jueves, 29 de agosto de 2013

La Prefiguración Inútil de la Asamblea Constitucional de Status


Una cosa es llamar al diablo, y muy otra es verlo venir, dice la sabiduría del pueblo.  En momentos y circunstancias distintas los partidos políticos de definición electoral, principalmente el PIP --- aunque sin votos y por eso mismo --- han clamado por la Asamblea Constitucional de Status, pensando que en ella adquirirían una visibilidad que no obtienen mediante las urnas.  Pero lo ha hecho también el Partido Popular, frustrado ante el conservatismo congresional con respecto al desarrollo del Estado Libre Asociado.  El Partido Nuevo Progresista --- ¡que nombre tan contradictorio de lo que es, un partido retrogrado y corrupto! --- ha coqueteado también con la idea, pero con las muelas de atrás, porque sabe que en el campo de las ideas no podría competir --- ni intelectualmente ni electoralmente --- con una convergencia de intereses políticos PPD-PIP, si se trata de golpear mortalmente al asimilismo.

La expresión concreta de esos temores se va aclarando ya.  Por la derecha estadista tanto Pedro Pierluisi como Carlos Romero ya han repudiado la Asamblea Constitucional de Status como le huye el diablo a la cruz, y por la derecha independentista Fernando Martín ha escrito una columna definitoria de cómo el PIP ve la Asamblea: como una oportunidad para definir, entre la minoría de sus miembros allí representando a la minoría exigua de votantes PIP, una teoría de la esencia y consecuencia de la independencia.  Lo mismo concibe para lo que sería una minoría estadista en la Asamblea, que por primera vez en varias décadas no contaría con el apoyo oportunista del PIP para frenar el autonomismo del Partido Popular y el Estado Libre Asociado, el vigente y el posible.

Compare el lector ese cuadro de tajureos con lo que el pueblo sanamente cree que es la función de la posible Asamblea Constitucional de Status, que no es otra cosa que la elección por el pueblo de delegados, representantes directos suyos, a una Asamblea que tendrá a cargo construir un consenso, por mayoría democrática de votos, para ser sometido ese consenso al Congreso de los Estados Unidos y al pueblo de Puerto Rico: como una sola propuesta.  Ni dos, ni tres, ni cuatro, lo cual confirmaría la queja eterna del Congreso en el sentido de que los puertorriqueños no nos ponemos de acuerdo, con aparente buena fe --- encubriendo su mala fe real.

El Partido Popular tiene que decidir temprano, ya, cuántas propuestas le va a presentar el pueblo de Puerto Rico al Congresos de los Estados Unidos, como expresión unitaria de pueblo.  No son dos, ni tres, ni cuatro.  Porque ello reforzaría la persistente voluntad conservadora del Congreso para no hacer nada porque los puertorriqueños no vamos unidos.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Los Procónsules Judiciales de Hato Rey


Como especie de sobrecarga ideológica y mezquindad imperial, los procónsules judiciales y policíacos federales de Hato Rey se desviven en sus pretensiones de rebajar, despreciar y ofender a las personas e instituciones a cargo de la justicia en el Estado Libre Asociado.  Llegan allí --- al Tribunal y a la burocracia del FBI --- y se convierten en ofensores jurídicos y políticos de las instituciones y personas que representan la justicia bajo la autoridad del Estado Libre Asociado.  La fiscal Rosa Emilia Rodríguez actúa, con fruición gozosa, de pasionaria contra todo lo que se le parezca a Puerto Rico, así de avanzado es su estado de desnaturalización.  El juez José A. Fuste, disfruta en forma orgásmica el deleite de desmerecer todo cuanto le parezca puertorriqueño, a la usanza del modelo que repite, el del juez Juan Pérez Jiménez, el gozoso frecuentador de la tribuna política del PNP en sus mejores tiempos como presidente de esa corte.

Un burócrata tallado a imagen y semejanza de esos jueces y fiscales, el Director local del FBI en Puerto Rico, acaba de declarar, con la santa estupidez de la ignorancia y la saña que la mala fe genera, que está preparado para investigar la Rama Judicial de Puerto Rico para sanarla de su supuesta corrupción.  Ahora falta que el Tribunal Supremo de Puerto Rico --- su Presidente, ya que la mayoría apalabrada del PNP allí no entiende de derecho ni de justicia --- ponga en su sitio a este fotuto de los procónsules renegados.

