Los
oficiales federales, que le oyeron sus quejas lo pusieron de vuelta y media,
negando sus afirmaciones de que no se atendía a Puerto Rico como era
debido. Y de ahí, miembros del
Comité lo confrontaron con la crisis de la criminalidad, de la Policía, y de
los derechos civiles bajo su administración, con el Informe de la Unión
Americana de Derechos Civiles, que documenta la brutalidad policiaca y el
terrorismo que la Policía de Fortuño ha sembrado en nuestro pueblo bajo tres
superintendentes, cada cual más incompetente y más autoritario que el anterior.
Fortuño
tuvo el cuajo de decirle al Comité que toda esa situación de descrédito policiaco
y criminalidad rampante la había heredado de la administración anterior. El chico no tiene límites, miente con
la automaticidad de los perritos de Pavlov cuando le tocaban la campanita para
el alimento.
El
terrorismo de Figueroa Sancha --- el primer superintendente infalible de
Fortuño --- en la Universidad, en el Hotel Sheraton, en el Capitolio, dirigidos
personalmente por Figueroa Sancha y respaldado por Fortuño y Marcos Rodríguez
Pujada --- el que piensa con las patas --- no se puede explicar
retroactivamente hacia la pasada administración. Es “vintage” de Fortuño: ¡la mentira al frente!
Claro,
los congresistas no le creyeron y lo confrontaron con la verdad del Informe.
Piense
el lector lo que late debajo de esta estrategia de excusas y mentiras:
1. Tres superintendentes, a cual más
autoritario e ignorante de la condición de crisis terminal y cultura de violencia en la Policía;
2. Se acusa a la Unión Americana de
Derechos Civiles de tener una “agenda” política. ¿Cuál? La de
defender los derechos civiles e institucionales de todos los ciudadanos, por lo
que goza de un enorme prestigio moral, nacional e internacional.
3. Fortuño va a Washington a
rogarle a los federales que lo saquen del doble hoyo de la criminalidad y
violencia bajo su administración y de la responsabilidad suya como jefe de la Policía
y defensor de los derechos del pueblo.
Pero fue a mal sitio: pues
la administración federal de Obama ha sido objeto de ataques políticos de
Fortuño como miembro del sector derechista lunático del Partido Republicano
Nacional, del “Tea Party” en adelante.
Sabe el
lector de este espacio que menos este último viaje desesperado --- y fracasado
--- a ese Comité del Congreso, a lo único que iba Fortuño a los Estados Unidos
era a atacar a Obama, como miembro del equipo de Romney. Ahora va y pretende que Obama le
resuelva los problemas que él no ha podido enfrentar decentemente en Puerto
Rico. Eso se llama, según el jíbaro,
“comer a dos carriles”. Y según el
Evangelio, “hipocresía”.
Sería
oportuno que el PPD consiguiera que Obama nos visitara antes de las elecciones
y nos dijera a dónde quiere conducirnos, y a dónde conducen las mentiras e hipocresías
de Fortuño.
Perfecto su analisis. Lastima que tal evento (y su analisis) no tenga la exposicion que de verdad requiere a nivel local para demostrar el nivel de incompetencia y mediocridad de este desastre de administracion.
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