domingo, 22 de marzo de 2015

Partido Popular Democrático: Tres Crisis


En 1946-48 el Partido Popular se enfrentó a una crisis interna --- de carácter ideológico --- que de no ser por el liderato absoluto de Luis Muñoz Marín a la cabeza del Partido este hubiese volado en varios pedazos.  Gran parte del alto liderato nominal del Partido, en las Cámaras y en el País, quiso ensillar al Partido con la Independencia.  Muñoz había cerrado ese camino en 1940, antes de las elecciones, al declarar que el status no estaba en juego en la votación de aquel año.  Que eso se resolvería separadamente, aparte de los programas económicos y sociales, que son los que el pueblo vota.  Así se hizo con el plebiscito de 1967.

Claro, la clarividencia política de Muñoz, que lo llevó a separar el status de programas, era su convicción de que el pueblo de Puerto Rico no era independentista, como se ha demostrado durante los últimos 75 años.  Aquella crisis se superó en el PPD con claridad y firmeza.

La segunda crisis del PPD ocurrió en 1968.  Habiéndose salvado en el 1940 y 1948 el carácter “popular” --- del pueblo --- del Partido, lo que entra en problemas en el 1968 es su carácter “democrático”, esto es, que el pueblo toma las decisiones mediante participación libre, votos y mayorías.  Don Luis sufrió en ese año lo que yo he llamado un “brote caudillista”, a lo latinoamericano tradicional, y llevó su partido a la primera derrota en 29 años, abriéndole la puerta al PNP que conocemos hoy, anti-puertorriqueño y corrupto hasta la médula.  Pero el Partido sobrevivió, se logró su reunificación andando el tiempo, y se salvó el centro-izquierda programático de nuestra política.

Con esa recuperación, de 1972 en adelante, se salvó el elemento “democrático” de la enseña partidista popular.

Hoy, al cabo de 75 años de gestión histórica eminentemente positiva y creadora --- con los descuentos naturales  y los desgastes del tiempo y el poder --- el Partido Popular entra, está sumido, en su tercera crisis de identidad, y se trata de su desempeño de gobierno durante los últimos 27 meses y su definición ante el País.

La verdad es que hoy, a la hora que escribo estas líneas, el Poder Ejecutivo anda por un lado, el Legislativo por otro, y el Judicial es --- con las nobles excepciones de siempre --- un comité político apalabrado con la minoría política PNP.  Pero eso no es todo:  la estructura y las instituciones partidistas internas del PPD no funcionan, nadie las reúne, ni orienta, ni reta.  Poderosos alcaldes actúan y hablan como adversarios del Partido y del Gobierno, y amenazan llevarlo a las cortes PNP si no los complacen.

Si ese es el espectáculo en que se complacen esos alcaldes y sus legisladores, si ese es su concepto de responsabilidad partidaria y de gobierno, se están comprando el repudio del pueblo no importa que a las puertas de la ciudad esperen golosas las tribus corruptas del PNP, que como Alarico el Visigodo, vendrán a Roma por todo, por lo que queda y que no les dio tiempo a robarse la última vez.

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