lunes, 30 de diciembre de 2013

La Constitución: ¿Un Instrumento Arcaico o un Proyecto Cambiante?


En la edición del pasado 27 de diciembre, en la página 35 del The San Juan Star, la columnista norteamericana Linda Greenhouse nos recuerda, en un brillante artículo de actualización histórica, que la Constitución de los Estados Unidos es, en sus palabras, “a work still in progress”.

Utilizando las reflexiones del Juez Thurgood Marshall y Warren E. Burger, Juez Asociado del Tribunal Supremo federal el primero y Juez Presidente el segundo, se afirma, con ejemplos históricos que representan el dramático cambio que ha sufrido la interpretación de aquella Constitución desde 1787, que la interpretación literal, como documento disecado que no sólo representa el pasado sino que tiraniza sobre el presente y el futuro, constituye una lectura miope y torpe de lo que es una constitución.  Porque ¿cómo puede interpretarse literalmente, como las tablas de la ley de Moisés, haciendo abstracción de la vida, de la historia, y de las transformaciones que el tiempo imprime a las sociedades?

Los derechos de los ciudadanos norteamericanos que una vez hubiesen sido esclavos, los derechos de la juventud a participar en el proceso político, los derechos de la mujer al voto, a igual tratamiento en el empleo, su derecho al aborto, el derecho a la sindicación de los trabajadores, en su mayor parte se han logrado por reinterpretación de la misma Constitución de 1787.

Esa historia le debe decir algo al Presidente de nuestro Tribunal Supremo.  Porque la Constitución del Estado Libre Asociado no puede interpretarse como pesada losa fría a utilizarse contra una legislación necesaria y razonable por el hecho de que le toque el bolsillo y los privilegios de los jueces.  Si así se confirmara, estos jueces, a todos los niveles, pasarían a nuestra historia como mezquinos, insolidarios, incapaces de obrar a la altura de los tiempos y las crisis que nos aquejan.

Existe otra razón por la cual el Tribunal Supremo debe cuidarse de pervertir el principio ético de que no se puede ser justo cuando se juzga como juez y parte a la vez.  Por esa razón se descalifican a diario actuaciones en las corte que presentan ese conflicto de interés.  La mujer del César tiene que ser, además de honesta, parecerlo.  No hay posibilidad alguna que en este caso el Tribunal --- a cualquier nivel --- lo parezca, y menos que lo sea.

Existe otro principio, operacional en la tradición constitucional y judicial de los Estados Unidos, que le impone a los jueces la obligación intelectual y ética de favorecer --- cuando se enfrentan a decisiones legislativas ---  aquella interpretación posible que exprese su deferencia hacia las ramas políticas --- democráticas --- del Estado, para no imponerle a los representantes del pueblo una camisa de fuerza judicial.

Esperamos que en este conflicto de intereses --- la estabilidad financiera del Estado contra unos dólares más o menos de los jueces --- impere la razón del pueblo.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Primero el Tribunal Supremo, ahora el Arzobispo


Nuestro País es el más politizado del universo y de la historia.  Sólo comparable con la Atenas del siglo quinto antes de Cristo, los partidos luchaban como fieras, sin límites, hasta el debilitamiento total, exánimes a la llegada de la agresiva Esparta.

Nuestra Constitución legitima los partidos políticos como representantes de las facciones organizadas, y deja el campo libre a su organización y proliferación.  De ellos se nutre el Estado, que entonces se organiza en Ramas de gobierno, Legislativa, Ejecutiva y Judicial.  En ese esquema, los valores operantes del pueblo --- sus intereses --- se canalizan hasta convertirse, mediante acción legislativa, en leyes que organizan la vida ciudadana de forma pacífica.

A veces no nos gusta el producto legislativo, como culminación del proceso contencioso y antagónico que para cada ley se escenifica a todo lo ancho y largo de la sociedad.  Por más diverso y complejo que sea el proceso, un día tiene que terminar y producir leyes válidas para todo el pueblo.  Si alguien cree que esas leyes violan los derechos de los ciudadanos, individual o grupalmente, la Constitución provee un poder judicial para certificar o invalidar esas leyes.  Lo que no debe ocurrir, sin violar la letra y el espíritu de la Constitución, es que los jueces se adelanten al derecho rogado y entren a la refriega política, degradando así su función de árbitros imparciales.  Que una ley les parezca inconstitucional, bien, pero espere que se le plantee la cuestión para revisión judicial y no brinque la valla de su imparcialidad y objetividad por el hecho de que se afecte.

Ese es el cuadro que hemos observado en los últimos días tras haber tirado a la palestra pública, el Juez Presidente, al Tribunal que preside, restándole en adelante su independencia de criterio y acción, y su dignidad y honor, lo que le quede.