La campaña de descrédito que dirige la fiscal federal y sus mandaderos del FBI tiene que ser confrontada por la Judicatura puertorriqueña, desde el Gobernador, el Secretario de Justicia, el Presidente del Tribunal Supremo, y la profesión legal como la aludida, atacada y vejada por estos tarugos invertidos --- de puertorriqueños soplapotes de sus propios prejuicios.

domingo, 25 de agosto de 2013

Glosario del Cambio Político en Puerto Rico – El Territorio (III)


Además de la colonia, el segundo caballito de batalla de los independentistas y  soberanistas --- en sus consecuencias son la misma cosa, como hemos dicho --- es el sonsonete del territorio.  El asunto arranca, en la Constitución Americana, de la expansión de las trece colonias originales hasta lo que son hoy los 50 estados de los Estados Unidos, mediante la organización de todas las tierras y poblaciones del Oeste, Noroeste, Norte y Sur del subcontinente original.  Para eso, la Constitución de 1787 dispuso que “el Congreso dispondrá de los territorios y otras propiedades de los Estados Unidos”.

Sobre la mayoría de los territorios --- menos las Islas Filipinas --- se dispuso, mediante una cláusula territorial, organizarlos y administrarlos como estados una vez cumplidos dos requisitos, solicitud mayoritaria y población suficiente para obtener una representación decente en la Cámara de Representantes federal.  En el caso de Filipinas se utilizó esa misma cláusula para conceder su solicitud de independencia.  La misma cláusula territorial, más recientemente, sirvió para admitir a Hawaii y Alaska.

En el caso de Puerto Rico se trata de otra cosa, enteramente otra cosa:  nunca ha solicitado ni la estadidad ni la independencia.  Lo que sus vastas mayorías han preferido, desde mediados del pasado siglo hasta el presente es una relación autonómica, de gobierno propio y aceptación de poderes federales sobre Puerto Rico que le garanticen la ciudadanía americana, la libre emigración e inmigración, la participación en el tesoro federal mediante la asignación de fondos federales a las áreas más necesitadas de nuestra vida económica y social, el libre comercio con los Estados Unidos y la autonomía fiscal, para usar nosotros el producto de nuestras contribuciones, arbitrios, tributos y demás obligaciones para mantener nuestro Estado Libre Asociado.

Repito, con la monotonía de la necesaria repetición pedagógica, que el hecho de que haya sido a través de la Cláusula Territorial que se haya creado --- y el pueblo de Puerto Rico legitimado repetidamente --- el Estado Libre Asociado no hace a este status territorial, como con la misma cláusula no hizo ni a Filipinas, ni a Hawaii y Alaska territoriales.

Existe abundante evidencia jurídica en las cortes norteamericanas, incluyendo la Corte Suprema, que demuestra que en el convenio estadolibrista se creó una condición constitucional especial, única, que el pueblo de Puerto Rico estudió, discutió, votó y aprobó repetidamente, en el sentido de que su libre determinación lo ha preferido y legitimado.  Su desarrollo y crecimiento adicional es un asunto de voluntad política, no de racionalizaciones leguleyas de líderes y partidos sin votos para anularlo. 

jueves, 22 de agosto de 2013

Glosario del Cambio Político en Puerto Rico (II)


Exploramos anteanoche la semántica política de la soberanía, la real, objetiva, la literal y unívocamente equivalente a la independencia, cuando se postula con honestidad intelectual.

Vamos a explorar hoy la ideología retórica de la “colonia”.  Como caballito de pelea de los enemigos del Estado Libre Asociado, la mera enunciación de la palabra suscita emociones y placeres punto menos que orgásmicos en los detractores del ELA.  Todo ello capitalizando en un concepto que es ajeno a la teoría y a la práctica política norteamericana.

El termino “colonia” es de extracción y uso europeo, principalmente inglés.  Se refiere a las prácticas explotativas, extractivas del imperialismo europeo en Asia, África y el Oriente Medio desde el siglo 16 en adelante, incluyendo al dominio imperial español sobre Puerto Rico de 1492 a 1898.  Gran Bretaña, España, Bélgica, Holanda, Francia y Alemania  practicaron inclementemente el colonialismo extractivo, despótico, tiránico en todos los continentes menos Europa misma.  Para eso crearon ministerios coloniales --- la Oficina o Ministerio Colonial en Inglaterra, por ejemplo.  No se trataba de “territorios” suyos sino de pueblos y naciones enteras para explotarlas, succionarlas brutalmente.  Todas esas “colonias” pelearon por su emancipación, desde 1947 en adelante, en un proceso revolucionario exitoso desde Ghana y la India en 1947 hasta las colonias del Caribe muchos años después.

