Luis
Fortuño se enfrenta el próximo martes al pueblo de Puerto Rico como
jurado. Adelanto esta noche los
que deben ser los cargos que lo condenan como pésimo mayordomo de los intereses
de ese pueblo.
(1) El veredicto del martes es
equivalente al que rindió este pueblo en 1940, cuando destronó el imperio abusivo
y explotador de los “comillús” de la caña, del café, del tabaco --- haciendas
ricas y lujosas a la vista de trabajadores esclavos y agregados --- más los
monopolios del comercio de importación y exportación. No fue el Partido Popular quien destronó a aquella mafia latifundista
y explotadora, lo que muchas veces incluía a las hijas de los agregados, al
servicio de los señores feudales.
No fue Luis Muñoz Marín y la generación de patriotas y servidores públicos
que le acompañaron: fue el pueblo
de Puerto Rico como electores libres por primera vez en décadas quien los
barrió del poder ilegítimo que ejercían.
(2) Las de 1940 fueron unas
elecciones que marcaron destino: el cambio de un gobierno de los pocos ricos para los pocos ricos, a un gobierno de servidores públicos
para todo el pueblo. Igual debe
hacer el pueblo el martes ante un abuso igual.
(3) El gobierno de Fortuño ha
representado el poder de los pocos ricos --- sus amigotes locales y extranjeros
--- sobre el lomo y el sufrimiento
de la inmensa mayoría del pueblo:
desempleo, macaneo al que protesta, destrucción de la Universidad, del
Tribunal Supremo, del Colegio de Abogados, de las Comunidades Especiales ---
especialmente pobres y marginadas ---, la Asociación de Empleados, el
Fideicomiso del Caño, entre otras instituciones de voz independiente en el País.
(4) Luis Fortuño ha transferido ---
criminalmente, inescrupulosamente --- los haberes públicos, el tesoro que todo
el País confía a sus gobernantes para el servicio y la justicia, a una pequeña
clase de depredadores, contratistas, amigotes, de tal manera que deja en el desamparo
a docenas de miles --- si se cuenta la destrucción de la 936 a cientos de miles
--- para cumplir con su agenda republicana, que repite, con personajes nuevos,
la explotación republicana de los años 30 del pasado siglo.
(5) Luis Fortuño no sólo no cumplió
sus promesas, sino que insiste en sus engaños, cuando dice que “estamos
avanzando” --- ¿hacia dónde? Hacia
la ruina total del pueblo. Hacia
un País de más desempleo, más criminalidad, menos salud, menos educación, y
más, mucho más corrupción descarada en todos los niveles.
(6) Para lograr continuar con su régimen
abusador, destructivo, y altamente inmoral, vende, alquila, contrata y enajena
todos los intereses públicos --- Aeropuerto, Carreteras, Centro Médico, Fondo
del Seguro del Estado, y quizás mañana la Universidad --- al mayor postor de
entre su claque republicana depredadora.
(7) Fortuño ha reducido la función del gobierno a los intereses de su
partido PNP. Los departamentos y
agencias se han convertido así en oficinas de trámite de PNP. Los casos más costosos de esta degradación
han sido los del Tribunal Supremo y el Departamento de Justicia.
En la
democracia decide el pueblo. El próximo
martes decidirá el pueblo si los planes de fraude electoral de Edwin Mundo no
se ejecutan. Esa decisión marcará
el destino de nuestro pueblo. ¿Será
posible que el pueblo vote contra sí mismo, en contra de sus intereses y
necesidades, y a favor de esta
mafia depredadora que dirige Luis Fortuño?
Estamos
frente a la campaña política más multimillonaria de nuestra historia, la de
Luis Fortuño y el PNP. Y es también
la campaña más sucia, más infame por las canalladas que publica como anuncios,
salidos de la Oficina del Gobernador.
Es una campaña de cuneta, de cloaca, de parte de quien en su día en el
2004, Carlos Romero catalogó como un “embustero e hipócrita”, Luis Fortuño.
Confío
que al amanecer del miércoles, podamos felicitarnos como pueblo inteligente,
justiciero, y sabio a la hora de ejercer su soberanía moral mediante el voto.
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