miércoles, 31 de julio de 2013

La Trivialización del Status de Puerto Rico


El status político de Puerto Rico se refiere a la condición política y jurídica del País en lo que concierne a sus derechos como pueblo --- una condición de flagrante desigualdad frente a la metrópolis --- con respecto a todos los renglones de su vida colectiva.

Esa situación obedece al expansionismo imperial de los Estados Unidos, desde fines del siglo 19, y su consiguiente hegemonía --- dominio económico y político irradiada a todos los continentes.  En ese contexto y desde esa perspectiva Puerto Rico es apenas un punto en el mapa caribeño, falto de poder para hacerse notar como problema ante Washington.

Los políticos puertorriqueños han contribuido a esa inatención, si no desprecio, de parte de los poderes de Washington para atender el problema de Puerto Rico, que va pasando de la etapa de inflamación dolorosa a cáncer agresivo.

Mañana el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, comparecerá ante el Comité de Recursos Naturales del Senado Federal a opinar sobre lo que pasó y pasa en Puerto Rico, desde noviembre pasado, con respecto al status.  ¿Qué va a hacer y que va a decir a nombre de Puerto Rico?

Lo más posible es que repita en Washington el chisme político partidista de Puerto Rico --- para nada --- que consiste en los alegados de trampa plebiscitaria y reclamos de mayorías.  Los congresistas se reirán del mismo chisme que han oído mil veces.  ¿Será posible, sin embargo, que el gobernador emplace a ese Comité, y que a través de él al Congreso todo y al Presidente Obama para que tomen en serio su responsabilidad de 215 años de inercia cómoda sin cumplir el compromiso contraído en París en el 1900?

El Presidente y el Congreso no resolverán un problema que no ven, que no sienten, porque el liderato puertorriqueño ha sido timorato, pedigüeño, revestido de inferioridad.  Se han dedicado a cultivar las camarillas de los partidos nacionales, que lo prometen todo y no cumplen nada.

Lo que hace falta en Washington mañana es un planteo patriótico, altivo, a nombre de todo Puerto Rico, no una repetición allá de los chismes políticos de acá.  Pero no apueste a ello, amigo lector, la cota, pues puede quedarse desnudo y en público.

martes, 30 de julio de 2013

La Crisis de la Verdad en Nuestra Democracia


La verdad como motivación activa de la vida política no ha sido nunca un compromiso preferido en las contiendas por el poder.  Como decía Don José Ortega y Gasset, la verdad como moneda de cambio nunca cae claramente de cara o de cruz, sino de canto, al servicio de la ambigüedad con que el político quiere persuadir o convencer.

La mayor parte de los políticos ajoran esa ambigüedad y la convierten en mentiras redondas y descaradas.  Andan en las medias verdades que encubren el incumplimiento de sus promesas vanas y huecas.

En aras de esa verdad tan demostrable en la sociología de las campañas políticas, habría que pensar --- por la poca o ninguna correspondencia entre promesa y ejecutoria --- en eliminar las campañas políticas a favor de tratamientos psiquiátricos a los supuestos líderes y candidatos.  Eso, a menos que no se de una transformación moral y sicológica en algunos líderes de tal manera que alcancen la altura de un Mahatma Gandhi, el líder moral de la liberación de la India del yugo imperial humillante de la Gran Bretaña, entonces conocida como “la pérfida Albión”.

Gandhi liberó la India a fuerza de pura verdad, método que él llamó, como proceso personal y político, “la historia de mis experimentos con la verdad”.

Puerto Rico necesita urgentemente una dosis de ese tipo de liderato, a la luz de las experiencias con Luis Fortuño y Alejandro García Padilla:  en sus mundillos políticos nada es claro, nada es seguro, nada puede creerse.

¿Qué tal de experimentar con la verdad, “for a change”?

Tome el lector como ejemplos palmarios lo que ha sucedido con la supuesta reforma legislativa y la reforma de salud.  Dos tomaduras de pelo, a la luz de lo prometido.

Existen dos maneras de juzgar a un gobierno.  O se juzga por sus compromisos de campaña, o por los resultados de su gestión en la vida del pueblo, de las familias.  Es claro que la primera opción es engañarse uno mismo.  Sobre la segunda todos sabemos más que los políticos.  Por eso decía el pensador político inglés del pasado siglo, A.D. Lindsay, “es el pueblo el que sabe donde le aprieta el zapato”.  Apúntese el lector en esa escuela infalible.

lunes, 29 de julio de 2013

Alejandro: La Apoteosis del Incumplimiento


No me producen placer alguno las verdades que afirmo y discuto en este espacio.  Me complacerían mucho más los reconocimientos que pudieran hacerse, si otra fuera la conducta del gobernador.

Esta semana --- ayer específicamente --- hemos visto al gobernador fildeando hacia atrás, pretendiendo que el gobierno federal apareciera como responsable de negar servicios de salud a los ciudadanos con condiciones preexistentes, al solicitar un plan de salud, más la eliminación en Puerto Rico del derecho de los no asegurados a obtener un plan viable para el cual las aseguradoras privadas tendrían que competir para bajar su costo.

En vez de ser el agente del pueblo --- de la gente, como a él le gusta decir --- se ha convertido, él y su Comisionada de Seguros, en los abogados de las pobres aseguradoras.  Eso no fue lo que se nos dijo en la campaña del 2012.