En la expansión continental de los Estados Unidos, desde Maine hasta California, Alaska y Hawai, a los territorios que todavía no habían cualificado para convertirse en estados --- de las originales 13 colonias a los 50 estados --- nunca se le llamó colonias sino territorios, y la relación gubernativa y económica, aunque desigual, nunca fue tiránica, explotativa o de pura succión económica, aunque ciertamente desventajosa para el territorio, a falta de liderato competente y patriótico que repudiara la desigualdad --- como lo hicieron Luis Muñoz Rivera y Luis Muñoz Marín en su tiempo.  De ahí que desde el 1900 hasta el 1952 la relación fue alterada a favor de Puerto Rico, todavía territorio, pero nunca colonia en el sentido bárbaro de Inglaterra, Holanda y Bélgica en África y Asia.

La actitud del pueblo de Puerto Rico, de inconformidad, pero de aprecio de lo que la relación con la metrópolis ha significado, repudia las actitudes olímpicas de rechazo total --- soberanía--- y sopesa las ventajas y las responsabilidades del ELA para con los Estados Unidos.  Reformas sí, separación no, ya sea esta franca y honesta, como en la independencia o agazapada como soberanía, bajo su nuevo disfraz de “libre asociación”, que a la luz de los casos en que se ha instituido representa cuando menos un retroceso político, y cuando mas un insulto al pueblo de Puerto Rico.  Porque las instancias en que se ha establecido la libre asociación tratan de pueblos minúsculos, apenas poblados, ajenos a la tradición histórica europea e hispana que hace de Puerto Rico una cultura nacional definida y consciente de sus relaciones políticas y culturales con el mundo exterior.

martes, 20 de agosto de 2013

Glosario del Cambio Político en Puerto Rico


Un recurso frecuente de los debatientes medievales --- escolásticos o nominalistas --- era el exigirle al adversario, en lo que arreglaba su propia posición, que definiera sus términos.  No vendría mal que los puertorriqueños que participamos en el análisis y debate político que se incrementa con fuerza ante nosotros vayamos definiendo los términos respectivos en que expresamos nuestras posiciones.

No cabe duda de que el término --- el concepto --- más de moda, como nombre propio y como programa político ideológico de un sector del debate es el de “Soberanía”, como expresión de una postulada descolonización de Puerto Rico.

La precisión y la honestidad intelectual exigen que afinemos lo que en lengua española  --- y en todos los diccionarios del mundo, de ciencia y teoría política y de uso cotidiano --- significa la palabra y el concepto de soberanía.  Sencilla y universalmente significa “poder supremo” nacional sobre los asuntos de su pueblo.  Su equivalente en el habla docta --- o popular --- es “independencia”.  Colar ese concepto como equivalente a ELA soberano --- independiente --- debería contribuir la primera sinceración de los soberanistas a la limpieza, en adelante, del debate que apenas se inicia.  La posición de recaída o retirada táctica, de fatal semántica, es la de la “libre asociación”, con el problema de que esto supone la soberanía o independencia primero para luego explorar lo que la metrópolis está dispuesta a conceder, para llamarle a esa independencia o soberanía “Asociación”.  ¿Un salto en la oscuridad? ¡La Ivu-Loto es más segura y no arriesga tanto!

lunes, 19 de agosto de 2013

¡Mucho Cuidado con lo que se le Pide a los Dioses!


Mi título de hoy proviene de un proverbio de la sabiduría oriental japonesa.  Su significado práctico se refiere a la capacidad humana de administrar y controlar los deseos colmados por la realidad.  Porque aunque siempre se desea que el resultado de esos deseos sea la dicha, muchas veces resulta lo contrario.

Traigo a colación ese filosofema porque me parece que esta semana el Partido Popular se ha embarcado --- en el doble sentido de la palabra --- en una aventura política de consecuencias impredecibles, cuando no fatales a su ideario de justicia social y autonomía política.

La transacción realizada por el alto liderato del PPD con los “jóvenes turcos” de la soberanía muy bien pudiera resultar peligrosa para el enfoque problemático, programático, incrementalista de la línea general del partido de 1938 al 2012.  Eso es así porque en política, como en boxeo, hay por lo menos dos sobre las tablas.  Lo que Luis Muñoz Marín nunca permitió como definición de su partido,--- la independencia política de Puerto Rico ahora bajo el nombre altisonante de soberanía --- acaba de hacer su entrada al programa político del PPD por la calle del medio.  Ha cobrado legitimidad política en el partido de la justicia social, el desarrollo económico y el servicio público honesto.  Eso fue intentado muchas veces en la historia del PPD y fue tajantemente rechazado por Muñoz y la casi totalidad del partido.  Pero la debilidad e ineptitud de la gerencia actual del PPD --- que no puede llamarse liderato --- ha provocado esa legitimación de la independencia, con su traje nuevo y brilloso de la soberanía.

Por eso los próximos tres años viviremos enjocicados en el status, la soberanía, la independencia nueva, y la vieja de Rubén Berríos y Fernando Martín:  “Much Ado About Nothing”, como dijo el bardo.

Debajo de ese nuevo andamiaje retórico, ideológico, de ideales absolutos --- de quimeras, como decía Muñoz --- estarán esperando, con una canasta grande, los sarracenos del capital y del miedo, servidos a la carta.  Los buenos autonomistas de ayer serán víctimas --- en esa gloriosa Asamblea Constitucional de Status --- del lenguaje político-ideológico fascinante de la soberanía.  Morirán como el pez, por la boca.

jueves, 15 de agosto de 2013

Sucedió una Cosa Graciosa en Camino al Foro


Utilizo hoy el título de un dramita de mediados del siglo pasado para caracterizar lo que el sabio griego Aristóteles, en su tratado sobre la tragedia llamó “reversal of intentions”, es decir, provocar exactamente lo contrario de lo que se pretende.

Hasta hace dos días el presidente del Partido Popular, supuesto líder máximo de esa organización, apostó, jugó la cota --- de la gobernación y del partido --- en una banca legislativa de las 78 que constituyen Cámara y Senado. 

Toda su conducta maquinista sobre el liderato intermedio de su partido ---el Consejo Central --- estuvo marcada por una torpeza de adolescente ansioso, para producir un resultado sencillo:  la elección de una dama dominicana de indiscutibles méritos políticos a una vacante legislativa.  Para eso maltrató, ignoró, marginó, disminuyó en consecuencia política a cuatro otros candidatos capacitados y honestos de su partido.  Esa fue la intención.  ¿Cuál fue la reversión de esa intención?  La derrota, la suya y la de su candidata.  Con esa puntería política al 2016 luce más que problemático.

¿Por qué se arriesgó --- y se perdió tanto por tan poco?  Por la gula electorera.  Por la misma razón que se le entregó, en bochornoso monopolio, los dineros del pueblo a la aseguradora de salud más corrupta de la comarca y se nombra Secretario de Salud a un veterano agente suyo.  En este caso por el dinero electoral para el 2016.  En el primer caso por el voto dominicano.  A diferencia de 1940, en que se practicaba descaradamente la compra de votos, hoy se practica la venta del Bien Común al mejor postor.

La golosina --- el afrentamiento por los votos dominicanos --- cegó moral y políticamente al gobernador, y produjo lo contrario, una repulsa a esa maniobra que no tengo dudas le hizo daño a su candidata.  Eso lo veía venir hasta un ciego.

Pero hay más.  El liderato popular de base estaba buscando una oportunidad para expresarle a Alejandro y a su grupito de manipuladores el disgusto que tienen por  la entrega del Aeropuerto, el incumplimiento de la reforma legislativa, la entrega de billones al monopolio de la Triple S y la blandenguería superficial de su administración.

A los lectores que quieran ver todo esto desde una perspectiva de fiascos históricos comparables, les aconsejo un libro sabio --- tan sabio como su autora --- de la historiadora norteamericana Barbara Tuchman: “The March of Folly”, la marcha de la locura, desde Troya hasta Vietnam, y sus aplicaciones tropicales presentes, añado yo.

martes, 13 de agosto de 2013

¿Democracia de Pueblo, de Partidos, o de Grupitos?


En una hora aciaga durante la Guerra Civil norteamericana, Abraham Lincoln acuñó la fantasía retórica --- como ideal --- del “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.  Eso ha quedado consagrado en la imaginación democrática desde entonces como aspiración, como ideal en el gobierno de los hombres, que no se cumple, pero que debería cumplirse.

