martes, 16 de septiembre de 2014

Política, Democracia, Partidos y Personas


Puerto Rico atraviesa hoy por una crisis total, en las cuatro dimensiones que anoto en el título de estas líneas.

En primer lugar, una crisis política en el sentido de que los nexos, los problemas, y todo el entramado de la vida social gritan desconciertos y disfunciones angustiosas:  crimen, desempleo, insolidaridad a todos los niveles --- a pesar de los esfuerzos de grupos comunitarios de infundir aliento y esperanza al desespero ---, más la pobreza masiva y la incompetencia oficial para entenderla y atenderla.

Esa es nuestra sociedad, nuestra comunidad política, que los griegos llamaban “polis, o “politeia”.

Sobre esa sociedad política, que nos incluye y nos envuelve a todos, se ensaya y se practica la democracia:  la decisión de la mayoría sobre quiénes nos gobiernan, por cuánto tiempo, en qué direcciones de programas de acción.  Es en este momento que entran en juego los intereses, valores, instituciones que aspiran al poder, no para realizar el bien común, sino el suyo particular.  Es ahí que el Todo político se vuelve parte, partido, que secuestra el Bien Común para poner los recursos de todos al servicio de unos pocos.  Llegado al poder, el partido secuestra el Bien Común y lo pone a su servicio, y de ahí en adelante lo envenena todo.  Hay excepciones a esa conducta partidista mezquina:  la generación que fundó la federación norteamericana, la que acompañó a Franklin D. Roosevelt a rescatar a los Estados Unidos de las garras de lo que él llamó “los malefactores de la riqueza”, y más tarde la generación que administró la recuperación de la Europa devastada por Hitler y creadora de las instituciones internacionales que le dieron contenido a la paz tan caramente lograda.

En Puerto Rico la generación creadora y fundadora de tantas cosas de nuestra vida pública le hizo honor a la política, a la democracia, y a un partidismo creador para crear vida y ensanchar la voluntad colectiva.  Pero esa fue la excepción a la generalización de que el partidismo corrompe la democracia y hace aparecer la política como sucia, corrupta e incompetente.

¿Cómo es posible constituir aquella excepción en regla, en supuesto de la vida democrática, con todo y partidos?  La respuesta, como siempre en las cosas humanas, está en las personas.  Compare las personas de 1776 a 1812 en Estados Unidos, y luego la generación de Roosevelt, y la generación de 1938 a 1968 en Puerto Rico con la medianía intelectual y moral que le siguieron, y se dará cuenta de que no hay sustitución para las personas que consideran el servicio público como la base de la felicidad privada:  no en dinero, no en pensiones inmorales, no en escoltas que lo son mucho más, sino en servicio a la humanidad doliente que les confirió el honor de ser figuras públicas.

1 comentario:

  1. Si el gobierno te da un bono por el cual tienes derecho a recibir $1 para siempre. ¿Cuánto vale eso?

    La respuesta depende de la tasa de interés. Si la tasa de interés es de 5%, entonces el bono vale $20.



    http://www.financeformulas.net/Perpetuity.html


    Usando esta teoría podemos determinar el valor para Puerto Rico que tiene la relación entre Puerto Rico y Estados Unidos.

    Para ser conservadores, supongamos que Puerto Rico recibe de los Estados Unidos $6,000 millones anuales. (En realidad recibe $20,000 millones.
    Pero hay que descontar que Puerto Rico trabaja para esos $20,000 millones ya sea porque son beneficios de veteranos o beneficios de seguro social para los cuales se aportó una cantidad.)


    ¿Cuál es el valor de esos $6,000 millones?


    Bueno si la tasa de interés es de 5%, entonces el valor de la relación de Puerto Rico con los Estados Unidos es de $120,000 millones.



    Si Puerto Rico fuera a vender that stream of income of $6,000 tendría que pedir por lo menos 120 billones.


    La deuda de Puerto Rico es de 70 billones. Pero el valor de los pagaos que Estados Unidos le da a Puerto Rico $120 billones.

    Not so fast Louie.


    El valor de la relación de Puerto Rico con los Estados Unidos es mayor que eso, porque no hemos tomado en consideración que esas ayudas crecen
    en un 3% cada año.

    Si eso es así, entonces la fórmula para determinar el valor presente de esos $6,000 millones

    es PV = 1/ r- g

    donde g es la tasa de crecimiento de los pagos, en este caso, la tasa de crecimiento de las transferencia federales.


    http://www.financeformulas.net/Present_Value_of_Growing_Perpetuity.html



    Así pues el valor de la relación de Puerto Rico con los Unidos es de



    $300, 000 millones.



    Es decir, que si Puerto Rico pudiera vender su relación con los Estados Unidos, el precio justo sería de por lo menos $300,000 millones.


    Esta es la razón por la cual Puerto Rico jamás votará por la independencia. Esta verdad matemática la entienden los puertorriqueños en sus entrañas y es por es que votan 95% en contra de la independencia.

    Ahora bien,


    300-120= 180


    $180 billones es el valor presente de los futuros aumentos que los Estados Unidos nos van a hacer en transferencias federales.


    La deuda de Puerto Rico es de $70 billones.

    Acevedo Vilá quiere hacer un trato donde él cambia un bono que pertenece a los pobres y vale $180 billones a cambio de pagarles la deuda a las 100 familias y a los bonistas americanos.

    Eso a clara luces no les conviene a los pobres y esa propuesta de Aníbal no va para ningún lado.

    En términos de dólares y centavos la propuesta de Aníbal representa un pérdida para la economía de Puerto Rico con un impacto que cae desproporcionalmente sobre los pobres de


    $110 billones.




    Ahora bien,


    La propuesta de la incorporación aumenta las transferencias federales a Puerto Rico en $2 billones.


    El valor presente de la incorporación es de



    $100, 000 millones o $100 billones.


    Entonces lo que se le presenta a la población en el plebiscito en dólares y centavos es lo siguiente.


    Estimado elector, usted tiene tres alternativas. El valor de las alternativas es el siguiente.




    ELA = $300 billones

    ELA soberano = $190 billones


    Incorporación = $400 billones



    Si nos quedamos como estamos, sabemos lo que tenemos.


    Si votamos por el ELA soberano, perderemos $110 billones, pero tendremos la satisfacción de comenzar la lucha por la independencia y algún día enviar a un delegado a las Naciones Unidas.


    Si votamos por la incorporación ganamos $100 billones y comenzamos la lucha por el voto por el presidente y algún día enviar siete puertorriqueños al Congreso de los Estados Unidos.


    Por favor elija entre una de las alternativas.


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