Utilizo
hoy el título de un dramita de mediados del siglo pasado para caracterizar lo
que el sabio griego Aristóteles, en su tratado sobre la tragedia llamó
“reversal of intentions”, es decir, provocar exactamente lo contrario de lo que
se pretende.
Hasta
hace dos días el presidente del Partido Popular, supuesto líder máximo de esa
organización, apostó, jugó la cota --- de la gobernación y del partido --- en
una banca legislativa de las 78 que constituyen Cámara y Senado.
Toda su
conducta maquinista sobre el liderato intermedio de su partido ---el Consejo
Central --- estuvo marcada por una torpeza de adolescente ansioso, para
producir un resultado sencillo: la
elección de una dama dominicana de indiscutibles méritos políticos a una
vacante legislativa. Para eso
maltrató, ignoró, marginó, disminuyó en consecuencia política a cuatro otros
candidatos capacitados y honestos de su partido. Esa fue la intención.
¿Cuál fue la reversión de esa intención? La derrota, la suya y la de su candidata. Con esa puntería política al 2016 luce
más que problemático.
¿Por
qué se arriesgó --- y se perdió tanto por tan poco? Por la gula electorera. Por la misma razón que se le entregó, en bochornoso
monopolio, los dineros del pueblo a la aseguradora de salud más corrupta de la comarca
y se nombra Secretario de Salud a un veterano agente suyo. En este caso por el dinero electoral
para el 2016. En el primer caso
por el voto dominicano. A
diferencia de 1940, en que se practicaba descaradamente la compra de votos, hoy
se practica la venta del Bien Común al mejor postor.
La
golosina --- el afrentamiento por los votos dominicanos --- cegó moral y
políticamente al gobernador, y produjo lo contrario, una repulsa a esa maniobra
que no tengo dudas le hizo daño a su candidata. Eso lo veía venir hasta un ciego.
Pero
hay más. El liderato popular de
base estaba buscando una oportunidad para expresarle a Alejandro y a su grupito
de manipuladores el disgusto que tienen por la entrega del Aeropuerto, el incumplimiento de la reforma
legislativa, la entrega de billones al monopolio de la Triple S y la blandenguería
superficial de su administración.
A los
lectores que quieran ver todo esto desde una perspectiva de fiascos históricos
comparables, les aconsejo un libro sabio --- tan sabio como su autora --- de la
historiadora norteamericana Barbara Tuchman: “The March of Folly”, la marcha de la locura, desde Troya
hasta Vietnam, y sus aplicaciones tropicales presentes, añado yo.
Mi opinión es que este endoso fue bien planificado, sin duda AGP hubiera preferido su candidata para probar su mollero político pero al final todo se trata de votos, a ninguno de los candidatos que apoyaron esta candidatura les quitara el sueño pues al final de cuentas la candidata seguirá ayudando el partido. Dentro de varios meses esto se habrá olvidado pero para las próximas elecciones el Partido Popular contará con una fuerza política que puede combatir en algo a la fuerza electoral cuponera cuyas tendencias electorales son dignas de un análisis. La prensa le jugo el juego durante 2 semanas relegando todos los demás temas importantes a un ultimo plano otorgando una herramienta al partido a ser utilizada durante la próxima campaña. Al PNP le sirvieron y comió sin darse cuenta, tiene en su record los comentarios racistas que nunca serán olvidados.
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