actual Egipto, y de las orientales soberbias de los brahmanes de la India.  Estamos en Puerto Rico, en un parlamento democrático.  Parlamento viene de parlar, hablar, no de usar soberbiamente el poder para destruir al interlocutor.

Frente a todo lo anterior, el gobernador terció en su manera acostumbrada: está de acuerdo con los dos. ¡Cójame esa gata por el rabo!

jueves, 24 de octubre de 2013

El Regreso de las Turbas Republicanas


En los comienzos del siglo pasado, a partir de la invasión norteamericana hasta 1940, el republicanismo puertorriqueño --- hoy PNP --- escenificó en nuestro cuerpo político la conducta más despreciable de nuestra historia: la violencia y la compra de votos a falta de respaldo público para el asimilismo político y las consecutivas derrotas, de 1904 a 1932.

El cáncer de aquella organización política --- republicanos de Barbosa, y luego de Rafael Martínez Nadal --- desde 1904, se manifestó en la violencia organizada y la compra de votos.  Luis Muñoz Rivera, el líder del autonomismo y de Puerto Rico en la última década del siglo 19, y durante década y media del siglo 20, tuvo que abandonar el País, amenazada su vida por los republicanos de Barbosa.  Le destruyeron su imprenta de la Democracia, y a falta de votos aterrorizaron el País con lo que vino a llamarse “las turbas republicanas”, que se  extendieron hasta 1940.

Hoy, en pleno siglo 21, esas turbas y esa mentalidad de turbas, están de regreso en Puerto Rico.  Las representan, en Fajardo, Aníbal Meléndez, el alcalde y cacique y dueño del poblado de Fajardo, cuna del gentil y honorable líder del liberalismo puertorriqueño del siglo 20, Don Antonio R. Barceló.

Ha expresado el cacique Meléndez que sus opositores políticos, los populares, lo que merecen es ser atacados físicamente y escupidos, y que eso es lo que él haría.

Ahora bien, la violencia republicana de las turbas del siglo pasado no se limitan a la violencia física.  Esta venía acompañada de una violencia institucional contra el sistema democrático electoral, consistente en la compra del voto y el fraude electoral.  Esta segunda dimensión de las turbas la representa hoy Héctor O’Neill, el alcalde y diz que dueño del municipio de Guaynabo, mediante un masivo fraude electoral en las pasadas primarias de ese municipio.  Siete empleados suyos, de la máxima confianza, perpetraron ese fraude, y se les ha determinado causa probable.  Otros trece están en la misma ruta judicial.  Tienen que escoger, o van presos o dicen la verdad sobre el fraude organizado por el alcalde.

Violencia física, discurso violento, robo electoral --- he ahí la encarnación de las turbas republicanas, en Fajardo y Guaynabo.  Compañeros estos de Marcos Rodríguez Pujada y Tomas Rivera Shatz.  Eso es el liderato vociferante del PNP hoy, para desgracia de la democracia y la paciencia del pueblo de Puerto Rico, que observa.

¡Turbas!  Ese es el DNA político que aflora, desde las profundidades del siglo 20, en Aníbal Meléndez y Héctor O’Neill.                                                                                                                                                                                              

martes, 22 de octubre de 2013

El Juez Domínguez y la Leche del Nene


El Juez Federal Daniel Domínguez es una persona sencilla, afable y simpática, pero padece de un mal aparentemente incurable en la fraternidad de que forma parte:  la federalitis, que lo ciega para todo reclamo de derecho del gobierno y los ciudadanos de Puerto Rico cuando es un gobierno popular quien lo reclama.  En ello forma una trilogía fatídica con los jueces Pérez Jiménez y Fusté. 

Menos mal que existe el Primer Circuito de Apelaciones de Boston, desde donde en forma masoquista les complace ser revocados con demasiada frecuencia por el americano.

El caso resuelto esta semana por Domínguez --- descontando la incompetencia y chapucerías de ORIL, la agencia reguladora de la industria lechera --- demuestra una total insensibilidad para el consumidor puertorriqueño, que atraviesa por una crisis económica sin precedentes desde los años treinta del pasado siglo.  Porque la prudencia debió dictarle al juez que el derecho, técnica y abstractamente aplicado, no existe en el vacío.  Que al otro lado de su calle Chardón existe una humanidad doliente y una crisis manifiesta en la industria lechera, que demandan sentido común y sabiduría en la determinación de las cortes.

