Al
comienzo de la jornada de 22 siglos en lo que convencionalmente llamamos
Occidente, en el medio milenio que va desde Clístenes y Solon, pasando por
Pericles y la hegemonía de Atenas en el archipiélago egeo hasta la supremacía
de Macedonia que culminó en el imperio de Alejandro el Grande, Grecia ha sido
la maestra del mundo europeo y eventualmente, en el sentido intelectual y
cultural, de todas las civilizaciones modernas.
La Razón,
según definida en la obra de Platón y Aristóteles --- como la diferencia que
distingue al hombre del animal --- fundó las instituciones civilizadas de las
polis griegas, la filosofía y la lógica y las ciencias de la naturaleza y la
sociedad, para no hablar de las artes, las bellas y las prácticas.
En esa
enorme explosión creadora, Atenas fue la “escuela de Grecia”, y Grecia la
maestra de Europa. Luego, andando
el tiempo, la Era Cristiana oscureció la civilización greco-latina, y las velas
y las biblias y los catecismos --- que culminaron en la “Santa” Inquisición ---
devolvieron a Europa a las tinieblas.
Tuvo que activarse la inteligencia árabe para preservar y adelantar el
pensamiento filosófica y científico racional para culminar en el rescate de la
cultura intelectual y artística de Grecia y legárselo --- mediante el
Renacimiento y la Ilustración --- a la Europa moderna y a la America naciente.
Hoy, al
inicio del Siglo 21, Grecia se alza refulgente para enseñarle otra vez a Europa
donde está la Razón. Un nuevo
partido político --- en la democracia que los griegos de Pericles acunaron hace
25 siglos --- ha roto la parsimonia conservadora y oligárquica de los dos
partidos derechistas de Atenas, el Partido Syriza, con un nuevo líder joven a
la cabeza, Alexis Tsipras, que rompió con los moldes “conservador demócrata” y
“demócrata conservador” que le habían impuesto a Grecia una rutina electoral de
austeridad que significó por demasiado tiempo riqueza para la clase política y
el sudor y las lágrimas para el pueblo trabajador. El pueblo se cansó y se enfureció, y le dio un golpe democrático
a esa oligarquía de dos partidos corruptos. Qué harán con el poder está por verse. Pero Grecia demostró que hay allí un
pueblo atento y cansado de ser engañado por lo unos y por los otros. ¿Alguna lección para Puerto Rico en ese
gesto? Pronto lo sabremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario