lunes, 31 de agosto de 2015

Del Tratado de Paris - 1919 - Al Acuerdo de Teherán - 2015


En el año 1919 se realizó en París una Conferencia de Paz para reorganizar la política mundial después de la derrota alemana a manos de los Aliados, encabezados por la potencia indiscutible de los Estados Unidos.  El Presidente Woodrow Wilson encabezó la delegación americana a ese cónclave. Al cabo de más de un año de deliberaciones, se acordó, además de castigar a Alemania con reparaciones punto menos que criminales, y crear una organización mundial --- La Liga de las Naciones --- para que se encargara de mantener la paz entre todas estas.

El Senado de los Estados Unidos, enemigo acérrimo de Woodrow Wilson, rechazó la membresía de los Estados Unidos en esa organización encargada de mantener la paz en el mundo.  De nada valieron las repetidas invocaciones de Wilson en el Senado Republicano: fue derrotado.  Pero se creó la organización, sin los Estados Unidos, con sede en Ginebra.  En el augusto recinto de la paz mundial como ideal y como necesidad, se oyeron por años  brillantes discursos sobre la paz y la concordia mundiales, destacándose entre ellos los del delegado francés, el eminente orador Aristide Briand.  Para nada, pues sin los Estados Unidos no existía seguridad de contar con suficiente fuerza moral y militar para asegurar el cumplimiento de las obligaciones para con la paz del mundo por los otros miembros.

De ese hueco militar, politico y moral, nacieron y se criaron Hitler y el Nazismo.

Hoy vivimos una peripecia política y moral comparable.  Las mejores y más experimentadas mentes de Occidente, en una alianza sui generis de naciones, europeas y asiáticas, en respaldo a los Estados Unidos, han producido un respaldo sin precedentes a los Estados Unidos y su Presidente y Secretario de Estado, para un acuerdo con Irán para impedir que se convierta en una potencia atómica en el sentido militar.

¿Quién se opone?  El cavernario Senado Republicano, que prefiere la guerra a la paz como alternativas.

“Mientras más cambian las cosas más permanecen igual”, dicen los franceses.

lunes, 24 de agosto de 2015

La Salud y la Educación: Dos Dramáticos Incumplimientos del PPD


Echemos por delante los principios: La salud es la vida y la educación el desarrollo de esa vida hasta su máxima potenciación, culminando en el ciudadano cívicamente avisado y capacitado para examinar su propia vida y la de los demás.  Sin salud no hay educación plena y consciente, y sin educación nos quedamos en la etapa de mamíferos, a lo más consumidores de lo que se es incapaz de crear o entender.

Toda la inteligencia médica de nuestro País ha reiterado la necesidad, económica y salubrista, de que los servicios de salud del Estado, en cantidades cercanas a los tres mil millones de dólares, estatales y federales, deben ser ofrecidos y administrados por el Estado: en un sistema universal de salud que asegure el acceso, la continuidad en el tratamiento, y la evaluación de sus resultados, como ocurría en Puerto Rico de 1941 a 1983, desde el doctor Fernós y Eduardo Garrido Morales hasta el doctor Guillermo Arbona y luego hasta 1983, cuando Pedro Rosselló se lo vendió por batatas a las aseguradoras de salud al servicio del lucro, a los mercaderes del templo, a sabiendas de su corrupción.  ¿Recuerda el lector a ACODESE?

El Partido Popular y su gobierno han traicionado esa promesa y esa obligación, para favorecer la continuidad de la oligarquía PNP-PPD, en beneficio de la familia de Rafael Hernández Colón, Alejandro García Padilla y Roberto Prats Palerm.  ¡Prohibido olvidar!

En cuanto a la educación pública, exigida por nuestra Constitución, está sujeta hoy a dos ataques.  El primero es uno de desmoralización, de incompetencia a nivel de escuela y maestros, de gigantismo burocrático en el centro, ajeno todo ello a la educación en la escuela y el salón de clase.  Maestros en gran medida incapacitados, estudiantes alelados y sin estímulos intelectuales y morales y planes portentosos de reformas más políticas que pedagógicas, mediatizado todo ello por la zafra de contratos políticos que le roban los recursos a la escuela, suponiendo que al nivel de salón de clases, laboratorios y actividades aleatorias se sepa lo que se está haciendo, por qué y para qué.

Las reformas fantasmales de educación son irrelevantes a las realidades de la escuela, ya que carecen  de tracción en la realidad.

