jueves, 20 de diciembre de 2012

El Inolvidable Luis Fortuño


Visualice el lector la faena frustrante de una ama de casa dedicada al orden y la limpieza, que con una poderosa escoba barre las cucarachas, las ratas y demás sabandijas de la sala de sus casa para ver --- al voltearse de su faena higiénica --- que esas ratas y comparsa han reentrado por la puerta de atrás.

Eso es lo que ha pasado en Puerto Rico durante el pasado mes y medio:  el pueblo, con sus votos limpios y honestos, limpió la Fortaleza y la Legislatura de los roedores del tesoro público --- ratas y cucarachas de nuestra vida pública --- para ver con tristeza e indignación cómo Luis Fortuño ha enarbolado sus verdaderos colores de rata mayor que preside la exaltación de la podredumbre que ha sido su saqueo del País durante los últimos cuatro años.

Faltan palabras para describir esa traición a la buena fe ingenua del País que lo eligió.

No hay remedio:  en virtud de las actuaciones de Luis Fortuño, no sólo durante sus cuatro años de gobernación, sino durante el último mes y medio, podemos decir, a contrapelo de nuestros deseos de expresión civilizada, que Luis Fortuño no ha sido otra cosa que la actuación de un embustero, una rata, un obsceno farsante que, en el campo en que yo me crié, los jíbaros llamaban tusa --- la mazorca de maíz, sin el grano, que se usaba para lavar la parte sur de los caballos que caminaban hacia el norte.

Abusar de la ley, de los hábitos públicos civilizados que heredó de administraciones anteriores --- PPD y PNP --- e insultar al pueblo que lo derrotó imponiéndole las cacatúas que le rodean como un fardo que derrote la voluntad expresada por ese pueblo, cualifica a Fortuño como una vergüenza en nuestra historia.  No hay palabras.  La carita de monaguillo encubría un farsante que se las tira de listo, de jaiba, cuando lo único que es realmente es un fresco.

Se dice que el pueblo es olvidadizo.  Eso es parcialmente cierto.  Pero la dimensión de la desfachatez de Luis Fortuño y sus esclavos legislativos lo hacen inolvidable.

¿Podrá alguien hablarle a esta País en el futuro de una alternativa PNP para sus males?  ¿Qué piensa Pedro Pierluisi, producto de Rosselló y Fortuño, de estas obscenidades?  ¿Será Pierluisi el próximo muchachito bueno que produzca el PNP para rescatar al País y traicionarlo después? ¿Con la compañía en que anda?  ¿Cuántas veces morderá el pueblo ese anzuelo venenoso?

Hace unos meses, en uno de los primeros escritos de este espacio afirmé que en mi memoria de 74 años observando campañas políticas, la que dirigió Fortuño contra Alejandro García Padilla ha sido la más sucia de nuestra historia.  Así lo confirman los visitantes a ese espacio.  Sin embargo, ese adjetivo se queda pálido ante la inmundicia fortuñista del pasado mes y medio.  Pasó de la peste al origen de la peste.  ¡Así le consta al pueblo!

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