Más cerca de nosotros, en el Puerto Rico del 2013, ¿cómo quedamos frente a la asignación que nos dejó el maestro de Kentuky?  Para una respuesta breve hay que distinguir el gobierno del pueblo --- directamente, como en la polis griega --- del gobierno de los partidos.  Porque en la realidad concreta, el pueblo como colectivo, como el todo, nunca gobierna.  Se vale de partidos --- de partes --- y delega en ellos la responsabilidad de responderle acerca de sus necesidades y problemas y aspiraciones. 

Pero los partidos, que se presentan a sí mismos como instrumentos del Bien Común, nacen idealistas y al cabo de una generación a lo más se convierten en maquinarias inclementes mediante los cuales los líderes cancelan la participación del pueblo y su organización se traga el idealismo original.  Esa es la historia de nuestra historia política:  del idealismo práctico, programático  de toda la generación del 40 que acompañó a Don Luis Muñoz Marín, a la manipulación de frases huecas, mentiras y medias mentiras del “grupito” que maneja a Alejandro García Padilla:  su hermano Antonio, de funesta recordación en la Universidad, en la que su “dolce vita” dejo atrás por mucho el radicalismo sensual de Federico Fellini; Marisara Pont, beneficiaria de los millones publicitarios del PPD desde los tiempos y los gastos alegres de Hernández Colón aquí, en España y en el resto de Europa; Fernando Agrait, panita del bufete y de mentoría en aquellos mismos tiempos, y naturalmente Rafael Hernández Colón  y su vástago fotostático, José Alfredo Hernández Mayoral.  Ese es el grupito, ese es el gobierno, ese es el Estado.  No se diferencian del PNP ni en sus ideas, ni en su amor patológico al dinero, ni en su afán de servirse de los haberes del pueblo para su avaricia privada.

De ahí procede la crisis moral, la crisis de competencia, y la crisis política por la que atraviesa el PPD en los días que corren:  un gobierno de grupitos, de espaldas al pueblo y al partido, que un día creyeron optar por otra cosa.

lunes, 12 de agosto de 2013

La Xenofobia y el Clientelismo: Dos Caras de la Antidemocracia


La crisis desatada por el Presidente del PPD, al violentar el proceso democrático en su partido en aras de una candidata particular, plantea la fragilidad moral de ese partido, en este caso en la selección de una legisladora que completaría el cuadro de 78 que constituyen nuestra Asamblea Legislativa.

Todos los candidatos a llenar la vacante tienen un claro historial de servicios al partido y al País, en posiciones de diversa jerarquía y visibilidad.  Despreciar esos servicios a la hora de la selección, en aras de una candidata particular constituye un atropello a los derechos de todos.  Opacar los méritos de la favorecida, al señalarla él mismo como extranjera es convocar al rechazo xenofóbico de parte del pueblo enojado por la arbitrariedad, cuando en situaciones normales nadie recordaría su país de origen, ya que es puertorriqueña de formación, profesión y afectos.  De una candidatura meritoria en buena lid el gobernador ha creado un issue de puertorriqueñidad y extranjerismo donde no existía.

¿Qué mueve al gobernador a cometer este secuestro de la democracia y la lucha política limpia?  Lo mueve la otra cara de la xenofobia --- odio al extranjero, no por su carácter y conducta, sino por extranjero --, que es el clientelismo: una agencia o una posición para cada grupo de votos persuadibles o comprables, para sumarlos el día de las elecciones no importa que --- como en este caso --- se envenene el clima de concordia entre todos los ciudadanos o intereses sociales.  Los gobernantes están para unir, no para dividir en aras de pingües ganancias futuras en el colegio de votación.  El precio moral es muy alto, y puede convertirse en costo político para una administración que ha disipado todo su carisma pre-eleccionario del 2012.

domingo, 11 de agosto de 2013

La Vacante de la Cámara: Una Oportunidad Perdida


El PPD tiene problemas en todas las dimensiones en que el pueblo queda afectado por una administración de gobierno.  La Policía y la Judicatura, entre muchas otras agencias gubernamentales, andan sin rumbo, dirección o ejecutoria que abone a la esperanza y a la conformidad del pueblo.  En la calle y donde el pueblo se reúne y se expresa en sus andanzas cotidianas, la expresión y la vocalización es de desencanto.  Uno supondría, por tanto, que un gobierno sintonizado con el pueblo aprovecharía la necesidad de llenar la vacante de la Cámara para cargar la batería anímica de ese pueblo decepcionado.  Pero no, todo lo contrario.  Se opta por profundizar la crisis de tan temprano descreimiento.