Esa justicia absoluta e intuitiva, que debe ser valor primario en un juez, repudia las decisiones mecánicas del derecho, especialmente cuando los demandantes representan emporios millonarios de empresarios de aquí y de afuera: una multinacional peruana y un magnate puertorriqueño, de apellido Jaime Fonalledas, de Suiza Dairy y Tres Monjitas.

Estos emporios reclaman unos daños cumulativos mediante cálculos de papel, pero siguen operando y ganando dinero, por lo que los daños sufridos consisten en el alegato de que debieron ganar más, aunque los comedores escolares de las escuelas y los párvulos de la familia pobre se queden sin leche porque Perú y Fonalledas necesitan más ganancias millonarias.

¡Qué clase de puertorriqueños nos gastamos en el Tribunal Federal de Hato Rey!

domingo, 20 de octubre de 2013

Cada Generación Carga con su Cruz


Para los años 50 del pasado siglo, para cencerro perturbador del plácido Dwight D. Eisenhower, ocupó el centro de la atención nacional en los Estados Unidos un demagogo destructivo de nombre Joseph McCarthy.  El Partido Republicano, aunque rechazaba sus métodos odiosos de destruir personas y reputaciones, no supo bregar con su cáncer corrosivo, y no fue hasta que Edgar R. Morrow, el reputado comentarista de la CBS decidió desenmascarar al fraude macartista, y el Obispo Católico Sheil de Chicago lo denunció desde el púlpito como genio malévolo, que el País y el Congreso entraron en cuenta de que tenían en su seno un demonio perverso.

Atendiendo al llamado de esos dos patriotas responsables, el Senado de los Estados Unidos repudió el veneno moral de McCarthy en el cuerpo político, lo censuró, y al poco tiempo murió a sabiendas del desprecio universal que había convocado sobre su persona.

Hoy la Nación y el Congreso --- y el mismo Partido Republicano Nacional --- se ven atacados desde adentro por un demagogo equivalente, Ted Cruz, senador por el Estado de Tejas, como el producto más siniestro y destructor del llamado Tea Party.  Está otra vez confirmado que cada generación carga con su cruz, Ted Cruz, Joseph McCarty redivivo.

Es irónico el proceso que produjo a este ambicioso locario de la extrema derecha.  Porque fue precisamente John McCain, candidato a Presidente en 2008, quien introdujo en el Partido Republicano a esta sabandija cuando reclutó como compañera a la presidencia a la Sarah Palin, fundadora, inspiradora --- en inmensa ignorancia --- del Tea Party y su nuevo ídolo Ted Cruz.  Como corresponde a la justicia poética, el senador John McCain es la figura que en el Partido Republicano ha enfrentado al demagogo de Texas, llamándole ridículo y tonto.

Cada generación carga con su Cruz --- y el Partido Republicano del 2013 tiene que decidir si va o no a llevar esa Cruz hasta el Calvario del 2014 (elecciones congresionales) y del 2016 (elecciones presidenciales).

jueves, 17 de octubre de 2013

Crisis Fiscal y Sindicalismos Públicos


El Ex-Secretario del Trabajo y abogado laboral Frank Zorrilla ha escrito hoy en El Nuevo Día una columna oportuna e inteligente sobre lo que el llama Prudencia Sindical, dirigida a los sindicatos laborales del sector público.

En un área sensitiva de la vida económica del País en cuanto concierne a la relación del gobierno con sus sindicatos, escribir esa columna requirió valor personal y una especie de patriotismo sencillo: le ha dicho a los que usualmente son sus clientes como abogado, que lo cojan suave con sus demandas económicas a un Estado en crisis fiscal y financiera.  Pide prudencia a los sindicatos.  No estamos para fiestas patronales ni demagogias oportunistas ante un gobierno que apenas cuenta con los haberes para evitar el retroceso de todos.