Ahora no sólo tenemos que tolerar a un Secretario de Salud como agente de la aseguradora --- Triple S --- que tiene el monopolio de la salud física, sino que con el dinero del pueblo, y del gobierno federal, somos niñeras de los depredadores de ACODESE, de tan infame recordación.

Al gobernador García Padilla lo ha sorprendido el País robando bases con la bola en la mano, o fildeando hacia atrás, como dije al principio.  De ahí la furia de su negación de lo que hizo.

Es una vergüenza para el pueblo popular --- honesto en su voto y en sus valores --- que la Comisionada de Seguros, ex-agente de las aseguradoras, y el Secretario de Salud, que padece del mismo conflicto moral --- aunque no legal --- de intereses, sufran y lloren lágrimas de cocodrilo por las pobres aseguradoras, cuando no les conmueve la inermidad de nuestro pueblo enfermo ante la conducta impersonal e implacable de esos monstruos corporativos.

Eso no fue lo que el pueblo --- yo incluido --- creyó que estábamos votando.  La mentira la asociábamos a Luis Fortuño, y nunca pensamos que la estábamos abrazando contra el pecho, con un voto sincero por líderes insinceros.

Un día el Aeropuerto, al otro día la Reforma Legislativa, luego el monopolio privado de la salud pública, y a hora la entrega descarada a las pobres aseguradoras sacrificando para ello al pueblo menesteroso de verdad y de servicios de salud.  No hay duda: ¡la copa está rebosando, a sólo seis meses del engaño!

domingo, 28 de julio de 2013

Balance Práctico de Dos Semanas de Status


Desde un punto de vista sociológico la segunda quincena de julio constituye, anualmente, un ghetto retórico que entretiene al pueblo, enriquece a los medios de comunicación y a la industria publicitaria, y desorienta al País sobre su historia, su presente y su futuro.

Durante el siglo 19, el siglo 20, y lo que va del 21, la misma lógica de la realidad objetiva ha frustrado a los líderes de las diversas alternativas de status, aunque a unos más que a otros:  a los independentistas en forma absoluta, a los estadoistas en forma igualmente desmoralizante, y a los autonomistas parcialmente, primero frente al absolutismo monárquico español y luego frente al Congreso de los Estados Unidos.

Puesto que las posturas de los independentistas y los estadoistas han sido ideológicamente absolutistas, la frustración ha sido también absoluta.  El liderato autonomista, sin embargo, por ser pragmática e incrementalista, ha tenido éxito significativo en la obtención de importantes derechos políticos: la Carta Autonómica de 1897, la Ley Jones de 1917, y el Acta del Gobernador Electivo de 1947.  Luego, la Ley 600 del 1950 y la Constitución del Estado Libre Asociado en 1952, avalada por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la Resolución 748 del 1953.

No se ha obtenido todo lo que el pueblo de Puerto Rico necesita y merece --- a lo que tiene derecho, natural y político --- pero este proceso ha significado una importante conquista política de gobierno propio, mientras las posturas ideológicas absolutas de todo o nada, han quedado a la vera del camino con precisamente eso: nada.

Esa nada independentista y estadoista es la respuesta a dos posturas políticamente machorras, que no le han añadido a este pueblo una sola prerrogativa o derecho  o institución que amplíe sus capacidades e iniciativas.  Eso es así desde el Grito de Lares de 1868 al 25 de julio del 2013.

La agenda, por si esas dos posturas estériles quieran invertir sus respectivas nadas en algo digno y productivo para el País, es sencilla:  al independentismo que vaya y obtenga la voluntad del pueblo tras su aspiración absoluta; y al estadoismo que vaya y obtenga del Congreso norteamericano la disposición de aceptar a Puerto Rico como estado.  Entonces y sólo entonces puede este pueblo tomar una decisión racional, no suicida, sobre su destino político.  Hasta entonces no vale la pena continuar con la comedia retórica de ¡status… status… bla…bla…bla!

Para el autonomismo el futuro posible requiere un continuo planteo de derechos y necesidades de Puerto Rico, en Casa Blanca, en el Congreso, en la Prensa y en las calles de Washington y otras grandes ciudades.  Puerto Rico gasta cientos de millones de dólares en cabildeo improductivo, a unos cabilderos carentes de seriedad y conciencia sobre los derechos de Puerto Rico.  ¿Por qué no emplear parte de ese dinero en un cabildeo político real, que el Presidente y el Congreso tengan que reconocer como problema real?  En ausencia de eso no pasará nada.  Con dos o tres alcahuetes locales detrás del Presidente y de cada partido nacional, perdemos el tiempo y el dinero.

miércoles, 24 de julio de 2013

Bambalinas Publicitarias Vacías


Pedro Rosselló nos regaló “El Continente de Puerto Rico”;  Luis Fortuño ripostó con  “Puerto Rico lo Hace Mejor”, y en esta competencia de bambalinas Alejandro acaba de remachar la irrelevancia con “La Marca de País”.

Lo importante no es la vasija que contiene un alimento o una bebida.  ¡Es el contenido, bobo!

Esas palabras sencillas resumen mi reacción al gran invento retórico, publicitario y fantasioso que acaba de lanzar con bombos y platillos el gobierno de Puerto Rico.  Porque la pregunta se cae de la mata:  ¿Qué es lo que va a vender esa marca?  ¿Quién la va a comprar, vender, invertir --- fuera y dentro de Puerto Rico --- porque ahora estamos “marcados”? 

