martes, 16 de julio de 2013

Un Gobierno Mudo y un Pueblo Incomunicado


Ninguna época anterior a la que vivimos ha contado con tantas vías de comunicación instantánea como la nuestra, apenas entrando al siglo 21.  La explosión y la globalización tecnológica no ha sido tan dramática en ningún sector como en el de las comunicaciones.  Ahora esa comunicación es instantánea y universal.  De la comunicación cara a cara y a pie hemos saltado a la comunicación intercontinental electrónica.  El asunto que esa transformación plantea es de contenido, de forma, de estructura y de utilidad.  Porque --- como decía Miguel de Unamuno --- una cosa es que un tren se desplace a 100 millas por hora y otra es que vaya lleno de canallas.  Así que los contenidos cuentan.

Me parece que el saldo de esa proliferación tecnológica en las comunicaciones apunta a una abundancia de medios y una terrible pobreza de mensajes significativos.  Porque la estructura de los nuevos medios y redes no asegura comunicación racional, conceptual, afirmable o refutable por la inteligencia.  Si a eso se suma la mudez de los líderes políticos que diz que representan al pueblo, este se siente huérfano de explicaciones, que le den sentido a la amargura de su vida real, en su salud, en su desempleo, en su inseguridad física.  Es como si no tuviera gobernantes, dirigentes, educadores políticos y sociales, para no hablar de educadores académicos.

Padecemos de un gobierno mudo.  No digo autista porque no quiero ofender a las víctimas de esa terrible enfermedad.  Pero es patente que el gobierno no explica, no educa.  Se limita al chijí-chijá de un optimismo bobalicón, que sólo comunica fantasías, autogratificaciones adolescentes.

Si tomamos la relación comunicativa en la otra dirección, en la urgencia que tiene el pueblo de información y servicios, marque usted su teléfono o su celular en el número o cuadro oficial de las oficinas de gobierno a ver si alguien le contesta para informarle u orientarle.  Silencio:  ring… ring… ring…  Nadie contesta.  Sufrimos, pues, un gobierno mudo, y del lado del pueblo, una radical incomunicación, más allá del alboroto televisivo y radial. Los gobernantes mudos y las agencias de servicios sordas. 

Es obvio que no votamos por eso el pasado 6 de noviembre.  ¡Pero en la democracia siempre hay unas próximas elecciones!

1 comentario:

  1. El gobierno mudo pero el pueblo se expresa también a través del silencio. Cuando nos convoquen al circo, nos quedaremos mirando de lejos. En la democracia siempre hay unas próximas elecciones. Una opción siempre hay: la abstención para aparecer en las listas de NO Votó. Entonces las escudriñan para ver quiénes de los suyos no votaron para reactivarlos.

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