La filosofía
griega utilizaba frecuentemente un nombre --- eidolon --- para representar al
vivo representante o encarnación de una idea. Me valgo hoy de ese concepto para enjuiciar el último escándalo
moral con que el actual gobierno nos regala su actitud ante la corrupción
gubernamental: el caso Juan
Alicea. Juan Aliciea hoy, Miguel
Cordero ayer, Víctor Fajardo antier, y , ¡que viva la Pepa!, como se decía en
España desde los tiempos de Fernando VII.
El caso
Juan Alicea dramatiza la combinación fatal de incompetencia e inmoralidad en la
alta dirección de la AEE. Agotada
moralmente la estrategia corrupta de excusar sus incompetencias e inmoralidades
con el sambenito de “costos del combustible”, ahora la Junta de Gobierno de la
AEE se vale del presupuesto de la agencia para regalarle a Juan Alicea --- y
ayer a Miguel Cordero y docenas de otros de la mafia allí residente --- un
aumento en su ya elevada pensión “deluxe” de $3,767.20 (tres mil setecientos
sesenta y siete dolares), más el costoso plan médico por cuenta de la AEE. Comparado con Juan Alicea, el Rey Midas
de la leyenda era un bobo.
Súmese
a esta inmoralidad la callosidad y la fresquería de los exgobernadores (Rafael Hernández
Colón, Romero, Rosselló y Fortuño, con sus escoltas, fundaciones y gastos de
oficina --- para negocios de bienes raíces en el caso de Romero y bufete legal
en el caso de R.H.C. Y si le da la
atención, ya que estamos en el tema de la gula crematística, añádale los exjueces
del Tribunal Supremo: Federico Hernández
Denton y Antonio Andreu García, como exPresidentes: pensión vitalicia con el
mismo sueldo más la herencia total de la misma para sus herederos o herederas
supérstites. Esa inmoralidad ante
un País que agoniza fiscalmente no tiene paralelos en la historia de la
avaricia. Y para colofón, estos
dos expresidentes del Supremo se aliaron al Banco Doral en su demanda tramposa
y corrupta contra el gobierno que los privilegió con sus puestos.
Estos
“eidolones” de la gula crematística y del cinismo moral no agotaron la lista de
las sanguijuelas chupópteras del flaco presupuesto del Estado, pero nos dan una
idea de la ruina moral de nuestra clase supuestamente dirigente. De Miguel Cordero y Juan Alicea, a Hernández
Denton y Tono Andreu, más los gobernadores antes mencionados, no hay mucha
distancia ética. Claro, todo ha
sido alegadamente muy legal. ¡Ya
veremos!
Mientras
tanto, ética y políticamente hablando, ¿dónde están el Gobernador y los
Presidentes de la Cámaras?
No hay comentarios:
Publicar un comentario