miércoles, 30 de abril de 2014

El Mensaje: Primera Impresión


Escuché atentamente el mensaje del Gobernador García Padilla, a la Legislatura y al pueblo, sobre el estado del País.

En esta ocasión, por tratarse de la condición fiscal y económica por la que atraviesa el gobierno, la fusión del mensaje presupuestario y el diagnóstico de la condición por la que atraviesa el País es enteramente propia.

Alejandro habló como gobernante enteramente en dominio del tema: el diagnóstico sobre dónde estamos, sus causas en el pasado y la valiente y dramática salida que propone.  Ese pasado --- de seis gobernadores en ristra --- fue uno de rutina, inercia y complacencia en el endeudamiento del País, a nombre y a cambio de la fortuna, de la mala fortuna como en efecto resultó.

De regreso de una experiencia amarga ante los especuladores de la deuda pública del País, salvando por este año la credibilidad financiera del Estado Libre Asociado mediante medidas valientes y antipáticas, Alejandro decidió tomar el toro por los cuernos y enfrentarse al monstruo de la súper burocracia insaciable de su propio gobierno --- 74 años vieja --- y meterle mano a la grasa, la ineficiencia, la complacencia administrativa del gobierno que heredó.  En otras palabras, toma control del gobierno, en vez de que el gobierno lo controle a él y con ello derrote sus propósitos y compromisos ante el pueblo.

El mensaje, firme, largo y detallado, consistió de dos partes.  La primera, sobre la enfermedad, el vicio del prestado, comprometiendo el futuro de todos.  En esta primera parte se mostró claro, firme y decidido, como tenía que ser porque la única alternativa sería el descrédito como País, y la muerte colectiva por inanición.

La segunda parte fue una síntesis y enumeración de iniciativas en marcha, logros demostrables, acción renovadora en todos los campos de la administración y la economía, tanto pública como privada.

No hubo en el discurso ni asomo del lamento borincano.  Por el contrario, exhibió energía, convicción y confiada proyección de futuro.  Hizo reclamos discretos de crédito por la obra hecha ante dificultades que hubiesen deprimido a otros, proyectó hacia el futuro programas e iniciativas novedosas y seguramente productivas.

Por primera vez en este año y medio siento que tenemos Gobernador.  De mi parte merece un voto de confianza.

lunes, 28 de abril de 2014

De Gandhi a Alejandro: ¿Experimentos con la Verdad?


El triunfo de Mahatma Gandhi sobre el imperio británico durante los tardíos años 40 del pasado siglo fue posible a base del carácter del libertador de la India:  la verdad como arma fulminante contra la mentira, la trampa y la simulación.  El propio Gandhi dejó constancia documental de su método espiritual revolucionario en un libro así titulado: “Mis Experimentos con la Verdad”.  ¿En qué consistió ese nuevo enfoque del proceso revolucionario contra un imperio en el que nunca se ponía el sol, en su vastedad intercontinental?

Para Gandhi, maestro de su generación de nacionalistas indostanos, la respuesta era fácil.  No los podemos vencer con armas físicas, ni con ejércitos sobre el subcontinente de la India, ni mediante guerras económicas.  ¿Qué tal del método de la verdad?  Verdad sobre la opresión, la explotación, la humillación sobre una civilización más vieja y más sabia que la anglosajona.  La punta de lanza de esa operación verdad fue el dramatismo ético de la desobediencia civil, no violenta, pero efectiva y desmoralizadora del poder puramente físico y militar del Imperio Británico.  ¿Propósito?  Actuar de tal manera convincente, a riesgo de todo, de la libertad y de la vida, hasta abochornar a los oficiales del imperio, hasta obligarlos a parlamentar, hablar, promediar posibles soluciones --- hasta el hecho dramático final de la independencia de la India en 1948.

En ese proceso, muchas veces los representantes del Imperio le ofrecían a Gandhi transacciones a medias, con tal que no continuara su impugnación moral del colonialismo extractivo en lo económico u humillante en lo moral.  En vano: la justicia y la verdad no transan.  Prefieren la prisión, y hasta la muerte, si ese fuera el precio de la libertad, la justicia y la verdad moral.

Escribí un articulo de investigación académica sobre este drama indostano, que apareció publicado en enero de 1962 en la revista especializada en estos temas:  “Ethics – A Journal of Ethical and Political Philosophy” --- muy comentado luego por especialistas en el campo.  Se tituló así:  “The Ideological Component of Indian Development”.