Una banca por acumulación representa, si uno no anda aislado del latir moral y emocional del pueblo, la oportunidad perfecta para restablecer una relación de confianza y sinceración con ese pueblo tan maltratado y estrujado en su esperanza de ayer y en su desilusión de hoy.  Por tocar a un número considerable de precintos electorales, una primaria convocaría la atención de todo el País, pero la maquinaria ciega del PPD ha optado por el mecanismo de señalamiento de dedo, marcando con él a una candidata y dejando --- tendidos a secar --- a los demás candidatos.  La maquinaria colocó en la papeleta segunda a la “nombrada” por el gobernador, y al mejor de los candidatos, al mejor preparado, Manuel Natal, último.  No hay pudor.  Así son las maquinarias.  No me queda duda que el telefonazo llegó a Comerío e Isabela, porque ese señalamiento de dedo tiene problemas en el criterio limpio y sincero de cada día más miembros del Consejo del PPD, que resisten la arbitrariedad y superficialidad de su Presidente.

Hace cien años el sociólogo político alemán Roberto Michels escribió un clásico sobre los partidos políticos, vigente hoy como en el año que se publicó.  Decía Michels que “los partidos políticos nacen al amparo de ideales gloriosos, combaten por esos ideales denodadamente, y se organizan para ello.  Esa organización --- esa maquinaria --- en aras de sus intereses de perpetuación de sus líderes, entregan y mancillan los ideales que un día les dieron vida.  Perecen, y nacen otros, que libran luchas gloriosas, y terminan en lo mismo.  Porque esa es la ley de hierro de las oligarquías”.  El fenómeno no es nuevo, pero nos duele más porque lo estamos viviendo en carne propia y no meramente en la escolaridad de los libros. 

viernes, 9 de agosto de 2013

El Partido Popular “democrático” de ayer (1968) y el de hoy (2013)


El que no aprende del pasado está condenado a repetirlo, nos dejó dicho el poeta filósofo español de formación sajona, Jorge Santallana.  Y antes que él, Marco Tulio Cicerón, el cónsul y orador romano, por excelencia, nos había dicho que quien no aprende del pasado será para siempre un niño.  Así es, aunque para saberlo se necesita alguna cultura más allá de los titulares del día.

El Partido Popular “democrático” realmente sepultó ese apellido en el Hiram Bithorn en julio de 1968.  En un brote caudillista muy caro para la historia subsiguiente, Muñoz prefirió la derrota del partido antes que la democracia, que sólo una primaria para la gobernación podía consagrar y proyectar al futuro.  El Yago de aquella tragedia fue Rafael Hernández Colón, quien, como el intrigante del drama original, puso pañuelos perfumados en el camino de Otelo para insinuar la infidelidad de Desdémona.   Eso le valió heredar el manto ya claramente oligárquico de Muñoz.  En 1983, asistido por Héctor Luis Acevedo como Comisionado Electoral del PPD hizo una alianza insana con Carlos Romero para eliminar las primarias en el PPD a favor de “métodos alternos” que la maquinaria del partido dictaría.

Esa es la doctrina y la práctica vigente hoy, a la altura del 2013.  Alejandro García Padilla ha heredado gustoso ese rafaelismo y se lo impone a candidatos --- y contra otros candidatos --- según le parezca.  Y esa cultura antidemocrática rige como aplanadora contra las conciencias y voluntades de candidatos serios y trabajadores que se derrotan por “fiat” desde Fortaleza y la Presidencia del partido.  Estamos moralmente en 1968, con la diferencia que los maltratados de hoy irán al matadero del Consejo Central del partido como rebaño dócil que se niega a sí mismo su dignidad democrática.

En 1980 Rafael Hernández Colón quiso nominar de dedo al doctor Luis Ernesto Ramos Yordán para Comisionado Residente, porque tenía --- según él --- respaldo en el partido y mucho dinero.  Cuando expresé mi interés en el cargo, pensó que con esa preferencia suya terminaba el asunto.  Le dije que no podía objetar la candidatura de su protegido, pero que yo iría a primarias.  Se quedó sin aliento, seguro como estaba de que yo no tenía recursos para una campaña estatal.  Pero tenía otras cosas que él no podía apreciar, aunque el pueblo sí.  A mitad de camino de aquella campaña, sabiendo que su candidato no pegaba, se inventó otro, al profesor Arturo Morales Carrión, la persona que había presentado y defendido mi candidatura en el acto de presentación en el restaurante El Consulado, del Condado.  Hernández Colón y Miguel Hernández Agosto hicieron lo indecible por derrotarme en la primaria, y fracasaron.  Luego sabotearon de mil formas mi elección en noviembre de aquel año, pero resultaron derrotados ellos también.  ¡Justicia poética!

