sábado, 10 de diciembre de 2016

Oscar López Rivera, Obama y la Teología Paulina sobre el Pecado

En su afán de universalizar su mesianismo, el apóstol Pablo le dejó a la Iglesia Católica la conveniente y acomodaticia doctrina sobre dos clases de pecado: los mortales y los veniales, de tal manera que todas las ovejas quedaran dentro del rebaño cristiano, después católico-romano.


Los pecados veniales --- de poca monta, productos de una carne enferma --- son excusables en términos de la frágil naturaleza humana, los que se comenten sin querer queriendo. Tiene que ver con el cuerpo --- la gula, el sexo, el robo, la crueldad y cosas por el estilo, mientras que los pecados mortales comprometen el alma; son los pecados del espíritu y sólo pueden ser perdonados por Dios mismo, y ello sólo después de un arrepentimiento dramático y de manos de la más alta autoridad de la Santa Madre. De esa manera se salvan los dogmas de la Iglesia.


Este esquema, tan conveniente y tan falaz, es el que seguramente palpita en la mollera del presidente Barack Obama.  Ha perdonado y conmutado sentencias a los más despreciables criminales de la nación, pero Oscar López Rivera no le mueve un nervio de la cara, entrenado para lidiar con la doble verdad de la Santa Madre, aunque no sea un católico oficial.


¿Cuál ha sido el pecado de Oscar?  Combatir la colonia y sus agentes. No mató a nadie, pues su pecado fue espiritual, moral, político, como los de Patrick Henry y Washington y tantos otros paladines de la libertad americana, que la historia convirtió en opresión para Puerto Rico.  Lo que los verdugos americanos le exigen a Oscar es abjurar de sus convicciones de conciencia, de su pecado espiritual.  Se trata, en el caso del Presidente, de un verdadero pecado de conciencia, abominable y despreciable.


Ojalá que para fines de su mandato Obama rescate su conciencia y desista de despreciar la de Oscar, y la del pueblo de Puerto Rico.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Primarias: El Purgante Purificador para el PPD

De 1938 a 1964 el PPD no necesitaba primarias.  Luis Muñoz Marín era la primaria.  Su dedo índice era, a decir de muchos legisladores, su electorado.


En 1968, al insistir Muñoz en que su dedo índice seguía sustituyendo el juicio el electorado Popular, y frente a una situación nueva, de un gobernador competente que aspiraba a continuar su buen gobierno, Muñoz contestó con un brote caudillista latinoamericano, y prefirió la derrota del PPD a la primaria de Roberto Sánchez Vilella, aunque su buen gobierno le constaba a todo el pueblo.  Muñoz prefirió la derrota del PPD a la victoria de Sánchez y el partido, con tal de retener él, el caudillaje absoluto.  Así que Muñoz creó el PNP de Ferre y sus sucesores.


¿Respuesta hoy ante ese balance histórico?  La cosa más sencilla, legítima y salvadora para el PPD:  Que el Pueblo decida.  Primero en el Partido y luego de cara al País.


Esa es la respuesta sencilla e inevitable:  para producir un candidato de unidad, no la unidad perniciosa de los demagogos, sino la unidad sincera de la primaria honesta, frente al Partido primero, y luego frente al País.


Lo otro es la guerra intestina divisionista y debilitante, la perpetuación de la incompetencia y la corrupción PNP.


Queda el PPD advertido: o primaria de pueblo o la permanencia del mal conocido.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Allá un voto por la oligarquía, Acá un Voto por la Irrelevancia

¿Qué pasó el martes ocho?  Sencillo: los americanos votaron por sus enemigos, los ricos y ricachones representados por Donald Trump.  Los puertorriqueños votaron para reinstalar en el gobierno a la mafia depredadora de Pedro Rosselló y Luis Fortuño, a los que el fiscal federal Gil Bonar llamó por el nombre de sus obras: la corrupción.  Otra vez el pueblo votando por sus enemigos.  Pero como hoy hay que decir algo para pedir el voto, pues votó por la estadidad, la cosa más fantasiosa e irrelevante del mundo para la mente política norteamericana.  Otra vez el pueblo votó por sus enemigos: los estafadores del dinero público real y los engatusadores de la fantasía irreal de la estadidad.


Obviamente la mayoría de la masa activa del electorado cree en el cuento de la estadidad, aunque sus líderes saben que es un engaño.  Por eso digo, los penepés votaron por la irrelevancia, pero recibirán a cambio el producto único que su liderato puede garantizar: la corrupción que los define desde los tiempos del ”racket del Capitolio” de los años treinta.


Con todo ese complejo mental aparentemente ineducable, el PPD perdió por una exigua diferencia de 3%, directamente atribuible a las dos candidaturas independientes, que como perros del hortelano que no comen ni dejan comer.  Prefieren la perfección de las palabras a las realidades siempre deficientes de los hechos.


La oligarquía allá, la irrelevancia acá, de ahí la síntesis de lo ocurrido ayer.  Lo cual asigna una seria responsabilidad al liderato del pueblo popular.  El PPD representa un núcleo fuerte, consistente en los principios de la justicia social, el crecimiento económico que la hace posible, y el gobierno propio --- que es la esencia del ELA --- recientemente abandonado por los Estados Unidos.


Para lograr lo anterior es necesario articular un programa de propuestas programáticas claras, dramáticas, diferentes, que no se lograron para las elecciones de ayer.  Está bien ya de vaguedades.  Ese es el territorio de Rosselló.


Y, claro está, se necesita un líder que las articule, no que las diluya en el remolino de las precauciones.

jueves, 27 de octubre de 2016

Candidatos y Votos 2016

A menos de dos semanas para escoger a quienes mejor quieran, sepan y puedan encarnar una esperanza realista de buen gobierno --- aún con las limitadas opciones y poderes de que dispondrán desde el Ejecutivo y el Legislativo --- conviene expresar mi ponderado juicio sobre las alternativas ante el votante.


En cuanto a la gobernación es claro que se imponen unos criterios mínimos para merecer el endoso del pueblo.  Abundancia de candidatos hay, y con la flagrante excepción de uno --- Rickey Rosselló --- todos comparten varios, si no todos, esos criterios, que a mi parecer son los siguientes: ¿Es serio, o seria, prudente, y capacitado por larga experiencia  y conocidas ejecutorias al frente de organizaciones --- públicas o privadas --- que infundan merecida confianza al votante? ¿Certifica su historial público o privado una honestidad indubitable?


A la luz de estos criterios, no me queda duda de que David Bernier galopa de frente de ese cuadro.  Profesional distinguido, eficaz, honesto y experimentado.  Como diría Don Miguel de Unamuno, “todo un hombre”.