El argumento de Zorrilla se fundamenta en hechos objetivos que el pueblo ignora, cuya ignorancia facilita a los sindicatos públicos incurrir en demandas salariales irrazonables, fuera del marco de realidad que vive el gobierno y el País.  Por ejemplo --- argumento de fuerza implacable --- que los sindicatos y sus trabajadores del sector público “gozan de mejores salarios y beneficios marginales que su contraparte en el sector privado”.

Si a lo anterior le añadimos el hecho de que la sindicalización en el sector público es de gratis porque sus afiliados constituyen una audiencia cautiva dentro de las paredes de cada agencia o Departamento, el costo humano y económico de la sindicalización es cero, comparado con los esfuerzos de sindicalización en el sector privado donde las empresas son hostiles y mezquinas para con las aspiraciones de los trabajadores por sueldos y condiciones dignas de trabajo. 

El País atraviesa una crisis económica fiscal y financiera.  Eso quiere decir que todos estamos en crisis, si no pertenecemos  a la casta oligárquica insensible e insaciable.

La prudencia que aconseja el licenciado Zorrilla es lo mínimo que el sindicalismo público puede contribuir a una recuperación del País en beneficio de todos.  El consejo proviene de un amigo y defensor de los trabajadores y sindicatos, como lo fue su padre en su tiempo.  Debe escucharse.

lunes, 14 de octubre de 2013

La Vieja Guardia…y la Nueva, en el PPD


Cuando se habla en política de vieja guardia, el término carga un dejo despectivo.  Por lo de vieja, es decir, caduca, conservadora, señorial.  Así se analizaba y discutía este concepto en Puerto Rico para allá para 1963, un año antes que la nueva generación política en el PPD hiciera su aparición para 1964, y en la que formábamos grupo Luis Camacho, Severo Colberg, Carlos Lastra, Genaro Baquero y este servidor, entre muchos otros.  La experiencia real dentro del partido y la Legislatura probó otra cosa, porque lo que conocimos desde adentro fue una generación abnegada, devotos del País y del servicio público, y económicamente desinteresados, hasta el punto de dejar muchos de ellos su fortuna y sus profesiones en la palestra de la justicia social, del autonomismo, y de un servicio público eficiente y honesto.

Claro, en el grupo generacional nuevo --- por razones puramente cronológicas --- se colaron algunos, en la nueva pilada, que resultaron más viejos que el viento en sus motivaciones de lucro.  El caso más notorio de ese fenómeno lo constituyó y lo constituye aún Rafael Hernández Colón, cuya voracidad numismática no tiene límites y no se limita a sí mismo, sino que ha inspirado conductas parejas en muchos que lo rodearon, que él elevó al poder en el PPD --- como abogado del partido (Antonio Andreu García) o como director de campaña primero (1980 – Federico Hernández Denton), quien más tarde, con las mismas palas, llega al Tribunal Supremo, como juez asociado primero y luego como juez presidente.

Esa era una de las alas de la nueva generación --- la nueva guardia --- a partir de 1964.  Al cabo de casi medio siglo aquella banda de la nueva guardia resulta hoy matuselánica en valores y actitudes.

Se trata en verdad de una nueva clase, en el mismo sentido en que Milovan Djilas usó el concepto hacia los años cincuenta del pasado siglo para denunciar la transformación de los comunistas come-fuego de Tito en Yugoslavia en depredadores del bien común y de la propiedad supuestamente colectiva.  

Frente a un pueblo empobrecido, en penuria material y moral, los que debieran ser modelos de prudencia y frugalidad exhiben rasgos de señoritos árabes intocables en los privilegios que se han asignado a sí mismos con la cuchara grande, a nombre de la independencia judicial.

Luis Muñoz Marín, Roberto Sánchez Vilella, Antonio Fernos Isern, que tanto les gusta citar, vivieron en vano para estos patriotas de pacotilla:  Rafael Hernández Colón, Federico Hernández Denton y Antonio Andreu García, malos ejemplos para las nuevas generaciones.

domingo, 13 de octubre de 2013

Los Supremos y los ExSupremos


Mi querido lector-ciudadano, escoja usted entre los dos modelos de ética personal, profesional y política que le ofrecen --- nos ofrecen --- los actuales jueces del Tribunal Supremo, la ganga de los seis que actúan de soplapotes del PNP que los llevó al Tribunal sin méritos, ahora unidos al Juez Presidente en el asunto de las pensiones, y los retiros, y los jueces retirados que insisten en retener sus sueldos como pensiones, heredables de por vida, mientras usan el prestigio que les abonó el Tribunal para venderlo al mejor postor en las cortes y fuera de ellas.

