martes, 29 de mayo de 2012

¡Luis Fortuño: Segundas Partes Nunca Fueron Buenas!

El supuesto programa para el segundo cuatrienio de Luis Fortuño huele a la segunda parte apócrifa del Quijote.  Como si tuviera la compulsión a la mediocridad, superficialidad y mentira, el gobernador manosea y babea las promesas apócrifas del primer cuatrienio, y promete, con todo el cuajo cínico que lo caracteriza, completar la gran obra que ha transformado a Puerto Rico.

No tengo duda de que ha transformado a Puerto Rico:  de una sociedad organizada mediante instituciones que protegían los derechos de todos, a una jauría partidista vulgar y cruda.  Y lo hace con la misma carita de finodo, de elite privilegiada y alejada de la masa del pueblo, a quien no conoce y no le importa un pepino angolo.

Va a continuar la gran obra en la policía, cuya dirección intermedia está corrupta hasta el tuétano.  A ella le promete culminar las mismas promesas incumplidas.

Va a continuar “Mi Salud” --- que está quebrada económicamente, no tiene dirección porque no hay Secretario de Salud --- aunque ha nombrado tres ya, y el actual es un pasajero itinerante de su oficina e interés real en Pennsylvania, y  sus aterrizajes “part-time” en Puerto Rico.  Dice que se le ha asignado más dinero y en las oficinas le niegan los servicios a los pacientes porque no hay dinero.

El Departamento de la Familia es un antro de corrupción --- la niñez pobre abandonada.  El dinero usado para contratos inmorales con políticos del PNP.  La Secretaria Yanitza Irizarry se comporta como lo que es:  una guerrillera política del establo de Rivera Schatz.  El escándalo del contrato de $80,000 a Orlando Crespo, expulsado de la Cámara por drogadicto y por embustero, la retrata de cuerpo entero.  Miente al decir que no conocía a su esposa, para quien hizo el brindis en su boda.  ¿Cómo puede el País aguantar ese pesado fardo de inmoralidades, que Fortuño le pide que prolongue cuatro años más?

El Departamento de Justicia existe sólo para acusar politiqueramente a los populares.  El Secretario ha perdido todo rastro de vergüenza profesional, esperando que Rivera Schatz, que es su jefe, lo nombre para el Tribunal Apelativo.  ¡Qué desgracia la de este País!

Corrección es un pozo muro que Carlos Medina le dejó a su sucesor, y que Fortuño personalmente premió --- a Medina --- con la candidatura a la alcaldía de Arecibo y contratos fatulos con Familia y otras agencias, para pagar su campaña.  Vamos a ver si queda vergüenza en Arecibo.

Todo este esquema de corrupción tiene nombre y apellido, como dijo un día el fiscal Gil Bonar:  se llama Partido Nuevo Progresista.  En su día se llamó también, Pedro Rosselló, el Mesías: hoy se llama Luis Fortuño, el que tira la piedra y esconde la mano.  ¡El yo no fuí!

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