No tengo por qué pensar que todos los otros candidatos, menos uno, no cumplen en diversas medidas esas especificaciones y criterios.  Sin embargo, la realidad histórica es que sólo Rosselló acompaña a David Bernier en la expectativa estadística del voto.  Por ello es necesario aplicarle un espectroscopio político para detectar el fraude que representa.  Ya lo vemos en su campaña publicitaria:  la mentira estridente y agresiva, la oferta generalizada, sin especificación de compromiso serio y a sabiendas de lo que ofrece.  Es la fotostática pura y pinta de su padre, a quien su creador publicitario --- Joe Franco --- nos dejó dicho:  ¡“Yo lo fabriqué”!  Porque detrás de su palabrería hueca no hay nada serio que no sea el suicidio espiritual de la estadidad quimérica.


De los otros tres candidatos, ¿qué diré?  Que son personas honestas y decentes, articuladas y sinceras.  Pudieron haber sido excelentes candidatos a la Legislatura.  No haber optado a ella los convierte en lamentable pérdida total.  La pureza cautiva, sin pueblo.  De ninguno de ellos puede decirse lo que puede y debe decirse de Rosselló, que es un paquete.  Porque sencillamente estrena “unos pantalones nuevos, de los viejos de papá”.  El País no está para eso.

lunes, 24 de octubre de 2016

Una Columna y una Carta

Le pido al lector que acuda a la columna de opinión que el pasado 21 de octubre publicó en El Vocero el Representante Jesús Santa del PPD, titulada “Un Derecho, un Privilegio, una Responsabilidad.  No voy a reproducir aquí la letra de ese brillante escrito; me acojo sencillamente a su espíritu.  Porque se trata de la expresión más lúcida que he leído en mucho tiempo sobre el principio, el fundamento de prerrogativa electoral, a saber la responsabilidad del ciudadano como votante de ejercer un voto limpio, ilustrado, inteligente, basado en la memoria y el juicio honesto sobre los candidatos y los partidos.


Los candidatos y los partidos tienen una responsabilidad única, ética y de conciencia: dedicar su gestión pública al servicio --- como dicen en las campañas --- del Bien Común, los valores y las necesidades del pueblo votante y sus familias, y aún de aquellos que no votan, por vagancia, irresponsabilidad o torpeza sobre los graves asuntos públicos.


Pero el pueblo que necesita, que exige, que se queja, y que vota, tiene una responsabilidad paralela:  la que la inteligencia, la memoria, su honradez personal le impone con respeto a la historia, la ejecutoria, y la credibilidad de los candidatos.


Porque resulta despreciable el exigir a otros cuando no se juega limpio personalmente, al exigir consistencia entre palabra y hecho a los candidatos y a la vez votar en base a pasiones, deseos inconfesables, rencores e ignorancia practicada.


La columna que comento hoy y que suscribe el Representante Jesús Santa constituye una expresión feliz, en forma y fondo, de los supuestos y valores de la ética del elector serio y responsable.


Esa columna del Representante Santa del día 21 en El Vocero, la acompaño hoy, para apreciarla en su justo valor, con una Carta al Lector del día de hoy 24 de octubre en El Nuevo Día, de la ciudadana Wanda Rodríguez de San Juan, en la que encarece de todos los electores de Puerto Rico un voto limpio, honesto, bien informado, en base a lo que Juan Jacobo Rousseau llamó, con iguales fines, “el silencio de las pasiones”.


¡Qué falta nos hace, en grandes números, ese tipo de electores y legisladores!

lunes, 17 de octubre de 2016

Puerto Rico: La Patria Doblemente Vejada

Desde la administración de Bill Clinton Puerto Rico ha sufrido una cadena de vejaciones a manos de los Presidentes Norteamericanos, supuestos demócratas liberales, que han despreciado y destruido lo  que pensábamos era un logro político y moral:  el Estado Libre Asociado.


Clinton lo despreció mediante la busconería de Jeffrey Farrow y las opiniones de sus Secretarios del Tesoro y sus alcahuetes de Casa Blanca, fingiendo apoyo a la libre determinación y definiendo esta como la unanimidad de los puertorriqueños en apoyo a un status determinado.  La maldad no puede ser más evidente, puesto que democracia y unanimidad son incompatibles.  Lo cual quiere decir que nunca se resolverá el problema del status, ya que siempre la democracia supone división.  Lo que demuestra que la oferta de todos los Presidentes, desde Eisenhower hasta hoy, han sido hechas de mala fe, para dividir más al pueblo puertorriqueño y que no se logre nunca la necesaria demanda de solución a nombre de todo el pueblo.


Después de Clinton, Bush hizo lo mismo, y lo mismo está haciendo Obama, de quien se ha dicho, a la luz de su manipulación del status, y  su insensibilidad en el caso de Oscar López, que es negro por fuera y republicano conservador por dentro.


El cúmulo de maniobras y contorsiones morales para no atender los derechos de Puerto Rico como pueblo significan patentemente una vejación a nombre del poder.  Eso es lo que define a los imperios.


La segunda, patente vejación de Obama y el Congreso a Puerto Rico como pueblo --- sellando como despotismo imperial su arrogancia de poder frente a la Isla inerme --- la constituye su PROMESA.


De un jalón imperial --- confirmando el juicio del Juez Magruder, en el sentido de que el repudio del Estado Libre Asociado como comunidad libre asociada a los Estados Unidos por su libre voluntad constituiría un “fraude monumental”--- Obama y el Congreso nos han devuelto, a patadas, al Gobernador imperial de 1899.  Esa es la segunda vejación.


Ante todo lo anterior, nuestro patético liderato oficial compite entre sí sobre quién está más dispuesto a “jugar pelota” con la Junta de PROMESA.  ¿PROMESA o amenaza?


Pienso que la respuesta a la primera vejación reside en la Asamblea Constitucional de Status, y a la segunda una CONCERTACIÓN PUERTORRIQUEñA para repudiar el atraco de PROMESA.  Sólo así, abochornando a Obama y al Congreso, a nombre de la dignidad democrática del pueblo de Puerto Rico --- en Washington, en las Naciones Unidas, aquí frente a la corte imperial de Hato Rey, en la Prensa norteamericana, se lograría que los amos imperiales presten atención a un pueblo digno.  Lo otro, como han hecho todos nuestros líderes y partidos oficiales, es pegarse a PROMESA, a ver qué le sacan politiqueramente.

martes, 11 de octubre de 2016

La Ética del Candidato y la Ética del Votante

La obligación moral absoluta del líder político como candidato electoral --- en una democracia, no importa lo limitado que sea el alcance de su voto --- es la de responder en su prospectiva acción legislativa o ejecutiva a los intereses y necesidades del votante como pueblo que de buena fe cree y espera integridad y eficacia en la conducta de su oficial electo.


Lo anterior vale como obligación moral contractual.   Pero la ética democrática y representativa conlleva otra expectativa, esta vez de parte del votante, como responsabilidad insoslayable, si es que es legítima su función de votar y decidir quién le gobierna y para qué:  se trata de la necesidad y obligación de ejercer su inteligencia práctica --- sus juicios sobre la acción de sus líderes o representantes una vez electos, tanto del pasado como del presente, lo que implica razonar, comparar, enjuiciar conductas, como condición de votar responsablemente.


