lunes, 29 de abril de 2013

Reventó la Postema Universitaria


La Universidad de Puerto Rico la de 5,000 estudiantes en 1942, y 65,000 estudiantes en el 2013, constituye el proyecto nacional más exitoso de la historia de Puerto Rico, producto y efecto de las administraciones del Partido Popular Democrático y del Estado Libre Asociado que facilitaron los ingentes desarrollos del País de 1941 a 1992.

Yo fui por 45 años partícipe de ese proyecto revolucionario, lidereado desde el gobierno por Don Luis Muñoz Marín y desde la Universidad por Don Jaime Benítez.  Como estudiante, como profesor, como administrador de departamentos y bachilleratos, me beneficié primero de ese proceso histórico de creación universitaria, y contribuí después para que otros --- los más talentosos --- se adentraran en las experiencias de la educación general, liberal, y de educación avanzada, especializada, en aras de la formación cívica y profesional de varias generaciones de puertorriqueños.

El Gobernador Muñoz Marín y su sucesor Don Roberto Sánchez honraron la primera prioridad presupuestaria que hizo de la antigua Escuela Normal de 1903 una de las mejores universidades de América, Norte y Sur.

La razón de ese desarrollo y de esa excelencia universitaria es sencilla: había un proyecto, y había un programa, y habían arquetipos académicos para realizarlos.  Después --- de 1977 en adelante --- llegaron los sarracenos, los Almodóvar, los Manuel Saldaña, los Fernando Agrait, hasta las bajuras insondables de Miguel Muñoz y compañía, como Ana Guadalupe et al --- la anti-universidad, confío yo hasta la tarde de hoy, en que la opinión pública los ha lanzado Torre abajo.

Esta tarde el País se ha enterado de que la jauría cínica de la Junta de Síndicos de la Universidad ha implosionado, la postema explotó, con la renuncia del Presidente de esa Junta y el desvergonzado Presidente que ha avergonzado al País con sus ejecutorias.

Ahora bien, que haya finalmente explotado la postema universitaria representa sólo el comienzo de lo que hay que hacer en la Universidad.  Ha sido correcta y oportuna la presión del Gobernador y la Legislatura para rescatar la decencia en la Universidad.  Mucho esperaron, por pruritos de respeto a la autonomía universitaria --- que es una autonomía académica, de lo que ocurre en el salón de clases o en los laboratorios de investigación --- lo que ha permitido fechorías grotescas de tarugos políticos sin cultura, sin pudor, que avergüenzan al País cuando no se avergüenzan ellos mismos.

El País estará muy pendiente de los procesos que conducirán a una rehabilitación de la Universidad de Puerto Rico y de todo lo que ella representa, en ánimo de confirmar que objetivamente habrá una diferencia en la administración de la Universidad.   

domingo, 28 de abril de 2013

¿Cuál de las Dos Crisis es Mayor, la Económica o la Política?


La crisis económica que sufre Puerto Rico, que el Gobernador parece no reconocer, o la encubre, es de fácil definición.  Los economistas y los estadísticos la señalan como grave, la más grave desde los años 30 del pasado siglo.  Se trata de producción, empleo, ingresos --- privados o públicos --- y la dirección cuantitativa, estadística de la economía como producto bruto y como ingreso neto y per cápita. 

Eso no debería ser asunto de polémica política.  Pero lo es, porque los fortuñistas que hace cuatro meses negaban la caída depresiva de la economía ahora la aceptan para achacársela al nuevo gobierno.  Así de frescos son, todo el liderato del PNP que opina sobre la crisis.

Claro está, este diferendo partidista no se resuelve discutiendo, las mismas cosas por las mismas personas.  La realidad, como verdad, y por ser verdad, reflota siempre con tal que a alguien le interese.

Lo que sorprende es que ante esa crisis paralizante el Gobernador decidiera presentar a la Legislatura y al País, un mensaje de tipo triunfalista personal, pretendiendo que su euforia sustituya las duras realidades sobre las que por obligación preside.

Los medios, desde la noche del pasado jueves a esta parte, señalan y reiteran en sus reportajes y en su acogida a la opinión del pueblo, que este pueblo está totalmente confundido e incrédulo, por dos razones:  en primer lugar, porque esperaba del Gobernador una honesta sinceración sobre la gravedad de la economía, del gobierno, y de la sociedad que gime frente a problemas masivos de salud, educación, seguridad y deterioro de los servicios públicos.

La manera de captar la atención, la simpatía racional, la comprensión por ese pueblo de la magnitud de la crisis, no es repartiendo, como canasta de dulces, paletas, bombones, para cada grupo y clientela, como hizo el Gobernador.  ¿Resultado?  Que la canasta no dio para todos los grupos o no suficientemente, y quedaron todos enojados.  Ese es el resultado de un enfoque partidista, como si estuviéramos a un mes de la campaña del 2016.

En segundo lugar, el País esperaba de su principal líder institucional, de todos los puertorriqueños --- porque a nivel partidista es sólo líder de la mitad --- una convocatoria moral y patriótica a la comprensión y al sacrificio que el momento demanda, de parte de todos los grupos, en vez del invite a las paletas y bombones de la canasta ofensiva frente a la crisis.

Para evidencia la superficialidad del enfoque adoptado, espere usted, amigo lector, el reguero legislativo que pondrá en evidencia que la democracia es una cosa y la demagogia es otra, muy otra.

viernes, 26 de abril de 2013

Nota Adicional sobre El Mensaje


La comparecencia anual ante la Legislatura que por mandato constitucional debe realizar el Gobernador, y que ocurrió ayer tarde, puede analizarse en dos dimensiones, la política partidista y la patriótica.  La primera es para consumo de la “eclesia” de los fieles del partido que se encabeza, la otra tendría que ser dirigida al País, a la Patria, analizando sus problemas de una manera integral, orgánica, en la inevitable interacción de todas sus partes, deficiencias e interrelaciones.