Para complicar la situación y empeorarla, aumentando la confusión, el Arzobispo de San Juan entra a la palestra pidiendo negociación sobre la ley ya aprobada sobre el retiro de los maestros.  Hace meses que se está discutiendo en el gobierno --- Legislatura y Gobernador --- con los maestros, que lo único que han propuesto es posponer, posponer y dilatar, ¿esperando qué, a Godot acaso?

El Arzobispo revierte su intervención a los días del “ancient régime” previo a la Revolución Francesa, cuando la Iglesia Católica era el segundo poder del reino, después del rey y la nobleza, sobre el Tercer Estado, que era el pobre pueblo.  El Arzobispo debe saber que eso ha cambiado, y que su Iglesia puede opinar pero no mandar.  Este diferendo entre pueblo y gobierno por un lado, e intereses particulares por el otro, no tolera directrices religiosas de toreros espontáneos.  Primero los jueces, ahora el Arzobispo.  Aquí todo el mundo quiere mandar por sobre los representantes electos por el pueblo.  Así no es en la democracia.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

El Presidente del Supremo Regaña al Gobernador


El Gobernador de Puerto Rico es electo por el pueblo de Puerto Rico.  El Juez Presidente del Tribunal Supremo es nombrado por el Gobernador  y confirmado por el Senado.  En el orden de jerarquía y legitimidad constitucional democrática, el Poder Legislativo es el primer poder del Estado, y el Poder Ejecutivo el segundo.  El Poder Judicial es derivado de estos dos poderes y tiene como función dirimir conflictos de ciudadanos entre sí y con el gobierno.  Pero para eso, ese poder tiene que ser invocado, rogado, para que decida sobre conflictos.  Por eso es que se dice que las dos primeras Ramas de Gobierno --- Legislativa y Ejecutiva --- son políticas en su naturaleza y función:  la Legislativa decide qué hacer desde el Estado, la Ejecutiva cómo hacerlo y cuándo.  En este caso el planteo judicial no ha sido rogado, sino que Hernández Denton lo fabrica, lo mandó a buscar.

Lo anterior es pura letra literal y constitucional.  Pero vivimos --- entre todas las otras crisis de pueblo y de gobierno --- una crisis de subversión del ordenamiento constitucional que se dispara desde la Presidencia del Tribunal Supremo, que le advierte al Poder Legislativo y al Ejecutivo que no legislen de tal o cual manera o de otra, porque si no invalidará sus decisiones constitucionalmente legítimas.  Así, entramos en el despotismo judicial, que unido al despotismo politiquero de la ganga de los seis, deja a Puerto Rico huérfano de justicia a los más altos niveles.

Cuando el Juez Presidente amenaza a la Legislatura y al Gobernador si aprueban tal o cual ley, ha renunciado a la función de árbitro en recursos llevados al Tribunal para convertirse en grupo de presión política en la refriega general de intereses que se ventilan en la Legislatura y en el escritorio del Gobernador.  Un grupo de presión más, en defensa se sus intereses numismáticos.  Ello representa una degradación de los principios de objetividad y desinterés personal y material hasta los niveles más pedestres del egoísmo.

Con todo lo anterior, el Juez Presidente se une a los tres exgobernadores cuya verdadera religión es el dinero, el público, no el que puedan procurarse vendiendo la influencia que el pueblo les otorgó un día, cuanto parecían otra cosa.

Cuando el Juez Presidente le dicta al Gobernador para que sea “firme” y no apruebe la pieza aprobada por la Legislatura y que afecta su bolsillo --- a pesar de sus bochornosos privilegios de casta y clase --- lo que está diciéndole al Gobernador es que no sea “cobarde”.  ¡Bonito ejemplo para la ciudadanía en general!

Recuerde el lector que se trata del mismo Presidente del Tribunal que defendió el crimen de Paseo Caribe contra los intereses y derechos públicos, a pesar de la lección de la historia jurisprudencial aplicable que le quiso enseñar la juez Ileana Fiol.  ¿Quién es cobarde, a fin de cuentas, cuando se trata del dinero de la autodenominada “elite del poder”?

domingo, 22 de diciembre de 2013

Carta de Derechos: Capitulo II, Sección IV


Destaco --- les recuerdo a los lectores más bien --- esta parte de nuestra Constitución, por si a alguien le interesa su expresión literal, sencilla, inconfundible, en el sentido de que nuestro pueblo o cualquiera parte de él, grande o pequeña, “tiene el derecho a reunirse en asamblea pacífica para pedirle al gobierno la reparación de agravios”.

¿Qué parte de esa sencilla disposición y garantía constitucional no han entendido los maestros violentos y revoltosos que asaltaron el hemiciclo del Senado el pasado jueves? 

Uno supondría que el maestro es maestro todo el tiempo, y que no enseña solamente con sus lecciones, sino con su conducta, quizás mucho más con la última que con la primera.  Puesto que con sus expresiones y acciones están enseñando --- lo que sea que enseñan --- todo el tiempo.  En esa relación --- en la calle o en el salón de clase --- enseñan al manifestar lo que llevan por dentro, en la mente, en el corazón, en el carácter.  Porque ¿da derecho la circunstancia por la que ahora atraviesan con respecto a sus ingresos materiales, a convertirse en energúmenos o vándalos contra las personas y la propiedad y los derechos de la Legislatura a realizar sus deliberaciones en paz?