Van los empresarios de la oligarquía bancaria, publicitaria y del negocio de seguros a sacar sus miles de millones de Wall Street y de la Milla de Oro para invertirlos productivamente y crear empleos y productos porque ahora tenemos marca?

El que se está ahogando se agarra a cualquier yerbajo que flota.  Eso ha hecho el gobernador con la Marca de País.  Como símbolo no hace daño, pero la verdad --- tan esquiva para este gobierno, aunque sin la perversidad criminal de Fortuño --- es que ese símbolo no tiene tracción en el mundo empresarial e inversionista, que está más pendiente de lo que le puede sacar al gobierno --- cuponeros de luxe que son --- que lo que puede invertir en el País y en nuestro pueblo.  El que tenga dudas que le pregunte a Richard Carrión cuánto le sacó al gobierno de Fortuño y cuánto ha contribuido para mejorar el cuadro de inversión y de empleo.

¡Pero ahora, con la Marca de País, daremos todos un salto cualitativo a la superación económica!

Decían los jíbaros machistas de mi infancia que “el que no tiene para más, con su mujer se acuesta!"  ¡Ahora nos acostaremos con la Marca de País y despertaremos ricos!

Con frases huecas, producto de las empresas publicitarias, no saldremos de la crisis.

martes, 23 de julio de 2013

La Reeducación de la Policía


¿Cómo usted transforma --- o reeduca, que es lo mismo --- una Policía malamañosa, violenta, prácticamente analfabeta, cuyo lenguaje es la fuerza bruta, en un Cuerpo Policíaco pacífico, civil, educado en los derechos civiles y personales que viene llamado a proteger?

Yo sé como se hace.  Mi saber de experiencia y de estudio fue expresado con sencillez diáfana por un eminente educador norteamericano de la segunda mitad del pasado siglo, Ralph Tyler, cuando nos dijo, en un taller universitario que dirigió mi antiguo profesor y mentor, Ángel Quintero Alfaro:  “La educación no es algo que alguien le dice a alguien”.  Porque es, por el contrario, diálogo racional y reflexivo: experiencia de duda y de aprendizaje.

La Policía de Puerto Rico, como culminación de sus hábitos de violencia y corrupción está en sindicatura federal.  Olvídese de las medias verdades --- y del resto, las media mentiras --- el Cuerpo Policíaco ha sido  federalizado.  El síndico es Héctor Pesquera:  el ausente, que por ser federal, anda como Dios, en todas partes y en ninguna.

¿Cómo se transforma la Policía?  Reeducándola.  ¿Y qué es eso y con qué se come?  No es mediante órdenes secas y autoritarias, que es lo único que parecen saber los policías de todos los rangos y estaciones.  Es como naciendo de nuevo a su función y a su misión de paz, de ley y de orden, lo cual no es equivalente a dictar órdenes ásperas y obedecer las que le dictan desde arriba.  El autoritarismo militar de la Policía tiene que cesar. Su estilo de comunicación tiene que ser civil y deliberativo.

Puesto que todo conocimiento parte de la ignorancia, la actitud de la policía tiene que partir de una necesidad sentida de capacitación para el diálogo, para la explicación, para la pregunta, camino de una conciencia informada de lo relevante a su función de protección de la ciudadanía que le paga.

Uno de los grandes obstáculos en el camino de esa reeducación es la gestión insidiosa de los cinco o seis pseudo sindicatos que viven de ellos y que no le aportan nada a su función, ya que sindicato y policía representan intereses opuestos, escollos en el camino del policía que quiere sencillamente cumplir con su deber, y prepararse y reeducarse para ello.  Los minisindicatos de la Policía son rémoras en el desempeño de su función y tajos cotidianos a sus bolsillos vacíos.

¡Yo quiero ver esa reeducación de la Policía --- el proceso y el producto --- comparada con lo que hoy existe!

Sobre la reeducación de los educadores hablaremos mañana.

lunes, 22 de julio de 2013

A la Cámara se le Extravió la Ética


Después de varias reuniones, bajo presión de la opinión pública, la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes concluyó que el Portavoz Popular, Charlie Hernández está libre de polvo y paja.  Un honesto y recto varón de Dios ha sido injustamente señalado como oportunista que usa su posición legislativa para lucrarse económicamente.

En ese veredicto venció la locura, cometida cínicamente “delante de la gente”, como decíamos de niños en el campo.

Obtener un contrato con una institución semi-pública como la Asociación de Legisladores Municipales, y bajar para aprobación al hemiciclo y votar por una medida que le asigna fondos públicos , siendo a la vez el Presidente de esa organización un asesor del Presidente del Cuerpo es un violación tan descarada de la ética que sólo a los políticos se le escapa el conflicto.  Triunfó el “group thinking” de que habló Mary McCarthy.  La “logia de los compañeros” sobrepuja todo rubor moral.

La decisión toallesca de esa espuria Comisión de Ética --- sin ética --- pone de manifiesto otra vez el empeño del PPD de asimilarse a la peor expresión y definición del PNP:  la corrupción por avaricia.  Me recuerdan, como parodia, una vieja poesía de Francisco Manrique Cabrera:  ¡Esos muchachos puros y honestos, cogidos de las manos jugando ambos a dos!