Estos días me traen a la memoria el actor de aquel drama, Mahatma Gandhi. ¡Ah, si tuviéramos acceso a la verdad en Puerto Rico!  Nos haría libres, como hizo libre a la India de Gandhi.

Estoy a la expectativa del mensaje de mañana del Gobernador.  ¿Cuál será en él la proporción de verdades y encubrimientos?  Porque yo prefiero los experimentos con la verdad de Gandhi al optimismo metodológico de Alejandro, que resbala por el lomo de la verdad como las chorreras de Disney World.

domingo, 27 de abril de 2014

El Fraude Electoral: ¿A Quién le Tiembla el Pulso?


Con motivo del fraude electoral cometido en Guaynabo por funcionarios de la oficina del alcalde Héctor O’Neill --- que no mueven un papel sin su autorización u orden --- se está ventilando en Fiscalía, del Departamento de Justicia, qué hacer con la voluminosa evidencia, legitimada por la Comisión Estatal de Elecciones --- unánimemente --- en el sentido de que docenas de ayudantes y funcionarios de ONeill, que sólo obedecen órdenes del alcalde, incurrieron en delitos graves de índole electoral para derrotar a Ángel Pérez y votar al candidato alcaldicio, Antonio Soto.  El asunto está ante el Secretario de Justicia, César Miranda, y su encargado fiscal Edmauel Santiago Quiles.

Recuerde el lector que a raíz de las graves acusaciones de Fiscalía contra los ayudantes de O’Neill el representante Quiquito Meléndez se inventó un caso, diz que paralelo, contra el alcalde de Cataño.  Era obvia la estrategia:  empatar la pelea ante la opinión pública, en un caso trompito, sin méritos.  Ahora, a nombre de esa paridad en el delito, se pide una rebaja para todos, que consiste en rebajar las acusaciones, del código penal, por atentado criminal contra la democracia --- cuya esencia es el voto limpio --- a cambio de declararse culpables con penas puramente simbólicas.

Yo espero, y más, confío en que el Secretario de Justicia no acepte esa “venta especial” de la justicia, para unirse a la desmoralizadora ola de impunidad que destruye las expectativas de justicia en el País.  Es demasiado voluminosa y seguidita la blandenguería oficial --- Rama Judicial y Rama Ejecutiva --- para con los criminales de la casa, políticos y amigotes que se burlan del sistema.  Hay que dejarle eso a Fortuño, donde lo dejó, y marcar rumbos de rectificación.

El Secretario de Justicia tiene la palabra.  Si las cortes quieren avalar esa criminalidad, allá ellos, que con pan se la coman, pero el gobierno de Alejandro y César Miranda deben renunciar a Satanás y todos sus secuaces.

jueves, 24 de abril de 2014

Un “Mensaje” sobre Realidades


Los programas políticos tienden a constituir catálogos de fantasías, algunas deseables si pudieran realizarse, la mayoría motas de algodón que nublan la captación real de las circunstancias en que se prometen.  No es que se ofrezcan como engaños, es que en general se prometen para persuadir, no para educar, esto es, para convencer.  Su carácter retórico no está presidido por la verdad que se conoce, sino por lo que el pueblo quiere y necesita creer.  De ahí su carácter de “si se puede”, y el reclamo posterior de “no fue posible”.

Si el gobernante democrático pudiera, ante las crisis que enfrenta y que no escamotea, enfrentarse al pueblo de modo pedagógico, para mostrarla y enseñarla cómo en realidad son las cosas sobre las cuales preside, entraría en el reino de la “terapia de realidad”.  Porque si el pueblo entiende, y juzga honesta esa actitud --- en abstracción de los pataleos demagógicos de la oposición ---, la verdad es un ancla más poderosa que el optimismo sato que se disuelve al primer contacto con la realidad que el pueblo vive, y se pregunta porqué no se la explican, si está ahí y sufre sus embates.

El próximo mensaje que ofrecerá el Gobernador sobre el estado del País nos contestará la cuestión que he planteado.  Nadie puede tener duda de que tiene que ser un mensaje honesto, real, un curso de realidad y una invitación a compartir la brega.  ¿Qué brega?  La del sacrificio compartido, porque el Gobernador dirige un País, y un gobierno, al borde de la quiebra, y para enfrentarla sólo cuenta con el entendimiento y los haberes del propio pueblo. 