Dije anoche que desde el punto de vista político partidista, el mensaje del Gobernador pareció efectivo porque a un pueblo deprimido, desesperanzado, le predicó optimismo y entusiasmo, no importa  las bases frágiles de tal euforia política.  El tenor general del mensaje --- confeccionado en el estilo promisorio de una campaña política --- con sus reclamos de logros y reiteración de promesas, me pareció una versión retrasada del predicador norteamericano de hace medio siglo Norman Vincent Peale sobre “el poder del pensamiento positivo”.

Ante ese estilo y ese propósito de edificación y alimentación sicológica de los fieles, el mensaje puede haber tenido una buena acogida mayoritaria en el pueblo, que tiene una urgente y masiva necesidad de creer, como antídoto a las tinieblas que la realidad objetiva de las cosas tiende sobre Puerto Rico.

Ahora bien, ese entusiasmo, ese optimismo y esa catarata de promesas --- como si estuviéramos todavía en la campaña del año pasado --- no tiene mucho que ver con la realidad económica que vive el País:  depresión económica, deficiencias fiscales, e instituciones públicas corruptas --- Energía Eléctrica, Acueductos, y la Universidad a la cabeza --- y una vasta desmoralización ética en la administración pública que no se resuelven con entusiasmo y positivismo.

El Gobernador falló en no decirle la verdad al País, la verdad sobre lo que heredó, y la verdad sobre la necesidad de que todos los sectores se dispongan a contribuir para salir del abismo que la corrupción compartida y generalizada desde los tiempos de Pedro Rosselló sumió al País.  Eso no lo resuelve el optimismo hueco ni el positivismo retórico.  Eso lo resuelve el trabajo, la voluntad y el sacrificio de todos si se les explica y entienden la naturaleza de la crisis.

Lo que el Gobernador le ha dicho al País, por el contrario, es que con las mismas fichas heredadas él puede mover al País hacia el crecimiento económico, la justicia social y la honestidad en el servicio público.

Como dice el jíbaro: ¡Ajolá!

Al concluir el discurso del jueves, ningún puertorriqueño puede pensar que ahora entiende en qué consiste la crisis del País y cuál es la salida, porque el Gobernador decidió hablarle a las clientelas y a los grupos, en formato de campaña y no al País en formato patriótico.

Ese enfoque puede traer consecuencias desastrosas, pues al no contar con el entendimiento del pueblo sobre la naturaleza de la crisis, cualquier frustración de sus expectativas en base a promesas parciales, se anotará como incumplimiento o incompetencia.  

jueves, 25 de abril de 2013

El Mensaje


Escuché con mucha atención, como merece, el Mensaje del Gobernador al País sobre la situación del Estado.  De su alocución y su texto se desprende una situación --- casi todo reducido a lo económico --- “de cuidado” o “delicada”, como dicen los médicos en sus diagnósticos de entre esos términos y la “condición de grave” o “critica”.

En primer lugar, e inevitablemente, fue un discurso político, y dentro de ese género, inevitable porque él es el primer político del País, me pareció exitoso.  Transmitió entusiasmo, seguridad y la impresión de que tiene los problemas bajo control y los medios económicos para enfrentarlos disponibles.

No concibo que se comprometiera con cifras presupuestarias tan precisas sin haber trabajado esos números con la Secretaria de Hacienda y con Presupuesto, ya que tal situación al manifestarse, andando el año y el cuatrienio, rebotaría negativamente sobre su palabra y reclamos actuales.

El mensaje, en segundo lugar, tiene dos partes: anuncios de logros y rectificaciones de injusticias y barbaridades de Luis Fortuño, por un lado, y por el otro, promesas y proyecciones de acciones, positivas si se concretan y mortales políticamente si se hacen sal y agua.

En el primer renglón rezan la devolución de terrenos y dineros a la Universidad y a sus estudiantes  y la devolución de autonomía y facultades al Colegio de Abogados y a AEELA.

En el segundo renglón militan las proyecciones de ingresos, gastos, nuevos impuestos o corrección de inequidades en el actual esquema contributivo y aumentos de sueldos a diferentes sectores del presupuesto estatal.  Si esos números se cuadran, el Gobernador ha dado un paso positivo en medio de una crisis fiscal objetiva que no es negable.

La pregunta queda: ¿Cómo en medio de una depresión objetiva de la economía, con sus efectos en el fisco, se puede prometer tanto a tantos?  No digo que no, pero el tiempo me tiene que demostrar que sí, que estoy --- en ese caso gustosamente --- equivocado.

martes, 23 de abril de 2013

Puerto Rico de Espaldas a la Modernización de la Sociedad Occidental


Cuando los atenienses mataron a Sócrates en el año 399 A.c., por el delito de discurrir racionalmente con la juventud de Atenas, lo hicieron bajo el signo de su supuesto descreimiento de los dioses tradicionales de la ciudad.  Cuando los ingleses persiguieron a Gandhi por los años cuarenta del pasado siglo lo hicieron por no acogerse a las normas y leyes del imperio, que al ser retadas por el sabio producían el silencio de los poderosos opresores.  Ese es el destino de todo espíritu libertario, la muerte o la cárcel, como sentenció el sabio norteamericano Henry David Thoreau.

Los valores intrínsecamente humanos, racionales, que redimen a las masas de los estereotipos heredados que han sido martillados en el espíritu desde la niñez, no pueden --- al inicio de que se afirmen con valentía moral --- contar con el respaldo de las masas ni de los políticos oportunistas, siempre en busca de una procesión para seguirla y llamarle a esa cobardía liderato.

Con todo y que las grandes innovaciones y cambios sociales de la historia han sido por mucho tiempo gestas de solitarios --- cuya razón y voluntad se convierten en mayoritarias andando el tiempo --- la verdad y la justicia son corredores de larga distancia que a la larga se imponen sobre el oportunismo y la mezquindad.

Ese proceso y esa transformación se están dando ante nuestros ojos en los días que pasan.  La película sobre Jackie Robinson es un documental elocuente de cómo la inteligencia libre al fin y al cabo supera lo que William James llamó “ciertas cegueras de los seres humanos”.  Esa transformación explica la actual igualdad de los sexos, por lo menos en el mundo occidental, la incorporación de la juventud al proceso político, y el voto universal.