El conflicto de intereses, y por eso el conflicto ético de Charlie Hernández, no merece discusión adicional.  La evidencia es racional, intuitiva, “mera palpatio”, es decir, no hay más que mirarla. 

domingo, 21 de julio de 2013

Democracia, Seguridad y Educación


La generalidad de las personas  --- políticos y votantes --- creen que la democracia es un mecanismo aritmético, de mayorías y minorías.  Eso les basta para respaldar o atacar la conducta de los gobiernos así establecidos.  Cuando sus expectativas no se cumplen, o cambian al otro partido o despotrican contra la democracia.

Un poco de reflexión bastaría para darse cuenta que la aritmética del día de las elecciones, aunque necesaria y válida para legitimar la decisión del pueblo votante, no es ni de lejos suficiente para asegurar que se ha contraído, con seriedad y honestidad, un compromiso moral que afecta toda la urdimbre de la vida social, económica y política.  ¿Qué faltaría, más allá y más acá del conteo aritmético de los votos?

Faltaría la conciencia compartida, por unos y otros, de que el consenso de valores que llevan a un grupo de políticos al poder no está dado de antemano en el ruedo político democrático.  Ese consenso de valores, programas, aspiraciones que representan las aspiraciones operantes del pueblo, tiene que ser el producto de una discusión amplia, honesta, veraz, que como proceso construye la visión de futuro sobre la cual gira toda política democrática.  Sin aprecio y respeto a ese proceso, el producto electoral resulta mecánico, pedestre, vacío de contenido moral relevante a las necesidades del pueblo, que de buena fe entonces habrá votado a ciegas, por hábito, simpatía superficial, intereses mezquinos o engatusamiento publicitario.

En la agenda social y pública puertorriqueña de los días que corren, podemos enumerar cuatro renglones a los que podemos aplicar las distinciones del esquema analítico que aquí propongo:  la economía, la salud, la educación y la seguridad.  Pospongamos para otra ocasión la economía y la salud, y fijémonos en la educación y la seguridad, al momento de iniciarse la sindicatura federal de la Policía, e iniciarse en las próximas semanas el nuevo curso escolar.

Tanto el policía que interviene, para lo que sea, con un ciudadano, como el maestro a cargo de veinte o treinta niños, en el primer caso para aplicar la ley o imponer el orden y el segundo caso para “educar” a una persona juvenil o adolescente, pueden hacerlo de dos maneras.  O como autoridad que impone la ley o la ordenanza, porque sí, porque él lo dice, en el caso del policía, o en el caso del maestro porque supuestamente él sabe y el niño no, por lo que su autoridad imparte direcciones y asigna tareas, porque sí, porque él lo dice.

Ese es el paradigma vigente en nuestra sociedad en las relaciones del ciudadano con la policía y del estudiante con el maestro, autoridad o violencia en el primer caso, y autoridad y castigo en la evaluación, en el segundo.  A menos que el ciudadano se humille, sumiso, y el estudiante niegue su voluntad y se acoja a “la muerte temprana” de su espíritu, como llamó a ese proceso Jonathan Kozol hace muchos años.

Cada producto --- en seguridad pública o en educación pública --- responde a su correspondiente proceso:  ordenes secas en la policía, instrucción pasiva y autoritaria en educación.  La Policía se gobierna mediante órdenes, y Educación mediante circulares.  Ambos métodos --- o procesos viciados --- representan las antípodas de lo que es una relación saludable del gobierno y policía, policía y ciudadano, por un lado, y por el otro la relación del Departamento de Educación  con las escuelas, los maestros, los estudiantes y los padres.  Se trata de la educación por circulares, a años luz de la reflexión, la discusión, la problemática compartida que es proceso de comunicación respetuoso entre todos los componentes.

Como afirmé al principio, la democracia es mucho más que aritmética de votos.

jueves, 18 de julio de 2013

Las Penurias Numismáticas de Georgie Navarro


¿Georgie Navarro?  Sí, Georgie Navarro, el empleado público precoz --- fantasma, en la nómina de su padre, el finado Georgia Navarro original.

¿Georgie Navarro?  Sí. El mismo que viste y calza --- que puso en ridículo a toda una delegación legislativa, en una parranda nacional de oficiales estatales, el cuatrienio pasado, y que está todavía fresca la vergüenza ajena por su besuqueo frustrado a una joven norteamericana que hacía su trabajo de periodista.

Hoy es noticia, el representante del Distrito Cuarto de San Juan, lo digo y no lo creo, porque, ¡qué mal gusto y peor criterio tienen esos ciudadanos para hacerse “representar” --- ¿representar por Georgie Navarro? --- en la Cámara de Representantes!  Hoy, repito, el representante de marras le dice al País que el ajuste del sueldo legislativo a sólo $73,000 dólares, más 35 por ciento de esos $73,000 --- $25,500 adicionales --- no le dan para vivir.  El quería continuar los viejos tumbes de carros y dietas, o por lo menos los $900 dólares  que Perelló quería regalarle.  ¡Imagínese el lector el sacrificio de cambiar una lujosa guagua Infiniti por una vulgar Toyota 4x4!  ¡Y una casa alquilada de $1,900 dólares por una de $900!  ¿Qué dirán los vecinos de los Paseos?  ¿Que no vale nada, porque su valor estaba en la guagua y en la casa caras?