El olvido, la irresponsabilidad, la actitud de chusma incondicional que sigue colores y publicidad comercial en que los candidatos no se diferencian de jabones, perfumes, bebidas o falsedades luminosas, lo descalifica moralmente para ejercer un voto inteligente.


Un pueblo que vota por pilletes y malandrines que se han enriquecido con sus recursos públicos, que han poblado las cárceles federales y estatales por ladrones, no merece el derecho democrático al voto, y sí merece todo lo que le pase, ya se trate de los ladrones originales o de los hijos y estudiantes aprovechados de esa escuela.

domingo, 2 de octubre de 2016

La Dialéctica del Deterioro: Un Imperio Arrogante y una Colonia Sumisa

Los dos nombres propios que titulan estas líneas explican lo que José Trías Monge llamó “la colonia más antigua de la tierra”.

La tragedia puertorriqueña así planteada tiene que remitirse a la conducta de esos dos entes: el imperio y la colonia, el primero arrogante y la segunda sumisa.  Don Luis Muñoz Marín, en la última conversación que tuve con él en el rancho de Trujillo Alto, me expresó con amargura la esencia de este planteo: “los americanos”, me dijo, con mi amigo Jorge Font Saldaña al frente, “ han sido económicamente generosos con Puerto Rico, pero políticamente mezquinos”. Cuando todavía le imponían los gobernadores a Puerto Rico --- de 1899 a 1941 --- antes de Rexford Guy Tugwell y Jesús T. Piñero --- nos enviaron los entes más corruptos e incompetentes de la fauna política americana, desde Gore hasta Blanton Winship.  Bill Clinton nos trató con los pies, valiéndose de Jeffrey Farrow --- un buscón de contratos allá y acá, y ha terminado como ente alquilado por el PNP contra los intereses de Puerto Rico.  Roosevelt nos trató como basura, y Obama ha seguido la tradición liberal allá y reaccionario acá, como Kennedy, Carter y Bush.

Ha sido Obama, sin embargo, quien ha botado la pelota: el liberal, el constitucionalista, ha puesto en efecto el “fraude monumental” que el Juez Magruder se negó a creer en su día: nos ha robado y destruido la realidad política, o la ilusión práctica, del Estado Libre Asociado, al servicio de unos especuladores de bonos --- buitres, les llaman -- que ni saben donde queda Puerto Rico en el mapa. Un pseudo-liberal se ha encargado de producirnos lo que Shakespeare llamó “the unkindest cut of all”.

Esa es la arrogancia del imperio; lo nuestro es la sumisión de nuestro supuesto liderato. En vez de una reacción indignada, unánime, contra el despojo, unos tristes pujos quejosos y patéticos. En vez de un frente común --- de todos los que registren la vergüenza del atropello --- una bochornosa sumisión ante el agravio. ¡Pobre pueblo!

martes, 13 de septiembre de 2016

La Palabra en la Vida y en la Política

Le escuché decir a un político demócrata de California que “la palabra es el capital, la moneda política del ente público”.  Un político sin palabra --- ya porque sea mudo o sea embustero --- en un charlatán, despreciable por jurar y  representar en vano.

La lógica de la comunicación entre político y pueblo se desenvuelve en términos de programas y promesas.  Bien conocidos son los mamotretos de embustes y simulaciones que cada cuatro años se blanden como teorías de salvación patriótica para consumo de un electorado incauto, ignorante y crédulo --- que quiere creer pero que carece de las destrezas para juzgar y diferenciar entre buscones y chácharas políticos, por un lado, y personas y candidatos serios, de palabra decimos, por el otro.

Les decía en el escrito de anoche que la única guía que tenemos para juzgar a los hombres y mujeres serios que ofrecen sus servicios y reclaman el voto del pueblo es su pasado, sus ejecutorias tras promesas comparables.  Eso es lo que diferenciarán, antes y después de las elecciones, los tusas de los hombre y mujeres que sinceramente quieren servirle al País desde el gobierno.  John Adams, el segundo Presidente norteamericano, nos lo dejó dicho cuando definió al servidor público patriota como aquel que considera la felicidad pública como su felicidad privada.  Los ha habido y los hay, y los habrán en el futuro, pero hay que discernirlos como el sabio Diógenes discernía al hombre justo, con una lámpara encendida en  pleno mediodía.

Quiero aplicar hoy esos principios de juicio político a la presente expresión programática del PPD sobre el asunto grave de la salud pública en nuestro País.  Desde que Pedro Rosselló destruyó el sistema público de salud en Puerto Rico, que para 1992 costaba  menos de 800 millones al erario y le ofrecía servicios de salud a todo el País que lo solicitara, el PPD ha estado criticando a los gobernadores PNP por aquella entrega de la salud a los buitres de las aseguradoras privadas --- la salud, la vida humana como negocio, con fines exclusivos de lucro --- y luego al llegar al poder -- tres veces --- han hecho exactamente lo mismo.  Gran parte de su más conspicuo liderato, dígase Rafael Hernández Colón, Roberto Prats, los hermanos del Gobernador García Padilla --- el gran Jerry y el adaptable Tony --- están empeñados en el lucro suyo y el de las aseguradoras.

Lamentablemente, lo que ha expresado el dirigente y la curia corporativa del PPD sobre programa de salud perpetúa el atraco de los dineros públicos para saciar el afrentamiento económico de las aseguradoras, que por un lado de la boca el PPD condena y por el otro abraza.

¿Qué significa todo esto?  Por un lado, que se traiciona el tesoro de la palabra, en aras del mejor postor económico para el Partido, y por el otro se abandona la gran oportunidad de marcar una diferencia definitoria del nuevo PPD, si es que es nuevo.
Está a tiempo David Bernier para corregir esa inercia.

lunes, 12 de septiembre de 2016

El Juramento de Rickie y Jenniffer

¿Juramento? ¿Compromiso? ¿Promesa?  Da lo mismo.  Porque partiendo de la certeza científica de que la clave del futuro está en las actuaciones del pasado, la inferencia resulta implacable:  Rickie y Jenniffer harán en el futuro lo que han hecho en el pasado: jurar, mentir, traicionar sus previos juramentos.

Porque, piense el lector: cuando se jura un cargo público se asume el cumplimiento de un contrato, ¿qué es lo que se jura?  Que no se mentirá, que no se robarán los fondos públicos, que no se utilizarán esos fondos para sus alcahuetes partidistas.  A la luz de ese juramento literal o implícito, ¿cuál es el record del liderato PNP, 1993 al 2001(Pedro Rosselló) y 2009 al 2013 (Luis Fortuño).  Corrupción: literal, directa, descarada.  ¿Qué vale, con esa herencia, el juramento de Rickie y Jenniffer?  ¿No será ese renacimiento del agua y del espiritu el mismo que Pedro y sus 40 ladrones le regalaron al País?