Si así actúa ahora ese grupo de maestros de la desacreditada Federación de Maestros frente a los poderes públicos legítimos, ¿qué no harán en las escuelas y con los estudiantes ante las circunstancias problemáticas que a cada momento surgen en ellas?

El País ha visto desde el jueves pasado la vuelta a los días de Renán Soto y Jesús Delgado y sus métodos de confrontación física y de mentiras y de insultos personales.  Menos mal que la profesora Aida Díaz con su estilo razonable le ha lavado la cara al magisterio, aunque sus adversarios de la Federación siguen constituyendo un “sucio difícil”.

Dentro de la situación extremadamente crítica que sufren nuestras finanzas públicas, el trato recibido por los maestros ha sido razonable y necesario.  Ese trato endereza la mala administración que los propios maestros hicieron de los dineros de su Fondo de Retiro.  Antes de atacar e insultar al Gobernador y los legisladores que han sacado la cara por los maestros, estos deben agradecerles el rescate que han hecho del derrumbe frente al abismo en que se encontraba el famélico Fondo de Retiro de los maestros.

¡Si a estas alturas los maestros no saben eso, es como para preguntarse si están preparados para enseñarle nada a nadie!

sábado, 21 de diciembre de 2013

Los Maestros: Una Estrategia Suicida


No existe en nuestra comunidad, ni en ninguna otra, un grupo profesional que convoque más afectos y admiración que los maestros de nuestros hijos.  Me consta por experiencia personal, y por larguísima memoria, el respeto de nuestros padres y vecinos de nuestras escuelas, que el maestro ha convocado siempre agradecimiento y admiración como mentor y guía de la niñez que nos es tan querida.

¿Cómo es que a la hora que escribo el liderato de los maestros de Puerto Rico, de la escuela pública, ha conducido a sus miembros al desastre de relaciones públicas y de comportamiento físico contra nuestra Legislatura, convocada precisamente para hacerle a los maestros la justicia económica --- la única posible dada la crisis fiscal del País --- bajo las circunstancias de depresión financiera que sufre el Estado Libre Asociado?

No estamos en Siria, ni en Ukrania, ni Afganistan.  Aún dentro del más amplio concepto de la libertad y del derecho a la corrección de agravios, no hay derecho al asalto físico al Parlamento del Pueblo para legislar por la fuerza.  Mala educación por parte de los supuestos educadores.

El Gobernador ha actuado responsablemente, protegiendo hasta donde es posible los derechos económicos de los maestros, y los intereses económicos del resto del País.

De eso se puede discrepar, y se puede protestar, pero la “acción directa” física contra la Legislatura representa una agresión a los principios mismos de la democracia.  Han estado mal aconsejados los maestros, aunque sabemos que se trata básicamente de los malos hábitos y resabios de la Federación de Maestros, enemiga de los intereses reales del magisterio.

El País, a partir de la crisis económica total, de todos, debe apreciar los esfuerzos y las propuestas del Gobernador sobre el retiro de los maestros.  Ello explicará el porqué, después del ruido, los líderes de la anti-democracia se quedarán solos, como se quedarán más solos aún los líderes fracasados que desde sus cubículos de la irrelevancia política los ajotan para que digan lo que nadie les cree cuando son ellos los que aparecen atacando el sistema democrático.

¿Rectificación en ASES?


Conforme a una declaración, con ribetes de cambio dramático, el Director Ejecutivo de la Administración de Seguros de Salud, Ricardo Rivera, está de camino a una restructuración de Mi Salud, el programa gubernamental de salud para el sector más pobre del País, que de otra manera andaría en acecho de la muerte segura, en contraste bochornoso con la opulencia --- con dineros del propio pueblo --- de dos aseguradoras que en forma de monopolios creados por el propio gobierno.  Se pretende ahora romper esos dos monopolios:  APS en salud mental y Triple S en salud física.  ¿Es eso creíble?

Durante la campaña electoral del año pasado el entonces candidato a gobernador del PPD prometió al pueblo, desde la tribuna y en el programa de gobierno, un sistema de salud universal y con pagador único.  Eso resultó mentira desde entonces, ya que el líder del grupo de programa en salud, Roberto Prats, le aseguró a los que creían en esa promesa que eso no se iba a dar.  Sabía algo que ni el resto del grupo ni el pueblo sabían:  que el gobernador se iba a entregar --- monopolísticamente --- a la Triple S y a APS.

