jueves, 6 de febrero de 2014

La Cacareada Independencia Judicial


El Gobernador Alejandro García Padilla le ha hecho un planteamiento patriótico y moral al Tribunal Supremo de Puerto Rico:  sálganse de la adolescencia de las gratificaciones instantáneas y actúen a la altura de lo que el País necesita --- solidaridad desinteresada para sostener los servicios que todo el pueblo necesita y espera de su gobierno, de sus tres Ramas institucionales.

La respuesta del Tribunal Supremo ha sido tan clara como deprimente:  “con nosotros no cuente para sostener la viabilidad económica del gobierno frente a sus múltiples obligaciones, principalmente para con los más económicamente menesterosos”.  Lo que hace falta, en términos de recursos fiscales, parece decir el Supremo, que lo pague otro.  Porque nosotros, parecen decir, no podemos vivir con unos cientos de dólares menos, y entre la equidad y nuestros privilegios de casta protegida, nuestros lucros, nuestras vacaciones, nuestros cruceros, nuestro confort en medio de la penuria democráticamente repartida por toda la sociedad, nuestros privilegios van primero.  Y a esa estrafalaria tesis moral llaman, “independencia judicial”.

Para estos leguleyos de alto plumero, la independencia judicial reside en los dólares más o menos, que se llevarían a sus casas, hasta la muerte, con su retiro.  No perciben ni por un momento que la independencia judicial reside en el carácter y la integridad judicial al momento de administrar la justicia. 

Normalmente, en la cátedra universitaria utilizamos las iluminadas opiniones de los grandes magistrados, desde John Marshall hasta Thurgood Marshall --- de los 1790 hasta los 1970 --- para ilustrar la grandeza de alma frente a la injusticia y la maldad institucionalizadas.  Trate usted, amigo lector, de concebir, retroactivamente, como opinarían aquellos gigantes del intelecto y la ética ante crisis como las que vivimos hoy en Puerto Rico, cuando los jueces de nuestro máximo tribunal reducen la justicia a dólares y centavos… sus dólares y centavos.

El Gobernador los ha invitado a crecer, y a crecerse.  No es para menos.

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