Me
perdonarán los autistas fisiológicos, los verdaderos, que utilice el vocablo
que designa su relativa incapacidad para la comunicación verbal para referirme
a la patología que aflige, empecinadamente, a nuestro Gobernador.
El
hombre es honesto, laborioso, intensamente motivado por el servicio al pueblo,
a lo que él llama “la gente”. Pero
por una incomprensible razón no puede comunicarse con el pueblo acerca de lo
que tanto Maquiavelo como Carlos Marx llamaban “la realidad objetiva de las
cosas”.
El
Gobernador parece suponer que el pueblo es adivino. Que basta lanzarle aquí y allá unas frases sueltas,
incompletas y sin estructura lógica racional --- de tal manera que se puedan
confirmar o refutar --- y sigue adelante como si hubiese cumplido con la
responsabilidad de informar, educar, y orientar al pueblo sobre las realidades
que administra o que el pueblo padece.
El
modelo publicitario y de relaciones públicas a base de cápsulas tiradas al
aire, sin argumentación plausible, sustituye el discurso lógico y
potencialmente persuasivo. Son
muchos los que adscriben ese estilo al grupito de palacio que lo rodea: publicistas, la eterna Marisara Pont,
el hermano mayor, que fue un desastre en la Universidad, que nunca le explicó
nada a nadie y se dedicó a la “dolce vita”, y a los hermanitos Agrait,
sanguijuelas eternas de los pasillos del poder. En última instancia, sin embargo, esa claque buscona no fue
electa por nadie ni tiene que responder al pueblo por el desconcierto
oficial. Sólo el gobernador y
candidato de sí mismo a la reelección es quien tiene que explicar, educar,
orientar con oraciones completas, y con argumentos que puedan aceptarse o
refutarse.
Ante
ese cuadro de autismo político, de jugar a lo que los medievales llamaban el
“Deus Absconditus”, que sólo se revelaba dramáticamente en ocasiones de su
propia selección, no sorprende que los legisladores populares anden en
desbandada con relación a Fortaleza.
Si no hay discurso, cohesión, argumento convincente, entonces se
confirma el dicho teológico de que “la salvación es individual”.
Me complace su análisis de AGP por no estar matizado del tribalismo partidista que permea toda nuestra sociedad. Amigos populares de gran intelecto están descontentos con las actuaciones del gobernador en su retórica cantinflesca, o como igual a Muñoz cuando contestó que el ELA es lo que estamos viviendo. Descubrió usted el velo de palacio cuando revela la camarilla de palacio causante de los desaciertos de garcía Padilla como gobernador. Gracias por darnos luz en comprender de dónde sale tanto disparate político de fortaleza; quizás del fruto de la vid..
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