Están en turno, en ese proceso histórico de civilización igualitaria, los derechos de los homosexuales y las lesbianas a todas la prerrogativas y protecciones del constitucionalismo democrático moderno.  Sólo quedan atrás en el camino, como matojos amarados para que tropiecen los hombres y mujeres del Siglo XXI, las iglesias, casi todas, desde el oscurantismo incorregible del Vaticano hasta los
las buscones locales de diezmos y riqueza material, tan empedernidos pecadores los últimos como los pedófilos y delincuentes sexuales, desde el Vaticano hasta el imperio de los Font y de las Wanda Rolex, todos contra los derechos humanos --- incluyendo el matrimonio y la adopción basados en el amor que predicó Jesucristo --- de los homosexuales y lesbianas sinceros y mucho más morales que ellos.

¡Hipócritas! ¡Sepulcros blanqueados! ¡Fariseos del Siglo XXI!  Así les diría Jesucristo si le preguntan.

Toda Europa y muchos países latinoamericanos han visto la luz, que es la doctrina original cristiana del amor.  Pero a estos mercaderes del templo desde Roma a Carolina, pasando por Toa Alta, para nada quieren apearse del púlpito comercial del pecado que les deja más que el amor y la justicia.

lunes, 22 de abril de 2013

¿La Ley y el Orden con Brazos Caídos?


Uno de los elementos universalmente reconocidos por todas las teorías sobre el contrato social es el del monopolio del poder del Estado para asegurar la paz y la tranquilidad en la comunidad civil creada por ese contrato social.  Ese es el origen y la legitimidad del aparato militar --- contra la agresión externa --- y de la policía para asegurar la paz civil, interna, entre los ciudadanos.  Por eso ni uno ni el otro puede abandonar, legal o moralmente, sus puestos.

Por eso decimos que la policía es un cuerpo cuasi militar, y que su comandante general es el jefe del Estado.  En nuestro caso el Gobernador de Puerto Rico.

Pues bien, existe hoy en Puerto Rico un estado de insurrección de miles de policías que se niegan a cumplir con su deber a menos que el Gobernador no se rinda a sus demandas de un pago inmediato por horas extras trabajadas y acumuladas durante la administración de Luis Fortuño, algo para lo cual no hay dinero en las arcas del Estado como las dejó Fortuño.

Se trata de una obligación que el Gobernador se ha comprometido a cumplir tan pronto cuente con los recursos para hacerlo sin crear otras crisis en otros sectores de las necesidades públicas.

El estado de situación no es difícil de entender para personas que de buena fe plantean sus demandas y derechos.  Pero ese no es el caso del mal llamado liderato de las organizaciones sindicales de la Policía.  Todo ese liderato, desde los tiempos de Luis Ferré responde a intereses y oportunismos penepeístas, desde el notorio Ángel David González, pasando por Taboada de Jesús hasta los activistas que hoy agitan irracionalmente contra el Gobernador.  El Gobernador se ha virado --- sinceramente --- los bolsillos al revés y les ha dicho que la deuda con los policías es legítima y que se honrará pero que tienen que esperar hasta que allegue los recursos.  El liderato apócrifo de la Policía no quiere entender, y ha creado una crisis de seguridad pública que el Gobernador como jefe de ese cuerpo y responsable de la ley y el orden ante sus ciudadanos, no puede tolerar.  ¿Cómo es que los republicanos y derechistas de la ley y el orden invitan al desorden cívico por meras razones de oportunismo partidista cuando a Luis Fortuño le toleraron todos los engaños e incumplimientos?

El interés público y la seguridad pública en este asunto no pueden depender del liderato politiquero, descaradamente PNP, de la Policía.

Respóndale el Gobernador a la ciudadanía, y los líderes buscones de la Policía que le respondan a sus marrulleros políticos del PNP que les están dando cuerda.

En la política y en el gobierno hay cosas transables, negociables y cosas que no lo son.  Si el Gobernador cede el interés del pueblo ante este liderato de extorsión, habrá rendido su responsabilidad y confundido al pueblo sano y razonable que le observa.  ¿O es que puede tolerarse impunemente un estado policíaco estrafalario y pedestre a la altura del Siglo XXI?

domingo, 21 de abril de 2013

Las Costuras del Nuevo Gobierno


A los prácticamente cuatro meses de asumir el poder --- poder ejecutivo y dirigente político del poder legislativo, si desea ejercerlo --- el estilo de Alejandro García Padilla enseña sus costuras.  En vez de transparentar la espina dorsal --- en la frase dramática de Don José Ortega y Gasset --- se le chorrea la gelatina.  Se trata del estilo de ambigüedad, del sí y del no, del depende de cuando y como:  una receta para el desastre en una sociedad en crisis total, que demanda liderato dispuesto a ganar o a perder, con tal que se enfrenten las crisis con entereza, con claridad de principios, con voluntad de Bien Común.

Unas pocas instancias demuestran lo dicho, y representan una muestra fatídica de que se anda por la oscuridad del bosque, sin guía, y sin la tiza de Pulgarcito para marcar los árboles para el regreso.

El Gobernador ha abrazado la privatización de los bienes públicos bajo las circunstancias más contrarias posibles a lo que su partido vociferó en la campaña política sobre esa estrategia de liquidación de los haberes públicos:  el Aeropuerto Luis Muñoz Marín prácticamente vendido por cuarenta años, para perjuicio de sus empleados y como ofensa nacional a los que lo consideramos como símbolo de creatividad y orgullo para todo el País, a cambio de las treinta monedas que nos recuerdan a Judas.  Recordemos los datos básicos de esa entrega.  La primera razon que se ofreció fue que había que cumplir con la palabra de Fortuño, y que de lo contrario habría que pagar millones en penalidades.  Eso no era verdad.  El contrato estaba aún bajo consideración de la Agencia Federal de Aviación.  Con sólo levantar el teléfono y comunicarles que el gobierno de Puerto Rico no respaldaba esa entrega, adiós compromiso.  Pero no, la mentira al frente, como en tiempos de Fortuňo.