¿De qué se trata entonces, y porqué, la reforma que promete el jefe de ASES?  ¿Vieron la luz?  ¿O es que el pésimo servicio de APS en salud mental ya grita a los cielos?  ¿O que la Triple S, de mucho abarcar aprieta poco, y mientras aumenta sus ganancias empobrece sus servicios?  ¿Cuándo fue que el Gobernador y el jefe de ASES descubrieron que el monopolio lleva al abuso y mina la responsabilidad?

Necesitamos detalles ante esa reforma, sus motivos, su reorganización, su alcance, y su grado de convicción y sinceridad, y a partir de qué realidades se impone la reforma.

En lo vigente hoy, el prometido acceso del paciente a los servicios de salud es una pesadilla, el acceso a especialistas un privilegio raramente concedido, y la continuidad en los servicios un sueño.  ¿Es eso lo que va a reformar el señor Rivera, o se trata de una operación publicitaria al rescate del abominable record de Mi Salud?  ¡Ya veremos!, como dice un compañero de trabajo todas las mañanas.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Llegó la Luz a la AEE y sigue el Purgatorio en la AAA


Desde los días gloriosos de Don Antonio Luchetti y Rafael Urrutia no habíamos recibido una noticia tan esperanzadora como la que anunció hoy a página entera en El Nuevo Día el Director de la AEE, Juan Alicea.

Por un lado acepta como suya, como agenda y como obligación, la “transparencia” de la AEE.  Y como corolario de esa transformación, la transparencia de sus procesos de análisis y decisiones.  Hay que tener mucha confianza en sí mismo, en su capacidad y en su temple para capear tormentas que impugnan la capacidad de la agencia y la honestidad de sus procesos.

Ese anuncio sobre las deliberaciones de la Junta de Gobierno en público deja atrás las chapucerías, politiquerías, encubrimientos y engaños de los Jorge Rodríguez, Miguel Cordero, José Ortiz y demás “sospechosos habituales”, para sincerarse con el País al que se sirve, asistido en ese proceso por los representantes del pueblo --- por elección --- en esa Junta de Directores.

Me recuerda “Frente al Pueblo”, o “Cara a Cara ante el País”, como se llamaron los dos paneles de análisis político que iniciaron el género en la televisión puertorriqueña, en 1950 el primero, y de 1970 a 1980 el segundo, que vuelven hoy a mi memoria al anunciar Juan Alicea su profesión de fe en la “transparencia”.

Uno esperaría, si no es mucho pedir, que la AAA haga lo propio y confiese su desconcierto frente al País que la tolera y la paga.

¡En la AEE llegó por fin la luz! ¡En la AAA el Purgatorio permanece y coge velocidad!

domingo, 15 de diciembre de 2013

Juego Dialéctico y Dilemas Reales


Los filósofos y teólogos medievales se entretenían afinando planteamientos ambiguos, o dilemas cuyas alternativas cancelaban toda solución posible.  Sea que fueran grandes y profundos retos a la razón o divertimentos lógicos, la verdad era que se postulaban con gran seriedad intelectual.

Pongamos por caso el problema sobre cuántos ángeles cabrían en la punta de una aguja.  Dada la doctrina sobre el carácter espiritual de los ángeles --- sin tiempo ni espacio --- el interlocutor tendría que empezar por negar la premisa sobre la colocación espacial, para concluir que no hay respuesta posible.

O este otro dilema:  ¿qué ocurre cuando una fuerza irresistible choca contra un objeto inamovible?  Después de darle muchas vueltas a la noria dialéctica, la intuición racional sobre que los dos términos del dilema --- fuerza irresistible y objeto inamovible --- son suposiciones contrarias a la experiencia, como dicta la sana lógica.

Mudemos la vista del Siglo XIII a nuestros días, el Puerto Rico del 2013:  unas medidas económicas que hay que tomar para salvar la credibilidad crediticia del País --- indetenible por su naturaleza --- y una resistencia a enfrentarla, absoluta y unánime en el sector laboral para que no se toquen sus intereses, legítimos por demás.  Por algún lado debe estar operando una falacia en esa actitud, no meramente lógica sino material en este caso.  Se trata del supuesto que asume que los logros sociales de una comunidad o un sector de ella, como el sector laboral, son eternos, intocables, escritos en mármol, porque la sociedad política y la realidad económica revisten rasgos de irreversible eternidad.

Por el contrario, todas las condiciones existentes en la sociedad en un momento dado son sencillamente historia y están sujetos a ella, la del presente y la del futuro.

Por ejemplo, ¿saben los trabajadores cuyos sindicatos amenazan con demostraciones y huelgas si se toca tan siquiera el Fondo de Retiro de los maestros --- no empece su deuda impagable de 10 mil millones de dólares, sin reconstruir ese fondo, como se hizo con el estatal --- que las leyes laborales que los han protegido por décadas son obras precisamente del Partido Popular a contrapelo de los colmillús republicanos, estadistas, y penepés que ahora agitan para esas huelgas?