Decía el filósofo, más que atinadamente “cada cosa es lo que es, y no otra cosa”

Perelló Vira en Redondo


¿Viró o lo viraron?  ¿Recibió acaso una llamada revocatoria de las alturas?  Tiene que haber sido eso, porque el “speaker” no es persona de echarse atrás “motu propio”.  Como gato que se ha comido cuatro lagartijos, compareció al País loco de contento con su cargamento infumable de saqueo de dineros públicos para pagar favores a sus sostenedores de la Cámara.

Tengo que pedirle perdón a un amigo --- vamos a llamarle José --- que me advirtió antes de organizarse la Cámara que Perelló era un marrullero político.  Yo quería pensar, y así le argumenté, que el chico había hecho una buena fiscalización del gobierno nefasto de Luis Fortuño.  Pero él lo conocía mejor que yo.  ¡A la vista está!

La mordida propuesta por Perelló era de tal magnitud que tenía que caer por su propio peso.  Y cayó.  El pueblo la rechazó, asqueado, de Perelló y de todo el aparato de gobierno, de tal manera que es inconcebible que no haya sido el gobernador quien haya quemado su celular para parar el desangramiento.

El episodio grotesco de escamoteo continuo de las promesas electorales dramatiza la torpeza moral de Perelló y de casi toda la Legislatura.  Si los dejan, la prensa y el pueblo, se atragantan el Capitolio, el Presupuesto y el Tesoro Público: y lo harían por unanimidad de PPD’s y PNP’s.  ¡Dios nos coja confesaos!

martes, 16 de julio de 2013

La Avaricia Vive y Prospera en la Cámara


Cuando creíamos que ya se habían completado los engaños, incumplimientos en la Legislatura del PPD, nos sorprende de sopetón la ocurrencia del Presidente de la Cámara para burlar todos los compromisos de su partido para adecentar la función legislativa en su aspecto de costos.

Burlada la reforma legislativa --- incumplimiento descarado --- el ingenio cínico de Jaime Perelló rompe todos los récords de avaricia y afrentamiento --- realmente de prostitución económica --- frescamente, delante del pueblo, al asignarle a cada legislador $900 dólares adicionales por supuestos gastos incurridos en el cumplimiento de su deber.  Eso además de los 73 mil dólares de sueldo básico, más  35% de esos 73 mil en actividades lucrativas fuera del capitolio.  Sume el lector: 73 mil más el 35% de esos 73 mil ($25,500), y ahora $10,800 más, para un gran total de $109,300 dólares por el sacrificio de deambular por el capitolio jugando el papel de honorables.

Todo eso frente a una sociedad en ruinas.  Se trata de una crisis moral y de un suicidio político, a beneficio de un partido perverso y corrupto, y de un pueblo sin alternativas.

¿Cómo ha sido posible esta debacle moral?  Ha sido posible por la fuerza de cara de un presidente cameral sin brújula moral, que todavía está pagando por los votos que lo llevaron a esa presidencia.
La fuerza del boxeador está en los brazos, en sus puños, la del luchador en su torso, la del corredor en sus piernas, la del político marrullero en su fuerza de cara.

El pueblo mira a ese espectáculo de prostitución política claramente anonadado, y se pregunta:  ¿Dónde está el gobernador, y dónde está el Presidente del Partido Popular, custodio de su honra?

Se trata de un voto de prostitución, Perelló --- y toda esa Cámara, con muy pocas y valerosas excepciones --- han hecho lo que en mis años de adolescente en Bayamón llamábamos “meterse a la vida”. 

Un Gobierno Mudo y un Pueblo Incomunicado


Ninguna época anterior a la que vivimos ha contado con tantas vías de comunicación instantánea como la nuestra, apenas entrando al siglo 21.  La explosión y la globalización tecnológica no ha sido tan dramática en ningún sector como en el de las comunicaciones.  Ahora esa comunicación es instantánea y universal.  De la comunicación cara a cara y a pie hemos saltado a la comunicación intercontinental electrónica.  El asunto que esa transformación plantea es de contenido, de forma, de estructura y de utilidad.  Porque --- como decía Miguel de Unamuno --- una cosa es que un tren se desplace a 100 millas por hora y otra es que vaya lleno de canallas.  Así que los contenidos cuentan.

Me parece que el saldo de esa proliferación tecnológica en las comunicaciones apunta a una abundancia de medios y una terrible pobreza de mensajes significativos.  Porque la estructura de los nuevos medios y redes no asegura comunicación racional, conceptual, afirmable o refutable por la inteligencia.  Si a eso se suma la mudez de los líderes políticos que diz que representan al pueblo, este se siente huérfano de explicaciones, que le den sentido a la amargura de su vida real, en su salud, en su desempleo, en su inseguridad física.  Es como si no tuviera gobernantes, dirigentes, educadores políticos y sociales, para no hablar de educadores académicos.

Padecemos de un gobierno mudo.  No digo autista porque no quiero ofender a las víctimas de esa terrible enfermedad.  Pero es patente que el gobierno no explica, no educa.  Se limita al chijí-chijá de un optimismo bobalicón, que sólo comunica fantasías, autogratificaciones adolescentes.

