miércoles, 9 de mayo de 2012

Regreso...

Tras una breve involuntaria ausencia de este espacio, regreso y percibo un País en acelerado curso de destrucción.  No se trata de procesos privados, sociales , de depresión, violencia y desesperanza, sino de un tumultuoso esquema de criminalidad oficial que carcome y destruye la urdimbre, el tejido mismo de un pueblo vapuleado por la arrogancia de una tribu primitiva de malhechores que succionan el trabajo y las energías del pueblo para servírselas a una camarilla de amigotes y potentados que enriquecen al Gobernador y se enriquecen a su sombra.

A la primera familia le va muy bien, en el principal renglón que les importa, que es la acumulación de capital, mientras el pueblo gime y desespera en busca de un empleo, de servicios decentes de salud, de una educación medianamente efectiva para salir de la ignorancia y la pobreza.  El gobernador y señora  se enriquecen y predican “valores” a los pobres y desocupados.  María Antonieta en 1789, ante la falta de pan de las multitudes hambrientas de Paris, les recomendaba comer bizcochos.  Eso hace Fortuño con sus “valores”.  Después de arrasar con el tesoro público a favor de sus amigotes.

Pero no se trata sólo de penuria económica y social.  Se trata de la vileza con que Luis Fortuño ha arrasado con las instituciones de la democracia que juró honrar y proteger.  Se trata de la mentira institucionalizada.  Ejemplo luminoso de ese curso de cinismo e inmoralidad política es la trampa del plebiscito, que ahora le ha explotado en la cara, sumado al fraude primarista masivo que todo el País conoce.

Al regreso a este espacio lo que primero noto es la frialdad perversa con que el gobernador ha tratado el fraude electoral masivo de su partido contra miembros y candidatos del mismo.  En primer lugar, debe notarse que no se trata del fraude primarista de unos --- allá abajo ---contra otros, para robarse votos y engañar al País sobre la verdadera fuerza electoral de su partido.  Se trata de que Fortuño es el Presidente de ese partido corrupto.  Y que debajo de él --- el Secretario de la Gobernación, que comunica a otros lo que el gobernador quiere, el Director de Campaña, el absolutamente corrupto Ángel Cintrón y sus  oficiales en la Comisión Electoral --- todos bailan al son que les toca Fortaleza.  Luego cuando la corrupción es patente y visible a leguas, lo único que se le ocurre a Fortuño, desautorizando al Juez Conty --- persona seria y profesional---, es decirle “avancen, terminen con eso” , es decir, encubran, amapuchen , metan la corrupción electoral debajo de la alfombra, que no se vea, porque el pueblo se entera de que dirijo un partido carcomido de corrupción.  ¡Ese es el gobernador que nos gastamos!

Cuando en la democracia las cosas andan mal, el pueblo se refugia en una esperanza práctica:  queda el sistema y el proceso electoral para rectificar y corregir.  Pero si el gobierno se roba también el proceso electoral, sólo queda la nada o la violencia, la emigración, o el retiro absoluto a los aposentos privados de la vida, a maldecir en silencio a los traidores.

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