Esa es la herencia, y la actualidad del PPD --- en ruta veloz hacia atrás, hacia 1968, dirigido desde Ponce por el rafaelismo otra vez.

miércoles, 7 de agosto de 2013

¿Control Democrático del Gobierno?


El talón de Aquiles de la democracia como sistema político, esto es, la elección por el pueblo cualificado de los oficiales de gobierno para que respondan con sus decisiones de las promesas hechas y las necesidades palpables de la ciudadanía, es la pérdida de control democrático de la conducta oficial.  Usualmente se entiende por el gobierno el Poder Ejecutivo, que es el que administra, y se da poca importancia al Legislativo y al Judicial.  Pero la eficacia y productividad de un gobierno envuelve a las tres divisiones de la administración política.

Después de las elecciones “democráticas” los incumbentes favorecidos por el voto del pueblo tienden a hacerse los suecos:  ni miran, ni oyen, ni entienden el clamor público por honestidad, competencia y productividad.  Excepto en los escasos momentos luminosos de la historia --- Pericles en Atenas, Cicerón en Roma, Lincoln y Roosevelt en los Estados Unidos, Winston Churchill en Inglaterra y Luis Muñoz Marín en Puerto Rico, la democracia y las elecciones son una cosa y las necesidades y expectativas del pueblo son otras.

El poder, el prestigio de la seudo honorabilidad del dinero, honesto o deshonesto, desalojan del alma del político la supuesta motivación original de servirle al pueblo como el honor más alto de sus vidas.  Entonces la democracia se torna hueca, mero cascabel altisonante para cazar incautos.

Eso es lo que hemos estado viviendo en Puerto Rico, por dos generaciones políticas ya.  El contrato democrático se viola impunemente, y se frustra la ilusión a fuerza de engaños y mentiras y aleteos triunfalistas.

¿Qué le queda al pueblo, con voluntad de darse a respetar?  Le queda lo mismo que autorizó a los detentores del poder ilegitimado: su voz, su palabra, su indignación, aplicados a la próxima convocatoria electoral: el voto.

Lo único que hace temblar al político falso y hueco es el voto: que gane el adversario y lo desalojen de la frágil cumbre del poder mal utilizado.

He venido sosteniendo la tesis de que se nos han acabado en Puerto Rico los partidos, los líderes, y los candidatos “menos malos”.  No nos ha producido lo que pensábamos, ni han representado diferencia alguna frente al supuesto peor derrotado.

Los políticos aprovechados que se consideran “menos malos” le tienen pánico a perder --- porque pierden no sólo la elección, sino su falso prestigio y sus prebendas, oficiales y laterales.  ¿No sería conveniente entonces amenazarlos con votar por los ciertamente peores?  Eso sí que les llamaría la atención.  Ello sería, además el único control democrático que le queda al pueblo, ya que, en ese caso, ni “menos malos” son.  ¡Piénselo!  ¿O cree el lector que esa es una medicina muy fuerte?

lunes, 5 de agosto de 2013

Alejandro García Padilla: ¿Síndico Liquidador del ELA?


Los organismos biológicos o crecen o se mueren.  Igual destino le depara la historia a los organismos políticos.  En ese sentido, soy depositario de dos confesiones sinceras y angustiosas que me hicieron los dos grandes arquitectos del Estado Libre Asociado, a raíz de los fracasos se sus gestiones --- de 1963 y 1974 --- de sus propuestas ante el Congreso sobre el desarrollo del Estado Libre Asociado:  Don Antonio Fernós Isern y Don Luis Muñoz Marín.

El fracaso de 1963 fue obra de una traición personal y cínica del Presidente Kennedy a Don Luis Muñoz Marín, con relación a la primera gestión del crecimiento del ELA.  La segunda --- en 1974 --- fue obra del Presidente Richard Nixon, y de sus sucesor Gerald Ford, contra la propuesta de Muñoz del Nuevo Pacto de culminación autonómica del Estado Libre Asociado.

