lunes, 22 de julio de 2013

A la Cámara se le Extravió la Ética


Después de varias reuniones, bajo presión de la opinión pública, la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes concluyó que el Portavoz Popular, Charlie Hernández está libre de polvo y paja.  Un honesto y recto varón de Dios ha sido injustamente señalado como oportunista que usa su posición legislativa para lucrarse económicamente.

En ese veredicto venció la locura, cometida cínicamente “delante de la gente”, como decíamos de niños en el campo.

Obtener un contrato con una institución semi-pública como la Asociación de Legisladores Municipales, y bajar para aprobación al hemiciclo y votar por una medida que le asigna fondos públicos , siendo a la vez el Presidente de esa organización un asesor del Presidente del Cuerpo es un violación tan descarada de la ética que sólo a los políticos se le escapa el conflicto.  Triunfó el “group thinking” de que habló Mary McCarthy.  La “logia de los compañeros” sobrepuja todo rubor moral.

La decisión toallesca de esa espuria Comisión de Ética --- sin ética --- pone de manifiesto otra vez el empeño del PPD de asimilarse a la peor expresión y definición del PNP:  la corrupción por avaricia.  Me recuerdan, como parodia, una vieja poesía de Francisco Manrique Cabrera:  ¡Esos muchachos puros y honestos, cogidos de las manos jugando ambos a dos!

El conflicto de intereses, y por eso el conflicto ético de Charlie Hernández, no merece discusión adicional.  La evidencia es racional, intuitiva, “mera palpatio”, es decir, no hay más que mirarla. 

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