lunes, 12 de marzo de 2012

Fortuño, Rivera Schatz y Roger Iglesias: Dios los Cría…

Jamás en la historia de Puerto Rico nuestro pueblo había sufrido, desde la cúpula del poder político, el castigo implacable de un liderato tan corrupto, tan cobarde y tan cínico como en el día de hoy sufre a manos del liderato perverso del PNP.

Luis Fortuño, el probado impostor de las promesas y los incumplimientos --- incapaz de asumir responsabilidades por el vertedero moral en que ha convertido el Gobierno de Puerto Rico--- se declara impotente y cobarde ante las fechorías corruptas de Roger Iglesias y las patanerías repetidas de Tomás Rivera Schatz contra personas e instituciones de la sociedad que, como pueblo crédulo les confiaron el poder que ahora blande impunemente ante un pueblo sufrido y espantado.

Las causas y razones por las que Luis Fortuño luce impotente tienen que ver con la naturaleza de la corrupción que él preside y comparte.  Desde el momento en que fue candidato a Comisionado Residente con el dinero de los amigos que hoy favorece y premia, Fortuño ha multiplicado su fortuna millonaria cuando la mayoría de los inversionistas y empresarios han visto reducirse las suyas, excepto el vasto grupo beneficiado --- en paga por sus favores políticos y económicos --- con más de 500 millones en contratos.  Porque botó a más de 30 mil empleados públicos y pasó esa riqueza a sus amigos millonarios y cadres del PNP, sin escrúpulo moral alguno.

Siguiendo ese mal ejemplo de Fortuño, y con su aprobación, Roger Iglesias viola la ley de la profesión de ingeniería, realiza ventas simuladas a sus hijas, y tras escalar al Senado con la protección de Tomas Rivera Schatz, obtiene contratos adicionales millonarios, siguiendo el patrón de Fortuño, por un lado, quien se enriqueció – él y su señora--- gracias al poder del puesto que ocupa,  y por el otro es elevado por el padrino de los corruptos de este gobierno --- Rivera Schatz--- a presidir la Comisión que investiga al Presidente del Tribunal Supremo.  Digno sucesor de Héctor Martínez, discípulo también y protegido de Rivera Schatz y Fortuño.

Si Luis Fortuño tuviera las manos limpias, si él no fuera un clon de Roger Iglesias, si tuviera un poco de testosterona frente al patán de Rivera Szhatz, habría actuado con responsabilidad en el “affair” Iglesias.  Pero no puede.  Tiene las manos sucias.   Todavía anda defendiendo los contratos corruptos de Juan Bravo, su servidor servil en la transición de gobierno en el área de la justicia y la seguridad ---a lo Roger Iglesias y Héctor Martínez.

Dios los cría…

En la campaña del 2004 Carlos Romero le dijo a Fortuño  lo que todo el mundo sabe en Puerto Rico, que Fortuño es un embustero.  Para el 2008, Jorge Santini embelleció su definición y forró todo San Juan tildando a Fortuño de “mamao”.  Eso es historia, de la buena, y relevante.  Pero hoy andan todos juntos .  Saco a Romero aparte, porque a pesar de sus otras fechorías, la corrupción no fue una de ellas.  Asombra su silencio cómplice hoy ante el cuadro siniestro de corrupción que ahoga lo que una vez fue el sueño democrático de Don Luis Ferré.

Fortuño, sobre los “rackets” de Iglesias, dice que el Departamento de Justicia actuará.  ¡Que tomadura de pelo!  El Secretario Somoza ya es una vergüenza para la causa de la justicia en Puerto Rico.  Ya debe estar arreglando --- tras bastidores --- el toallazo doble, a Fortuño y a Iglesias.  Quedará retratado para la historia como un activista PNP, comprando un nombramiento a Rivera Schatz para el Tribunal Apelativo, para el que no cualifica ni moral ni profesionalmente.

Dios los cría…

No hay comentarios:

Publicar un comentario