El
Comisionado Residente de Puerto Rico en Washington --- sea quien sea --- es el
representante del País ante aquel gobierno, Ejecutivo, Legislativo y
judicial. Nadie puede escamotearle
a Pedro Pierluisi que él fue el favorecido por el pueblo de Puerto Rico en
noviembre 6 como tal representante, embajador si se quiere.
Pero
siendo Pierluisi un político PNP, como lo es y no puede negarlo, aspirante
confeso para presidir ese partido y convertirse en su candidato a gobernador
para el 2016 --- derecho que nadie puede cuestionarle --- su gestión dejaría
desamparada a la mayoría del pueblo de Puerto Rico que repudió a Fortuño y al
PNP. Se trata de una paradoja,
pues el partido que perdió las elecciones tendría representación visible y legítima
en Washington, pero no así el partido ganador.
Esa
contradicción práctica y política
se resuelve en parte por una institución administrativa del gobierno de Puerto
Rico que se llama PRAFA, encargada de adelantar los intereses mayoritarios del
Pueblo de Puerto Rico. No es
necesario apuntar --- o recordar --- que la persona que dirija esa agencia ante
todo el aparato federal para transmitirle las necesidades y posturas del
gobierno de Puerto Rico debe poseer la cultura administrativa y política,
especialmente la jurídica --- que le permita entender la madeja federal y transmitir
con claridad y competencia intelectual las posturas y necesidades del pueblo de
Puerto Rico por voz de su gobierno.
Porque a ese gobierno lo representa PRAFA, mientras Pierluisi representa
a su partido.
El
Director Ejecutivo de PRAFA tiene que ser un profesional competente,
distinguido, reconocido por sus pares en Puerto Rico, para que sus pares de allá
lo reconozcan igualmente.
El
gobernador electo Alejandro García Padilla no debe, no puede moral e
intelectualmente, imponerle a Puerto Rico y a Washington un nombramiento en
PRAFA que no esté a la altura de las destrezas exigidas por esa importante
institución.
Corre
insistentemente el rumor de que Alejandro ha cedido al chantaje de Rafael Hernández
Colón para que nombre a su hijo Juan Eugenio para ese cargo, a cambio de su
respaldo de última hora a una semana de noviembre 6. No me sorprende de parte de Rafael Hernández Colón, que es
un albatros de chantajes e influencias para --- siempre --- su beneficio propio
y familiar. Pero Puerto Rico es
otra cosa. Esa agencia de
Washington es presencia delegada del gobernador, no sinecura que resuelva el problema
familiar de RHC de quién va a financiar a su hijo. Estaremos pendientes de este “quid pro quo”. Puerto Rico no merece esa tramoya
cuando, por el contrario, está a la expectativa de actuaciones serias y
transformadoras.
"Ahh… nos dicen, pero la estadidad tampoco ganó… porque hay que contar los sobre cuatrocientos mil incautos que dejaron sus papeletas en blanco. Esas hay que contarlas, nos dicen, a favor de la ELA. Falso, Nunca en la historia electoral de Puerto Rico, comenzando con la abstención del Partido Federal de Muñoz Rivera en el 1900, se han contado los votos abstenidos. La regla siempre ha sido que el que se abstiene, ya sea ausentándose de las urnas o dejando la papelea en blanco, pierde el voto, no cuenta, punto.
ResponderEliminar"Recuerden los populares que ahora desean cambiar esa regla cómo, al interpretar los resultados del plebiscito de 1967, ustedes se rehusaron a tomar en cuenta los reclamos del Frente Anti-plebiscitario que formaron el PER, el PIP, el MPI y otros grupos.
"Si los abstenidos hubieran contado como votantes en esa ocasión, el ELA hubiera sacado menos del 50% de los votos, invalidando la colonia desde entonces.
"Interesantemente, eso es [lo]que siempre han alegado los cubanos fidelista en la ONU, y, allá han ido los líderes populares a defender que los que se abstuvieron en el 67 no se podían contar. Hoy, sin embargo, pretenden que los abstenidos cuenten."
José Garriga Picó
http://www.vocero.com/reality-checks/
Si eso es así, el deber de Pierluisi es de defender la estadidad ante el Congreso. Y si no lo hace, no debería ser el candidato a gobernador del PNP.
La exención contributiva no rinde más puesto que esta exención, temporera como los recortes presupuestario de Bush, tiene a Puerto Rico en una crisis fiscal insostenible. Una crisis que no es producto del ciclo económico, sino que requiere cambios transformadores análogos a los de la década del cuarenta.
http://www.elnuevodia.com/cartaalgobernadorelecto-1407725.html
Además ese cambio transformador que necesita Puerto Rico se da como resultado también de una crisis financiera del capitalismo mundial que, nos confirma Larry Summers, se da cada ochenta años.
Estamos, pues, al parecer, viviendo momentos de grandes transformaciones que habrán de probar el valor tanto de García Padilla como el de Pierluisi.