¿Cómo llamaríamos a esa gesta de sinceración y pedido de ayuda?  Mi padre, que era director de brigadas de construcción y reparación de carreteras --- precisamente derrumbes --- por allá por los años treinta del pasado siglo, me decía que la clave para su tarea era “cortar arriba y rellenar abajo”.  Precisamente lo que tiene que hacer el Gobernador.

¡Adiós al optimismo metodológico y bienvenida la terapia de realidad!

lunes, 21 de abril de 2014

Policía, Seguridad y Sociedad


Estamos --- pueblo y Legislatura --- evaluando los méritos del Coronel Caldero para dirigir la Policía en carácter de Superintendente.  Después de las pesadillas de Figueroa Sancha y Carlos Pesquera, en esta Administración, el nombramiento de Caldero ha inducido en el pueblo un sentido de esperanza y tranquilidad.  El Senado de Puerto Rico está en estos momentos calibrando su record, sus actitudes, sus valores.  A estas alturas, reconozco que tiene grandes posibilidades de confirmación.  Es conocido por, y conoce a su Policía, y si hay alguien que conoce sus problemas, ese es Caldero.

Quiero dedicar este espacio hoy a una consideración sociológica con respecto a las exigencias y demandas que hacemos --- gobierno y pueblo --- al Superintendente de la Policía, sea quien sea, para que nos asegure la seguridad:  en nuestras familias, vecindarios, carreteras, sitios de diversión, por donde quiera que andamos en estos caminos de la vida ordinaria.  Es una expectativa, esperanza y demanda quimérica: la Policía no es un agente moral e intelectual de la conducta de los seres humanos en esos diversos contornos.  La Policía puede ejercer una presencia, y presión, externas, en sus plantones, sus patrullas, en su atención al ciudadano cuando solicita su ayuda o es intervenido por el o la policía.  Pero la causalidad verdadera del crimen es situacional, motivacional, valorativa, desde el carácter de cada ciudadano.

El o la agente policíaco no está presente cuando el delincuente o criminal comete el delito.  De hecho, lo evaden, lo burlan, lo manipulan hasta asegurarse de su ausencia al momento de delinquir.  La “mens rea”, la mente perversa inclinada al delito, va por dentro.  Viene de su educación, personal, social y escolar --- a partir de la familia y de las relaciones humanas elementales.

Resumo todo lo anterior, que por necesidad es una síntesis apretada, de la siguiente manera: la seguridad humana y social no nos llegará nunca de ninguna Policía o Superintendencia, de Caldero ni de nadie equivalente.  Vendrá de una Reforma Educativa fundamental que comienza en los primeros años en la familia y continua a través de los primeros años escolares.

La seguridad proviene muy parcialmente de la Policía. Viene de la persona, y esta viene de la sociedad y la familia.  No de los Superintendentes que desfilan, unos años apenas cada uno quemando sillas, teléfonos y calles, excepto en una muy modesta dimensión.  Así que adelante, Coronel Caldero, hacia lo poco que podrá lograr.  Porque si alguien tiene la experiencia, el conocimiento y la motivación para hacer lo poco que puede hacer en la Policía por una sociedad desconcertada, es usted. 

La otra función fundamental a la que por fuerza tiene que ir dirigido su liderato y su autoridad es la de la Reforma de la Policía:  de su corrupción, de sus malos hábitos de relaciones humanas y de sus entrenamientos irregulares y salteados.  En ese sentido, tiene que convertirse en su propio “monitor”, irrespectivo de lo que piensen los federales.

Nuestros Gobernadores por Fuera y por Dentro


El País puede vivir y dormir tranquilo.  Los trapos con que se visten nuestros gobernadores tienen la seña exterior de la elegancia.  Nada menos que de Cabo Rojo.  Olvídese del santo y fíjese en el manto.  Para validar esa tabla de valores, han tenido que ir a revisitar a Don Luis Muñoz Marín, que ni un pepino angolo nunca dio por las apariencias exteriores.  Le importaban más las neuronas, los valores, la masa encefálica activa produciendo ideas y soluciones para los problemas de su pueblo. 

