miércoles, 6 de febrero de 2013

El Pueblo ha Empezado a Marchar


Acabo de regresar de una experiencia edificante en las calles contiguas a la Fortaleza.  Líderes sindicales, ciudadanos de las clases medias y pobres, y gran parte del liderato cívico del País --- incluyendo líderes de los partidos minoritarios, MUS, PPT y PIP --- que le dieron el flaco margen de victoria a Alejandro García Padilla, realizaron la primera marcha del cuatrienio, protestando la entrega del Aeropuerto Luis Muñoz Marín a intereses extranjeros por más o menos 30 monedas.  Fortuño firmó el contrato y Alejandro realiza la entrega, pasivamente, cobardemente, mendazmente.  Con eso convocó la primera marcha de pueblo contra su ejecutoria.  La mentira ya no luce para salir de atolladeros que exigen carácter y no frases huecas.  Eso es lo que se ha demostrado en estos días en las calles de Atenas, Madrid y en toda Europa.

Este es el comienzo.  Vienen dos marchas más por ahí, hasta ocupar el Aeropuerto antes que los mejicanos lo mancillen.

Asistí a esa marcha porque creo en la causa que defiende, y porque creo que los hombres serios deben poner la acción donde ponen la palabra.  Pero hay algo más, quería observar con mis propios ojos la reacción de Fortaleza y el Gobernador al enfrentamiento moral y político que le ha planteado el movimiento obrero y la ciudadanía en general a su palpable claudicación del interés público al interés económico del grupito de cabilderos contratistas que lo rodean.  La experiencia fue deprimente.  Conté 52 policías y barricadas de tres en fondo camino a la Fortaleza.  ¿Pensó el Gobernador que esos ciudadanos iban a agredirlo? ¿Quiénes estaban allá adentro, Marcos Rodríguez Pujada y Fortuño, o García Padilla y sus ayudantes?  Parecía que eran los primeros, cuando uno pensaría que había habido un cambio desde el 6 de noviembre.

¿Cuán diferente hubiese sido si el Gobernador hubiese recibido a los líderes de la protesta y les hubiese explicado sus razones para endosar la entrega del Aeropuerto? ¿Qué pasa? ¿No se siente seguro y competente para ese diálogo?  Aún sin convencerlos, el País hubiese captado una diferencia de actitud.  Pero no, optó por refugiarse tras la fuerza policíaca. ¡OOPS! ¡Estamos en las mismas!.

2 comentarios:

  1. Su comentario xenofobico hacia la comunidad mejicana en la Isla, derrota todos los argumentos que tenga, por validos que sean...

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  2. Fortuño le impuso un impuesto a las compañías foráneas pero fue una medida temporera porque no le quedaba más remedio. Con un déficit de $3,000 millones era políticamente imposible que todo el costo del ajuste fiscal pasara a la clase trabajadora. Y como vimos, si se hubiese ido del lado de los verdaderos intereses de la estadidad y del pueblo, quizás hoy fuera gobernador.

    La verdad es que Fortuño nunca ha hablado de la necesidad de pagar impuestos federales, lo cual es el meollo de la cuestión. El elefante en el cuarto. (Muñoz Marín sí) Puerto Rico se está descapitalizando porque nadie (a lo Grecia) quiere pagar impuestos. Esa es la razón de por qué es más costoso producir en Puerto Rico: la ineficiencia y baja productividad producto de falta de inversión pública. La evasión contributiva es rampante. Se estima que por lo menos un cuarto de la actividad económica se lleva a cabo en el sector informal.

    Una vez entra el IRS y empieza a investigar a las personas, la economía empezará a operar legalmente. En ese caso la labor de recaudación se le simplifica al Departamento de Hacienda pues la puede hacer a base de la planilla federal.

    El 80% de los puertorriqueños no cualifican para pagar impuestos federales, pero sí cualificarían, si trabajan, para el federal earned income tax credit. El incentivo es ahora
    al trabajo.

    En vez de Fortuño y Pierluisi buscar alivios contributivos a las 100 familias vía la 933-A deberían estar buscando el federal earned income tax credit que Sí es consistente con la estadidad. Aun así, Puerto Rico no necesita la estadidad para crecer económicamente. Lo que se necesita es, además de la unión monetaria, la UNION FISCAl.

    Una vez entra el IRS y se simplifica el Departamento de Hacienda, Puerto Rico sale de la economía subterránea y declara sus ingresos porque sabe que no se los van a confiscar. Es ahí donde se empieza a estimular el crecimiento en Puerto Rico basado en la productividad y no en trucos tributarios que no son sostenibles ni nadie cree que son sostenibles.

    La teoría de la exención contributiva ya no da los frutos que daba en el pasado. Para crecer es necesario basar la actividad económica en la productividad y la productividad requiere inversiones en educación y en infraestructura que a su vez requiere que Puerto Rico se integre fiscalmente a los Estados Unidos.

    La tecnología y la globalización han integrado cada vez más a Puerto Rico a la economía de Estados Unidos y del mundo. Puerto Rico no es el Puerto Rico de los años 30. Las aspiraciones de Puerto Rico son las del primer mundo. Así pues, Puerto Rico no puede continuar con un modelo económico desarrollado en los tiempos de los salarios de hambre de la Gran Depresión y el acceso preferencial de Puerto Rico al mercado de los Estados Unidos.

    Ahora tenemos que entender que la riqueza no viene de la exención contributiva y que la contribución contributiva fue un gimmick publicitario de Teodoro Moscoso para atraer un capital del extranjero que no existía en Puerto Rico para que invirtiera en la isla y jump started el proceso de industrialización. Era una medida temporera que no se podía hacer permanente porque la infraestructura de una economía requiere expandirse y modernizarse continuamente para continuar ayudando al proceso de producción. Eso a su vez requiere que el estado obtenga recursos que no se le pueden sacar cada vez más al factor trabajo.

    Ni Fortuño ni nadie en PNP ha desarrollado un discurso que le explique al pueblo la lógica de la estadidad. No lo han desarrollado porque el PNP no está interesado en la estadidad. El PNP es otro partido estadolibrista al servicio de las 100 familias cuyo interés es hacer de la exención contributiva el nuevo derecho divino de los herederos de la economía de haciendas y de plantaciones de ataño. Hasta que el pueblo no se cuenta de que el bolo de la estadidad esta atorado en las 100 familias de Puerto Rico y no en el congreso, seguiremos, como decia Pedreira, a la deriva.

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