Oscar López: El Mandela de Obama

Nelson Mandela, el padre de la República Democrática de África del Sur, yace en el lecho de muerte, si no es que ha fallecido a la hora que escribo estas líneas.  En todo caso es cuestión de poco tiempo.  Ni para el ni para nosotros importaría unos días más o menos.  Su sabiduría y temple no contemplan dolor o sufrimiento que menoscaben el sentido heroico de su vida.

Nos toca a los que quedamos todavía a esta orilla de la existencia calibrar las implicaciones de esa vida para otros, para Oscar López y Barak Obama, por ejemplo.

Nelson Mandela dirigió una revolución en parte pasiva --- moral --- contra la opresión y el racismo de la África del Sur de los monstruos del “apartheid” --- la encarcelación y la muerte contra los negros inconformes con la opresión y la separación en cuanto a derechos humanos.  Venció por pura fuerza de voluntad moral y capacidad de liberación a través del sufrimiento, la cárcel, el hambre y la humillación.  Tales actitudes y posturas derrocaron la fuerza bruta, induciendo en sus carceleros el sentido de culpa que los llevó a la rendición de la fuerza ante la razón, y de la opresión ante el derecho y la moral.

La historia, decía Don José Ortega y Gasset, es siempre otra, y nueva, desde el punto de vista de sus contenidos.  Pero es siempre la misma, o se repite, en cuanto a sus formas.

Ninguna verdad más patente que esa cuando examinamos el caso de Nelson Mandela y el de Oscar López.  Ni Mandela ni Oscar López mataron o agredieron a nadie personalmente.  Fueron apresados, encarcelados, el primero por 27 años y nuestro Oscar López por 32.  La razón, el derecho, la moral, el sentido de humanidad universalmente compartida, forzaron la liberación de Mandela.  Pero en el caso de Oscar, los presidentes americanos, y hoy el supuesto liberal Barak Obama, ninguno de esos principios ha valido para la justicia y la humanidad.  ¿Quién iba a predecir que un presidente negro, heredero y beneficiario del sacrificio y la encarcelación de tantos héroes civiles iba a resistir, como lo ha hecho, la liberación de su Mandela puertorriqueño?

Estados Unidos censuró a África del Sur, e impuso sanciones, por el crimen contra Nelson Mandela.  ¿Qué pasa que ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en su propio ojo?

¿Qué más se puede decir, cuando un régimen fascista, racista, atiende a la opinión internacional sobre el crimen contra Mandela y un régimen supuestamente liberal ignora el crimen contra Oscar López?

Cada día que pasa el Mandela de Obama se agiganta al nivel de escándalo moral, de tragedia --- no de Oscar, porque al hombre justo, como dijo Sócrates nadie puede dañarlo en su espíritu y su hombría ---,  la verdadera tragedia americana es Barak Obama.