El dinero que hace falta para realizar las funciones del gobierno para todos los puertorriqueños tienen que salir de los bolsillos y los haberes de los puertorriqueños mismos.  El Gobernador no se puede inventar una isla encantada que fluya leche y miel como se prometió y nunca se dio en la tierra de Canaán.

Menos consumismo, menos Choliseos abarrotados, plazas comerciales engañando a las masas medias y pobres, y más respeto a la historia y a las realidades económicas de todos.  Porque los maestros tienen que saber que su plan de retiro fue muchas veces saqueado por sus administradores, y que su precariedad económica para el retiro obedece gran parte a un error, una miopía que los lideres del pasado cometieron al rechazar su Seguro Social.  Son aquellos polvos los que han traído estos lodos. 

jueves, 12 de diciembre de 2013

La “Justicia” Americana abre otra Caja de Pandora


Si usted creía que el matadero americano --- que se ha burlado de la policía y las cortes una y otra vez --- había llegado a su límite de cinismo moral en su patológico apego a las armas de fuego, piense otra vez.  Porque después de las masacres recientes en Newtown, Connecticut, y en Ohio, ni el Presidente ni el Congreso --- juntos o separados --- han podido mover el control de armas de fuego ni un centímetro.

Ayer, sin embargo, esa torpeza moral, esa insensibilidad y falta de reverencia ante la vida, han escalado nuevas cumbres de ignominia judicial.  Un juez de California, tras la determinación de culpabilidad de un joven bribón de 16 años y juzgado como adulto, a quien un jurado encontró culpable de 4 asesinatos con su carro, como segundo episodio de matanza colectiva porque antes había matado a 6 u 8 personas más, determinó que no cumpliría ni un día de cárcel porque el jovencito era supuesta víctima de su crianza irresponsable a manos de sus padres.  Le recomendó terapia y rehabilitación.

El argumento leguleyo que el juez dio por bueno consistió en la ausencia de responsabilidad dado que la afluencia económica y social de sus padres condujo a permitirle cualquier conducta al mozalbete, de la cual no era responsable.  El joven, sostuvo el abogado, y aceptó el juez, sufría de “afluenza”, de una patología producida por la permisibilidad absoluta de unos padres podridos de dinero y podridos de inconciencia moral.

Imagínese, amigo lector:  se abrió la caja de Pandora.  Esa es la justicia americana en California.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

La Caída Trágica de Luis Sánchez Betances


El viejo Aristóteles, en su tratado sobre Poética, dejó sentado para la posteridad los cánones para el enjuiciamiento de los personajes que pueblan la vida pública.  Conforme a su análisis, no todas las caídas aparatosas son trágicas, porque en muchos casos el carácter pedestre de los personajes no los cualifica para tan altísima categoría de infortunio.

Cerca de nuestra experiencia, por ejemplo, la caída de Richard Nixon no cualificaba como tragedia, porque le faltó a su carácter el elemento noble que hace trágica la caída, creando emociones de temor y compasión.  Abraham Lincoln y John Kennedy, tanto como su hermano Robert, poseían de sobra ese ingrediente de estirpe, de grandeza de alma, que a la hora de la muerte convoca esa sensación de pérdida trágica.

Cerca de nosotros, en nuestro tiempo y en nuestro espacio, nos enteramos esta tarde de la dimisión del Secretario de Justicia, Luis Sánchez Betances.  El elemento trágico de su caída es evidente porque la motivó una incondicional amistad con un compañero de profesión y de convivencia humana.  No medió en su conducta asomo alguno de interés personal o material, pues lo que sorprende en ella es la entrega total al amigo.

No había alternativa, al hacerse pública su actuación sino la del noble romano ante el dilema moral de alternativas inaceptables: lanzarse sobre su espada para preservar el honor.

No podía faltar, ante experiencia tan amarga para el País y para el Secretario, la salida oportunista de su escondite utilitario, de Rafael Hernández Colón, absolviendo al Secretario de los costos de su error --- para lo cual el exgobernador no tiene la más mínima conciencia ética.  El propósito claro no ha sido exculpar a Sánchez Betances, sino el de ponerle una banderilla crítica al Gobernador García Padilla, renovando con ella el chantaje continuo que le impone como precio de no atacarlo de frente.

¡Te conozco bacalao...!

martes, 10 de diciembre de 2013

Mandela, Obama y Raúl Castro


El sentido de estas líneas alude al dicho histórico que afirma que el Cid Campeador --- Rodrigo Díaz de Vivar --- ganaba batallas después de la muerte.  No otra cosa significa el hecho de que la ocasión de lamentar la muerte --- y celebrar la vida --- que Nelson Mandela propiciara un encuentro fugaz, pero eléctrico, de Barack Obama con el Presidente de Cuba, Raúl Castro.

