lunes, 27 de mayo de 2013

El Demonio de las Exclusiones


En el mundo político, social y cultural, especialmente en un contexto democrático, las exclusiones --- por raza, género, condición social o preferencia sexual --- son éticamente abominables.  Corren contra el sedimento moral de la civilización humanista, racional e igualitaria que sostiene al constitucionalismo moderno.

En el mundo fiscal y contributivo las exclusiones sencillamente corroen la base moral de la responsabilidad del ciudadano para mantener al Estado y sus compromisos de servicios a toda la población a niveles competentes y decentes.

El abandono --- errado a mi parecer --- del impuesto del 6.6 por ciento del valor de la mercancía importada, obedeció a la plaga de evasiones y fraudes que los importadores impusieron, por motivos egoístas y prácticas inmorales, robándole recursos necesarios al gobierno para servirle a la ciudadanía.  Se desistió de aquel sistema, erróneamente, para depender de un IVU más deficiente, improductivo y sujeto a fraudes y rackets equivalentes, y lleno también de exclusiones destructivas de la meta fiscal a que debe servir.  A la hora que escribo, la administración de Alejandro García Padilla anda bailando el baile del sambito entre el nuevo IVU a las transacciones de negocio a negocio o la imposición adicional de contribuciones a todo el mundo, individuos y empresas.  Las fuerzas vivas del comercio, la industria y las profesiones, se han levantado a coro:  “A mí no, que pague el otro”, en su defecto que se achique el gobierno, que se retiren más empleados del gobierno --- una página arrancada al libro de Luis Fortuño --- o sencillamente que le cobren a otro… no a los industriales, ni a los bancos, ni a los comercios, sencillamente a los otros.  Cuando el País necesita solidaridad, el egoísmo particular domina el espacio y el debate.

¿Dónde está el dinero de los banqueros y sus millonarios dueños?  ¿Dónde está el dinero personal de los industriales?  ¿Dónde el de los grandes comerciantes e importadores?  En Wall Street, o en los bancos.  No en la inversión en nuevas empresas.  Sus lágrimas de cocodrilo me enternecen.

Como en los años de Watergate y de Richard Nixon, de Gordon Liddy y sus compinches criminales, hay que preguntarse --- lo mismo que hay que preguntarse con relación al engaño de la reforma legislativa ---¿Dónde está el dinero?  O, como se dijo en Watergate, “follow the money”.

1 comentario:

  1. "The United States territory of Puerto Rico, with a not dissimilar situation to Ireland’s, offers a tax rate of 4 percent to relocating corporations, nearly ten times lower than what Apple faces in California. " Forbes.



    ¿Y qué hace Pierluisi? Las corporaciones en Puerto Rico pagan una tasa de impuestos 10 veces menos que las que pagan en California.

    Pero Pierluisi en vez de empujar un proyecto para sacar a Puerto Rico de la cláusula territorial, como quiere el 54% la población, está tratando de bajarles los impuestos más aún a las corporaciones.

    Y eso se supone que sea el partido estadista de Puerto Rico.

    Cuando Tobin vino a Puerto Rico en 1976 lo primero que dijo fue que no se podía usar el GDP para medir la economía de Puerto Rico. Ese producto interno es ficticio. La producción no se hace en Puerto Rico, la producción se reporta en Puerto Rico para efectos contributivos.

    ¿Qué es GDP? Una medida del producto total que se genera en una economía. El producto
    es igual al ingreso “ because every dollar of output generates a dollar of income to the factors
    of production that contributed to it, namely wages, interest, rent, and entrepreneurship.)”

    ¿Cuál es la diferencia entre GDP y GNP? GDP es el producto total de la economía. GNP es el producto que pertenece a los nacionales. La diferencia entre GDP y GNP es de $30,000
    millones. Esa es la supuesta explotación que los independentistas alegan.

    Así pues el ingreso de los puertorriqueños es de $60,000 millones con un ingreso per cápita de
    $15,000 que es una tercera parte del ingreso de los Estados Unidos. ($50,000 en los EEUU)


    A eso le puedes sumar el hecho de que Puerto Rico tiene una deuda de $90,000 millones, si incluimos la deuda del retiro.

    Puerto Rico es un desastre. Está casi al nivel de Grecia y Chipre excepto que Puerto Rico tiene una unión bancaria, una unión postal, una unión marítima y una casi unión fiscal con los Estados Unidos, cuando uno considera que existen pagos de transferencias (a los que Alemania se opone para los GIIPS, Greece, Italy, Ireland, Portugal, and Spain) y que los trabajadores de Puerto Rico pagan contribuciones federales para su sistema de seguridad social.

    Esa es la diferencia entre Puerto Rico por un lado y Grecia y Chipre por el otro.

    Lejos de ser independiente, Puerto Rico está amarrado por tres patas a los Estados Unidos.

    Por otro lado son a esos $30,000 millones (la diferencia entre el GDP y el GNP que el líder estadista se tiene que enfrentar porque esos $30,000 millones van a de la noche a la mañana tener que pagar impuestos federales. Y ellos no se van a quedar con las manos cruzadas.

    Eso explica por qué ningún líder estadista ha tenido los pantalones de enfrentarse a las 100 familias. No lo hizo Ferré, no lo hizo Romero Barceló, no lo hizo Fortuño y no lo está haciendo
    Pierluisi.

    El único que hizo un intento fue Rosselló y barrieron el piso con él.

    Pero ahora la autonomía fiscal esta al punto de la bancarrota. Con un PNB de $60,000 y una deuda de $90,000 millones la tasa de endeudamiento es de 150%. Eso para una economía
    que no tiene su propia moneda es insostenible. Grecia tiene una tasa de endeudamiento de 170% mientras que la España es de 84%. Y vemos que España se ha convertido en una colonia de Alemania.

    A medida que la gente se siga yendo, el gobierno tarde o temprano va a tener que irse
    a la bancarrota. Los bonistas van a tener que coger un hair cut y hasta ahí duró la triple
    tax exemption de Puerto Rico.

    Welcome to the incorporation of the territory.

    ¿Qué líder estadista le dice la verdad a Puerto Rico? A los únicos que la dicen, como al filósofo de la alegoría de las cavernas de Platón, les dicen que están locos.

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