Desenmascarado el embuste jurídico, se alegó entonces que era una necesidad económica, con unos datos que todos los economistas independientes del País repudiaron.  Segundo engaño.

Pero esa actitud republicana, fortuñista, de entrega, no comenzó ahí.  Ya habíamos visto atisbos de esas claudicaciones en el asunto de la fianza, cuando el candidato a gobernador decidió no defenderla, y el proceso culminó en la no defensa del Estado Libre Asociado en el plebiscito.  Todo esto está acompañado por la federalización de las instituciones y responsabilidades públicas del gobierno y del pueblo de Puerto Rico.  En el ámbito de la inseguridad pública, el caso del Superintendente de la Policía viene a cuento.  Figueroa Sancha, de ingrata recordación, inició el proceso de federalización de la Policía.  Era agente federal.  Le siguió Emilio Díaz Colón, militarote general, y Héctor Pequera culmina la entrega y la renuncia del Gobernador a sus responsabilidades como Jefe de la Policía.  Su súplica cotidiana a Héctor Pesquera, a cambio de unos privilegios sin precedentes es un acto para congraciarse con los federales.  Fortuño vive.  ¡Alábalo!

Yo voté por este gobierno, e insté a otros para que hicieran lo mismo.  Pero creí entonces que se trataba de un gobernante diferente.  El record hasta la fecha me da en la cara como un baño de agua fría.  Con todo y eso, espero que en los próximos cuarenta meses que faltan del cuatrienio, el Gobernador, como Saulo de Tarso en el camino de Damasco, nazca de nuevo del agua y del espíritu.

sábado, 20 de abril de 2013

El Senador Miguel Pereira: Un Petardo en el Altar


El Senador Miguel Pereira, como político y como persona, tiene un defecto congénito:  siempre dice la verdad como la piensa, como la siente y como se le impone a su inteligencia al cabo de una diversa y distinguida carrera de servidor público.

El hombre fue fiscal federal, superintendente de la Policía, Secretario de Corrección y ahora Senador del Estado Libre Asociado.

Su misión en estos momentos es poner esa experiencia y saber acumulados al servicio del País para combatir uno de los males más destructivos de nuestra urdimbre social y humana: las drogas, y en el caso que el trae a la palestra legislativa, la marihuana.

En un País timorato y tan asustadizo, proponer la legislación parcial --- pero controlada --- de esa droga es como explotar un petardo en el altar mayor de la ignorancia y el pánico ante propuestas racionales para conjurar estupideces acumuladas que pocos están dispuestos a reexaminar.

Dígame el lector a qué se parece la reacción histérica desde el Gobernador a los pastores y los políticos marrulleros del PNP, ante la propuesta de Pereira --- que ya es ley en muchos Estados --- a los siguientes procesos históricos ya superados por la inteligencia crítica:  el voto a la mujer, el voto a los jóvenes, la libertad de los esclavos, el voto a los negros, los matrimonios mixtos en cuanto al color de la piel, y más cerca del tema de hoy la legalización del alcohol y la permisibilidad del tabaco.

Todos esos procesos que ahora nos parecen de puro sentido común fueron objeto de fieros ataques en su día por parte de la ignorancia organizada de santurrones de oficio para coartar la libertad humana y la inteligencia que se ampara en la ciencia y el estudio de la realidad objetiva de las cosas.

La marihuana es mucho menos dañina --- si algún daño produce --- que el cigarrillo o el alcohol.  ¡Ah, pero esos no se puede tocar porque son negocios lucrativos y poderosos!  Dice el Gobernador, predeciblemente, que apoya el que se discuta la idea --- como si pudiera evitarlo --- pero que esa no es su prioridad.  Supongo que cuando tenga el 60 por ciento del apoyo en la opinión pública la apoyará, como tipo de político que es.  Así no llegaremos lejos como sociedad.

El destino de esa idea racional y honesta del Senador Miguel Pereira será el destino de todas las ideas que empezaron minoritarias, mal entendidas, y que se convirtieron --- como las que mencioné arriba --- en mayoritarias por el peso de la realidad que proclaman.

Si algo no pueden parar los políticos timoratos es el cambio social.  Quizás la tierra puertorriqueña no esté aún preparada para el juicio, pero no podrá evitar, andando el tiempo, poco tiempo, el veredicto de la razón.

viernes, 19 de abril de 2013

Retiro: ¿Quién Retirará a Quién?


El gobierno alega que resolvió el problema de Retiro.  Le retiró sus derechos --- sus expectativas de derechos --- a los empleados públicos que hoy sirven, porque no podía legalmente anular los derechos adquiridos a los ya retirados, a menos que no acudiera a la antigua “Razón de Estado”, que lo justifica todo, o a otra “emergencia fatula” a lo Luis Fortuño, con la que quiso justificar el macabro gasoducto o la botada en masa de servidores públicos hace cuatro años.

Ni “Razón de Estado” ni emergencias, por tanto.  Pero, ¿la opción seleccionada fue la más justa, o sencillamente la más cómoda?

En la prensa de ayer aparecieron los retratos --- máscaras más bien --- del liderato legislativo (Jenniffer y Primitivo Aponte) retirando sus dineros del Sistema de Retiro que ayudaron a destruir para fines politiqueros.  ¡No queda nada de vergüenza por ahí!  Da asco ver la máscara de Lourdes Ramos, que por años ha venido  babeándose sobre el problema sin entender absolutamente nada sobre él, atribuyendo culpas ahora al nuevo gobierno.

Da grima igualmente ver como Johnny Mayol todavía sigue dirigiendo ese sistema, después de destruirlo con sus saqueos lucrativos personales.  ¿Hay gobernador?

Pero con todo lo anterior como verdades palmarias, lo que sorprende es la complacencia y el entusiasmo publicitario del gobierno con la legislación aprobada, que no es justa por ser parcial, tímida y cobarde para con los otros renglones de privilegio de que disfrutan los listos arrimados al gobierno --- a todos los gobiernos --- de este País.

