A
principios del pasado siglo, un eminente dramaturgo danés, Henrik Ibsen, escribió
su famoso “Seis Personajes en busca de Autor”. Esta semana la historia ha reducido esos seis personajes a
uno: Luis Fortuño, en busca de una tormenta que lo rehabilitara ante el País,
después de su doble derrota del domingo pasado.
Fortuño
necesita una tormenta, vaguada o huracán malamente. Necesita cámara para seguir haciendo el papel de
gobernador. Pero según la
naturaleza no le respondió con Isaac, sus presentaciones públicas como metereólogo
ad hoc tampoco lucieron creíbles.
Porque construir un huracán de unas lluvias es asunto de magos, no de políticos
mediocres sedientos y necesitados de cámaras.
Observar por televisión y oír por radio
la patética comparecencia de Fortuño, halando el rabo de una vaguada para
convertirla en huracán político, lo retrata de cuerpo entero: un embaucador, un fraude. Pero la naturaleza no lo complació. Porque mientras le advertía sobre desastres
ominosos, la tormentita se alejaba de Puerto Rico y de él a las millas de Chaflán.
En base
al criterio científico de los metereólogos, la tormentita nunca constituyó
peligro para Puerto Rico. Mientras
más Fortuño dramatizaba su peligro, más se alejaba Isaac.
¿Qué
explica esta torpeza y este oportunismo fallido?
El
hombre acaba de ser sacudido en su arrogancia por un doble golpe al mentón
político, que demostró que no es líder ni tan siquiera de la masa de su partido;
que demostró también que los politicastros de sueldos, dietas y autos, de
asesores múltiples y de “dolce vita” legislativa no dan por él un pepino angolo
--- por lo que hay que echarle mano a la más leve brisa y lluvia, declararla
huracán, emergencia como le gusta a él, para eliminar subastas, aumentar los
contratos a la clientela PNP, y buscar dineros federales que Obama le extiende,
y contra quien, en su duplicidad, se alía en la campaña republicana nacional.
Abandonado
por su partido a la hora de la verdad electoral, Fortuño necesita tres o cuatro
tormentas, huracanes, desastres para “parecer y aparecer”.
El
pueblo le falló el domingo, e Isaac le falló el martes. Mientras tanto, el País ha ganado otro
metereólogo --- Luis Fortuño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario