La
verdad como motivación activa de la vida política no ha sido nunca un
compromiso preferido en las contiendas por el poder. Como decía Don José Ortega y Gasset, la verdad como moneda
de cambio nunca cae claramente de cara o de cruz, sino de canto, al servicio de
la ambigüedad con que el político quiere persuadir o convencer.
La
mayor parte de los políticos ajoran esa ambigüedad y la convierten en mentiras
redondas y descaradas. Andan en
las medias verdades que encubren el incumplimiento de sus promesas vanas y
huecas.
En aras
de esa verdad tan demostrable en la sociología de las campañas políticas, habría
que pensar --- por la poca o ninguna correspondencia entre promesa y ejecutoria
--- en eliminar las campañas políticas a favor de tratamientos psiquiátricos a
los supuestos líderes y candidatos.
Eso, a menos que no se de una transformación moral y sicológica en
algunos líderes de tal manera que alcancen la altura de un Mahatma Gandhi, el líder
moral de la liberación de la India del yugo imperial humillante de la Gran
Bretaña, entonces conocida como “la pérfida Albión”.
Gandhi
liberó la India a fuerza de pura verdad, método que él llamó, como proceso
personal y político, “la historia de mis experimentos con la verdad”.
Puerto
Rico necesita urgentemente una dosis de ese tipo de liderato, a la luz de las
experiencias con Luis Fortuño y Alejandro García Padilla: en sus mundillos políticos nada es
claro, nada es seguro, nada puede creerse.
¿Qué tal
de experimentar con la verdad, “for a change”?
Tome el
lector como ejemplos palmarios lo que ha sucedido con la supuesta reforma
legislativa y la reforma de salud.
Dos tomaduras de pelo, a la luz de lo prometido.
Existen
dos maneras de juzgar a un gobierno.
O se juzga por sus compromisos de campaña, o por los resultados de su gestión
en la vida del pueblo, de las familias.
Es claro que la primera opción es engañarse uno mismo. Sobre la segunda todos sabemos más que
los políticos. Por eso decía el
pensador político inglés del pasado siglo, A.D. Lindsay, “es el pueblo el que
sabe donde le aprieta el zapato”. Apúntese
el lector en esa escuela infalible.
The sources of demand are Consumption, Investment, Government, and Exports.
ResponderEliminarWhat is dragging the US economy? Government cutbacks. Both state and local government and Federal
spending are being cut.
If you cut government spending, people do not have money in their pockets, and so the unemployment rate increases which
takes more money from other people's pockets thereby bringing more unemployment and creating a vicious cycle.
Since Republicans have forced all these cuts, Bernanke has no choice but to inflate the stock market and bond bubbles to make
consumers feel richer and get them to spend.
But Republicans oppose this too. If you stop the bond purchases, interest rates will increase, and both Investment and Consumer
spending will drop pushing us back into recession.
In a depression, what you need are both expansionary fiscal and monetary policies. By Republicans opposing these policies they
are in effect advocating for an extension of the depression. Why? Because Obama rubs them the wrong way.
But all this is theater. Had Romney won the elections he would have increased the debt and brought the economy back to full employment
through massive tax cuts, leaving the problem of balancing the budget to future generations.
As for Puerto Rico, it continues to be disconnected from productive activity so that the recovery of the US does nothing to Puerto Rico's recovery.
The 100 families have really mismanaged the economy of Puerto Rico to the point that people have no choice but to leave.
This shows that Puerto Rico either has to integrate to the United States if it wants to converge to its income levels or to adopt a new currency
so that it can conduct its own national monetary policy.
But Alejandro is backtracking in his attempts of excluding Puerto Rico from Obama care and Pierluisi seems to be going nowhere in his
attempts to remove Puerto Rico from the Jones Act.
Puerto Rico has no choice but to admit it. It cannot live without the US. And if it cannot live with the US it must seek incorporation.
Puerto Rico is not going to achieve statehood all at once.
It must be an incorporated territory first. To try to do otherwise is to continue wasting time as things deteriorate.
There is no other way. Let us stop fooling ourselves. Otherwise depopulation, Detroit, Greece is what is in store for Puerto Rico.
Perhaps after two decades lost, maybe the 100 families, or what if left of them, might reconsider.