Si ninguno de los dos o cualquiera de ellos, no hubiese interesado ese encuentro, formas protocolarias habrían para haberlo evitado.  Claro, la grandeza del acto en sí descartaba de antemano pequeñeces o desprecios.  Ambos líderes estuvieron a la altura de la ocasión: apretón de manos, miradas sostenidas, lenguaje corporal afectivo.  No podía haber sido de otra manera: la grandeza de alma del que se fue unió por un momento fugaz a los que se quedan a cargo de adecentar las partes del mundo que dirigen.

Cincuenta y cuatro años desde la Revolución Cubana son más que suficientes para afrontar la realidad que viven los dos pueblos que presiden Obama y Castro.  Cuando Estados Unidos ha decidido lidiar políticamente, diplomáticamente, con Irán, sin que ninguno de los dos países rinda sus principios, sino que atienden realidades que de otra manera producirían guerra y muerte, la inteligencia práctica aconseja hablar.  Porque echando por delante intereses concretos que protege cada pueblo, a ambos pueblos conviene construir consensos, acuerdos políticos que por distintas razones fluyen de los principios de otra manera encontrados.  Cuando esos intereses se sostienen de forma dogmática, ideológica y excluyentes, la guerra y el conflicto sustituyen la política y la paz.

La pura verdad es que las realidades económicas que un día fueron asfixiantes para Cuba, ya se han alterado, en el comercio de bienes y servicios y en el tráfico de personas en ambas direcciones.

Los enojos ideológicos quedan en la banda derechista de los Estados Unidos --- la ignorancia y el protofascismo republicano --- son puro residuo de ignorancia e incapacidad política para lidiar con un nuevo mundo exterior diverso y complejo --- ancho y ajeno, como decía Ciro Alegría en su famosa novela.

Además, ¿cuál es la base del coraje norteamericano con Cuba y con Castro?  Unas inversiones perdidas, un sistema de gobierno corrupto, una mafia de colmillús sostenida por los Estados Unidos.  ¿Libertades? ¿Con cuántos regímenes corruptos y tiránicos negocia Estados Unidos sin sonrojarse?

¡Ya está bien de hipocresía e infantilismos!  A convivir y negociar con Cuba, igual que se hace con China, Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes, y los clientes caudillistas de America Latina.  Esa nueva actitud de Obama pudiera constituir otra herencia educativa de la gesta de Mandela.

lunes, 9 de diciembre de 2013

A Justicia le han Echado un Fufú


Después de la gestión efectiva, escrupulosa y vertical de Roberto Sánchez Ramos en la jefatura de Justicia --- tal parece que los “trabajos” de la brujería han carcomido la integridad de ese Departamento.

Primero, Antonio Sagardía, todo pompa y protagonismo hueco.  Hoy anda por las cortes defendiendo sus andanzas ultra vires como Secretario.  Le sucedió un personaje de paja y viento llamado Guillermo Somoza Colombani, que anda hoy en el silencio del merecido olvido.  Jamás el PNP contó con un tarugo comparable.  ¡Que nadie interrumpa su merecida ausencia!

Y después, la aparente salvación del prestigio y la integridad del Departamento de Justicia, en la persona profesional y jurídicamente competente de Luis Sánchez Betances: experiencia, capacidad, y modales.  Pero no podía ser verdad tanta belleza, y una amistad profesional y personal lo ha volcado, torpemente, e imprudentemente, a una acción inexplicable desde el punto de vista de la gestión que el pueblo de Puerto Rico le ha conferido.  Todo ello por rescatar a un violador de la ley que el Secretario està llamado a hacer cumplir.

Ya lo dijo el poeta hace cinco siglos, en palabras luminosas:  “Love is blind and lovers cannot see the pretty follies that themselves commit”.  Donde dice amor sustituya amistad, mal entendida, y tendremos una idea de lo que le ha ocurrido al Secretario.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Mandela...


¿Cuál es la emoción inevitable que produce la jornada final por todos los valores exponenciales que la conciencia humana permite?  Es una de asombro, lo que en inglés llamaban “awe”, parálisis ante la grandeza.

Mandela fue primero maestro de su pueblo --- y sufrió todas las opresiones que los tiranos tenían a mano --- y enfrentó a una casta blanca, minoritaria en posesión monopolística de la fuerza bruta.  Por eso tuvo que convertirse en revolucionario, ofreciendo su vida cada día sobre el picador del racismo furibundo de los déspotas.  Veintisiete años en la cárcel y soledad física tras los barrotes, pero acompañado por los portadores universales de la conciencia libertaria, en África y fuera de África.

Triunfante, como en el caso de Gandhi, su resistencia espiritual como sostén de la física, trascendió entonces el rol de maestro y revolucionario hasta alcanzar exitosamente el arte de la política, esto es, la construcción de consenso con los materiales de la diversidad:  castas, razas, intereses, partidos, para cuajar una agenda nacional de unidad, en el silencio de las pasiones y los resentimientos.  Mediante esa grandeza de alma le regaló a su pueblo --- incluidos lo represores de ayer --- un país democrático, próspero y libre.