Ese es el record que sirve de trasfondo a sus nuevos juramentos.  Con ese record, por ahí andan los contratistas PNP --- los Leo Díaz, Carlos Pesquera, Edwin Mundo, Jorge de Castro Font y Aníbal Vega Borges --- dando cátedra de honestidad y moral.

El juramento que el viejo Hipócrates legó a la clase médica que heredó su arte fue el de “no hacer daño” sobre todo “no hacer daño”.

La fresquería y el cinismo político no tienen límites en el PNP.  En el PPD por lo menos se ha comenzado la cauterización del cáncer de la corrupción.  En el PNP “los mismos” prometen no robar más.  ¿Cuál es más creíble?

El juramento de Rickie y Jenniffer me recuerdan los dichos de la calle:  “Te conozco, bacalao, aunque vengas disfrazao”, o el otro, “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.

O como decía mi vieja:  ¿De cuando acá Periquita con guantes?

domingo, 11 de septiembre de 2016

Partidos, Programas y Diferencias

La vida intelectual, y por ello lo que tiene la política de lucha de ideas, se constituyen en base de distinciones, diferencias y relaciones múltiples entre objetos de reflexión.

Los lideratos, las ideas mismas, los programas alternativos --- cuando son tales --- apelan a maneras distintas y a diferentes reclamos de validez.

Lo anterior significa que no sólo el liderato tiene que articular claramente esas diferencias, sino que el pueblo elector tiene que tener la capacidad y la voluntad --- la inteligencia y la memoria, por ejemplo --- para evaluar y optar responsablemente por la opción que ante su inteligencia y su memoria responde a sus aspiraciones y necesidades.

Esta semana y la anterior se viene ventilando ante el País el curso serio, valiente y rigoroso políticamente asumido por David Bernier como nuevo líder del PPD.  Frente a un PNP que glorifica su pasado corrupto --- Pedro Rosselló y Luis Fortuño de cabecillas habilitadores de la ratería oficial --- el PPD ha optado por la depuración, no importa a quien se lleve de frente, a las cortes, a las prisiones o al merecido olvido.

Para cumplimentar ese programa radical y valiente de saneamiento, el PPD tiene que hacer, como punto de partida, una clara y válida distinción entre el que solicita contribuciones legales --- porque el sistema está basado en esa nefasta práctica --- y el que está en posición de comprar esos donativos a cambio de decisiones y dineros públicos:  la donación legal de buena fe contra el “esto por aquello” de los funcionarios corruptos.

Pero más y por encima de esa distinción jurídica y ética, el PPD necesita marcar diferencias de liderato:  madurez personal, experiencia administrativa, actitudes verticales sobre asuntos espinosos --- como lo está haciendo David Bernier --- a riesgo de incomprensión, además de la charlatanería del otro partido, veterano como es de la más horrenda corrupción en nuestra historia. ¡Y como si con ellos no fuera!

Su candidato a gobernador se estrenó en Puerto Rico con un contrato corrupto que los ejecutivos del PNP del Recinto de Ciencias Médicas le regalaron al poner pie en Puerto Rico, y luego la Universidad --- en manos del PNP --- le regaló la publicación de un panfleto político por encima de los derechos y turnos de académicos serios que fueron postergados para publicar el panfleto del nene de papá.  Eso es el PNP.  Eso es Ricardo Rosselló.  Eso fue su padre.

¿Diferencias?  ¿Distinciones?  Están a granel.  El problema es si la masa de pueblo que vota tendrá la memoria, la inteligencia práctica, y las actitudes de seriedad al emitir su voto, o si los colorines y la fabricación publicitaria le pueden cambiar las inevitables percepciones de su experiencia.

¿Podrá el pueblo distinguir, diferenciar, recordar lo que vivió de 1992 al 2004?  Y si recuerda, ¿tendrá inteligencia para castigar y optar por la esperanza bien fundada que representa David Bernier?

jueves, 8 de septiembre de 2016

David Bernier Gobernador: Una Esperanza Bien Fundada

Cuando en los pueblos se organiza la política en forma democrática, y cuando esa realidad política  deprime por su superficialidad o corrupción, los electores muchas veces se resignan a optar por el menos malo, ya que a pesar de las apariencias superficiales siempre hay un partido, o un líder, que resulta menos malo a la luz de sus conductas o definiciones del porvenir.

Esa es una realidad y condición políticas muchas veces repetida veces repetidas en las sociedades que tienen la opción de optar libremente por uno de los futuros que se ventilan ante su atención.  Pero se trata siempre, en esos casos, de una opción desesperada.

Esa era la condición de nuestro pueblo, políticamente hablando, hasta hace unos meses, hasta que apareció como opción real para el máximo mando gubernativo la figura joven, fresca y renovadora del doctor David Bernier para recoger y recomponer los pedazos de nuestra crisis política, económica y social hacia una reconfiguración correctiva de la corrupción rampante en ambos partidos principales, mediante una depuración de actitudes y conductas destructivas de nuestra urdimbre social, en marcha atrás hacia el cinismo político y depredación económica pre-1940.

Bernier ha comenzado donde la realidad objetiva lo ha obligado a comenzar: guerra a la corrupción, la del pasado que le es consustancial al PNP y que ha infectado como Sida político al PPD --- desde Rafael Hernández Colón y su extensa familia hasta Alejandro García Padilla  y la suya.

Las infecciones políticas, como las otras, mientras mas purulentas más fáciles son de curar:  sólo requieren carácter, inteligencia, valor moral, y un profundo amor al pueblo pobre y mediano, los que más necesitan un gobierno sano, limpio y competente.  Y David Bernier tiene la experiencia de vida y de administración pública que la gobernación demanda.

A la luz de esa deprimente realidad política puertorriqueña, de su anonimia --- confusión de valores ---, y a la luz del historial personal del doctor Bernier, su patriótica decisión de fundir su vida en la nueva, empinada jalda, constituye una esperanza bien fundada, la única creíble y plausible en este momento.  Lo demás es regodearse en la noria corrupta del pasado --- una nueva edición del rossellismo corrupto --- y esperar que otro lo haga.  No hay alternativa, David Bernier es él y es el otro.  El otro “otro” es un buscón, impreparado y goloso para lo que le enseñó su padre.  Ni él ni su partido son reformables. Sabemos a lo que viene.

La alternativa Bernier-Rosselló pondrá a prueba la inteligencia y la memoria del elector puertorriqueño.

jueves, 2 de junio de 2016

Mi Papeleta para el Domingo

En política democrática participativa es moralmente obligado el participar, el contribuir con la decisión individual a legitimar el rumbo del País, a manos de los vencedores.  De otra manera se corre el riesgo del asno que sufría al mismo tiempo de una terrible sed y de un hambre intolerable.  Tanto lo pensó que murió de ambas cosas al mismo tiempo.