En cuanto a la salud, creo que ya cruzamos el puente dantesco en que se perdía toda esperanza.  Porque en ese ámbito el dinero vale más que la salud, y ya estamos en campaña.

jueves, 20 de agosto de 2015

El Fenómeno Trump: El Payaso, el Síntoma, y el Ridículo Americano


En la calibración de Donald Trump como posible Presidente de los Estados Unidos, aún tomando en serio el hecho de que se ha postulado, se ha cometido un error de bulto por parte de la prensa norteamericana, y aún de parte de los otros candidatos del Partido Republicano.  Porque, para empezar y a fin de cuentas, ¿qué hace este ricacho, brutote, payaso, denigrando la alta dignidad de ese puesto?  Tomarlo en serio de por sí es una enorme superficialidad, cuando en realidad el bufón lo que hace es darse un gustazo estrujándole su riqueza a los otros candidatos que dependen de colectas de otros grandes intereses que definen su partido oligárquico.  Un gustazo, como decía el político francés Gambetta, “pour écraser l’infame”--- para escandalizar a la Santa Madre Iglesia, pero nada en serio.

La importancia de Donald Trump y su temprano éxito político entre las masas ignorantes del Grand Old Party consiste en su calidad de síntoma de que ese sistema político está muy enfermo. ¿Síntoma de qué?  Síntoma de la desesperanza del pueblo norteamericano de que ese sistema político pueda producir soluciones a sus grandes problemas domésticos e internacionales.  Se trata de un síntoma de frustración de vastas mayorías de esa poderosa y  problemática democracia.  Trump es el coraje colectivo ---“by Proxy” --- ante el tranque político con que un Congreso reaccionario paraliza las soluciones propuestas por el Presidente.  Se trata de lo que el profesor Stuart Brown llamó hace medio siglo “el tranque de la democracia”.

Ahora bien, la payasada de este rico bufón certifica no sólo la desesperanza política del pueblo norteamericano, manifestada en su preferencia por el payaso, sino que como síntoma descriptivo de la “malaise” política, envía un mensaje tétrico al resto del mundo democrático como ente ridículo que no merece el respeto de ningún país o persona seria.

Payaso, síntoma o ridículo, Trump se ha hecho importante además de notorio.  Pero el tiempo y la realidad tienen una cita con él, y de aquí a pocos meses no pasará de ser mucho más que una bufonada patética en el cuerpo político de los Estados Unidos.

Mientras tanto… !Calma, piojo!

lunes, 17 de agosto de 2015

Un Candidato Presidencial Diferente: Al Rescate de la Democracia


El profesor Lawrence Lessing, de la Universidad de Harvard, asqueado por el proceso electoral norteamericano en el que el pueblo vota por unos candidatos y unas propuestas compradas a peso limpio --- o a peso sucio, más bien --- por la oligarquía del dinero, ha anunciado su candidatura para la Presidencia de los Estados Unidos.

Es vergonzosa la realidad “democrática” de los Estados Unidos, donde los colmillús de quienes habló Luis Muñoz Marín compran descaradamente al Congreso y a los candidatos presidenciales, como método oficial sancionado por la práctica y la experiencia de dos siglos y cuarto.

El programa del nuevo candidato, el más puro anti-Trump en la jornada, ha identificado sólo tres problemas, que representan la matriz de la corruptela política norteamericana, a tal punto de que el voto emitido en cada elección representa meramente escoger por cual de los partidos y candidatos igualmente corruptos ejercerá el poder a nombre suyo.

Adelantando un poco lo que después diremos sobre Puerto Rico, por quién se y qué se vota, si al fin y al cabo sólo se vota por el dinero que compró a su candidato. Pregunto: ¿qué sabe el elector puertorriqueño sobre qué plutocracia esta detrás del candidato que prefiere, cuando se presentan a Puerto Rico a recoger la ofrenda de los incautos?

El profesor Lessing se presenta como el candidato exclusivamente de tres principios: financiamiento público, o controlado, de las campañas electorales, redistribución electoral que le dé contenido de realidad al principio del voto libre e igual en su peso numérico a todo voto, no importe donde se ejerza, y en tercer lugar, asegurar y ampliar el derecho al voto de todo ciudadano, residente o inmigrante no importa bajo qué clasificación jurídica, esto es un voto verdaderamente universal. Los supuestos hombres de mundo sonreirán al decir que el profesor Lessing es un ingenuo, y que el realismo político conlleva aceptar la corrupción como norma del sistema.  Algo así le decían a Lincoln sobre la esclavitud, y a Martin Luther King sobre la libertad y la dignidad del negro en los Estados Unidos.

Por mi cuenta, es esperanzadora la propuesta del profesor Lessing.  A su país --- y al mundo --- le hace falta una buena dosis de pensamiento y acción utópica, que andando el tiempo siempre se convierten en historia, como le ocurrió precisamente a la idea de la democracia liberal antes de ser secuestrada por los mercaderes del templo --- dos docenas de republicanos comprados por la oligarquía, y tres o cuatro candidatos demócratas, que cojean de lo mismo, porque lo mismo ocurre en Puerto Rico:  de 1968 hacia acá el pueblo siempre ha perdido, y los inversionistas siempre han ganado.

