martes, 21 de agosto de 2012

Fortuño y el PNP a la Ley de Quiebras: Capítulo 7 – Liquidación

Por primera vez desde 1992, un partido político que controla todos los poderes del estado y todas las ramas de gobierno pierde una consulta electoral --- elecciones o referéndum.  Ello ocurrió tras la crisis política del 1992, cuando el agotamiento personal y político de Rafael Hernández Colón envío a la derrota a Victoria Muñoz Mendoza.  Ello había ocurrido más dramáticamente en 1968, cuando un inesperado brote caudillista de Luis Muñoz Marín le negó al pueblo popular unas primarias y a Roberto Sánchez Vilella una merecida reelección.  En aquel triste episodio Rafael Hernández Colon tuvo un papel protagónico, representando el personaje de Yago, envenenando la mente de Otelo contra la fiel  Desdémona.

El Partido Popular se recuperó para 1972, porque Muñoz volvió al pueblo y confesó su error, y llevó al poder, cogido de la mano, a Rafael Hernández Colón.

Pero aquellos eran otros tiempos y circunstancias.  Lo que ocurrió el pasado domingo no tiene precedentes.  Se trata de un rechazo prácticamente universal de un pueblo --- a pie, sin dinero, sin partidos fuertes que lo empujaran --- a un gobierno y un gobernador protofascista, embustero, hipócrita, que usó el dolor de las víctimas del crimen --- en vez de combatirlo competentemente --- para asustar al elector, para que en vez de su razón usara sus pasiones de miedo e inseguridad para entregarle a Fortuño su inteligencia y su voluntad.  Otro tanto ocurrió con la engañifa de reducir el número de legisladores y dejar la corrupción intocada mientras, además, le quitaba representación a una enorme cantidad de ciudadanos, eliminando de un plumazo a los pequeños partidos de minoría en la Legislatura.

Se trataba de una doble trama maléfica, de un robo a mano armada --- con embustes y dinero --- de la libertad y la democracia de los ciudadanos.

El tiro le salió por la culata a Fortuño y al PNP.  La tesis proclamada de un PNP implacable, todopoderoso, inderrotable, se estrelló contra la sencilla sabiduría práctica del pueblo.  Electoralmente no miden 20 pies, y moral e intelectualmente son unos enanos trogloditas, al nivel de los bisontes de las Cuevas de Altamira.

En las reacciones de los líderes del PNP leímos la derrota que sufrieron.  Rivera Schatz desencajado, echándole la culpa al partido.  Fortuño haciendo pucheritos faciales, todavía en “shock”.  Los perros de presa ladrando improperios.  Edwin In-Mundo achacó la derrota al narcotráfico.  La arpía residente de la Cámara, la Cucusa --- la “Speaker” de facto, ventrílocua de Jenniffer González --- felicitó a los traficantes de drogas, a los asesinos y a los asaltadores, porque esos fueron los que ganaron.  ¿Y el gobernador?  O está de acuerdo con estas dos voces fétidas de su partido o no se atreve a desmentirlos.  ¡Qué clase de líder!  Obviamente no sabe lo que le ha ocurrido.  Tan sencillo como es:  ¡Recoja y váyase!

Los resultados del domingo no podían ser otros.  Un partido político dirigido por un embustero y cinco personajes totalmente amorales --- Fortuño, Marcos Rodríguez Mefisto, Rivera Schatz, Ángel Cintrón, Jenniffer (Cucusa) González y Edwin Mundo ( el de la mucama del dos mil), ¿se acuerdan?  A ninguno de ellos los detiene la ética, la moral, la verdad, el Bien Común.  Sirven al poder por el poder, y al dinero que lo hace posible, y los hace ricos.

 ¿Y el pueblo que los puso allí, que les paga y los hace “honorables”, mientras lo deshonran?  Pregúntele A Edwin In-Mundo, a Cucusa, A Marcos Rodríguez Mefisto, a Goenaga de “such is life”, a Cheo Madera y sus “crápulas” refiriéndose al pueblo de Ceiba.  Ese equipo lo dirige Luis Fortuño que a su vez desprecia al pueblo. 

Y el pueblo, como decían en el campo, es chiquito, pero tiene sentimientos.

1 comentario:

  1. Muy bien. Respecto al pueblo de Ceiba parece que les gustó lo de "such is life" porque le creyeron Fortuñito y votaron que si a ambas propuestas.

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