Si
usted no supiera, además, que la enmienda que recortaría el número de
legisladores --- sin atender la corrupción que queda intocada en ambos cuerpos
--- obedece a la incapacidad política y moral de Fortuño para poner orden en su
propia casa política, estaría tentado a sacar cuenta de lo que se gana o se
pierde con la reducción de los bribones.
Pero usted sabe que no se trata de una propuesta seria, sino no sólo de
otra hoja de parra, sino también de la desesperación del náufrago que traga
agua y le echa mano a lo que pase
por el lado, aunque sea un clavo caliente.
Se
trata del mismo operativo de salvamento del supuesto --- y tramposo ---
plebiscito de status: poner al
pueblo a votar por otra cosa que no sea Fortuño y si ganan sus propuestas demagógicas
e hipócritas, reclamar que votaron por él.
Fuera
de engañifas, el voto sobre las enmiendas, y el voto del status, es un voto a
favor o en contra de Luis Fortuño y su funesto régimen corrupto y fascista.
¿Cómo se
vota contra Fortuño y su mafia desde ahora, en lo que llega el 6 de
noviembre? Sencillo: Votando
NO y NO, contra las dos enmiendas, que es votar contra Luis Fortuño.
Esto no
es nuevo. Eso fue precisamente lo
que hizo el pueblo en 1991, contra la mogolla de propuestas constitucionales de Rafael Hernández
Colón, que él llamó Derechos Democráticos, cuyo único fin era fortalecer su aspiración
a reelegirse como gobernador en 1992.
El pueblo le votó en contra por anticipado, y tuvo que irse. Hay que hacer lo mismo con Fortuño.
Señor Jose Arsenio Torres,
ResponderEliminarTiene alguna direccion mail a la cual le pueda escribir?
Saludos