Todavía andan por ahí los jueces que se retiran con sus sueldos enteros, los que a su vez heredan sus viudas, junto a cualquier aumento que se haga a los jueces activos en el futuro.  Somos el único país del universo en que esa mordida se tolera.

Si la moral política y la justicia tienen nombres, sus contrarios --- esas pensiones no Cadillac sino Maserati --- se llaman inmoralidad e injusticia.

Añádale a lo anterior los cuatro gobernadores millonarios que ostentan escoltas de sirvientes para toda la vida --- que cuestan millones --- mientras que a los empleados públicos que sí sirven, les espera la pobreza segura al cumplir más años por menos dinero de Retiro.  Hay que felicitar a Sila María Calderón y a Aníbal Acevedo Vilá por dar una lección de pudor a Rafael Hernández Colón, Carlos Romero, Pedro Rosselló y Luis Fortuño, esas cuatro sanguijuelas que le chupan la sangre al pueblo pobre y mediano para vivir como príncipes árabes.  Hasta que no se corrijan esas injusticias que no me hable nadie de la nueva ley de Retiro.

Añado a lo anterior esta pregunta:  ¿Cuántos millones gasta el gobierno a nombre del pueblo en docenas de fundaciones sin fundamento?  Otra vez aparecen Hernandez Colón, Carlos Romero y Pedro Rosselló chupándole la sangre al pueblo, sin aportar nada visible a su vida cívica, sino millones a sus arcas familiares.

Este gobierno debe entender que lo que es financieramente necesario, es realmente necesario si pasa la prueba ética de la justicia.  La legislación de Retiro no pasa esa prueba.  Está a tiempo de rectificar.  De lo contrario, me pregunto, ¿quién retirará a quién?  Porque podría resultar que el pueblo retire a los que no le han hecho justicia.

martes, 16 de abril de 2013

Benny Frankie y Héctor O’Neill: Dos Culminaciones del Proyecto Estadista de 1967


La ley fundamental de la naturaleza es el cambio, como lo es de la historia, y de la política.  El hecho se da como cuestión de necesidad en las organizaciones políticas, en todas.  Compare usted, si no, el independentismo puertorriqueño de Betances y Pedro Albizu Campos con lo que hoy pasa como partido de esa vocación política, a cargo de dos fósiles ideológicos consistentemente repudiados por el pueblo, incluyendo el pueblo independentista.  Lo mismo ocurre con los dos partidos mayoritarios.  Entre José Celso Barbosa y Luis A. Ferré y Luis Muñoz Marín y Roberto Sánchez Vilella y lo que hoy pasa como liderato estadista y autonomista existen distancias siderales.  Hoy voy a comentar una de esas distancias, y me reservo las otras para el futuro.

El plebiscito de 1967 trajo a la prominencia pública un movimiento estadista que rompió el yugo republicano reaccionario sobre las conciencias de sus hasta entonces seguidores.  Don Luis A. Ferré aprovechó la torpeza de Miguel Ángel García Méndez de rechazar aquel plebiscito y proyectó una imagen de renovación que culminó en una fuerte demostración en el plebiscito y en un partido nuevo victorioso en 1968.

En aquellas elecciones el programa de Ferré era populista, arrancándole una página atractiva al ideario que había sostenido el Partido Popular Democrático.  Para ello se hizo acompañar de un grupo de “Young Turks” como se llamaba en la Turquía de 1915 a los jóvenes reformistas de Kemal Ataturk, que transformaron y modernizaron a Turquía hasta el día de hoy.

Entre esos jóvenes figuró prominentemente Benny Frankie Cerezo: un estadista convencido en cuanto a status, pero liberal en cuanto a legislación social e institucional.

Andando el tiempo, sin embargo, la putrefacción moral en el PNP y su fanatismo estadista sin contenidos y sin metodología racional frente al Congreso, llevaron a Benny a otros caminos:  al programa social, al liberalismo institucional, a la ética del servicio público, a distancias siderales de la corrupción de Pedro Rosselló y Luis Fortuño, y las imbecilidades de un Tomás Rivera Schatz.  En esa ruta, con gran dignidad y entereza, cumplió jornada esta semana, prematuramente.

Pero existe, en el Partido Nuevo Progresista de embuste, una culminación y otro deslinde, que hace tiempo viene afirmándose con fuerza destructiva en ese partido, y que consiste en la corrupción como hábito que no abochorna:  la ruta de Freddie Valentín, José Granados Navedo, Víctor Fajardo, Edison Misla Aldarondo, Pedro Rosselló y sus 40 ladrones, culminando el proceso en Luis Fortuño como el gobernador más destructivo y perverso de nuestra historia.  Para rematar ese proceso, aparece la figura siniestra de Héctor O'Neill, ladrón de la democracia y del voto de su propio pueblo.  En ese sentido Héctor O’Neill es la contrafigura de Benny Frankie Cerezo, su antípoda política y moral en el nuevo PNP.

lunes, 15 de abril de 2013

Benny Frankie Cerezo: A Veces Adversario, Nunca Enemigo


En uno de los libros olvidados de Don José Ortega y Gasset, del primer tercio del siglo pasado, el pensador español establecía las condiciones para la funcionalidad de cualquier sociedad civilizada.  Ello consistía en el reconocimiento de las dos vertientes de la vida social y política que permitirían las diferencias y los consensos.  El libro que establecía con claridad mediterránea esa distinción Ortega lo tituló Libertad y Concordia.

Su tesis básica era por demás sencilla, aunque no simple.  Consistía en distinguir las áreas de polémicas, diferencias, confrontaciones, de ideas e intereses, de las áreas que en sus valores fundamentales constituían el sustrato fundamental de concordia que en su gravedad valorativa se imponía sobre los conflictos superficiales de la discordia.  Esto es, el consenso por encima de las diferencias.

Reflexionando en el día de hoy sobre la partida de Benny Frankie Cerezo, han vuelto a mi memoria aquellas reflexiones orteguianas.  Porque la democracia supone confrontación de adversarios, pero aborrece como destructivas las enemistades torpes que obstaculizan los consensos, sin los cuales la democracia se convierte en algarabía o en guerra civil, de odios pueriles y destructivos.