Lo anterior le dará una idea al lector sobre lo que haré con mi voto en las elecciones del año que viene. 

lunes, 10 de agosto de 2015

Nuestra Clase Gobernante: La Inmoralidad de la Legalidad


La filosofía griega utilizaba frecuentemente un nombre --- eidolon --- para representar al vivo representante o encarnación de una idea.  Me valgo hoy de ese concepto para enjuiciar el último escándalo moral con que el actual gobierno nos regala su actitud ante la corrupción gubernamental:  el caso Juan Alicea.  Juan Aliciea hoy, Miguel Cordero ayer, Víctor Fajardo antier, y , ¡que viva la Pepa!, como se decía en España desde los tiempos de Fernando VII.

El caso Juan Alicea dramatiza la combinación fatal de incompetencia e inmoralidad en la alta dirección de la AEE.  Agotada moralmente la estrategia corrupta de excusar sus incompetencias e inmoralidades con el sambenito de “costos del combustible”, ahora la Junta de Gobierno de la AEE se vale del presupuesto de la agencia para regalarle a Juan Alicea --- y ayer a Miguel Cordero y docenas de otros de la mafia allí residente --- un aumento en su ya elevada pensión “deluxe” de $3,767.20 (tres mil setecientos sesenta y siete dolares), más el costoso plan médico por cuenta de la AEE.  Comparado con Juan Alicea, el Rey Midas de la leyenda era un bobo.

Súmese a esta inmoralidad la callosidad y la fresquería de los exgobernadores (Rafael Hernández Colón, Romero, Rosselló y Fortuño, con sus escoltas, fundaciones y gastos de oficina --- para negocios de bienes raíces en el caso de Romero y bufete legal en el caso de R.H.C.  Y si le da la atención, ya que estamos en el tema de la gula crematística, añádale los exjueces del Tribunal Supremo:  Federico Hernández Denton y Antonio Andreu García, como exPresidentes: pensión vitalicia con el mismo sueldo más la herencia total de la misma para sus herederos o herederas supérstites.  Esa inmoralidad ante un País que agoniza fiscalmente no tiene paralelos en la historia de la avaricia.  Y para colofón, estos dos expresidentes del Supremo se aliaron al Banco Doral en su demanda tramposa y corrupta contra el gobierno que los privilegió con sus puestos.

Estos “eidolones” de la gula crematística y del cinismo moral no agotaron la lista de las sanguijuelas chupópteras del flaco presupuesto del Estado, pero nos dan una idea de la ruina moral de nuestra clase supuestamente dirigente.  De Miguel Cordero y Juan Alicea, a Hernández Denton y Tono Andreu, más los gobernadores antes mencionados, no hay mucha distancia ética.  Claro, todo ha sido alegadamente muy legal.  ¡Ya veremos!

Mientras tanto, ética y políticamente hablando, ¿dónde están el Gobernador y los Presidentes de la Cámaras?

lunes, 3 de agosto de 2015

El Estado, el Gobierno y la Política


La obligación mas perentoria que asume todo aquel que quiera participar en el debate político es la de mantener los conceptos y los términos lo más claro posible, aún contando con el carácter práctico --- y por lo tanto impreciso --- de la ciencia y la discusión política.

La confusión más frecuente que puede detectarse en el debate político tiene que ver con las nociones y definiciones --- y confusiones --- del Estado con el gobierno, y de este último con la política como lucha por el poder.

Brevemente dicho, el Estado se refiere a la organización jurídica de la sociedad en una estructura que monopoliza el poder del pueblo, para autorizar las acciones del gobierno y las actividades proselitistas de las facciones o partidos políticos.  El gobierno --- su naturaleza y su  ámbito surge del Estado, mediante disposiciones constitucionales.  Entonces adquiere el carácter de administración, dirigida a satisfacer las necesidades del pueblo, que es a fin de cuentas el dueño del Estado y del gobierno.

A la luz de estas sencillas distinciones, vale decir que el error más costoso que puede cometer una comunidad política es confundir el Estado con el gobierno, que es la administración, y entonces, usualmente, confundir la administración con la política, es decir, con la lucha electoral de las facciones para alcanzar el poder.  Cada una de estas tres categorías, funciones o conceptos tiene su legalidad lógica y funcional, pero confundirlas, reducir unas a otras, crean la patética turbación del pueblo cuando habla y actúa como si esos tres conceptos fueran intercambiables.

Ejemplo palmario de esas confusiones en el Puerto Rico de hoy, a nivel del Estado, de gobierno y de la política partidista, evidente en los medios de comunicación y en las actividades partidistas, es el ataque y la defensa de los diferentes status, la conducta de la administración de gobierno, y las tácticas y expresiones partidarias con vistas a las elecciones siempre venideras como sise tratara de la misma realidad.

En filosofía práctica, en ciencia política, y en la acción partidaria electoral, si no se diferencian los conceptos --- las posiciones adoptadas con respecto al status, al gobierno y a las campañas políticas --- no se entiende nada.  Esa es la condición que sufrimos al iniciarse este agosto del 2015.