Sócrates pagó con su vida la temeridad de enseñarle a la juventud a pensar críticamente.   Jesucristo pagó con la suya su empeño de sembrar el amor y la paz en la Judea de su tiempo, mientras predicaba lealtad cívica al Cesar, Tiberio, que no entendió nada. Gandhi ofreció su vida ante un asesino hindú que no entendió tampoco su prédica de paz entre India y Pakistán.  Igual aconteció a Martin Luther King, nada menos que a mediados del siglo XX.  La paz y el eros cívico son programas costosos, en vidas y en actitudes sacrificadas para el beneficio de los que apenas si lo entienden.

Mandela tuvo, por excepción, el privilegio de un producto satisfactorio y aleccionante de su vocación de maestro, revolucionario y político en el más alto sentido de la palabra.

Por todas las señas de la experiencia se fue feliz.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Chismes, Garatas y Confrontaciones Legislativas


La Legislatura de Puerto Rico, a falta de oficio, nos entretiene con la insulsa chismografía de bajo mundo, sobre quién presentó un proyecto primero, cuántos empleados tiene cada legislador, y quién agarra primero una idea flotante en la opinión pública para producir un escarceo personalista de protagonismo bobo.

Pero eso, lo anterior, no tiene importancia.  Lo otro, las garatas por oficinas y presupuestos, por reclamos de prioridades en la radicación de legislación, tampoco vale el tiempo ni el espacio que se le dedica en los medios.  Son garatas, reclamos, afirmaciones egocéntricas, que no pasan de ser episodios temperamentales e idiosincráticos.  Mucho ruido y pocas nueces.

Existen, sin embargo, en el trajín legislativo, confrontaciones de ideas, de propuestas, cuyas consecuencias incidirían de una manera importante en la vida del País.  Porque se trata de ideas y de enfoques altenativos, que de actuarse sobre ellas implicarían cursos de acción que marcarían una diferencia en nuestra vida colectiva.

Tómese como ejemplo de lo anterior la confrontación entre los senadores Bhatia y Cirilo Tirado sobre el rumbo, la estructura y la modalidad propietaria que debe tomar la Autoridad de Energía Eléctrica.  Porque si el problema es importante, el costo y la inversión considerable, y el producto es esencial para el pueblo de Puerto Rico, bien vale una misa, es decir, esa confrontación resulta llevadera a la luz de lo que le va y le viene al País en el curso de acción que se tome.

A mí no me asustan las confrontaciones de ideas y de personas cuando se trata del Bien Común de todos los puertorriqueños, como es el caso de la energía eléctrica en Puerto Rico.

En este asunto, como en muchos otros, valdría la pena para los interesados o preocupados por esas confrontaciones, repasar las enseñanzas de los padres de la Constitución americana: Madison, Hamilton y Jay, que en los ensayos de El Federalista defendieron estas confrontaciones como útiles y necesarias para esclarecer y determinar el curso futuro del País.  En los Artículos 10, 49 y 51 de ese documento se analiza el problema de las confrontaciones políticas como materia prima de los consensos construidos a partir de diferencias tajantes.  Porque a fin de cuentas, la ambición personal de los protagonistas se combina en la práctica con la función constitucional de las posiciones que ocupan, y producen --- construyen --- las avenencias indispensables para cuajar legislativamente el Bien Común.

Chismes, changüerias, hay que darlas por sentado.  Garatas y ruido, producto de valores y ambiciones diferentes constituyen la materia prima del consenso.  Confrontaciones reales de valores y cursos de acción, de eso se trata específicamente el método de la democracia.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Cinco Estrellas para Cinco Estrellas


Las primeras cinco estrellas de mi título de hoy aluden al reconocimiento --- las notas que confiere un viejo maestro --- a cinco escritos, lúcidos, sagaces, con que cinco analistas de nuestra vida pública han regalado sensatez a plenitud sobre los problemas que nos aquejan como pueblo.  Es decir, que echo por delante el placer que me causa la inteligencia y la cultura bien utilizadas en pro de la ilustración pública.

Las segundas cinco estrellas van dirigidas a los autores que con estas líneas premio con mi admiración, a colegas escritores que me acompañan regularmente --- con sus respectivas columnas en El Nuevo Día --- en el intento de descifrar el laberinto puertorriqueño que hoy más que nunca vivimos, padecemos.  Se trata de los escritos regulares --- por lo menos semanales --- de cinco cabezas claras, cultas y cívicamente patriotas: el economista Sergio Marxuach, la escritora Carmen Dolores Hernández, el doctor Efrén Rivera, la escritora Mayra Montero, y el periodista-analista Benjamín Torres Gotay.  No los conozco personalmente, aunque quizás ellos me reconozcan a mí por haberme requedado tanto tiempo sirviéndole a mi País.  Pero ni falta que hace: los conozco por sus frutos.