Por eso me obligo a mí mismo a optar por candidatos sobre candidatos.  Hay que optar, hay que decidir.  Ofrezco a mis lectores mi selección para el domingo:

• Para Comisionado Residente --- Entre dos candidatos idóneos, votaré por el que me parece más preparado, representa cambio y futuro y representará a todo el pueblo y no a maquinarias caducas --- Ángel Rosa

• Para el Senado --- Aníbal José Torres; Cirilo Tirado; Miguel Pereira, Roxana López; Luisa Gándara y José Nadal Power.

• Para la Cámara --- Jesús Manuel Ortiz; Brenda López; Dayanary Torres; Ulises Dalmau y Gil A. Rodríguez.

Esa es mi selección de candidatos conocidos, por los desconocidos, desconozco.

lunes, 30 de mayo de 2016

De la Ley 600 a la Junta de Control Financiero

Llevo más de seis décadas estudiando, escribiendo, pensando sobre Puerto Rico en las entrañas del imperio norteamericano.  El principio --- la aspiración --- de nuestro pueblo, de la mano de Don Luis Muñoz Marín y de Don Antonio Fernós Isern, fue la autonomía, la división de poderes, entre la esfera federal y la esfera puertorriqueña, consagrado en un supuesto “pacto” que le daba legitimidad al reclamo de descolonización.

Muchas de las más altas voces de nuestra política, como Vicente Géigel Polanco, Gilberto Concepción de Gracia, y Pedro Albizu Campos advirtieron que se trataba de un doble engaño, de los americanos de allá y los líderes con poder oficial de acá.  La forma más incisiva de desvestir el mito del ELA lo produjo Albizu Campos en un intercambio amigable con Don José Trías Monge en un encuentro incidental en una calle del Viejo San Juan.  Dice Trías que Don Pedro le dijo:  el ELA es una “sosera jurídica”.

Según el Presidente Obama y el Congreso, eso es lo que es y nada más.

No es raro que la voluntad imperial se exprese como lo han hecho los arrogantes del Congreso y los servidores de la Casa Blanca de Obama.  Lo raro es la pasividad, docilidad y cobardía con que el supuesto liderato puertorriqueño ha reaccionado al insulto.  Valen más las primarias, los sueldos y los contratos, que la vejación a Puerto Rico que emana de todas las esferas federales.

En medio de esta crisis de voluntad patriótica veo que la maquinaria política de lo que queda del PPD se lanza contra una de las pocas esperanzas de renovación del Partido y del País.  Eduardo Bhatia y Jaime Perelló se lanzan contra Ángel Rosa, una de las personas que puede darle vida y credibilidad al PPD.  Están, como maquinaria política, repitiendo el error de 1980, cuando Rafael Hernández Colón y Miguel Hernández Agosto se tiraron contra mi candidatura a Comisionado Residente, lanzando a la derrota a un ilustre puertorriqueño, Arturo Morales Carrión, que había sido el primero en proponer y alabar mi candidatura.  Los derroté a los tres, sin dinero, pero con un record limpio a favor del Partido.

Héctor Ferrer es un candidato idóneo para Comisionado Residente, como lo es Ángel Rosa.  ¿Por qué tiene la maquinaria mohosa de Bhatia-Perelló denigrar la competencia limpia de los dos candidatos?  Me parece una expresión de debilidad y miedo al pueblo.

Sumadas esas manipulaciones a las cobardías frente al Congreso que quiere regresar a Puerto Rico al 1899, el balance es cenizas.

Volveré sobre estas claudicaciones en las próximas reflexiones.

domingo, 29 de mayo de 2016

Los Presidentes Americanos: Del Nuevo Trato de Roosevelt al Trato Sucio de Clinton y Obama

La crisis económica y financiera de los Estados Unidos, de 1929 a 1944 --- conocida como la Gran Depresión y que consistió en la acumulación de la riqueza en manos de lo que el Presidente Franklin D. Roosevelt llamó a una reducida oligarquía de “malhechores de gran riqueza”, produjo como respuesta un programa de rehabilitación económica y justicia social conocido como “El Nuevo Trato”.  Se trató --- de 1933 a 1944 --- de cortar arriba para rellenar abajo, financiando el Estado el empleo y las medidas de rescate --- desde la comida hasta la salud pública.

A la muerte de Roosevelt en 1945 advino al poder su Vicepresidente, Harry S. Truman, que gobernó hasta 1952 bajo la consigna de “el Trato Justo”, una continuación y adaptación de los programas de Roosevelt a los nuevos tiempos de recuperación de los costos de la Segunda Guerra Mundial.

En esa secuencia histórica, Puerto Rico figuró como fuente de reclutamiento militar, como base naval, y como beneficiario de “welfare”, al nivel económico gracias al liderato de Rexford Tugwell y Harold Ickes mientras al nivel político Roosevelt trató a Puerto Rico como botín de patronazgo para premiar sus clientelas políticas: los gobernadores funestos Gore, Winship y el rígido Almirante Leahy.

El Trato Justo de Truman consistió en el reconocimiento del gobernador electivo, que dio sus primeros frutos en 1948, cuando Luis Muñoz Marín estrenó esa prerrogativa democrática, después de haber nombrado a Jesús T. Piñero como primer gobernador puertorriqueño en 1946. Hizo más Truman en deferencia a los derechos políticos de Puerto Rico como pueblo:  le advirtió al Congreso que si autorizaba consultas de status en Puerto Rico, tenía que comprometerse de antemano con el resultado y a que sin ese compromiso la tal consulta sería un engaño, exactamente como ha ocurrido desde entonces.

Ese fue el producto del Trato Justo en lo que tocaba a Puerto Rico. Desde entonces hasta hoy, incluyendo todos los Presidentes post-Truman, lo que hemos recibido, desde el engaño de 1953 ante las Naciones Unidas y su propia reafirmación de la relación imperio-colonia de 1898 a 2016, es de Trato Sucio --- de los Kennedy, los Nixons, Clintons y Obamas. En el caso de este último con una ironía adicional: el defensor de Nelson Mandela y supuesto paladín de la raza negra, no tiene conciencia para ver a Oscar López ni nuestro derecho a la igualdad política como pueblo, que Eisenhower proclamó ante el mundo en 1953.

Por eso digo: el Nuevo Trato de Roosevelt y del Trato Justo de Truman, hasta el Trato Sucio de los Clinton y Obama.

sábado, 28 de mayo de 2016

Por Fin se Alzó una Voz por Puerto Rico

El pasado miércoles, en una Perspectiva publicada en El Nuevo Día, Aníbal Acevedo rompió el cerco de silencio sepulcral que el supuesto “liderato” del País ha observado servilmente ante la arrogancia federal. La cual quiere imponerle al ELA la soga apretada del imperialismo vergonzoso de principios del siglo 20, regresando al Componte de 1887.  Excepto que ahora se hace a nombre y a favor de unos bonistas buitres, cuando en 1887 se hacia por España a nombre de la Corona, su unidad y su absolutismo confesado.

Da vergüenza --- ajena y propia --- observar la complacencia de los dos partidos principales y sus “líderes”, objetando puntos y comas de la vejación antidemocrática que se le hace a Puerto Rico mediante una “junta imperial” que revoca la Constitución del 1952 y suprime el mandato democrático del pueblo en el proceso electoral.

