jueves, 24 de octubre de 2013

El Regreso de las Turbas Republicanas


En los comienzos del siglo pasado, a partir de la invasión norteamericana hasta 1940, el republicanismo puertorriqueño --- hoy PNP --- escenificó en nuestro cuerpo político la conducta más despreciable de nuestra historia: la violencia y la compra de votos a falta de respaldo público para el asimilismo político y las consecutivas derrotas, de 1904 a 1932.

El cáncer de aquella organización política --- republicanos de Barbosa, y luego de Rafael Martínez Nadal --- desde 1904, se manifestó en la violencia organizada y la compra de votos.  Luis Muñoz Rivera, el líder del autonomismo y de Puerto Rico en la última década del siglo 19, y durante década y media del siglo 20, tuvo que abandonar el País, amenazada su vida por los republicanos de Barbosa.  Le destruyeron su imprenta de la Democracia, y a falta de votos aterrorizaron el País con lo que vino a llamarse “las turbas republicanas”, que se  extendieron hasta 1940.

Hoy, en pleno siglo 21, esas turbas y esa mentalidad de turbas, están de regreso en Puerto Rico.  Las representan, en Fajardo, Aníbal Meléndez, el alcalde y cacique y dueño del poblado de Fajardo, cuna del gentil y honorable líder del liberalismo puertorriqueño del siglo 20, Don Antonio R. Barceló.

Ha expresado el cacique Meléndez que sus opositores políticos, los populares, lo que merecen es ser atacados físicamente y escupidos, y que eso es lo que él haría.

Ahora bien, la violencia republicana de las turbas del siglo pasado no se limitan a la violencia física.  Esta venía acompañada de una violencia institucional contra el sistema democrático electoral, consistente en la compra del voto y el fraude electoral.  Esta segunda dimensión de las turbas la representa hoy Héctor O’Neill, el alcalde y diz que dueño del municipio de Guaynabo, mediante un masivo fraude electoral en las pasadas primarias de ese municipio.  Siete empleados suyos, de la máxima confianza, perpetraron ese fraude, y se les ha determinado causa probable.  Otros trece están en la misma ruta judicial.  Tienen que escoger, o van presos o dicen la verdad sobre el fraude organizado por el alcalde.

Violencia física, discurso violento, robo electoral --- he ahí la encarnación de las turbas republicanas, en Fajardo y Guaynabo.  Compañeros estos de Marcos Rodríguez Pujada y Tomas Rivera Shatz.  Eso es el liderato vociferante del PNP hoy, para desgracia de la democracia y la paciencia del pueblo de Puerto Rico, que observa.

¡Turbas!  Ese es el DNA político que aflora, desde las profundidades del siglo 20, en Aníbal Meléndez y Héctor O’Neill.                                                                                                                                                                                              

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