En su
bien diseñado programa de vindicación presidencial frente al término de su
mandato al cabo de año y medio, el Presidente Obama anda en busca --- hasta
ahora exitosa --- de un legado que perpetúe su memoria para la historia. En ello lleva un buen paso: el Obama-Care, el tratado contra las
potenciales armas nucleares de Irán, su perdón ejecutivo a 46 narcodelincuentes
que cumplían sentencias exageradas e irrazonables, y finalmente, ayer, su
condena del encarcelamiento excesivo, económicamente costoso, contrario a la
rehabilitación, que lo llevó a visitar una prisión federal de máxima seguridad,
donde presos condenados a la miseria y postración moral languidecen
--- a un costo económico irracional --- sin ninguna relación racional
con sus delitos, sencillamente a pudrirse a un alto costo económico y moral
para la sociedad norteamericana, supuestamente civilizada y libertaria.
Se
trata de una pasión --- en el mejor sentido de la palabra --- por la justicia y
por la humanidad del hombre para con el otro hombre. Esa pasión llevó a Obama a evocar emotivamente la memoria de
la gesta de Martin Luther King y de Nelson Mandela --- el primero profeta
moral, el segundo revolucionario humanista y nacionalista --- como arquetipos
de la emancipación contra el racismo y contra un Estado opresivo.
Todo
eso es muy encomiable en un Presidente de los Estados Unidos. Pero trágicamente, patéticamente, Obama
resulta ser en relación con un caso que tiene frente a sus narices, el de Oscar
López, un Presidente moralmente tuerto.
Su caso
me recuerda un famoso ensayo del filósofo norteamericano de fines del siglo 19
y principios del 20, William James, donde hablaba de “ciertas cegueras de los
seres humanos”.
Usted señala sobre las ciertas cegueras de los seres humanos como comentó una vez William James.
ResponderEliminarEsto puede que le aplique a usted también. Después de todo lo que ha hecho Obama y sus altas y bajas en su política, es injusto darle el mote de tuerto o ciego a este presidente.
Concurro que ya es hora de que el Sr. Oscar López se le conceda un indulto. Pero hay que recordar que este señor no estaba jugando a los vaqueros con pistolas de perdigones. Aunque no haya matado a nadie, en aquel momento se determinó que era un terrorista. Yo creo que Oscar a través de los años, es una persona distinta y no veo una buena razón para seguir encarcelándolo
Obama habló el otro día sobre tantas personas presas por haber violado la ley en muchos casos por violaciones no violentas y a veces por cantidades de substancias prohibidas mínimas. No hablo en ese momento de presos políticos.
El caso es que en innumerables veces, Obama ha logrado hacer cambios radicales en la política externa e interna de Estados Unidos. Los datos están ahí, los logros se perciben por todos lados y sólo extremistas de derecha manifiestan que este presidente ha sido malo para Estados Unidos.
Para mí, ver un intelectual de la talla de Don Arsenio Torres llamándole tuerto o ciego al presidente Obama es inconcebible. Yo me atrevería a decir que lo más que se podría decir es que está bizco, después de tantos ataques de todos lados por parte de Republicanos y Demócratas
Por otro lado: ¿Que hay que hacer como presidente para lograr la aceptación de este presidente como uno de los mejores que han pasado por ahí? ¿Darle la libertad a Oscar?
Yo pienso que soy liberal en muchas cosas pero entiendo que gobernar requiere de muchas destrezas y gente que ayude a uno como líder a realizar las metas trazadas en una gestión política. Muchas de estas decisiones toman tiempo
Para mí; el presidente Bush 43 era un ciego, es más: era un criminal de guerra, responsable de la muerte de muchos inocentes, librando una guerra basada en una mentira.
Creo que al final de su gestión, Obama le concederá la libertad a Oscar que creo que se la merece. Si no lo hace, tendré que ir a cambiarme los espejuelos de $5.00 que tengo. Puede que el ciego sea yo. Pedro Morales