domingo, 9 de diciembre de 2012

El Nuevo Secretario de Justicia: Por un Lado… y Por el Otro


El nuevo Secretario de Justicia hace su entrada al escenario gubernamental en un momento en que la fe pública en la justicia está en su punto más bajo desde que ese Departamento fue moralmente degradado a partir de los días tenebrosos del Cerro Maravilla.

No puede ser peor la herencia que asume Luis Sánchez Bentances, después de la corruptela personal y administrativa de Antonio Sagardía y Guillermo Somoza.  Más bajo no se puede llegar.  Claro, si no hay carácter, inteligencia y motivación de servicio, siempre se puede llegar a las catacumbas.

Hay una distinción crucial que hacer en el caso del licenciado Sánchez Betances.  Porque no se trata de un listo aprovechao como fue el caso de Antonio Sagardía, que ahora es que se ofrece la prueba de su oportunismo y vaciedad ética, ni se trata de un mediocre ambicioso como Guillermo Somoza, costurero a la medida del PNP.  En el caso de Sánchez Betances se trata de un profesional prestigioso, respetado como tal entre sus pares.  Claro está, ocurriendo su nominación en medio de un ambiente político caldeado, hay que calibrar los elementos de su posible éxito profesional como Secretario, o su descrédito proveniente de su práctica abogadil.  De ahí el titulo de estas líneas “por un lado… y por el otro”.  ¿A qué me refiero?

Vamos a lo más conocido de su ejecutoria y prominencia pública.  Fue el abogado exitoso del escándalo moral de Paseo Caribe.  Defendió allí lo que defendió su cliente, el emporio económico que agredió y robó terrenos públicos históricos, respaldado por los jueces populares del Tribunal Supremo, menos una.  Ese es el record.  Esa es la historia.  Ese es el éxito profesional de Luis Sánchez Betances, contra los mejores y más altos valores del pueblo de Puerto Rico.  Después de todo, el Presidente del Tribunal Supremo, tan defendido por el Partido Popular, le permitió a Luis Sánchez Betances el éxito legal que obtuvo contra el acervo natural e histórico de nuestro País.  Eso por un lado.

Por el otro lado, los abogados no escogen a sus clientes.  Son los clientes los que escogen sus abogados.  Si de otra manera fuera los traficantes de drogas no podrían obtener defensa legal sin que los abogados se consideraran, jurídicamente, agentes del narcotráfico.

Si en vez de Arturo Madero hubiese sido el Secretario de Justicia Popular quien hubiera contratado a Sánchez Betances, hoy seria un ídolo moral --- ganando o perdiendo --- de los que impugnan su probidad profesional y política para representar al pueblo de Puerto Rico en la Secretaría de Justicia.  Por un lado, Sánchez Betances lleva al Departamento de Justicia un plomo debajo del ala.  Por otro lado, su capacidad y experiencia merecen la oportunidad de probar que su primer valor es la justicia.

“Por sus frutos los conoceréis”, he leído en algún sitio.  El gringo dice “the proof of the pudding is in the eating”.  Esperemos por su ejecutoria al servicio del pueblo y la justicia que el estado le debe.  Porque él también merece que le juzguemos con justicia.

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