He repensado en el día de hoy la encarnación de esas ideas y actitudes en la relación que me unió a Benny Frankie --- en televisión, prensa, radio y ruedo político --- por espacio de 46 años, como compañeros en la búsqueda, por rutas alternas o coincidencias situacionales, del Bien Común del pueblo puertorriqueño.

Dos cosas tengo que destacar a la hora de despedir al amigo de siempre, al adversario ocasional, y al patriota de motivaciones limpias y altas --- al costo de acomodos pasajeros --- que como yo, entramos y salimos de los partidos, pero nunca “pertenecimos”, esto es, nunca fuimos propiedad de nadie que nos inhibiera el pensamiento libre, tan incómodo para los políticos de oficio.

Tanto Benny como yo supimos servirle bien a los partidos mientras creíamos en ellos, y enjuiciarlos cuando se convirtieron en maquinarias implacables para el continuismo y la corrupción, amparando mediocridades que avergüenzan el buen sentido del pueblo.

Los políticos y los que aspiran a ser portavoces del pueblo, se pierden o se salvan cuando se hacen concretas sus motivaciones. ¿A qué van a la vida pública? En el caso de Benny eso siempre estuvo claro: fue a servir, como él lo entendió.  Lo demás es servirse, es corrupción, de la persona y del Estado.

Como en el caso de su distinguida esposa, hoy viuda, Carmen Consuelo Vargas, mi entrañable amiga y antigua discípula, la respuesta a esa pregunta es clara: fueron los dos, a la vida pública a servir, y servir bien.

domingo, 14 de abril de 2013

Campaña 2016 a los Cien Días


La obra de cualquier gobierno para demostrarse a los 100 días constituye una doble majadería.  El término constitucional del Gobernador y la Legislatura es de cuatro años.  Que las gradas políticas ignorantes y manipulables por la prensa incurran en es sandez es una cosa.  Que el Gobernador se baje a ese nivel de impresionismo de 100 días, con un anuncio a página entera en todos los medios, pagada por su partido --- no como gobernador que informa a su pueblo, sino como político asustado ante la masiva crítica pública a su estilo y a sus decisiones --- eso es muy otra cosa.  Porque pensamos siempre que una cosa es el gobierno y  otra, muy otra, es el partido, el que sea.

Esas páginas publicitarias --- no de explicación seria de las múltiples crisis del País --- están bien para octubre del 2016, no para principios de abril de sus primeros meses de gestión.

Debo confesar que no entiendo al Gobernador, ni cuando habla ni cuando calla.  Cuando habla porque no articula en oraciones completas.  No acomete los problemas en términos de sus partes, y no relaciona esas partes con el todo problemático que le acosa.  Y cuando calla, porque entonces otorga.  Acústicamente, semánticamente, fonéticamente apenas entiendo nada de lo que balbucea el gobernador.  Ni quedan claras las definiciones de los problemas, ni quedan claras las supuestas soluciones.  No me queda más remedio que concluir que, como decía el otro García, García Márquez, “el general no tiene quien le escriba”.

Hay muchas cosas que explicarle al pueblo que creyó que había elegido un nuevo gobierno.  Tres meses son mucho menos que cuatro años, pero son suficientes para marcar un estilo y una voluntad.  Hasta hoy el estilo es borroso, y la voluntad claramente gelatinosa.  El PNP gobierna en docenas de agencias, y los raqueteros contratistas de Fortuño campean por sus respetos. ¿Quién ganó las elecciones? ¡Vaya usted a saber!

Los sueros de brea, además de lentos matan a los pacientes.  Y si no, pregúntese el lector: ¿Dónde está la visión y el proyecto de la reforma educativa? ¿Por dónde anda la reforma de salud?  Andan por los predios de la cobardía: en Educación no pasará nada serio, y en salud menos.  La burocracia magisterial inerte vencerá en lo primero, y las aseguradoras insaciables flotarán triunfantes en lo segundo.

Me pregunto, ¿quién ganó las elecciones y para qué?  Desde esta esquina continuaré informando al País sobre el fruto de su frustrada sed de cambio.

jueves, 11 de abril de 2013

La Justicia Social en la Era de las Vacas Flacas


Desde tiempos del Antiguo Testamento se sabe que la historia no ocurre de manera lineal, con continuidad incremental de recursos, capital y crecimiento que, a la hora de la justicia distributiva, a cada individuo o clase le toca un poco más que en la etapa anterior de la economía.

De Grecia a Irlanda, de Italia a España, de Alemania a Francia, han llegado a pastar, por turnos, las vacas flacas de la economía: crecimiento negativo, per-capitas débiles, distribución dolorosa de la nueva pobreza, tan contraria al crecimiento ascendente por décadas --- más de ocho, desde la gran depresión americana y mundial de 1929.

Naturalmente, cuando se reparte el crecimiento decreciente --- esa es la paradoja – cada unidad del sistema, individuo o familia, recibe menos en la distribución del producto.

Existen dos ejemplos luminosos de esa constante histórica: los socialismos democráticos de España y Francia, ayer el de José Luis Rodríguez Zapatero, y hoy el del Presidente Lallande de Francia.  Han tenido que adoptar las mismas medidas draconianas contra la mayoría de la población, que sus pares de Grecia, Italia, España y todo el mundo desarrollado.  En España el Partido Popular de Asnar y Rajoy --- francamente semi franquistas --- ha tenido que tragarse todas sus promesas de campaña y las críticas que le hicieron a las medidas prudenciales que ya había tomado Rodríguez Zapatero y su PSOE--- el Partido Socialista Obrero Español.

En Puerto Rico, cuando juzguemos la actitud y las decisiones del nuevo gobierno como totalidad --- cuando confesemos que como pueblo y gobierno estamos en plena realidad de vacas flacas --- tendremos que ajustar los análisis evaluativos a esa realidad.

Existen, claro está, otros factores contemporáneos a la crisis financiera, económica y social, que tienen que ver con el liderato político, si se tiene o no y cómo se ejerce.  Pero ese juicio no sustituye la realidad objetiva de las cosas:  las vacas flacas nos dan en la cara todos los días y en todos los renglones de nuestra vida colectiva.