Aunque Muñoz, hasta la hora de su muerte continuó alentando esperanzas de una apertura congresional hacia el crecimiento autonómico del ELA, mi última conversión con él, a la sombra del rancho de Trujillo Alto, denotó tristeza y desesperanza para Puerto Rico ante la mezquindad y torpeza de los Presidentes y el Congreso norteamericanos desde Kennedy hasta Nixon.

Esta fueron sus últimas palabras, que mi amigo Jorge Font Saldaña y yo escuchamos con pareja pesadumbre: "los americanos han sido económicamente generosos con Puerto Rico, pero han sido políticamente mezquinos."  Eso sigue siendo así.

Treinta y ocho años después de aquellas palabras angustiosas, la sordera norteamericana a las aspiraciones y necesidades de Puerto Rico siguen inalteradas.  Es hora de enfrentarse a la realidad:  o la estadidad que el Congreso no quiere, o a la independencia --- en cualquiera de sus forma, francas o simuladas --- que el pueblo de Puerto Rico no quiere.  Si la quisiera, la podría obtener mañana, al pelao, como la ofrecía el proyecto Tydings de 1937, hacia la ruina económica y social.  Y si quisiera la estadidad, tendría que ser a base de perder su lengua materna, degradar su cultura nacional e histórica, abandonar su autonomía fiscal, y aprestarse espiritualmente a ser otra cosa.

Ante ese cuadro de realidades indiscutibles, el Estado Libre Asociado es aún, y por el futuro previsible, la mejor opción práctica, económica y política, del pueblo de Puerto Rico.  Pero, como el coronel de García Márquez, necesita quien le escriba, quien lo mantenga señalando al futuro.  El Senador Widen no es el Congreso, ni la Casa Blanca.  Pero tampoco se trata de atacarlo en forma barata y politiquera, como han hecho hoy los cadres politiqueros de Alejandro García Padilla.  Porque el Estado Libre Asociado es lo que le queda de realidad productiva a Puerto Rico.  Lo que necesita es cabezas claras, y un discurso político lógico y sensato que lo afirme ante alternativas claramente inferiores.  Alejandro y la familia Hernández Colón no son esas cabezas.

jueves, 1 de agosto de 2013

Alejandro: Un Día Malo en Roca Negra


La comparecencia de los líderes partidistas a Washington me pareció --- y así resultó en parte --- una exportación hacia el Congreso del chisme sempiterno entre políticos del patio.  Digo que así resultó sólo en parte porque esta vez se encontraron --- “for a change” --- con una actitud seria de parte de los senadores del Comité de Energía y Recusos Naturales del Senado Federal.  Rubén Berríos repitió lo de siempre:  solicitar la independencia de espaldas al pueblo que no tiene.  Pierluisi: insistió en que le legitimasen el plebiscito tramposo que le impusieron --- él y Fortuño --- al País.  Los senadores no mordieron.  Y Alejandro pretendió que le validaran las posturas huecas asumidas en el pasado plebiscito, en que no defendió al Estado Libre Asociado, con todo y los motes politiqueros con que adornaron esa formula.

Aún así, estas fueron unas vistas distintas, porque los actores puertorriqueños se encontraron, más allá de su libreto cacofónico con un Comité Senatorial serio, inteligente, bien informado y dispuesto a asumir las responsabilidades eludidas por 115 años de incumplimiento de sus obligaciones.

Claramente, el gobernador no estaba preparado para esa confrontación.  Los otros tampoco, pero esos no tenían nada que perder.  Uno porque no tiene pueblo y el otro porque está en campaña para una candidatura, y para ello el status es un paño azul para esos fines.

El Comité sí estuvo preparado, especialmente en su “homework” político, jurídico, constitucional e internacional.

Todo lo anterior apunta a que el debate del status tiene que moverse hacia un contexto serio de libre determinación, en que la voluntad democrática pese más que las fórmulas jurídicas.  Ello recomienda, y más que eso obliga a una Asamblea Constitucional de Status.  Pero eso es el futuro.  El presente es de crisis de todas las fórmulas políticas, por partidistas, por poco serias.

En cuanto al gobernador, su mala experiencia de hoy me recuerda una vieja película de Spencer Tracy --- “Bad Day at Black Rock” --- en la que el actor, con un sólo brazo, tuvo que enfrentar a varios maleantes agazapados.  Alejandro fue al Congreso manco también, cautivo de un grupito de manipuladores toninos y blandengues, que pretenden para el País la misma debilidad de carácter que les define.

¡Si se aprende mientras se pierde, no es todo pérdida!  Ponce está en Puerto Rico, pero no es Puerto Rico.