Cuando
nombraron al nuevo Presidente de la Universidad de Puerto Rico, el doctor Uroyoan
Walker, expresé mi tentativa aprobación de su nombramiento en términos de un
sólo factor, a priori, a saber: el
hombre sabe aritmética. No podía
ser de otra manera, siendo especialista en matemáticas.
Si uno
mira al pasado universitario reciente, el hecho patético es que ni Miguel Muñoz
ni sus rectores acusaron el más elemental buen juicio aritmético en asuntos como
el presupuesto, la investigación científica, o los costos y proyecciones de la
matrícula estudiantil.
Aunque
esa cultura aritmética se asume como dada en los oficiales públicos a cargo de
la mayordomía de los recursos del pueblo, la verdad es que, como en el caso de
los recientes altos oficiales de la Universidad, esa sencilla ciencia le es
ajena también al Comisionado Residente, Pedro Pierluisi. Un ejemplo prueba mi alegato. Me refiero a su numerología al leer e
interpretar para su público PNP las conclusiones del GAO: la Oficina de Contabilidad del
Congreso.
Dice el
GAO en su informe que el examen de 86% de los programas más prominentes y
masivos, podrían aumentar las transferencias a Puerto Rico como estado una
cantidad de $5,000 a $5,200 millones de dólares más que ahora. Pero a ese cálculo Pierluisi le añade,
por concepto del restante 14% de pequeños programas, la cantidad de cinco mil
millones adicionales. Es
decir: 86% es igual a 14%, ya que
cada una de esas categorías enviarían a Puerto Rico cantidades iguales.
El
reclamo es ridículo, mendaz, politiquero, y acusa un analfabetismo aritmético.
Todo lo
anterior, sin embargo, sin contar la devastación mortal que las contribuciones
federales le crearían a toda la vida económica de Puerto Rico: individuos, comercios, industrias de
todo tipo. Cuando se añade a todo
lo anterior la devastación a la capacidad del gobierno para ofrecer servicios
al pueblo, no puede pensarse --- por mentes sanas, sanidad aritmética y de
otras índoles --- en ataque más frontal y destructivo a Puerto Rico que la
estadidad de Pierluisi, Fortuño y Romero.
Premisas falsas, conclusiones falsas. Aritmética trompito, estadidad mítica.
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