El periódico
El Nuevo Día entrevistó ayer, supuestamente “a fondo”, al Gobernador Alejandro García
Padilla, y a su contrincante seguro para el cargo en el 2016, Pedro
Pierluisi. No se trata de
entrevistas incidentales por un periodista --- en el caso del Gobernador ---
sino de la plana mayor, la mesa editorial del diario. En el caso de Pierluisi hizo la entrevista José A. Delgado,
veterano y competente periodista destacado en Washington.
Es increíble
pensar en con lo poco que se conforman estos avezados entrevistadores, ya que
la entrevista al Gobernador, con guante de seda, no puede producir mas que
bostezos, mientras la de Pierluisi nos lanza al oriental Nirvana: repeticiones, generalidades predecibles,
autobombos, como pastillas de tranquilizantes a un pueblo abrumado,
desencantado con la gestión de gobierno, que considera hoy si debe concurrir
--- y a qué --- a la urnas en 2016.
Los
temas grandes de la angustia social --- educación y criminalidad --- se
manosean de afuerita, y la economía recibe un tratamiento triunfalista sin fundamento
en la realidad.
El
desastre y la deslealtad en cuanto al problema de la salud --- establecer en
Puerto Rico el plan republicano de allá, con una aseguradora-monopolio en salud
física y otra en salud mental --- no aparece en la entrevista, y cero cuestión
en la educación. La explicación es
obvia: El Nuevo Día tiene
intereses económicos e ideológicos en ambos renglones, con sus inversiones en
Triple S y el Plan Decenal de Educación, donde está invertido hasta el cuello.
Lea el
lector ambas entrevistas publicadas hoy domingo: son toninas, blandengues, acomodaticias, cultivadoras
de ambos políticos: ¡por si acaso!
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