Contéstese el lector la siguiente pregunta, y así sabrá si comparte o no este análisis histórico que sienta las bases de las decisiones políticas:  ¿Por qué fue posible, de 1941 al 1968 iniciar programas de bienestar y justicia social que amparaban el ideario de proteger --- en la educación, la Universidad, en salud, en salarios y empleos crecientes --- a los más y los más desvalidos?  Porque la economía creció, el País se industrializó, el tesoro público se multiplicó --- vacas gordas --- mientras hoy vivimos una realidad contraria, la de las vacas flacas.  La batea esta vacía, no hay nada que repartir.  Agradézcale eso el lector a Carlos Romero, Pedro Rossell y Luis Fortuño, que destruyeron la base industrial de nuestro crecimiento económico, al entregar por razones politiqueras las industrias 936.

La única exigencia política y moral que tiene méritos en la nueva situación es la de que lo que queda se reparta con justicia para todos.  No es moral, y es políticamente suicida que los futuros retirados del sector público acepten su sacrificio mientras la Rama Judicial y los exgobernadores --- Carlos, Rafael, Pedro y Luis --- continúen con sus pensiones y sus escoltas inmorales.  Lo mismo puede decirse del antro de pillaje que es Energía Eléctrica y las agencias y los contratistas que todavía dirigen y explotan los haberes públicos.  Para esos abusadores del poder y afrentaos del dinero las vacas siempre están gordas.

Señor Gobernador, la responsabilidad por la equidad en el manejo de las vacas flacas está en sus manos, como dirigente del gobierno y dirigente del partido, porque en el momento de las evaluaciones finales, nadie va a pensar en Jaime Perelló o Eduardo Bhatia. 

miércoles, 10 de abril de 2013

Puntos de Crisis: Venezuela, Korea, Cuba


Las próximas elecciones en Venezuela apuntan a una profunda división del País, entre la demagogia proto-fascista de Nicolás Maduro, quien claramente está verde, y las clases medias y oligárquicas que destruyeron la democracia de Rómulo Gallegos y Rómulo Betancourt.  Carlos Andrés Pérez fue el agente de aquella putrefacción.  No puede decirse que Enrique Capriles representa tal herencia malévola, pero los venezolanos sabrán lo que hacen, porque conocen a ambos candidatos.  Fíjese el lector, si no, en los puntales de la campaña de Maduro.  La deificación de Chávez, la acusación a Estados Unidos de infectarlo con el cáncer que lo mató, la otra acusación al candidato opositor de que junto a los Estados Unidos, Capriles conspiraba para asesinar a Maduro, y finalmente que esas fuerzas americanas del Norte, como demiurgos todopoderosos, matarían a Capriles, su opositor.  ¿Un peje como ese para presidir Venezuela?  ¿A nombre de Bolívar, como lo hacen en Cuba los Castro a nombre de Martí?  Maduro esta verde.  Es un demagogo sin acepillar, pero allá los venezolanos.

Lo de Korea, si no fuera tan peligroso, seria gracioso: un loquito casi adolescente jugando a la guerra, con un pueblo hambreado, explotado para engordar a un ejército tipo nazi, sin trabajo que hacer --- todo una farsa.

Cuba, por el otro lado, ha dado ayer muestras de inteligencia política:  devolverá a Estados Unidos dos niños secuestrados a punta de pistola, por unos padres delincuentes y forajidos.  Ese régimen está maduro para una nueva relación productiva con los Estados Unidos, mientras Venezuela se hunde en la demagogia inmadura, y Korea camina a toda prisa al reino de la tinieblas.  Si no es que desde allá, es que está pataleando.

Las Encuestas...


Como es su costumbre, El Nuevo Día adelanta su protagonismo político con una serie de encuestas ambiguas, imprecisas, que constituyen un reclamo de poder sobre la opinión pública, para dirigir el gobierno sin la necesidad de primarias, candidaturas o elecciones donde juegue su capital económico y político.  Su record histórico, en términos de valor predictivo, es fatal, a partir de los tiempos de Sila María Calderón y Aníbal Acevedo Vilá.  Guardo sus desaciertos para referencia histórica.

Las encuestas de marras no distinguen lo que es sentimiento de pueblo sobre el gobierno de lo que es angustia sobre la sociedad en que vivimos.  Los políticos son sencillamente el blanco más visible para sus fines de “factotum” profético, cuanto realmente ni sus datos de reacciones y sus ambigüedades metodológicas están claras.

La falacia metodológica central de esas encuestas reside en la confusión diagnóstica sobre el estado del País con la calibración pormenorizada de insatisfacciones y quejas sobre el desempeño del gobierno.  La anominia sobre lo primero se le achaca a lo segundo, como si el gobierno fuera totalitario, responsable de todo lo malo acumulado por el último medio siglo.

Yo tengo insatisfacciones con la ejecutoria del Gobernador, y estas no consisten de ignorar o no apreciar las decisiones que ha tomado, sino en el enfoque utilizado para tomarlas, que en vez de integral ha sido atomizado, parcial, e insuficiente en su fundamentación.  Con todo y eso, la metodología de las encuestas no le hace justicia, ya que confunde a propósito el reguero mental de la masa del pueblo con el rechazo especifico y personal a la gestión del Gobernador, para empezar desde ahora a ventear candidatos alternos del PNP para la pelea de gallos del 2016.  Se le ve la costura a esa estrategia comercial y política.