¿Qué vale para un puertorriqueño digno la ciudadanía americana que desde 1917 ha acorralado la conciencia puertorriqueña mediante una complacencia esclavista?, que hoy produce el fruto de la incondicionalidad.

Es patética la conducta de nuestros partidos: todos, anonadados frente al insulto imperial.  Muchachos y muchachas de mandado de un comité de gringos, que le ordenarán lo que tienen que hacer.  ¿Y a eso le vamos a seguir llamando democracia y gobierno de Puerto Rico? ¡Da nauseas!

lunes, 23 de mayo de 2016

USA: República Democrática en Teoría, Oligarquía Imperial de Hecho

Una mirada histórica a la realidad viviente de los Estados Unidos, de 1787 al 2016, detecta necesariamente el contraste entre la teoría y la práctica del régimen norteamericano, de vida real y de gobierno teórico.  Primero, indios y colonos, de 1607 a 1787.  Luego, oligarquía blanca sobre el lomo de una esclavitud que se alargó desde el siglo 17 hasta la segunda mitad del siglo 19, la emancipación parcial, de jure, de 1863.  Luego lo que se llamó “la Reconstrucción”, lo único que reconstruyó fue el florecimiento oligárquico, de Norte a Sur, de Plymouth Bay hasta California, de Canadá hasta Luisiana y Arizona: la gran plaza imperial --- desde Filipinas hasta Puerto Rico --- donde la comunidad política, la polis griega y la república romana, se convierten en mercado oligárquico, a lo que aguante el consumidor y el comerciante inversionista, hasta el dato escandaloso que los economistas señalan: el uno por ciento de la población posee el 80 por ciento del capital que circula en ese mercado.

Sobre ese telón de fondo, funesto en su pura expresión, ocurre el debate de la sombra que llamamos: ¡ “campaña política democrática”!

La prueba más elocuente de esa farsa moral está hoy personificada en la prominencia de Donald Trump como candidato a dirigir esa oligarquía.  Nada más natural.  Porque candidatos ricos los ha habido antes, como los Roosevelt y los Kennedy --- pero su conducta fue, por excepción, aquella de “nobleza obliga” --- el multimillonario que se siente obligado a servir al pobre y al mediano.  Esa medida no la dan hoy día ni los Trump ni los Clinton. Pertenecen a la misma codicia oligárquica con sólo diferencias de estilo.

Desde nuestra realidad puertorriqueña, un apéndice problemático en el cuerpo de ese imperio oligárquico, debemos aprender a llamar las cosas por su nombre, porque el Imperio acaba de condenar a Puerto Rico a desistir del mito de la autonomía prometida a nosotros y al mundo desde 1952.

En virtud del poder imperial y la inermidad nuestra --- palabras de Luis Muñoz Marín --- es necesario empezar a vivir desde esa realidad, ya que no tenemos liderato político capaz ni tan siquiera de una protesta ante ese engaño y abuso del poder.  Para nuestro supuesto liderato --- todo, de todos los partidos --- las miasmas de poder de las primarias y las elecciones son mós importantes que la dignidad del pueblo.

sábado, 21 de mayo de 2016

El Duelo Pierluisi-Rosselló según Abraham Lincoln

El Presidente Abraham Lincoln fue poseedor de una inteligencia luminosa, y de un devastador sentido del humor --- esa rara capacidad para reducir la pomposidad narcisista al ridículo patético de los impostores transparentes.

Hace unos días la televisión comercial nos regaló un supuesto debate de alternativas para el proceso electoral de 2016.  Lo que nos regalaron los protagonistas, Pedro Pierluisi y Ricardo Rosselló representó un insulto a la ciudadanía avisada sobre los terribles problemas de nuestro pueblo.

Ambos se anclaron en la magia de la estadidad.  Lo imposible como solución a la angustia fiscal, financiera y económica de nuestro Pueblo, y sus efectos destructivos en las actitudes y propuestas políticas, que van desde la quiebra real y objetiva hasta la cobardía y el oportunismo de los responsables y encargados de resolverlo.

Ante esa crisis múltiple --- económica, moral y política --- los debatientes por la gobernación en el PNP --- Pierluisi y Rosselló, hijo --- subrayo hijo --- le presentaron al País una dosis intragable de baba ideológica: desmantelar el gobierno, producto de 75 años de brega más o menos racional con obstáculos inamovibles, sin que supuestamente se afecten los servicios al pueblo.

Ante el espectáculo de incapacidad y falta de imaginación, no hay más remedio que apelar al sabio Abraham Lincoln.

Contaba él que en una ocasión se encontraron dos borrachitos pendencieros en la base de un poste del alumbrado eléctrico, se enredaron en una pelea de empujones y golpes al aire, y que al cabo de una hora de furiosa pelea lo único que ocurrió fue que cada uno salió al fin con el coquetón del otro.

¡Ni más ni menos: Pierluisi y Rossellito por la gobernación!

martes, 17 de mayo de 2016

Nuestro “Socio” del Norte: “Sucio” Sería más Correcto

Ejerciendo su mollero imperial desde fines del siglo 19, al amparo de una ideología nacionalista alentada por el Almirante Alfred Mahan en adoración del poder naval, y del Presidente McKinley en su versión política expansionista, desde China y Filipinas en el Este hasta el Caribe en el Oeste, los Estados Unidos se autodefinieron como imperio al cerrar el siglo 19 y estrenarse el 20.
 
Puerto Rico, recién estrenando un régimen autonómico verdadero que le arrancamos a la España despótica, pereció como nación en el tumulto de la Guerra Hispanoamericana, en cuyo entierro no llevábamos vela alguna.
 
El maltrato imperial por parte de los Estados Unidos a Puerto Rico tiene tres fases:  la invasión abusiva de 1898, la ofuscación de 1952, y la humillación del 2016: invasión, engaño y traición a sus propios alegatos de autonomía y democracia de 1948 --- el gobernador electivo--- y 1952, Estado Libre Asociado.

El mito del Pacto --- “en la naturaleza de un convenio” --- acaba de ser repudiado en forma insolente por la Administración y el Congreso norteamericanos, hagan o no hagan poco o nada sobre la crisis financiera de Puerto Rico, porque lo que es para ellos un remedio fiscal es para nosotros un insulto, lo que el Juez Magruder llamó “a monumental hoax”--- un engaño funesto.

Ante esta crisis moral colectiva --- políticaeconómica y constitucional --- sorprende y apabulla el espíritu, la reacciónpusilánime, cobarde y oportunista de todo el liderato políticopuertorriqueño, si a eso se le puede llamar liderato.  Esta más pendiente de sus primarias, sus escaños, sus curules de poder --- de patética apariencia de poder --- que de la dignidad y la vergüenza de Puerto Rico como pueblo.

¿Se confirmará la vieja y persistente teoría del “puertorriqueño dócil”? 
 