Nada puede añadirse al espectáculo de los seis fotutos del PNP en el Tribunal, pero ahora hay que añadir al expresidente de ese Tribunal, Antonio Andreu García, y al actual Presidente Federico Hernández Denton.  El primero monta en ira santa contra un legislador que osa proponer limitar las pensiones a los jueces a lo que son para todo otro servidor público --- mata al mensajero y se hace el sueco con el mensaje ---, y el segundo interviene políticamente con la Legislatura porque osa reglamentar racionalmente el retiro de los señoritos intocables del Supremo.

La Constitución de Puerto Rico es clara:  en la Sección 10 del Articulo V establece taxativamente que “La Asamblea Legislativa establecerá un sistema de retiro para los jueces, retiro que será obligatorio cuando hubieren cumplido 70 años de edad”.  Es inherente a ese Poder Legislativo, al establecer ese sistema, determinar las normas y las condiciones para su disfrute.  A menos que los jueces del Supremo, como han hecho Andreu García y Hernández Denton, no se declaren casta intocable por la vulgar Asamblea Legislativa de Puerto Rico, que es la que tiene el poder constitucional de establecer ese retiro de los jueces y sus normas y condiciones.

Los jueces Andreu y Hernández Denton han dado un pésimo ejemplo de interés personal contra el interés del pueblo, al insistir en considerar el prestigio ganado en el Tribunal como mercancía en el mercado de los trasteos judiciales.

Recuerden ambos jueces de donde vinieron al ser ascendidos políticamente al Tribunal, primero como jueces y luego como Presidentes: uno como abogado del PPD y el otro como director de campaña del candidato RHC a la gobernación.  La intocabilidad que ahora reclaman no concuerda con ese origen y esa historia.

La insaciabilidad económica que reclaman como derecho no compagina con la penuria de las grandes masas del pueblo que languidecen en la pobreza, mientras la voracidad por el dinero de estos jueces, exjueces, y exgobernadores no tiene límites.  Nos tiene que dar vergüenza por ellos.  El pueblo le llama a esa actitud afrentamiento.

jueves, 10 de octubre de 2013

La Subversión Política desde Arriba


En el orden convencional de los procesos y las conductas políticas, la transformación de los regímenes políticos ocurre mediante cambios institucionales acordados racional y programáticamente entre los componentes de sistema político: Ramas de gobierno, partidos políticos, grupos de intereses de la más diversa índole como participantes activos de la lucha política legitimada por el Estado.

Cuando una parte importante de la sociedad civil, inconforme con lo que le ha tocado en el conjunto de los bienes materiales o sociales en ese reparto o adjudicación, replantea sus reclamos  y pide o fuerza un nuevo ciclo de discusión y de consenso, pero --- en la democracia --- dentro de los supuestos y las instituciones políticas de discusión y adjudicación de intereses.

Ocurre a veces que la insatisfacción de un sector trasciende el método democrático de reclamo y adjudicación, se adoptan actitudes olímpicas, absolutas, a favor de una ideología o una agenda particular.  Eso es lo que ocurre en estos momentos en Estados Unidos.  Una minoría exigua en el Partido Republicano ha capturado las posturas de ese partido y amenaza paralizar el País presupuestalmente y provocar además una debacle en los compromisos de deuda pública de la nación.  Esa política conservadora fuera de quicio tiene el efecto de subvertir el estado, el orden de derecho que constituye jurídicamente al País.

La política es sólo regulativa del orden nacional, el estado es constitutivo de la identidad y el ser de la nación.  Querer la política destruir o anular los compromisos del Estado es subversión desde arriba, mucho más dañina que los intentos revolucionarios de la población que desde la calle quiera destruir el orden estatal o político por la fuerza, con razón o sin ella, y que moralmente fracasa por insuficiencia de fuerza o de razones.