Me emociona saber que, entre otros, por lo menos estos cinco sirven de atalayas de claridad y sensatez, en la función que Albert Camus llamaba “testigos de la ciudad”.

Los artículos a los que aludo son --- en el caso de Sergio Marxuach --- del domingo 24 de noviembre, donde recuerda a los políticos y burócratas de la educación la finalidad de “educare” --- la capacitación reflexiva y crítica de la inteligencia como condición posibilitante de todas las otras y eventuales usos de esta para la vida cívica y económica.

En esa misma edición de El Nuevo Dia, la escritora Carmen Dolores Hernández analiza el proceso de selección del Presidente de la UPR, a modo de concurso mediático:  sin sustancia, sin responsabilidad a la luz de la alta encomienda del agraciado, de espaldas a la naturaleza del saber  y la cultura universitaria y en más que segura garantía de mediocridad, como si los pasados diez años no hubiesen agotado esa desvalorización de lo que fue una vez la Universidad de Puerto Rico.

El pasado 30 de noviembre, en el mismo periódico, el doctor Efrén Rivera, Catedrático de Derecho, nos regaló un enjundioso análisis, filosófico y político, de la pena de muerte, y de la obsesión de Fiscalía Federal en busca de una víctima para asesinarlo con la pena capital, en dirección absolutamente contraria a la Europa y la América civilizada --- en parte.  Mientras Estados Unidos hace arreglos con los países civilizados que abolieron la pena de muerte, en la Corte Federal de Puerto Rico están buscando --- como los perros de Pavlov al sonido de la campana --- un acusado para matarlo, en nombre de la justicia.

En torno a estos tres ensayos de vanguardia intelectual y ética, Mayra Montero y Benjamín Torres Gotay se unen semanalmente y suben a la torre de la vigilancia cívica --- atalayas también --- contra la corrupción, la ignorancia y la incompetencia. 

Ahora sí que digo yo, ¡qué nos haríamos si no los tuviéramos!

domingo, 1 de diciembre de 2013

Puerto Rico: Problemas y Enfoques


Puerto Rico como unidad histórica de experiencia, como ente nacional --- País, dicen algunos --- está atravesando, desde 1992, una retahíla de crisis envolventes, entrecruzadas, cuyos elementos más prominentes han sido la recesión y después la depresión económica, por un lado, y la corrupción gubernamental, por el otro.  La segunda calamidad --- la corrupción --- ha intensificado la primera, puesto que ha malversado los escasos recursos públicos hacia personeros políticos que le han restado recursos al sector público para lidiar con las necesidades perentorias del pueblo en términos de empleos y servicios.

Que un gobernador como Pedro Rosselló haya abusado de su incumbencia para producir una cosecha interminable --- 40 pilletes en cárceles federales y estatales --- de rateros, mientras se le premia con costosa escolta y dinero de fundaciones trompito que nada aportan al País, como hermano siamés de Rafael Hernández Colón, dice mucho de la enfermedad moral de este pueblo.  Que Luis Fortuño haya repartido miles de millones entre sus cuates, descaradamente, en actitudes perversas y cínicas, y que sólo haya perdido las elecciones por unos escasos once mil votos, deja tanto que desear sobre el carácter de este pueblo como del de él mismo.

Esa doble ratería oficial, unida a la crisis estructural de la economía, conforma un reto político, al pueblo y a los políticos, que exige para enfrentarlo una metodología política, realista y práctica, que no veo por ninguna parte en el horizonte inmediato.  A la incompetencia y superficialidad del gobierno --- y más que eso, a la ausencia de competencias de mando ---, hay que añadir las actitudes y métodos con que nos disparan todos los días los supuestos salvadores de la situación:  la tripleta ideológica del status, por un lado, y los salvadores y redentores del País a nombre de la “comunidad”, mediante un concepto totalitario, que vale decir “unitario” de esa comunidad, para a nombre de ella reclamar el poder político --- sustituyendo al gobierno electo por el pueblo para esos fines --- sin la molestia de inscribirse como partido político.

El País tiene problemas específicos y discretos de empleo y desempleo, de inversión, de contribuciones y presupuesto, de salud, de educación, de instrumentalidades públicas al servicio de la ciudadanía, de calidad representativa en la Legislatura, y 20 instituciones más enumerables.  Todas ellas conforman el gobierno y la sociedad.

Frente a esos retos, hay que recordar que ni el universo como tal, ni la totalidad de nuestra realidad histórica y social, es problema manejable directamente por la inteligencia. Porque la experiencia nos presenta la realidad por partes, y nos pide relacionar esas partes hacia un todo, pero recordando siempre que ese “todo” es abstracto, una construcción mental, y que no es materia de solución como totalidad.

Pretender arropar todos nuestros problemas con el toldo de “la comunidad”, o “la iniciativa ciudadana” es optar por el poder político sin legitimidad, al servicio de intereses económicos y publicitarios privados.  Es querer mandar sin la encomienda explícita, electoral, democrática, del pueblo.