lunes, 17 de agosto de 2015

Un Candidato Presidencial Diferente: Al Rescate de la Democracia


El profesor Lawrence Lessing, de la Universidad de Harvard, asqueado por el proceso electoral norteamericano en el que el pueblo vota por unos candidatos y unas propuestas compradas a peso limpio --- o a peso sucio, más bien --- por la oligarquía del dinero, ha anunciado su candidatura para la Presidencia de los Estados Unidos.

Es vergonzosa la realidad “democrática” de los Estados Unidos, donde los colmillús de quienes habló Luis Muñoz Marín compran descaradamente al Congreso y a los candidatos presidenciales, como método oficial sancionado por la práctica y la experiencia de dos siglos y cuarto.

El programa del nuevo candidato, el más puro anti-Trump en la jornada, ha identificado sólo tres problemas, que representan la matriz de la corruptela política norteamericana, a tal punto de que el voto emitido en cada elección representa meramente escoger por cual de los partidos y candidatos igualmente corruptos ejercerá el poder a nombre suyo.

Adelantando un poco lo que después diremos sobre Puerto Rico, por quién se y qué se vota, si al fin y al cabo sólo se vota por el dinero que compró a su candidato. Pregunto: ¿qué sabe el elector puertorriqueño sobre qué plutocracia esta detrás del candidato que prefiere, cuando se presentan a Puerto Rico a recoger la ofrenda de los incautos?

El profesor Lessing se presenta como el candidato exclusivamente de tres principios: financiamiento público, o controlado, de las campañas electorales, redistribución electoral que le dé contenido de realidad al principio del voto libre e igual en su peso numérico a todo voto, no importe donde se ejerza, y en tercer lugar, asegurar y ampliar el derecho al voto de todo ciudadano, residente o inmigrante no importa bajo qué clasificación jurídica, esto es un voto verdaderamente universal. Los supuestos hombres de mundo sonreirán al decir que el profesor Lessing es un ingenuo, y que el realismo político conlleva aceptar la corrupción como norma del sistema.  Algo así le decían a Lincoln sobre la esclavitud, y a Martin Luther King sobre la libertad y la dignidad del negro en los Estados Unidos.

Por mi cuenta, es esperanzadora la propuesta del profesor Lessing.  A su país --- y al mundo --- le hace falta una buena dosis de pensamiento y acción utópica, que andando el tiempo siempre se convierten en historia, como le ocurrió precisamente a la idea de la democracia liberal antes de ser secuestrada por los mercaderes del templo --- dos docenas de republicanos comprados por la oligarquía, y tres o cuatro candidatos demócratas, que cojean de lo mismo, porque lo mismo ocurre en Puerto Rico:  de 1968 hacia acá el pueblo siempre ha perdido, y los inversionistas siempre han ganado.

Lo anterior le dará una idea al lector sobre lo que haré con mi voto en las elecciones del año que viene. 

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