Si tomamos la relación comunicativa en la otra dirección, en la urgencia que tiene el pueblo de información y servicios, marque usted su teléfono o su celular en el número o cuadro oficial de las oficinas de gobierno a ver si alguien le contesta para informarle u orientarle.  Silencio:  ring… ring… ring…  Nadie contesta.  Sufrimos, pues, un gobierno mudo, y del lado del pueblo, una radical incomunicación, más allá del alboroto televisivo y radial. Los gobernantes mudos y las agencias de servicios sordas. 

Es obvio que no votamos por eso el pasado 6 de noviembre.  ¡Pero en la democracia siempre hay unas próximas elecciones!

domingo, 14 de julio de 2013

El “Amor” del Doctor Joglar a la Salud del Pueblo


Mientras más reiterados juramentos hace el doctor Francisco Joglar para servir exclusivamente a la salud del pueblo --- a costo de miles de millones de este --- más escepticismo y desilusión expresa la calle, la prensa,  y los entendidos en cuestiones éticas, sobre la ceguera conveniente del galeno con respecto a la encrucijada ética desde la cual pretende dirigir el Departamento de Salud.

Vamos a las cuentas claras.  El Departamento de Salud es la agencia responsable de canalizar y usar los dineros del pueblo en programas y actividades que promuevan una mejor salud para todos los ciudadanos.  Desde 1993 bajo la funesta administración de Pedro Rosselló y Marcos Rodríguez, se destruyeron, por venta a quemarropa, las facilidades de salud del pueblo, y la filosofía y la organización de esos servicios por el doctor Guillermo Arbona.  Pero eso no podía anular el principio ético y político de que los dineros del pueblo los debe administrar el gobierno --- no los depredadores privados al servicio de su lucro --- para ofrecer, dirigir, pagar, evaluar y asumir toda la responsabilidad por el uso de esos dineros y el servicio directo a los ciudadanos.

Todo lo anterior ha sido entregado, vendido, enajenado, por los últimos cuatro gobernadores:  Rosselló, Aníbal, Sila María y Alejandro, a favor de clientes políticos y económicos, al margen de la salud y en beneficio del lucro y de sus partidos.

El caso --- el dilema patético --- del doctor Joglar representa una culminación del deterioro ético de nuestros gobiernos sucesivos.  A tal punto que el deambulante de la calle sabe distinguir lo ético y lo oportunista, pero nuestros gobernadores, legisladores y algunos Secretarios de Gabinete como el doctor Joglar, no perciben esa distinción.

El caso del doctor Joglar, sin embargo, no es el único escándalo de ceguera ética.  La Cámara de Representantes está envuelta en maniobras similares de negación de lo obvio, paralizada ante un caso palmariamente ofensivo a la intuición ética del ciudadano ordinario.  ¿Ese es el nuevo Partido Popular?

El doctor Joglar ama tanto al pueblo como su médico de cabecera, dice, que está dispuesto a todo con tal de conservar ese, su primer amor.  Pero quiere conservar también sus inversiones en el emporio financiero de Triple S.

¡Hay amores que matan!

¿Recuerda acaso el lector la primera estrofa del viejo bolero pegajoso, que no me abandona en estos días como petición del pueblo al doctor Joglar?

            ¡Ay amor ya no me quieras tanto…
            ¡Ay amor no sufras más por mí….
            ¡Si no más puedes causarme daño…
            ¡Ay amor olvídate de mí…!

Eso le dice el pueblo en estos días al doctor Joglar.

¿Por dónde anda el gobernador de Puerto Rico, o el Presidente del Partido Popular, si es que existen?

viernes, 12 de julio de 2013

Paralelismos y Paralogismos Éticos --- O Todo lo Contrario


La corrupción ha alcanzado en nuestra vida pública tal grado de legitimidad a manos de los que la practican, tras la pantalla transparente del cinismo, la simulación y el fingimiento, que sus practicantes la racionalizan hasta los linderos de la sublimación.

Esta semana nuestra vida pública, y una que otra institución privada, ha exhibido como la cosa más natural del mundo tres instancias paralelas de obvio y crudo conflicto de intereses, defendidos con uñas y dientes por sus protagonistas.

Primero:  El Gobernador nombra y el Senado confirma al Secretario de Salud, doctor Francisco Joglar, a sabiendas de que ha sido principal gestor financiero de la compañía Triple S como factotum de control de costos para la aseguradora, contra los intereses de los proveedores de servicios médicos --- diagnósticos, pruebas de tecnología médica y medicamentos --- en defensa de las ganancias de la aseguradora que ahora disfruta de un monopolio, contra los reclamos de los médicos, hospitales, laboratorios y pacientes.  Lo importante aquí no es la salud del paciente, de quien sólo el médico puede dar fe, sino el lucro de la aseguradora.

El abrazo a Triple S en salud física y a APS en salud mental es tan corrupto, que el Secretario de Salud como su representante, de las aseguradoras, que no del pueblo, ante la denuncia de su conflicto de intereses, ha prometido no opinar ni decidir sobre nada relacionado con esas dos aseguradoras monopolísticas.  ¿Por qué?  Porque si opina viola la ley de ética.  Es decir el Presidente de la Junta Reguladora --- ASES --- no puede expresarse porque corrompería su propio proceso administrativo y su función como Secretario.