De hecho, bien analizadas las cifras de ese reguero, Alejandro sale bastante bien parado, aún frente a un pueblo aturdido por la crisis social, y confundido por la algarabía política.  Porque si de un cien por ciento usted obtiene 33 de excelente y bueno (A y B), más un 27 por ciento de regular (C), eso da un 60% de aprobación, mucho más que en noviembre 6 del año pasado.  Esos datos niegan los titulares políticos y editoriales de El Nuevo Día. ¿Tiene problemas El Nuevo Día con la aritmética, su propia aritmética? ¡Yo no!

lunes, 8 de abril de 2013

Gobierno y Pueblo ante una Crisis Total


La crisis que padecemos como pueblo es total.  Violencia e inseguridad, desempleo masivo, corrupción administrativa, ausencia total de proyecto en la educación pública en todos los niveles, mientras más altos peor, depredación del tesoro público por unas aseguradoras de salud que compran al gobierno y se ceban de sus patentes de corso lucrativas.  Esa es la herencia que legó Pedro Rosselló y que Luis Fortuño llevó a sus últimas consecuencias.  A Aníbal Acevedo Vilá no lo menciono porque no le permitieron gobernar, los Primitivo Aponte y Kenneth McClintock de la vida.

Esa es la realidad, esa la herencia que le ha tocado administrar a Alejandro García Padilla y sus correligionarios de la Legislatura.

Ante ese cuadro, el Gobernador tiene dos opciones: el estilo tradicional de prometer que va a resolver y mejorar cada renglón crítico que ha heredado, y proceder a una administración micro, pedazo a pedazo, sin anotar que cada pedazo es una parte de un todo enfermo, grave, en intensivo.

El resultado de ese enfoque puede verse ya.  A cada renglón que le mete el hombro es una clientela que enoja, porque los afectados no ven porque no se les explica el cuadro total.  Por eso pienso que el Gobernador no debe estar prometiendo y reclamando éxitos parciales --- esto  o aquello --- porque la crisis total no deja ver el contexto, la interacción de todos los problemas y de las posibles soluciones.

La otra opción es la que el americano llama “taking the people into his confidence”, esto es, comparecer ante el País, antes del Mensaje de la Situación del Estado, para enseñarle, mostrarle, la figura total del Puerto Rico que heredó el pasado dos de enero.  Este sería un discurso político, no partidista, pero político en el más alto sentido cívico de la palabra:  una sinceración con su pueblo, sin reclamos fatuos y aislados, sino en clara voluntad de empatía con el dolor de su pueblo, y una advertencia a los probablemente afectados por sus soluciones --- que somos todos --- que se acabó aquello de “que pague el otro, yo no”.

Le recomiendo al Gobernador como texto preparatorio para ese mensaje el Discurso de la Victoria de Don Luis Muñoz Marin pronunciado el día 16 de noviembre de 1940 --- cuyo título retrata precisamente lo ocurrido el pasado 6 de noviembre --- “Victoria grande y precaria”.

En la democracia el pueblo decide candidaturas y elecciones.  Pero es el gobernante el que decide sobre problemas y urgencias a atenderse con prioridad.  De ahí en adelante el gobernante viene obligado, por responsabilidad moral y por conveniencia política --- razón de estado --- a explicar.  Al pueblo le toca entonces calibrar, comparar, y recordar, para renovar su confianza o retirarla.  Pedazo a pedazo es la estrategia equivocada.  Ejemplos, el Aeropuerto y Retiro.  Dos pedazos sin explicación, dos rechazos de pueblo.  El problema es de comunicación y del estilo y la lógica discursiva de esa comunicación.

Los Sindicatos en el País de las Maravillas


Se ha anunciado una marcha masiva de los sindicatos laborales para el próximo miércoles protestar contra el Gobernador y la Legislatura por haber aprobado una nueva ley de Retiro que no les complace.  Eso es normal y deseable en la democracia cuando las decisiones del gobierno se consideran agravios, no importa si tienen razón o no.  Lo indeseable es que los grupos cívicos sean pasivos, aguantones y cobardes.

Sin embargo, en algún momento hay que exigir razones y alternativas realistas, viables y suficientes para conjurar la crisis a que se enfrenta la condición fiscal del Estado y la quiebra actuarial del Sistema de Retiro.  No he escuchado ni una sola solución alternativa de parte de los protestantes.  Pero la protesta no basta, la responsabilidad exige principios, números, proyecciones adecuadas y suficientes en alternativa.  Hasta hoy no conozco ninguna propuesta, política o laboral que satisfaga esos sencillos requisitos de la honestidad que fortalecería la protesta, y que en su ausencia le resta honestidad intelectual.

Estos sindicatos laborales harían bien en ejercitar la doble memoria que legitimaría su aparatosa indignación:  ¿qué dijeron y qué hicieron cuando Fortuño y Rivera Schatz masacraron el servicio público y rompieron las cabezas de los obreros y estudiantes a raíz de la Ley 7?  Ese es el ejercicio de memoria corta a que los invito.  Si la ejercitan, tendrán que calificar como nauseabundas las charlatanerías de Lourdes Ramos y Jenniffer González sobre su novedosa defensa ahora de los trabajadores y los empleados públicos.

Ahora bien, ese ejercicio de memoria podría extenderse, retroactivamente, hasta los años 30, y después de ellos, a los años 40 al 90 del pasado siglo, para ver qué partido explotó y vilipendió a los trabajadores y cuál los liberó de aquel yugo republicano durante el mismo periodo de tiempo.

La ignorancia sobre aquel proceso histórico es mala consejera.

Además, hay que preguntarse por qué estos sindicatos militan tan airadamente contra el gobierno popular, cuando actuaron como corderitos bajo Rosselló y Fortuño.  Sabían que la protesta la disolvían a palo limpio, a lo Figueroa Sancha, de tan ingrata recordación.  Ahora pueden protestar porque el PPD respeta su derecho a hacerlo.  El oportunismo de esa actitud se les nota.

¿Cuáles sindicatos protestan?  Los del servicio público, porque se trata de un liderato mantenido, que no está dispuesto a coger sol, lluvia y sereno en las calles para organizar la industria privada.  ¿Cuántos de esos sindicatos y líderes han organizado los bancos o las farmacéuticas, o los obreros de la construcción?  Ninguno.  Porque son más fáciles las matrículas cautivas. ¡Así es un mamey!, dice el jíbaro.  Con todo y eso, para que se les atienda seriamente, sólo tienen que producir alternativas serias, suficientes, y administrables.  En ese caso el gobierno no sólo respetaría sus marchas, sino sus ideas.  ¿Donde están?