La única expresión inteligente y valerosa que he leídos obre esta vergonzosa humillación vino hace unos días de la distinguida crítica literaria y cultural desde la Universidad de Puerto Rico, la amiga y doctora Lucy López Baralt, a quien felicito.

Los beneficiarios del Estado Libre Asociado guardan silencio: parece que no pueden hablar porque tienen los labios partidos.  Así de profunda es la crisis político-moral que vivimos.
 
Oportunamente definiré las alternativas que tenemos, como Pueblo.

lunes, 2 de mayo de 2016

Posturas y Postemas: La Parábola Demográfica de la Corrupción Municipal - Guaynabo, Bayamón y Toa Baja

La crisis financiera de Puerto Rico tiene dos caras: una da hacia la irresponsabilidad cumulativa de los seis últimos gobernadores que hemos padecido.  Todos en su momento olvidaron --- sabiéndolo --- el efecto cumulativo del interés compuesto: principal más interés, y sobre esa suma más interés, y así persecula seculorum, hasta llegar a la quiebra nacional.  Hoy todos esos gobernadores regalan al País una de dos racionalizaciones.  Una es el “yo no fui, fue el que me siguió”, o la otra, “la culpa la tienen los bonistas, que nos prestaron a sabiendas de que estábamos quebrados”.

Tres de esos gobernadores guardan silencio, como el que alega en corte que no puede declarar, o decir la verdad, porque puede incriminarse: me refiero a Rafael Hernández Colón, Pedro Rosselló y Luis Fortuño, los beneficiarios --- con Carlos Romero --- de las millonarias escoltas y fundaciones trompito, mientras el pueblo pobre y mediano se chupa el fruto amargo de sus señoritismos criminales.

Uno de esos gobernadores, Hernández Colón, ha seguido gobernando desde su cueva señorial de Ponce --- detrás del trono --- en beneficio suyo y de su extensa parentela chupóptera.

Hay, sin embargo, un legado suyo que multiplica el costo de su gestión cínica de poder detrás del trono: me refiero a su gestión gubernativa a favor de los municipios y alcaldes --- la funesta autonomía municipal, cuyo fruto más visible y costo es la corrupción municipal --- fuente y causa de la desmoralización reinante de Ponce a Guaynabo, de Bayamón a Toa Baja, en un patrón de cacicazgos corruptos sin precedentes en la historia del País.

La parábola que va desde Guaynabo hasta Toa Baja, pasando por Bayamón, denunciada con lujo de detalles por la Contralora, reina suprema, con alcaldes intocables. En vano la Contralora denuncia, en vano la Prensa detalla, la inmunidad política de Héctor O’Neill, Ramón Luis Rivera y Aníbal Vega Borges continúan intocados e intocables. No pueden alegar estos desalmados que se trata de persecución política.  La Contralora tiene la más nítida ascendencia republicana estadista que puede exigirse en el mundo de la politiquería.

La corrupción en Guaynabo es conocida: la familia inmediata del alcalde está en corte; la corrupción de Bayamón responde al estilo del alcalde --- paso blando del gato en la alfombra---, mientras la corrupción de Vega Borges es descarada, entregando los fondos municipales a los politicastros del PNP, mientras no paga los préstamos al Banco Gubernamental ni envía al Seguro Social y Hacienda lo que le descuenta a los trabajadores del municipio.

La crisis moral municipal corre pareja con la crisis fiscal del Estado, las causas son las mismas: las sociopatías éticas de la clase política, que es una verdadera postema.

viernes, 22 de abril de 2016

Posturas y Postemas: Del Escrutinio Electrónico al Escrutinio Ético

Las elecciones más honestas que se han celebrado en Puerto Rico fueron las de 1940.  Y las más decisivas para el bienestar del pueblo: voto limpio, por primera vez, justicia social y honestidad gubernamental.  ¿Mediante qué procesos, mecanismos o métodos se realizaron?  Mediante lo que podemos llamar “la real presencia” del pueblo en los colegios electorales, entonces cerrados desde la hora convenida y con la representación de los partidos.

Setenta y seis años después el gobierno de Puerto Rico, como si no tuviera más nada en que gastar el dinero del pueblo --- como si no sufriera la peor crisis fiscal de su historia --- se ha empeñado en gastar los millones que no tiene en un sistema de escrutinio electrónico que no le añade transparencia al proceso: le añade incertidumbre, costos, y sólo atiende la manía de la prisa la noche de las elecciones. 

Se trata de lo que mi vieja llamaba “una vanura”, el brillo tonto de lo electrónico frente a lo humano, como si a fin de cuentas no fuéramos los humanos los que tenemos que evaluar el producto de las máquinas.

Constituye un crimen moral desperdiciar millones que no existen para extender contratos a los “usual suspects” del robo legal que arropa toda nuestra vida pública. ¡Es una vanura! ¡Vanidad de vanidades! dijo el Eclesiastés.

Ahora bien, mientras la Legislatura y el Gobernador se entretienen con el juguete electrónico y su alucinante escrutinio, el País clama por un escrutinio ético de la clase política, atollada en la ciénaga y los contratos de embuste y las subastas amañadas.  Se trata de postemas.  El País necesita posturas.

Del Partido Nuevo Progresista --- un doble embuste en su nombre mismo --- no hay que esperar nada.  El exfiscal Gil Bonar lo bautizó para la historia: su nombre es Corrupción.  Pero la pregunta se cae de la mata:  ¿Por dónde anda el Partido Popular?  ¡Ni huele ni hiede!  En vez de estar defendiendo y malgastando dinero en el escrutinio electrónico, debiera estar lidereando un escrutinio ético, de sí mismo y de la vida oficial del País, desde el gobierno central hasta los municipios.  ¿Existe ese Partido como instrumento dinámico, activo, en defensa del pueblo contra tanto tramposo que saquea la sustancia de su trabajo y su esperanza?

Los contratistas tunantes de los dos partidos seguramente entonan, en silencio zafio, la expresión poética de Pablo Neruda:  ¡Me gustas cuando callas, porque estás como ausente!

martes, 19 de abril de 2016

La Segunda Invasión Norteamericana (1898 y 2016)

La primera invasión norteamericana de Puerto Rico ocurrió en 1898. El 25 de julio señala la fecha exacta. Nuestro buen y dócil pueblo la celebra aún hoy como efemérides, aunqueablanda el recuerdo de la agresión mediante la celebración de nuestra Constitución desde  el 25 de julio de 1952.  

Hoy los casi 118 años de aquella agresión imperial, que destruyónuestro incipiente régimen autonómico --- flaco y limitado, pero digno en la forma en que se definió y se consagró como indiscutible avance nacional y democrático --- el imperio americano se aprovecha de la fragilidad financiera de nuestro pueblo para izar velas de revisionismo político-jurídico contra la dignidad dolida de un pueblo queademás sufre los embates criminales de una clase política corrupta e incompetente  que por medio siglo ignoró convenientemente los principios elementales de la aritmética --- los efectos del interés compuesto, por ejemplo --- a favor de pírricas victorias electorales, personales y partidistas.