¿Cómo reaccionar al reportaje frívolo de un tema más frívolo todavía de la periodista Nydia Bauzá en las páginas 16 y 17 del pasado viernes, exhibiendo el exhibicionismo frívolo de nuestros gobernadores y exgobernadores?  Por tratarse del Viernes Santo hay que apelar al criterio bíblico del Eclesiastés:  ¡Vanidad de vanidades! dijo el predicador.  O como le llamaba a la vanidad mi inolvidable vieja:  ¡Vanuras!  De espíritus vacíos y fofos, que exhiben tales puerilidades narcisistas, este pueblo no tiene necesidad alguna.  Tiene sí necesidad urgente de hombres y mujeres que valoren más las realidades que las apariencias.  Les agradecería más las mangas arrolladas combatiendo la incompetencia gubernamental, que es su propia incompetencia, que el figureo superficial de lindos con poder, el poder del pueblo disipado en tonterías mientras el pueblo sufre esa incompetencia, que es la forma más burda de la injusticia.

El pueblo no merece esas banalidades, esas vanidades, esas vanuras.  ¿Hasta donde va a llegar la superficialidad con que se presentan sus líderes oficiales --- aunque no necesariamente reales --- ante el País?  Vamos a lo esencial --- programa y ejecución y no lo efímero, superficial e insultante a la inteligencia y a las necesidades del pueblo.

¡Por favor, denle al pueblo una razón práctica de por qué debe ir a votar en noviembre del 2016.  No insulten más su inteligencia, que bien poca es, a juzgar por lo que han decidido durante los últimos 20 años!

jueves, 17 de abril de 2014

Principios de una Recuperación Fiscal


Por más que en nuestros enfoques de la crisis económica, fiscal y financiera de Puerto Rico defendamos o ataquemos a líderes o partidos encargados por el pueblo para tomar decisiones, una premisa obligada de toda recuperación posible es el entendido de que es nuestra crisis, que ha ido engordando desde los años setenta del pasado siglo.  No basta culpar el pasado, ni proyectar utopías para el futuro.  Cierto que las administraciones nefastas y perversas de Pedro Rosselló y Luis Fortuño representaron el colmo de la irresponsabilidad.  Pero la culpa del pasado no resuelve nada.  El pueblo eligió un nuevo gobierno para actuar creativamente, no para sacar cuentas viejas ni apalear caballos ya muertos.

Desde ese punto de vista Alejandro García Padilla ha sido positivo en sus enfoques y en sus análisis del pasado heredado, por lo que en ocasiones lo hemos criticado severamente.  Su decisión de mirar al frente y dar el pasado como pasado le compromete, sin embargo, a una definición del futuro posible en términos claros, no importa lo dolorosos que resulten los pasos que hay que dar --- él al frente del pueblo, que lo entenderá si habla claro y lo seguirá si confronta la crisis con valor --- el valor de decirle al pueblo la verdad y reclutando su ayuda en términos de entendimiento y en términos de contribuir cada uno, en lo posible, pero todos , al pote común de sacrificio de dinero necesarios para saltar del hoyo al camino real, y del camino a la vieja pendiente de Muñoz Rivera y a la jalda de Muñoz Marín.

Dos supuestos prácticos --- económicos y morales --- y patrióticos tienen que presidir esa colaboración que el Gobernador debe solicitar y el pueblo conceder.  Número uno, que hay margen en las clases medias de Puerto Rico, en sus distintos niveles de ingreso, para contribuir un poco más para salvar la capacidad del gobierno para pagar su deuda y para continuar prestando los servicios básicos que debe a todo el pueblo.

Estoy convencido de que, por encima del nivel de pobreza que supone un ingreso neto individual de 7 mil dólares, todos podemos contribuir un poco más al fondo común de la reparabilidad.  Todos sobre ese nivel podemos ser actores hacia una recaptura de nuestra economía y nuestras finanzas públicas.

Lo que no se puede hacer --- aunque represente una dorada oportunidad demagógica es confiscar la riqueza privada que produce, que emplea, y que es causa directa de la posibilidad misma de salir a flote.  Demagogia aparte, no se puede destruir la base económica de la posibilidad misma de un gobierno eficiente y justo, con medios que sólo los ciudadanos podemos proveer.

