domingo, 6 de octubre de 2013

El Turno del Retiro de los Maestros


El anuncio del gobernador en el sentido de que el Fondo de Retiro de los maestros no sólo carece de solidez actuarial para permanecer como está --- que es una deuda estructural que se traga las aportaciones presentes o futuras --- representa una muerte anunciada antes de doblar la esquina.  Se trata no de una expropiación, sino de un rescate ante una muerte segura.

Descontándole al gobernador su optimismo metodológico --- patológico, dirían algunos --- la pura verdad es que para rehabilitar ese fondo como estructura de ahorro y pensiones, hay que tirar para el fondo a los maestros beneficiarios del sistema, no totalmente, ni en cuanto a los ya jubilados, pero ciertamente a los futuros beneficiarios, de tal manera que mientras por un lado recibirán pensiones reducidas por el otro contribuirán a detener el deterioro financiero de las instituciones estatales como un todo, frente a la presión de los prestamistas usureros de Wall Street.

Claro está, esa verdad es poco alivio para los casos individuales que recibirán un retiro por debajo de sus expectativas, hasta hoy derechos.

La tesis, inevitable moralmente, del gobierno, postula que todos estamos en el mismo bote encallado de la crisis económica y fiscal y todos tenemos que aportar a su solución.  ¿Todos, digo?  Todos.  En servicio no sólo a la justicia absoluta, sino a una vieja directriz afirmada desde 1940 por Don Luis Muñoz Marín:  “O comen todos o no come nadie”.

La pregunta que anota la presente injusticia se cae de la mata:  ¿cómo es que ante esa verdad moral intuitiva andan por ahí 3 gobernadores PNP y uno diz que popular --- millonarios todos --- financiados por el privilegio --- “privis legis” --- es decir, leyes privadas para sí mismos exhibiendo su narcisismo social, su avaricia, con escoltas y gastos de oficinas y fundaciones fantasmas, en la cara misma de la penuria del pueblo?

Rafael Hernández Colón, Carlos Romero, Pedro Rosselló y Luis Fortuño, entraron al gobierno como acomodados, pero salieron como millonarios.  ¿Cómo?  ¿Por gracia infusoria del Altísimo?  Da vergüenza ajena el espectáculo.  Un maestro puede ver reducida su mísera pensión, pero un exgobernador --- cuatro de ellos --- viven como emires de Arabia, sin caérseles las caras de vergüenza.  ¿Vergüenza, he dicho?  ¡Lo que natura non da Salamanca non presta!  Ante ese hecho, ¿qué van a hacer el gobernador y la Legislatura populares?

¿Y cómo es que la Rama Judicial sigue sirviéndose con la cuchara grande asignándose pensiones de 100% más los aumentos que puedan darse en su retiro, heredable por sus herederos?  Dice el gobernador que le va a meter mano al asunto.  ¡Si, Pepe!  ¡Espéralo!  Avisaremos al País cuando suceda.  Y si no, también le avisaremos.  

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