La reacción congresional al pedido de ayuda de Puerto Rico --- o que asuman los dueños imperiales su parte de la responsabilidad por la crisis de lo que reclaman es su “territorio”--- ha ajorado la insolencia imperial, digna sucesora del rancio despotismo español de los tiempos de Felipe Segundo o Romualdo Palacios.

Lo que llevo dicho vale en cuanto a las actitudes arrogantes del Congreso.  Lo demás nos concierne a los puertorriqueños como gente, como pueblo, y obviamente como gobierno.

En las esferas oficiales --- Ejecutivo, Legislativo y Judicial --- la reacción ante el insulto y el maltrato ha sido patética, cuando no bochornosa: ¡adelante con los contratos corruptos, las primarias para puestos públicos, el figureo de imágenes, de espaldas a la crisis de su propia creación. Los autores documentados de la crisis --- los Hernández Colón, los Romero, los Roselló, y los Luis Fortuño, y los jueces del Supremo retirados con obscenas pensiones, calladitos, porque calladitos se ven mas bonitos. Debe señalarse que Sila María Calderón y Aníbal Acevedo Vilá--- aunque en menor cuantía, también participaron de la fiesta del fiao irresponsable. El Pueblo gime bajo el peso de sus fechorías, y no se escucha ni una palabra de boca de esa corruptela que se inició en 1972 y no escampa…

¡Cara de lata ante el agravio congresional, por un lado, y silencio culpablecínico, de los autores y beneficiarios del saqueo, por el otro.

Decía Luis Palés Matos en 1936:  ¡Piedad, Señor, para mi pobre pueblo, donde mi pobre gente se morirá de nada!

miércoles, 13 de abril de 2016

Del Componte Español al Componte Americano

A raíz de haberse definido el pueblo de Puerto Rico como un pueblo autonomista, enfrentado al absolutismo español crónico, mediante la fundación del Partido Autonomista Puertorriqueño en 1887, bajo el liderato moral de Don Román Baldorioty de Castro y el liderato político del joven Luis Muñoz Rivera, la oligarquía monárquica española respondió de la única manera que sabia hacerlo: la represión, el Componte, que significaba violencia física y moral contra el liderato puertorriqueño: la humillación moral y la tortura física.

Un doctor puertorriqueño, de apellido Franceschi, surco sólo el Atlántico para informar al gobierno español de la vergüenza que asumía mediante aquellas represiones.  Todavía me resuena en la memoria la copla que mis mayores en la familia entonaban sobre aquella gesta de navegante solitario:  “… cruzó el Atlántico, desafiando el mar… doctor Franceschi lo supo conquistar.  Es un valiente como Lindberg y otros más”.  Aquella gesta produjo la destitución del verdugo:  el Gobernador, Capitán General, Romualdo Palacios, autor de la fechoría represiva del Componte.

A los 129 años de aquella infamia, el gobierno de los Estados Unidos agrede a Puerto Rico con la destrucción de su status constitucional, para sustituirlo con una Junta que sirva --- no al pueblo de Puerto Rico --- a los bonistas especuladores de su capitalismo.
Existe una dramática diferencia entre aquel Componte y este.  Porque para fines del siglo 19 existió una generación de patriarcas en Puerto Rico que impugnaron aquel absolutismo irracional de la Corona Española, y produjeron para Puerto Rico un régimen decente de autonomía política. ¡Que es lo que ha faltado hoy!

La docilidad del carácter puertorriqueño de la que habló y escribió René Marqués se ha hecho patente, de manera bochornosa.

Frente a lo que urde el Congreso Imperial y el Presidente falsete con respecto a Puerto Rico, el silencio y la postración de nuestro liderato nos avergüenza a todos.  No hay legislatura que pronuncie un detente, no hay un Gobernador que repudie las nuevas cadenas imperiales.

Los errores que han producido esta crisis fiscal no se discuten, pero el insulto moral que el País y la sociedad están dispuestos a tolerar representan una vergüenza moral que ninguna apariencia de poder puede legitimar.

Hemos regresado al 1900 --- a un gobierno imperial descarnado, con la aparente anuencia de los representantes “democráticos” de nuestro pobre pueblo.

miércoles, 6 de enero de 2016

Rivera Schatz, Horacio y Samaniego


El discursito amanerado e hipócrita que pronunció hace dos semanas el Expresidente del Senado Tomas Rivera Schatz debe analizarse en tres dimensiones.  La primera, transparente a la luz de sus palabras, es que ni en el PNP lo quieren al mando de ninguna decisión importante para el pueblo y el País.  Su record de patanerías en su incumbencia como Presidente del Senado justifican el rechazo que la base del partido  le ha infligido en sus aspiraciones gubernamentales.

Como Presidente del Senado arrastró por el piso el prestigio histórico de ese Cuerpo, que honraron Antonio R. Barceló, Rafael Martínez Nadal, Luis Muñoz Marín y Don Luis Ferré.  Violó derechos de libre expresión, usó la Policía para macetear a ciudadanos discrepantes, llenó la Judicatura de mediocridades analfabetas del derecho --- cuyas consecuencias sufrimos todos los días, desde el Tribunal Supremo hasta las salas de Instancia --- que a diario hacen recordar la perversidad política del hoy confesor de fracaso ante la matrícula de su propio Partido.

En segundo lugar, su faena de roedor de la confianza del pueblo PNP en los dos candidatos declarados hasta la fecha para la gobernación, se ha estrellado ante la memoria de sus congéneres del PNP, que lo han notado ausente de su función senatorial porque no es Presidente, que en tiempo de Fortuño significó el chantaje continuo ante un gobernador babieca.  Sueña con aquellos días de impunidad para la patanería y el maltrato de la entonces minoría popular.   Ante el rechazo de la masa del Partido, sueña --- como “second best” --- con volver a dominar la gobernación desde la Presidencia del Senado.

En tercer lugar, su rechazo por el pueblo PNP --- y no se trata de otra cosa --- significa que no todo está perdido para la memoria y la inteligencia práctica y comparativa de los militantes de ese Partido, o lo que es lo mismo, mirado desde arriba, que la ecuación electoral ha cambiado radicalmente esta semana con la aparición en escena de un hombre nuevo, de una opción nueva para formar gobierno en el 2016: David Bernier.

Ante todas esas realidades, escrutadas en forma realista por el candidato frustrado, Rivera Schatz ha optado por la resignación de la zorra en la fábula de Samaniego, “no las quiero comer, no están maduras”, refiriéndose al racimo de uvas inalcanzable que le hacían la boca agua.

Abundando en las analogías literarias, debemos --- frente a la confesión de derrota de Rivera Schatz --- recordar a Horacio, citando a Esopo, “los montes estuvieron tres días de parto, con terrible estruendo, y al fin parieron un ratón”.

Eso fue el discursito amanerado de Tomas Rivera Schatz.