Ese debe ser el núcleo del mensaje patriótico --- de patriota a patriotas --- que el Gobernador debe dirigir al País.

martes, 15 de abril de 2014

La “Suprema” Debilidad ante la “Suprema” Perversidad


Asombra la debilidad de actitudes con que el gobierno de Puerto Rico --- el Ejecutivo y el Legislativo --- han reaccionado ante la fechoría politiquera de la ganga de los seis en el Tribunal Supremo.  No se trata de que se hagan ataques de riposta del mismo tono abusivo de la ganga.  Se trata de poner --- el Gobernador y los líderes legislativos --- las cosas en su sitio.  Porque es evidente que la anulación por el Tribunal de la Ley 160 es arbitraria, mezquina, y sólo persigue el caos financiero, en la esperanza de que este produzca el caos social y la venganza política del electorado como reacción, a falta de comprensión de la verdadera naturaleza del caos heredado y de su empeoramiento a manos del Tribunal.

¿Por qué validó el Tribunal la Ley 3 sobre las pensiones de los empleados públicos, cuyas disposiciones son equivalentes en su alcance a las de la Ley 160?  Para despistar.  Después de invalidar la ley de  pensiones de la Rama Judicial --- porque los chavos y los privilegios de los jueces quedaban afectados, y para que no dijéramos que era una faena política partidista, había que dar la impresión de racionalidad.  Ya cuando les llega la Ley 160 sus chavos están asegurados y pueden volver a ser irresponsables.

El fallo no resiste análisis.  No indican, porque no pueden, hacer referencia a disposición alguna de la Constitución que invocan, excepto una vaga referencia a una racionalidad que no poseen.  Anulan incluso algunas disposiciones favorables a los maestros, pues estaban dando palos a ciegas, talando con mocho boto.  ¿Racionalidad, hablando de esos seis pejes partidistas?  ¿Profesionalismo que no tienen?  Ese es el efecto de los rayos gama sobre los contratistas y empleados en el establo político de Rivera Schatz.

Ante esta fechoría perversa y maliciosa, la reacción del Gobernador ha sido débil, timorata, blandengue.

“!Pobre pueblo, donde mi pobre gente se morirá de nada!” decía nuestro bardo guayamés en 1936.

jueves, 10 de abril de 2014

El Cónclave de Washington


¡Pobre Puerto Rico!  Desde 1934 está visitando al Washington político y administrativo del Imperio, en actitudes que han variado desde las explicaciones que Luis Muñoz Marín les ofrecía sobre las circunstancias puertorriqueñas a la gente de Franklin D. Roosevelt y al Presidente mismo, y más tarde a John F. Kennedy, para nada, pues ese mismo Roosevelt fue quien nombró a los siniestros gobernadores Gore, Riley y Winship.  Todo porque aquellas relaciones, desde entonces, no estaban basadas en la igual dignidad de ambas partes.  Kennedy finalmente traicionó la esperanza y el compromiso con Puerto Rico de adelantar el crecimiento del Estado Libre Asociado.

El cónclave de esta semana siguió el mismo patrón.  El Gobernador de Puerto Rico como uno entre tantos --- incluyendo eminencias explotadas como Kenneth McClintock, ¿representando a quién? --- pidiendo ayuda a burócratas de tercer nivel de la Casa Blanca, sin compromiso alguno en la otra parte, sino como un ejercicio más bien de imágenes y publicidad presencial en año de elecciones congresionales que parecen cuesta arriba para los demócratas.  La apariencia de interés en los latinos de Puerto Rico podría ayudar, no a Puerto Rico, sino a los intereses políticos del Presidente y su partido.

Me pregunto si alguien en esas mesas de vivenciales --- la catarsis de la expresión --- planteó la injusticia y la explotación de Puerto Rico por la ley de cabotaje.  ¿Qué mejor oportunidad?  ¿Algún otro planteo de altivez a la altura de 116 años de colonialismo?  Y digo colonialismo porque lo que fue el ELA un día ha sido degradado por la arrogancia imperial a la categoría de cosa poseída, a la que se le niega la independencia, la estadidad, o el crecimiento político.

lunes, 7 de abril de 2014

El Informe de la GAO y la Importancia de la Aritmética


Cuando nombraron al nuevo Presidente de la Universidad de Puerto Rico, el doctor Uroyoan Walker, expresé mi tentativa aprobación de su nombramiento en términos de un sólo factor, a priori, a saber:  el hombre sabe aritmética.  No podía ser de otra manera, siendo especialista en matemáticas.

Si uno mira al pasado universitario reciente, el hecho patético es que ni Miguel Muñoz ni sus rectores acusaron el más elemental buen juicio aritmético en asuntos como el presupuesto, la investigación científica, o los costos y proyecciones de la matrícula estudiantil.

