Nadie
debe escamotearle al licenciado Mark Anthony Bimbela su elección, democrática y
en buena lid, a la presidencia del Colegio de Abogados. Dos factores explican esa elección
sobre el que me parecía mejor candidato, por su experiencia académica y
administrativa, el licenciado Javier Echevarria. El primer factor fue la naturaleza de su campaña para el
puesto: activa, persistente, bien
financiada, como que tenía un enorme interés en esa honrosa distinción. Al compararse esa campaña con la de
Javier Echevarría, esta última resultó tímida, falta de fuego en la entraña de
la ambición.
El
segundo factor decisivo fue la percepción de que Echevarría era el candidato
del Partido Popular. No importa
que Bimbela fuera favorecido por el establo PNP y por el establito independentista,
lo que se proyectó fue lo primero, y eso fue suficiente para convocar otra vez
la alianza Penepé-Independentista para enfrentar y derrotar --- en alguna elección,
por fin --- al Partido Popular, un hábito ya definitorio del PIP.
Está
por verse ahora si la “independencia” personal del nuevo Presidente honra su
campaña de independencia partidista, o es hora de pagar deudas con las posturas
que a nombre del Colegio se tomen.
Le va mucho al Colegio en esa tesitura. Estaremos alertas a tales desarrollos.
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