Me
planteaba, a mí mismo y a ustedes, si existe o no voluntad en el PPD para
rectificar los crímenes profusamente documentados, casi confesados, de la
administración y la persona de Luis Fortuño. Especialmente porque no se trata de los últimos cuatro años,
ya que el patrón ilegal, inmoral, continúa en las propias narices de la
administración entrante, mediante una confesión inaudita de protección seudo
legal de los crímenes cometidos.
En el balance de toda esa inmundicia, nos parece vivir en el Santo
Domingo de Trujillo o en la Nicaragua del otro Somoza.
Ofreceré
tres instancias luminosas --- por lo tenebrosas que resultan --- de lo que ha
sido esta conspiración criminal para robarse el haber público de todos los
puertorriqueños que pagamos de buena fe el sostenimiento del estado.
La
primera estampa luminosa de la cafrería política y personal de Luis Fortuño
reside en su compra --- soborno descarado de un periódico, El Vocero --- de un
organismo de prensa, al cual el
estado democrático le reconoce libertad de expresión para que la use, contra el
estado y gobierno si es necesario, pero que se parcializa, en lo que he llamado
un acto de adulterio institucional, abjurando de su compromiso de objetividad y
balance informativo, para convertirse --- por dinero --- en un vulgar pasquín
del PNP. Pero no sólo eso, sino
que ha pasado del adulterio a la prostitución, valiéndose del cacareo sicario
de unos seudo-columnistas patéticos en su desnudez intelectual y moral. El pueblo los conoce, porque hace tiempo
dejó de creer que eran gente.
El tres
de enero esa prostitución periodística debe cesar, si hay en el nuevo gobierno
voluntad de adecentamiento, para que los buscones del Vocero --- directores y
columnistas, griten ¡libertad de prensa!
Con ello nos reiríamos a pata suelta.
El
segundo escándalo político, legal, y
moral, ocurrió en las primarias PNP de Guaynabo y donde el alcalde Héctor
O’Neill perpetró un robo descarado para mandar a la Cámara un representante espurio. La Cámara es juez de quienes sientan o
no en su hemiciclo. Un
representante producto de un fraude no debe tomar posesión, y el mentor, autor,
muñidor de ese fraude, Héctor O’Neill debe sufrir un proceso judicial con el
que se inicia el nuevo Secretario de Justicia: inmunidad para los acusadores de O’Neill que se negaron a
declarar, e investigación sobre la persecución que desató O’Neill sobre los que
hablaron.
A falta
de esas acciones reparadoras del nuevo gobernador y legislatura, habría que
concluir que las pasadas elecciones constituyeron un gasto innecesario: un
engaño.
El
colmo de la posible impunidad para con los delitos escandalosos que el pueblo
va conociendo, hoy se ha revelado que Jorge Santini --- el ausente, el forajido
---mediante autorización de la Asamblea Municipal --- ha pactado la entrega
suya y el silencio de los que demandaron en el caso Caimito-Betsy, a cambio de
que desistieran de la ventilación en corte de los hechos de aquella noche y del
encubrimiento que el siniestro José Figueroa Sancha realizó para tapar la
corrupción personal de Santini.
¿Puede
el estado pactar secretividad --- por confesión implícita del funcionario a
quien encubre --- para que el pueblo no se entere de la corrupción personal de
Santini? El estado o el Municipio
de San Juan, como sea el caso, debe repudiar ese encubrimiento, desvestir a
Jorge Sanditni de su cota de presunta persona decente, para que el pueblo se
explique por que dejó al Municipio en la crisis fiscal que sus doce años de fantochería
produjeron.
Tres
issues: la prensa prostituída con
fondos públicos, obra de Fortuño y Miguel Romero; fraude electoral demostrado en la Junta Estatal de
Elecciones; y pago con dineros públicos la adicción y el tongoneo del narcotráfico
por Jorge Santini.
He ahí una
parte mínima de la agenda moral de Alejandro García Padilla.
José Arsenio dice que el PNP y el PPD no son lo mismo.
ResponderEliminarYo digo que las 100 familias controlan los dos partidos y aunque no sean lo mismo,
son lo mismo en cuanto a la exención contributiva.
Por lo tanto lo que existe son dos partidos estadolibristas.
Con eso el profesor no tiene problemas.
Con lo que tiene problemas es con la corrupción y le esta pidiendo a Alejandro lo
que Benjamín le pedía a Fortuño, que investigara la corrupción de Sila.
Al Fortuño no hacerlo se hacia cómplice de la corrupción de Sila y como no la
investigó nos confirmó que Fortuño no estaba interesado en ninguna estadidad,
sino en los millones que las 100 familias de los dos partidos le estaban pasando a la mujer.
Ahora le toca el turno a Alejandro.
Le va a meter mano a la corrupción de Héctor O'Neill?
¿Le va a mete mano a los subsidios a los periódicos?
¿Va a investigar el caso Caimito--Betsy?
Los estadistas no están a favor de la corrupción. Y es la corrupción del PNP lo que
le ha dado una mala reputación a la estadidad porque el PNP es un partido corrupto
que usa la estadidad como medio para ganar elecciones.
Los estadistas tienen que dejar de tolerar la corrupción por el mero hecho de que el corrupto diga que es estadista.
No es decir que se es estadista. Es no robar por la estadidad y trabajar por la estadidad.
Las 100 familias nunca le van a pagar a los estadistas. Eso está claro.
A los únicos que le van a pagar es a los que se oponen a la estadidad.
Así que hay que vigilar a los que se dicen ser estadistas porque las 100 familias están listas para corromper a cualquier funcionario público que tenga alguna discreción o responsabilidad sobre la política tributaria o presupuestaria.