Aunque esa cultura aritmética se asume como dada en los oficiales públicos a cargo de la mayordomía de los recursos del pueblo, la verdad es que, como en el caso de los recientes altos oficiales de la Universidad, esa sencilla ciencia le es ajena también al Comisionado Residente, Pedro Pierluisi.  Un ejemplo prueba mi alegato.  Me refiero a su numerología al leer e interpretar para su público PNP las conclusiones del GAO: la Oficina de Contabilidad del Congreso.

Dice el GAO en su informe que el examen de 86% de los programas más prominentes y masivos, podrían aumentar las transferencias a Puerto Rico como estado una cantidad de $5,000 a $5,200 millones de dólares más que ahora.  Pero a ese cálculo Pierluisi le añade, por concepto del restante 14% de pequeños programas, la cantidad de cinco mil millones adicionales.  Es decir: 86% es igual a 14%, ya que cada una de esas categorías enviarían a Puerto Rico cantidades iguales.

El reclamo es ridículo, mendaz, politiquero, y acusa un analfabetismo aritmético.

Todo lo anterior, sin embargo, sin contar la devastación mortal que las contribuciones federales le crearían a toda la vida económica de Puerto Rico: individuos, comercios, industrias de todo tipo.  Cuando se añade a todo lo anterior la devastación a la capacidad del gobierno para ofrecer servicios al pueblo, no puede pensarse --- por mentes sanas, sanidad aritmética y de otras índoles --- en ataque más frontal y destructivo a Puerto Rico que la estadidad de Pierluisi, Fortuño y Romero.  Premisas falsas, conclusiones falsas.  Aritmética trompito, estadidad mítica. 

domingo, 6 de abril de 2014

El Coronel Caldero: Tan Cerca que no se Veía


¿Cómo es posible que Luis Fortuño primero y Alejandro García Padilla después no vieron la figura conspicua y prominente del Coronel Caldero, mientras pululaban por el FBI por Florida y Nueva York buscando un Superintendente para la Policía de Puerto Rico, cuando a diario sus narices chocaban con él?

La respuesta es evidente: la postración colonial.  Todo lo que venga de allá tiene que ser mejor.  En vano hemos desarrollado en Puerto Rico una clase media profesional y técnica, pues a la hora de las designaciones el americano sabe más, es mejor, cuesta más en sueldos y condiciones especiales, mientras los puertorriqueños capacitados, sin complejos de procónsules --- a lo Luis Fraticelli, Figueroa Sancha, Carlos Pesquera y Carlos Cases --- tienen que esperar a que los americuchos, de aquí y de afuera, agoten la paciencia del País por su incompetencia profesional y avaricia económica.

Para Alejandro y para Puerto Rico, a las tres va la vencida: tenemos un Superintendente de la policía autóctono, competente, apreciado por la Fuerza, modesto en la plena conciencia de su valor, aunque hasta ayer invisible.

Hay que cortar de una vez por todas la dependencia umbilical del arrogante y delincuente FBI para servir a la paz y el orden puertorriqueño, porque muchas veces han sido los protagonistas del crimen --- Maravilla, Filiberto Ojeda --- y los incitadores para que otros lo cometan.

¿Se habrá aprendido algo de este patético episodio?

viernes, 4 de abril de 2014

El Único Antídoto a los Baches Administrativos: La Honestidad


El pueblo --- los pueblos --- que mejor que nadie saben sobre la incidencia del mal y el error en su convulsa experiencia cotidiana, está siempre dispuesto a entender y a perdonar a sus líderes y administradores, de la misma manera que lo hacen para con sus familias, vecinos, y socios en toda clase de empresas colectivas.

Sin embargo, lo mismo no vale para los arrogantes, los ambiciosos y los farsantes a simple vista.  Para los errores de buena fe o de juicio equivocado siempre hay perdón, esto es, comprensión y simpatía.  No así para los sucios, embaucadores y jaibas que desprecian la inteligencia y sensibilidad del pueblo.

Los nombramientos de Superintendentes de la Policía, Héctor Pesquera y James Tuller exhiben un patrón de superficialidad y manipulación de la verdad y los hechos --- a espaldas de la Legislatura y el pueblo --- que deja mucho que desear, en un País con tantos problemas y tanta necesidad de la verdad y la franqueza por parte de sus gobernantes.  En asuntos tan graves como la seguridad pública no se puede andar con jaiberías, encubrimientos y tácticas superficiales ajenas a la transparencia.