Segundo:  Paralelamente, la Universidad Interamericana nombra a Manuel Gómez --- ese prodigioso Einstein tropical --- para dirigir su sistema de propuestas de investigación científica, sin participación alguna de los cuerpos claustrales de la Universidad.  Así, una persona expulsada de una posición similar en la Universidad de Puerto Rico, protegido de Antonio García Padilla y Miguel Muñoz, por actuaciones corruptas a costa de la Fundación Nacional de las Ciencias, que retiró por eso su endoso y sus fondos a la Universidad de Puerto Rico, es recogido por la Universidad Interamericana para desempeñar parejas funciones.  Para intentar diluir el impacto de la ceguera moral que llevó a ese nombramiento, el Presidente de esa Universidad promete que el señor Gómez no meterá la mano en nada administrativo.  ¿Por qué?  Porque si la mete seguramente corrompe el proceso.  A confesión de parte, relevo de prueba.  ¿Quién le dijo al Presidente Fernós --- como antes al Gobernador García Padilla --- que usted puede tener un Director que no dirija y un Presidente de ASES que no participe en el ejercicio de su cargo?  ¿Hasta dónde puede llegar el cinismo y la simulación?

Tercero:  Existe una tercera dimensión de esta enfermedad moral, otro paralelismo.  El portavoz del PPD en la Cámara --- buscando más dinero fuera de su sueldo legislativo, contrata con la Asociación de Legisladores Municipales y vota por una legislación que le favorece.  Es lo que he llamado el cabildero endógeno, desde dentro de la Legislatura.  Entonces jura y perjura que no ha recibido dinero todavía.  Pero lo va a recibir, y ya empezó a rendirle servicios, en clara violación del más elemental principio de ética.

Para evadir las consecuencias políticas y éticas de sus actuaciones paralelas, tanto el Secretario de Salud, doctor Joglar, como el Presidente de la Universidad Interamericana, Manuel Fernós, han incurrido en paralogismos defensivos:  contradicciones éticas que pretenden negar precisamente lo que afirman.  Uno, porque no puede ejercer la función de Secretario.  Otro, porque pretende que un Director de propuestas de investigación no toque ni de lejos --- para no infectarlas --- las decisiones administrativas inherentemente exigidas por una función de dirección.  Y el tercero: un portavoz que tiene a su cargo el código de ética legislativa de la Cámara y lo primero que  promueve es una legislación que favorece a su contratista externo, y jura que no ve el conflicto.  El y yo padecemos de catarata, pero la mía es física y operable.  La de él es ética, y como dice el pueblo, “sucio difícil”.

martes, 9 de julio de 2013

La Vacante Popular en la Cámara


El Partido Popular ha despreciado una excelente oportunidad para elevar el discurso político de la Cámara de Representantes, tan chato y rutinario como ha sido en los primeros seis meses de gestión mayoritaria.  Esa oportunidad residía en la persona de Rafael Cox Alomar.  Supongo que este último habría hecho sus exploraciones sobre esa posibilidad y que estas encontraron un ambiente gélido en los grupos legislativos organizados allí para distribuirse el poder y sus concomitantes económicas, y siendo Cox Alomar un hombre prudente no quiso forzar el issue, y añadirle otro rechazo por la maquinaria de su partido a los méritos que indiscutiblemente posee y puede contribuir. 

Puesto en sus zapatos yo hubiera optado por otra decisión, como es la de forzar a su partido a mostrar sus fichas en lo que a él respecta.  No habría manera lógica o defendible para el partido organizar un rechazo, admirado y reconocido como es Cox Alomar en la masa de pueblo honesto y sin hachas que amolar, al margen de las envidias y los temores a sus dotes intelectuales y morales.

Tiempos hubo en que el Partido Popular reconocía y admiraba la inteligencia independiente --- de 1940 a 1968 --- sin sentirse su liderato amenazado por la cultura superior y el pensamiento libre.  ¡Eran otros tiempos, antes del cólera como diría García Márquez!

Ante el error político de Rafael Cox Alomar de inhibirse de una opción seguramente triunfadora --- no hablo de error personal porque desconozco sus elementos – es claro que le ha evitado al Partido Popular un error suicida, en caso de rechazarlo.

Guardemos el talonario del espectáculo que se nos ha negado para lo que nos depare el futuro … porque siempre hay futuro, y consecuencias.

domingo, 7 de julio de 2013

Un Secretario de Salud “Impedido”


Para cerca de millón y medio de puertorriqueños, de clase económica media baja y pobres absolutos, su única esperanza de atender sus problemas de salud radica en el Departamento que la Constitución del Estado Libre Asociado creó para esos fines.  Hasta 1994 así se dispuso en las leyes sobre la salud del pueblo y sobre la estructura administrativa responsable de usar los dineros del pueblo para asegurarle unos servicios decentes de salud.  El administrador de esos programas y el pagador por los servicios al alcance de todo el pueblo era el gobierno mismo, a través del Departamento de Salud, dirigido por un Secretario de Salud.

Desde 1994, tras crearse, mediante una supuesta “reforma” de salud --- la tarjetita de Rosselló ---, una red de aseguradoras privadas que especulativamente se hicieron dueñas de la función del antiguo sistema --- el creado por la Constitución, y que conocemos como el Plan Arbona --- la salud del pueblo se ha convertido en un negocio, al servicio del lucro de sus inversionistas privados, pero con el dinero público.  Pedro Rossell, Sila María Calderón, Aníbal Acevedo Vila, Luis Fortuño, se postraron ante el bíblico becerro de oro, a cambio de contribuciones políticas clandestinas y sucias, a cambio de los dineros del pueblo para los nuevos “colmillús” que Muñoz desenmascaró en 1940.