Esa actitud y voluntad subversiva no se limita en estos días a los republicanos cavernarios del Tea Party.  En Puerto Rico la hemos observado y sufrido nada menos que a manos de un grupo de amotinados, con toga negra y todo, desde el estrado del Tribunal Supremo de Puerto Rico.  Un pequeño grupo de jueces partidistas, sin rubor moral alguno sobre su labor de camicaces, denigra la dignidad tradicional de ese Tribunal en servicio a un partido que los llevó allí sin los meritos profesionales requeridos.

Esa es otra vez la subversión desde arriba: servir vergonzosamente a un partido, violar la Constitución y las leyes que se supone interpreten y apliquen, y --- colmo de los colmos --- intimidar mediante multas irracionales a los abogados y ciudadanos que solicitan justicia.

Eso es subversión mediante el terror seudo-judicial, una especie de Al Qaeda criolla. 

lunes, 7 de octubre de 2013

La AEE: ¿Privatizarla, o Adecentarla?


Los problemas cumulativos de la AEE no provienen de la incompetencia gerencial intrínseca.  Provienen de donde mismo proceden los defectos paralizantes --- a la luz de su función original y verdadera --- de los otros organismos administrativos del estado, departamentos e instrumentalidades, y toda la enredadera de agencias burocráticas cuyo origen ha sido el clientelismo partidista.

En realidad, debajo de toda la paja del debate público sobre la quiebra económica de la AEE, proveniente de una deuda descomunal, a la vez que las otras agencias de gobierno no le pagan, lo cierto es que el precio descomunal del kilovatio-hora en Puerto Rico --- el doble de sus homólogos en los estados --- no se debe a incompetencia o ineficiencia en la producción, sino al embuste entronizado sobre el costo de producción, que esconde todos los subsidios a los municipios, hoteles, iglesias y demás clientelas de la AEE como costo de producción --- el abominable ajuste de combustible.

Pero los partidos --- los dos --- prefieren la mentira demagógica a la verdad de costos reales y precios razonables para el consumidor real, bona fides, usted y yo, amigo lector.

Sabiendo todo esto, tanto el Presidente del Senado, Eduardo Bhatia, como el representante Javier Aponte Dalmau pretenden ignorarlo, y prefieren desmantelar la AEE, romperla en pedazos privatizados, abjurar de su responsabilidad de adecentar la administración de la AEE mediante la despolitización partidista, y proponen desmembrar la agencia, el barco bandera de la economía pública puertorriqueña.  Se trata de las empresas público-privadas:  el pueblo pone el capital físico y la cultura gerencial acumulada, y la empresa privada recibe las ganancias, y si fracasan, el pueblo lo pierde todo.  Se trata del fortuñismo Parte II.

Si se fumigara todo el patronazgo político de la nómina de la AEE, si se profesionalizara su ejecutoria cotidiana, si se aprobara una Ley Hatch puertorriqueña para erradicar el partidismo en la conducta de los empleados de la agencia --- energéticos PNP y energéticos populares ---, y el mismo criterio imperara en la alta gerencia, no habría que pensar en regalarle a clientes privados los haberes y la experiencia de la AEE.  El mismo principio debe aplicarse a todo el gobierno, como un acto de fumigación moral que rescate el servicio público para el pueblo.  Pero de eso no se habla, porque eso no le deja al político.  Prefieren sus propios clientes, pues del pueblo sólo les interesan los votos.

En el fondo, estoy convencido de que los distintos planes y proyectos del Senado y de la Cámara son otras tantas movidas político-partidistas en busca de protagonismo, cámaras, y opciones más altas para el 2016.

domingo, 6 de octubre de 2013

El Turno del Retiro de los Maestros


El anuncio del gobernador en el sentido de que el Fondo de Retiro de los maestros no sólo carece de solidez actuarial para permanecer como está --- que es una deuda estructural que se traga las aportaciones presentes o futuras --- representa una muerte anunciada antes de doblar la esquina.  Se trata no de una expropiación, sino de un rescate ante una muerte segura.

