miércoles, 5 de junio de 2013

Políticos y Aseguradoras: Un Sistema Perfecto


La mayoría de los sistemas mecánicos que ha inventado el hombre, hidrológicos, de rotación mediante la fricción que produce resistencias, y estas a su vez producen movimiento, son por todo ello imperfectos.  Un sistema perfecto sería uno en que el insumo --- el “input” de los economistas --- es exactamente igual al producto o “output”. 

Hasta 1993 no se había inventado en el mundo un sistema, y menos en el área social y política, de intercambio perfecto de valores económicos en que lo que se cosecha --- en dólares, que es el idioma en que se expresa esa innovación --- es exactamente la misma cantidad que se invierte.

No estoy hablando de física, ni de mecánica de diques o de grúas.  Hablo del cambalache perfecto entre el gobierno de Puerto Rico , los políticos y las aseguradoras de salud.  El cambio consiste en entregar el dinero del pueblo destinado a la salud, en cantidades billonarias, a unas corporaciones con fines de lucro, para que se encarguen de realizar la función que el gobierno se niega a realizar.  ¿A cambio de qué?  A cambio del mismo dinero, una parte de él, devuelto a los políticos para hacer campañas.

El sistema lo estableció Pedro Rosselló y lo continuó Sila María Calderón, tanto como Aníbal Acevedo Vilá.  Con Luis Fortuño el sistema alcanzó su óptimo nivel de perversión.  Contra todo eso tronaron Alejandro García Padilla y el Partido Popular en la ultima campaña.  Es obvio, sin embargo, que lejos de suprimir ese robo legalizado al pueblo, lo están perfeccionando. 
 
En el caso federal contra Acevedo Vilá se confesó todo eso.  La evidencia que desfiló contra la Triple S de Miguel Vázquez Deynes y la ACODESE de Daisy Barbosa como representante del gremio, está escondida en alguna gaveta del Secretario de Justicia --- cuatro de ellos --- a menos que se haya triturado para que su presencia no les cree mala conciencia.

En estos días de lucha frenética, errática, por cientos de millones para cuadrar un presupuesto deshonesto, ¿no cree el pueblo que las ganancias excesivas e innecesarias que los gobiernos le mandan a sus amigotes de las aseguradoras da y sobra para el cuadre?  El dinero esta ahí, si no se lo entregan al colmillú de la salud recortada y escamoteada al pueblo.

El Gobernador de Puerto Rico está preso, es rehén de esa inmoralidad.  Los procuradores en Palacio de esa monstruosidad moral actúan desde la familia misma del Gobernador.

El cambalache es nítido y el sistema es perfecto:  “Yo te doy los dineros que deben ir directamente a la salud del pueblo, para que tu decidas cuánta y cómo, y llegada la campaña electoral tu me devuelves parte para mi campaña.  Es un sistema perfecto, sin fricción.  Y vergonzoso.  Es cierto que está basado en un engaño al pueblo, pero de aquí a noviembre del 2016 se le habrá olvidado.  Además, las agencias de publicidad le impondrán las imágenes fabricadas a la conciencia popular, en ambos sentidos de la palabra. ¡Qué listos somos!

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