Esa monstruosidad ética --- es decir, inmoral --- ha culminado en dos escándalos aparatosos, productos de la superficialidad y llaneza moral de Alejandro García Padilla.

En primer lugar, la entrega total de los dineros del pueblo --- de los escasos dineros del pueblo --- a una corporación de Wall Street con sede en Puerto Rico --- la Triple S ---, en forma  de monopolio, para que disponga de los servicios médicos debidos al pueblo, como mayordomos de finca en tiempos de la funesta Coalición de los años 30 del pasado siglo:  qué procedimientos se pagan, quién se hospitaliza o no, quién tiene acceso a estudios especiales necesarios en opinión de los médicos privados y los especialistas, qué medicamentos se aprueban, en opinión de los contables de la Triple S, mientras se pretende encubrir esa tirada al pueblo con el sanbenito repetido de acceso universal.  Ni se provee acceso universal ni el Departamento ni su Secretario tienen nada que decir sobre esas preguntas.

Lo que en salud física han hecho con Triple S, han hecho en salud mental con el monopolio de APS, la entidad mas desacreditada entre todas sus gemelas.  Para eso han destruido a ASSMCA y su claro progreso en acceso y tratamiento durante el cuatrienio de 2004 al 2008, bajo la hábil y honesta dirección del doctor José Luis Galarza y un equipo profesional dedicado y competente.

Para culminar el proceso de entrega de la salud del pueblo a los buitres de las aseguradoras, el Gobernador y el Senado han enviado a dirigir el Departamento de Salud a un agente precisamente de Triple S, exempleado también de MMM, y gerente de los servicios de diálisis del País:  al doctor Francisco Joglar, buena persona pero pésima selección para velar por los intereses de los pacientes frente a sus benefactores de ayer.

Se trata de un Secretario, por propia confesión, impedido para participar en los asuntos de la salud del pueblo porque por dondequiera que opina saltan a la vista sus conflictos éticos.  Es decir, precisamente en los asuntos de la salud del pueblo, tiene que declararse inepto, ciego, sordo, mudo, porque cada opinión o acción suya sería, es ya, un conflicto de intereses.  Como impedido por propia confesión, hay que referirlo al programa de educación especial del Departamento de Educación, un programa precisamente para impedidos.  Por eso El Nuevo Día le llama un Secretario a “medio pocillo”.

Dice el doctor, y dice el Director de ASES, que Joglar, como Presidente precisamente de esa Agencia supervisora de Triple S, no puede opinar sobre nada en las reuniones que preside.  ¿Quién va a creerle a él, a Ricardo Rivera, y al Gobernador?  Me parece que se han excedido en la clara intención de mentirle al pueblo, como si fuéramos en verdad lo que Santini le dijo a Fortuño: ¡mamaos! 

viernes, 5 de julio de 2013

Cabilderos de Afuera y Cabilderos de Adentro


El dilema que ha hecho público el representante Charlie Hernández, portavoz de la mayoría popular de la  Cámara, y ayer muchacho díscolo y travieso dispuesto a sacrificarlo todo por la soberanía, ilustra a carta cabal la naturaleza camaleónica de muchos políticos, y la diversidad de ropajes del cabildero.

En el curso normal de las cosas, se supone que el cabildero es un agente externo a la Legislatura o al Ejecutivo, que quiere penetrar el proceso mediante el cual se llega a decisiones y se gasta el dinero del pueblo.  Ahora bien, desde un tiempo a esta parte, durante los cuatro años de Fortuño y el primer semestre de Alejandro, los cabilderos exógenos, los que vienen de afuera y penetran el gobierno, se confesaban como tales.  Ahora, con las disposiciones legales que le permiten a los legisladores optar por el cultivo de firmas privadas para aumentar sus ingresos, el legislador se convierte en cabildero de adentro para afuera, en cuya actividad inevitablemente usa su poder y relaciones legislativas para beneficiar a su patrono privado.  Lo contrario es suponer que se trata de una pilada legislativa de monjes trapenses al estilo de San Francisco de Assisi.

Suponer que se respetará la frontera ética en esas transacciones es ignorar la jaibería consustancial al político que ve en el dinero la razón de ser de su motivación política.

El ejemplo, el mal ejemplo de Charlie Hernández es emblemático:  un contrato con la Asociación de Legisladores Municipales, que es a todas luces un cuerpo político de cabildeo exógeno al quehacer legislativo, valiéndose de un cabildero endógeno, que resulta ser portavoz de la mayoría en la Cámara.  El que no perciba ese conflicto debe consultar a su cirujano oftalmólogo.

Todo lo anterior surge de no tener los legisladores --- y los ejecutivos de agencias --- claridad intelectual y moral sobre a qué se va al servicio gubernamental.  Si se confunden las motivaciones no es sorpresa que se confundan las actuaciones.

Esa confusión moral no la subsana ningún manual de ética que sea producto de los cabilderos ad hoc que trabajan para entes económicos externos.  Esto es tan claro que sólo los legisladores y sus abogados se confunden “pro vita sua”.