sábado, 30 de junio de 2012

Vandalismo Legislativo

El pasado martes por la noche, como ladrones en la oscuridad, la mayoría PNP de la Legislatura rompió su propio record de inmoralidad política al aprobarse a sí misma 15 millones para comprar votos, a cuatro meses de las elecciones.

Ni las apariencias guardan.  Se apropian de la parte del IVU que toca a los municipios y se la reparten, con exclusión absoluta de los legisladores de la minoría.  Sepa el lector que ese impuesto lo pagamos todos --- PNP’s, PPD’s, e independentistas de todas las variedades.

Si existiera en Puerto Rico un Poder Judicial independiente, ese afrentamiento partidista sería revocado, pero lo primero que hizo Luis Fortuño, sabiendo lo que haría después, fue apoderarse del Tribunal Supremo, donde envío una serie de tarugos para servirle indecorosamente.  “La igual aplicación de las leyes” como principio constitucional, invalidaría ese atraco.  Habrá quien alegue que en el pasado se hacía lo mismo.  En tiempo de los gobernadores anteriores se observó el principio del “igualamiento municipal” para todos los municipios.  La pereza mental y la deshonestidad intelectual lleva a muchos comentaristas ignorantes a proclamar la equivalencia moral como escondite de la cobardía.

Piense el lector --- quince millones (15 millones) cuando en el Centro Médico las bacterias campean por sus respetos por falta de aire acondicionado, los viejos y los niños mueren una muerte lenta por falta de recursos, mientras Jenniffer y Tomás se degustan con la fechoría criminal que impunemente proclaman.

Mientras tanto, Luis Fortuño en Fortaleza salivando, esperando que llegue la Resolución Conjunta del robo legal de los dineros del pueblo para comprarle los votos a ese mismo pueblo.  ¡Yo no fui!  ¡Eso fue la Legislatura!  Repito la advertencia de San Agustín:  “Sin justicia,  ¿qué son los reinos sino una gran banda de ladrones?  Pregúntele a Fortuño, Jenniffer y Tomás.

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