Descontándole al gobernador su optimismo metodológico --- patológico, dirían algunos --- la pura verdad es que para rehabilitar ese fondo como estructura de ahorro y pensiones, hay que tirar para el fondo a los maestros beneficiarios del sistema, no totalmente, ni en cuanto a los ya jubilados, pero ciertamente a los futuros beneficiarios, de tal manera que mientras por un lado recibirán pensiones reducidas por el otro contribuirán a detener el deterioro financiero de las instituciones estatales como un todo, frente a la presión de los prestamistas usureros de Wall Street.

Claro está, esa verdad es poco alivio para los casos individuales que recibirán un retiro por debajo de sus expectativas, hasta hoy derechos.

La tesis, inevitable moralmente, del gobierno, postula que todos estamos en el mismo bote encallado de la crisis económica y fiscal y todos tenemos que aportar a su solución.  ¿Todos, digo?  Todos.  En servicio no sólo a la justicia absoluta, sino a una vieja directriz afirmada desde 1940 por Don Luis Muñoz Marín:  “O comen todos o no come nadie”.

La pregunta que anota la presente injusticia se cae de la mata:  ¿cómo es que ante esa verdad moral intuitiva andan por ahí 3 gobernadores PNP y uno diz que popular --- millonarios todos --- financiados por el privilegio --- “privis legis” --- es decir, leyes privadas para sí mismos exhibiendo su narcisismo social, su avaricia, con escoltas y gastos de oficinas y fundaciones fantasmas, en la cara misma de la penuria del pueblo?

Rafael Hernández Colón, Carlos Romero, Pedro Rosselló y Luis Fortuño, entraron al gobierno como acomodados, pero salieron como millonarios.  ¿Cómo?  ¿Por gracia infusoria del Altísimo?  Da vergüenza ajena el espectáculo.  Un maestro puede ver reducida su mísera pensión, pero un exgobernador --- cuatro de ellos --- viven como emires de Arabia, sin caérseles las caras de vergüenza.  ¿Vergüenza, he dicho?  ¡Lo que natura non da Salamanca non presta!  Ante ese hecho, ¿qué van a hacer el gobernador y la Legislatura populares?

¿Y cómo es que la Rama Judicial sigue sirviéndose con la cuchara grande asignándose pensiones de 100% más los aumentos que puedan darse en su retiro, heredable por sus herederos?  Dice el gobernador que le va a meter mano al asunto.  ¡Si, Pepe!  ¡Espéralo!  Avisaremos al País cuando suceda.  Y si no, también le avisaremos.  

martes, 1 de octubre de 2013

431 A.C. y 476 D.C. / 1998 D.C. y 2013 D.C.: Las Fechas de la Decadencia


Conforme al monumental “Estudio de la Historia” del inglés Arnold Toynbee --- que no sólo leí sino que tuve la oportunidad de comentar con el autor en la Universidad de Puerto Rico en 1962, las crisis de las sociedades no ocurren en las fechas convencionales que se les asignan.

Por ejemplo, decía Toynbee, la civilización romana no cayó en el 476 después de Cristo, que es la fecha convencional que se le asigna.  Cayó, murió, dice Toynbee, en el 431 antes de Cristo, cuando Atenas se disparó en aventuras imperiales por todo el ámbito del Egeo, debilitando la energía civilizadora y hegemónica que le imprimieron Pericles y Temistocles.

Valiéndome de esa analogía, cuya parte ateniense el insigne ensayista y crítico inglés Mathew Arnold caracterizó como un “failure of nerve”, valdría la pena explorar el sentido en que la crisis puertorriqueña del 2013 tiene sus causas y raíces en la traición a Puerto Rico perpetrada por Carlos Romero Barceló, Pedro Rosselló y Luis Fortuño, cuando destruyeron, por razones partidistas mezquinas, la base industrial de la economía puertorriqueña, al entregar y destruir el programa 936 que tanto logró para la industrialización de Puerto Rico. 

Así que 1998 --- fecha del acto oficial de la traición al País por Pedro Rosselló, en aras de una estadidad quimérica, que los Estados Unidos no quieren y los puertorriqueños no entienden --- es la fecha clave para entender la crisis económica actual.

Hay que distinguir siempre las causas inmediatas y las causas lejanas, las verdaderas causas.  Eso, claro esta, supone un liderato culto y un pueblo avisado en memoria y voluntad.