En el caso de Héctor Pesquera nunca se le nombró Superintendente, sino contratista.  El Senado nunca pudo examinar su record, contributivo o de otra índole.  Sobre Tuller ya el pueblo sabe la historia.  Se reclutó en secreto y salió de su puesto en el más denso misterio, de lo cual lo único que se sabe es que fue en Nueva York un evasor contributivo.

El problema aquí es el método de reclutamiento.  Por un lado el secreto, el hecho consumado.  Por el otro, la falta de explicación completa por su salida, entre Fortaleza y el Senado.  ¿Qué hay en realidad en el fondo de este “misterium tremendum et fascinosum”?

Una cosa corre continua sobre el origen de estos nombramientos, tanto de Fortuño como de Alejandro:  la postración ante cualquier cosa o persona que suene “federal”.  ¡Pobre País!  Si los federales no dan por Puerto Rico ni un pepino angolo.  Les importamos un pito.

En alguna parte bíblica del Deutero Isaías leí alguna vez esta sentencia:  “Tu pecado te alcanzará” --- de hace 30 siglos.  Y en Benjamin Franklin hace 2 siglos y medio, esta joya de verdad y brevedad:  “La honestidad es la mejor política”.  

martes, 1 de abril de 2014

Carlos Cases (FBI), Juan Torruellas y Federico Hernández Denton


Tenemos un nuevo procónsul en la “provincia romana” de Puerto Rico.  Se llama Carlos Cases y es tan arrogante --- en su infinita ignorancia sobre su función y su clientela --- como lo fue en su día su antecesor en el puesto, el inolvidable Luis Fraticelli.

Ha llegado este burócrata rebuznando contra todo y todos los que no adoren el becerro de oro:  los federales en Puerto Rico.  Su arrogancia se ceba en las actitudes flojas y blandengues del gobierno de Puerto Rico cuando tocan lo federal en la frontera de las jurisdicciones:  policías, fiscales y jueces.

Supuestamente puertorriqueño, Carlos Cases respira la inferioridad espiritual del judío converso, cuyo síndrome de sumisión se expresa persiguiendo y choteando a sus antiguos congéneres.

Ha dicho este Faro de Alejandría que nos alumbra desde la Oficina del FBI en Puerto Rico que el sistema judicial de Puerto Rico le huele a Macondo, lugar donde se escenifica la sátira fantástica de Gabriel García Márquez.  ¿La habrá leído?  Porque de lo que su diatriba habla es de conductas judiciales en el plano realista de la justicia puertorriqueña, un asunto que puede dilucidarse si comparamos nuestro sistema judicial con los vertederos morales de algunos estados y grandes ciudades de los Estados Unidos.

Alguien debe educar --- si es educable el señor Cases --- sobre las fechorías del FB I en Puerto Rico desde los días de Albizu Campos hasta el asesinato de Filiberto Ojeda, a mansalva y sin ninguna intención de arrestarlo en forma legal y someterlo a juicio.  Seguramente él quiere ignorar también el trabajo sucio del FBI en los asesinatos del Cerro Maravilla, inspirados y dirigidos tras bastidores por el siniestro FBI. 

Es desde esa fétida historia --- desde su conocimiento o su ignorancia --- que este nuevo americucho del país ladra contra nuestro sistema judicial, que errores y limitaciones tiene y reconocemos, pero ¿no actúa el señor Cases como pachuco agradecido por un puestecito que él interpreta como de  árbitro de esa evaluación de nuestras instituciones judiciales?

El Juez del Circuito Federal Juan Torruella le ha salido al paso a este fantoche ensoberbecido por un nombramiento de procónsul.  En lenguaje fino, racional con una lógica contundente, el Juez le ha dicho a Cases ignorante de la realidad sobre la cual opina, y ciertamente insolente porque tiene un poquito de poder.  ¿Que le conteste al Juez, si se atreve o puede?

Es lamentable que a dos semanas de su retiro como Juez Presiente del Tribunal Supremo y Administrador por tantos años de la Rama Judicial, Federico Hernández Denton no haya salido en defensa de su trabajo y de la institución que ha presidido y dirigido.  ¿Se le escapó acaso esa edición del periódico?